Las flores de cerezo caían lentamente hasta el suelo, llegando a caer alrededor de un grupo de personas al cual llevaban horas conversando en un picnic.
_ no puedo creer que el tiempo ha pasado muy rápido_ dijo una voz todavía infantil pero más madura, era la voz de un joven con ojos azules rasgados, cabello amarillo corto, tenía una ropa un tanto provocativa pero no vulgar, sostenía entre sus brazos a un niño de ojos azules y cabello negro y tenía lentes, era Alois y su hijo Cal, atrás de él estaba Claude sentado leyendo un libro, sus facciones eran más maduras y levantaba la mirada para ver a Alois y su hijo.
_ creí que habías anunciado que quisieras tener quintillizos_ dijo una voz un poco madura, era Yuuri, en sus brazos tenía un bebé de cabello negro y ojos verdes, tenía las mismas expresiones de Wolfram quién llegaba a ellos con una canasta, su rostro había madurado, parecía un príncipe para muchas personas, pero este adoraba ver a Yuuri con su hijo Yuan.
_ eso quería, pero “cierta” persona dijo que prefiere que no _ dijo con un puchero Alois mirando con reproche a Claude, su hijo también le miraba molesto, Claude seguía leyendo, pero en su cara se notaba un ligero tic.
_ lamento llegar tarde_ hablo una voz más gruesa, al voltear observaron con sorpresa a un hombre sosteniendo en un brazo a un niño de ojos y cabellos negros, pero piel clara, era Iason y su hijo Ron, Iason llevaba con cuidado a un Riki con su barriga de cinco meses, las hormonas habían hecho que Riki abrazara con protección a Iason y miraba molesto a cualquiera, celaba a Iason y esté estaba completamente feliz con ello.
_ no lo miren_ susurró sonrojado Riki.
Claude miró a Iason saludándolo con un leve movimiento de su cabeza y este le devolvió el gesto.
_ ¡Ay!, ¡Qué lindo!, ¿Qué es?, ¿Niña o niño? _ habló Alois emocionado, su hijo miraba a todos con indiferencia.
_ n-niña_ susurró sonrojado Riki ocultándose detrás de Iason.
Todos sonrieron contentos haciendo espacio para que la pareja se sentara con ellos.
Iason y Riki se sentaron con su hijo en un lugar cómodo.
Riki miraba con deseo los alimentos que se extendían en el suelo, deseaba realmente comerse todo, Iason comprendiendo la situación le extendió uno de los aperitivos que allí habían.
_ son diez años que han pasado desde ese día_ dijo Yuu atrás de él abrazándolo con cariño estaba Mika, quién miraba feliz como sus hijos a los lejos llegaban corriendo, Yuura su hija de tres años y Mak de seis años. Ambos tenían sus rasgos, estaba un poco decepcionado de que ninguno tenga los ojos o cabello de Yuu.
Las demás parejas llegaron después trayendo comida, las tripas de Riki sonaban haciendo reír con dulzura a Iason.
Poco a poco, algunos estaban casados y otros solteros, se sentaban hablando entre ellos.
Luego llegó una camioneta negra y de ella bajaron dos ukes, Akihito y Misaki, ambos hablaban felices, detrás de ellos bajaron cinco niños, dos, niña y niño tenían los ojos verdes de Misaki con cabello plateados de Usami y dos niñas de cabello negro con rasgo de Akihito y un niño con rasgos completos de Asami, aquel niño era el consentido de Akihito.
De otro lado bajaron Usami y Asami, ambos indiferentes pero atentos a sus parejas e hijos, definitivamente ambos daban un aire poderoso.
Llegaron al picnic sentándose en los alrededores con sus respectivas parejas.
Saludaron a Shuichi y Yuki, ambos sostenían a dos niñas, tenían las mismas expresiones de Shuichi y los cabellos y ojos de Yuki.
_ llegamos justo a tiempo, los últimos van a llegar después_ dijo Akihito recostándose en el pecho de Asami, este le abrazaba con protección.
_ diez años_ susurró Misaki suspirando y mirando al cielo.
Usami le abrazó mirando a sus tres amores, sus dos hijos se habían juntado con lo demás niños para correr a algún lugar del parque y del bosque para jugar y Misaki sonrió por todos ellos.
