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Tú y... Nosotros. por Elirio26

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Notas del fanfic:

Omegaverse, TwoShot

- Andrew… Andrew… A ndrew!!! –gritaba el nipón desde la sala llamando a su pequeño hijo, quien resultaba ser la viva copia de su padre…

-¡¡¡Ya voy!!!, ¡¡Ya vaaaa!!

-Que vengas en este momento, tus tíos vinieron por ti… ¡Ahora!

-¡Tks!, aquí esto… ¡¡tío Yuriooo!! –brincando a los brazos del nombrado, quien le recibe cargándole entre sus brazos.

-¡Oh! Andrew, pareces todo un ¿hombrecito? –Pregunta Otabek.

-¡Soy todo un hombre!, tengo así! –indicándole con su manito  la edad de 5 añitos.

-Bueno, bueno, mocoso más te vale que no vuelvas a contestarle así a Yuuri –regañaba el rubio.

-Andrew pórtate bien, –le hablaba mientras acariciaba su plateada cabellera y besándole en la coronilla–te quiero mi angelito…

-¡¡Yo te quiero más, mami!! –besando en la mejilla a su progenitor.

-¡Nos vemos más tarde mi hombrecito!

-¡No des mucha lata cerdo que está con nosotros!

-Nos vemos Yuuri –despidiéndose el moreno.

La pareja junto al pequeño, se divertían en el parque de diversiones, Andrew no se dio abasto con todos los juegos del lugar, y Otabek como el ruso lo disfrutaban junto a él.

Descansando en una banca cercana  a las áreas verdes, el moreno salió a comprar unos helados, mientras que Yuri y Andrew se encontraban entretenidos mirando su alrededor, el infante quien se estaba absorto ante la escena frente a él, sus pasos se dirigieron hacia aquel personaje alto de rasgos finos que junto a un perro sonreían a unas cámaras…

Viktor Nikiforov, por tercera vez se encontraba repitiendo la misma escena del comercial, se notaba distraído, un olor embriagante con un toque familiar le causaban nostalgia, dirigiendo su mirada a su alrededor y conocer al destinatario, volvía por cuarta