Llego otra camioneta, de ella bajaban tres niños corriendo con los demás niños, dos niños y una niña de diez años, los tres muy energéticos.
_ ¡USTEDES TRES! _ gritó una voz molesta, de ella bajo un hombre de cabellos rubio platinado, era Souichi quién gritaba enojado a sus niños, uno de ellos se parecía a Morinaga y el otro se parecía a él, aunque tenían diferentes comportamientos, su hija se parecía a su madre y tenía su carácter, ella siempre le sacaba su carácter que con mucho esfuerzo evitaba mostrarles a sus cachorros.
Los dos niños se pararon asustados menos la niña que seguía corriendo importándole muy poco de lo que su papi quería decirle.
_ ¡Estos niños!, ¡YA VERAN CUANDO LLEGUEMOS A LA CASA! _ gritó enojado Souichi de la otra puerta salió Morinaga quién a pesar de los años le hizo verse aún más maduro y sonreía a sus tesoros, quienes solo se fueron un poco asustados a jugar con los demás niños, papi puede ser muy peligroso.
_ tranquilízate cariño, son niños y lo que quieren en esta etapa es divertirse_ dijo Morinaga cuando iba a cerrar la puerta vio un peluche, al alzarlo se dio cuenta que era el peluche del lobo que le regaló a Souichi hace diez años, le trajo muchos recuerdos, el peluche al parecer estaba muy bien cuidado.
Souichi iba a seguir gritando hasta que se dio cuenta de algo, no lo encontraba, observó detrás de él y vio a Morinaga sosteniendo su pequeño tesoro sorprendido, le arrebató el peluche molesto y sonrojado.
_ es mío_ susurró sonrojado Souichi saliendo de allí sonrojado yendo directo al picnic.
Todos los presentes los miraron con una gota en la cabeza, ni pasando diez años Souichi cambiaba.
El picnic comenzó con preguntas y algunos pequeños comentarios del pasado.
_ ¿recuerdan la historia que el guía nos dijo de la mansión? _ preguntó Shuichi mirando a todos con alegría en su rostro.
Misaki y Souichi se miraron confundidos, después de todo, no estuvieron allí para escucharlo.
_claro que si_ respondió Alois feliz_ el vampiro que se enamoró de un niño y que, al pasar los años, ambos se enamoraron, el vampiro coqueteaba con el humano y este le respondía, con el tiempo se enteró el humano que el vampiro tenía un hijo que lo dejaba en su escuela, al pasar el tiempo, las cosas se complicaron un poco y el humano sentía muchas veces que algo ocurría con él, el vampiro vivía con un incubo o súcubo y este se embarazó de alguien muy malo y…_ se detuvo Alois a respirar un poco de aire.
_ la pareja del súcubo quería matar a su pareja, el humano detuvo aquello y tras una serie de peligros y acciones, se fueron enterando que aquel humano había sido un demonio, al cual fue la antigua pareja del vampiro, quien, tratando de salvar a su pareja, dio su existencia a cambio de protección para su vampiro y su hijo, en ese momento, el padre del vampiro escapó de algo que lo mantuvo alejado de su familia y la maldad se posó en ellos, había una pequeña guerrilla y al final el vampiro y el humano, al cual al final se convirtió en el demonio más poderoso, se casarón y vivieron por muchos años, al igual que su amigo el súcubo con su pareja , esa mansión fue en realidad uno de sus casas que mantenían ocultos para demostrar su amor y con el pasar del tiempo se le conoció como el nido del amor_ finalizó Morinaga, muchos ukes suspiraron de emoción, Souichi suspiró sonrojado.
Sebastián que mantenía su silencio observo a Ciel, su pareja descansar a su lado con su hijo de cinco años, al cual había heredado sus rasgos y también había heredado de Ciel su enfermedad, por lo que estaba muy abrigado en el pecho de Ciel, durmiendo ambos.
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Los niños jugaban a las escondidas, uno de los niños se escondió lejos de ellos mientras pensaba en la forma de que nadies le encontrara.
Se escondía en un arbusto, era casi la misma apariencia de su padre, Morinaga, era un Alba, un lobo, se escondió riéndose de su travesura, su Papi, era Souichi, era un poco temperamental, bueno, muy temperamental.
Pero ambos eran excelentes padres, eran la combinación perfecta.
Lleno de recuerdos se dispuso a acostarse al césped, pero…
Su olfato captó algo en el aire, dulce y atrayente, siguió el olor alejándose de todos.
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_ aún tengo una duda_ habló Misaki cuando hablaron de los hechos que ocurrieron hace diez años, algunos se sorprendieron y otros solo le eran indiferentes.
Todos le miraron esperando su pregunta.
_ ¿Qué duda? _ preguntó Alois sonriendo, los semes miraban a sus hijos quienes jugaban a la escondidas, Souichi era quien más trataba de buscar a sus cachorros, se dio cuenta que faltaba uno y se preocupó.
_ Morinaga, no está _ susurró a Morinaga casi desesperado, agarrándolo del brazo con un poco más de fuerza, Morinaga alzó su mirada a ver a sus niños y efectivamente faltaba uno, sin embargo, él no se sentía muy preocupado, le preocuparía si estaban en la aldea, pero lejos de ella, no tenía que preocuparse, había pequeños problemas que no pasaban a mayores y que poco a poco se habían resuelto con la ayuda de Souichi y sus cachorros.
_ iré a ver, tú quédate un momento_ dijo levantándose a buscar a unos de sus cachorros, utilizó su olfato sin transformarse, Souichi abrazo su peluche preocupado de pensar en talvez el peligro que su hijo pueda tener.
Morinaga caminó pensando si era necesario transformarse en lobo, aunque en realidad no se había transformado por mucho tiempo, después de lo sucedido con Souichi hace diez años, su lobo se negaba a salir temeroso de lastimar a Souichi y él lo había aceptado, ahora tenía a sus cachorros y fue su elección que su lobo interior no saliera jamás o hasta que en realidad sea necesario.
Souichi nunca supo de ello, creía que era mejor que nunca se enterará o lo obligaría a transformarse, Morinaga aún sin transformarse en lobo es feliz con su familia a pesar de que sus hijos si se podían transformarse y eso los había sorprendido a Souichi y Morinaga cuando un día encontraron en la cuna de sus cachorros a tres lobos, uno de ellos era rubio platinado y los otros eran de su mismo color cuando se transformaba en lobo.
_ ¿Qué sucedió con Joshua?, El esposo de May_ preguntó Misaki confundido, Akihito bajo la mirada.
Un escalofrío pasó por la espalda de Souichi quién abrazo su peluche.
_ fue hace nueve años cuando lo vimos, estaba muy mal…perdió a su pareja predestinada por lo que dicen que se volvió loco y huyó lejos, desde la última vez que lo vimos ya no aparece por la aldea, creo que los rumores son al final…verdad_ susurró Souichi al recordar a Joshua en una silla con el rostro demacrado y había perdido demasiado peso, sus palabras habían sido dolorosas y tristes.
“ya no quiero sentir dolor”
Todos quedaron en silencio por un momento y después cambiaron de tema.
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El bosque comenzaba a ser más profundo, pero menos peligroso.
Siguió oliendo el aire hasta llegar a un río y de ella había un niño de su edad, ojos dorados y cabellos rubios, tenía su ropa mojada y le observaba un poco impresionado.
_ hola, soy…_ trato de decir algo.
_no me interesa_ dijo el niño saliendo del río en silencio cortando lo que ese niño quería decirle.
_ pues a mí sí, dime, ¿Qué haces aquí?, ¿No tienes frío? _ preguntó mirando al niño quién se le quedó mirando por un momento.
_ un poco_ dijo volteando su mirada, ese niño delante de él le resultaba atractivo.
_..._ en silencio el hijo de Souichi le puso su abrigo, este otro niño se sonrojó un poco_ el blanco de verdad te queda_ susurró mirándolo con felicidad.
El otro niño olfateo el abrigo sonrojándose aún más, sentía algo golpeando su pecho.
_ gracias_ susurró tímidamente bajando su rostro sonrojado.
_ Mey_ habló alguien saliendo de un árbol, era un anciano, con ojos tristes y cabello blanco, llevaba una canasta y una maleta.
_me tengo que ir, ven a buscarme en unos años, mi pareja predestinada _ susurró el niño dándole un pequeño beso en su mejilla, mordiéndole un poco el cuello como marcándole y yéndose con el anciano quién solo asintió desapareciendo en el bosque con el niño.
_Joshua_ susurró una voz detrás de él, asustado vio a su padre Morinaga sorprendido viendo el bosque, poco a poco sonrió de alivio.
_ ¿Lo conoces? _ preguntó confundido de eso.
_ si, ven vamos con todos, mi querido está preocupado por ti, te va a gritar cuando te vea, pero es porque te ama, a ti y tus hermanos, le dolería mucho a mí y a mi querido si algunos de ustedes se perdieran, después de todo, les amo mucho, a todos ustedes, pero quizás aún más a mi corazón, a mi querido Souichi_ dijo extendiendo su mano a su hijo quién asintió feliz.
_ y creo que tú eres lo mismo para él_ susurró refiriéndose a su Papi, Souichi, Morinaga no le pudo escuchar, pero sonrió al ver que su hijo conoció a su pareja predestinada y más aún, por parte de Joshua.
Definitivamente le ayudaría con ello y de seguro Souichi estará feliz …o un poco protector con sus hijos.
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Tal como lo dijo Morinaga, Souichi le gritó a su hijo preocupado por su pequeña desaparición, después le abrazó.
Luego se calmó y le sonrió dándole tranquilidad a su pequeño, los demás niños seguían corriendo en el parque.
_en…algo me está picando la nariz_ dijo Morinaga confundiendo a todos, su nariz cosquillaba de muchos olores.
_ si te pica, ráscate_ dijo Alois diciendo tonto con la mirada, la mayoría tenía una gota en su nuca.
_ yo también lo eh olfateado_ dijo Usami con seriedad preocupando a todos.
¿Hay algún peligro cerca?
_ ¿QUÉ ES? _ preguntó animado Shuichi.
_ olor a un no nacido, no…esperen…a varios no nacidos_ dijo Morinaga olfateando el aire, todos seguían confundidos menos a los que sabían el tema.
_ Quiere decir que hay un olor de embarazo múltiple, díganme, ¿Alguien tomó una pócima o una bebida roja? _ preguntó Usami, se sorprendió como la mayoría de los semes cuando la mayoría de Ukes levantaron la mano.
Sebastián recordó en la fiesta de navidad, cuando Alois había puesto algo al jugo de todos los ukes, quiso preguntar que era, pero se distrajo con una hermosa gatita negra cuando caminaba por los techos y si, Ciel había bebido de ella.
Shuichi, Alois, Mika, Yuu y los demás levantaron la mano.
Casi todos lo semes se cayeron de espaldas sorprendidos por ello, a ese paso, se iban a llenar de hijos que incluso podrían abrir una guardería solo para ellos.
_ ¡Yay! _ gritó Alois abrazando su vientre_ ¡Quintillizos!, ¡Sí! _ gritó emocionado mientras Claude sentía que su alma se le escapaba de los labios, quien compartía la misma alegría era Shuichi quien besaba a Yuki.
Souichi abrazo a Morinaga, si, había bebido de esa pócima, pero estaba bien, después de todo, ya le habían dicho que él siguiente iba a ser el Alba más increíble de todos los tiempos, eso no quiere decir que sus otros hijos no lo iban a ser, sino que ellos tenían otra meta diferente, tenían otro destino.
Souichi recordó que Morinaga no quería que ambos pasaran lo mismo cuando dio a luz a sus trillizos, por ello pasaron diez años de pura protección, por lo que Souichi tomo a parte una pócima para que ambos tuvieran un bebé, si, quería tenerlo con Morinaga, y efectivamente esa noche le iba a convencer de tenerlo o dormía en el sofá.
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Efectivamente esa noche, Morinaga acepto el embarazo de Souichi feliz de que su familia crezca aun mas, ya no se sentía solo, sino lleno de dicha y felicidad.
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Las ruedas del destino comenzaron a girar, su destino comenzaba a darse en ellos.
Tú destino de leernos en esta historia terminó, pero…talvez nos leeremos en las siguientes historias.
Muchas gracias.
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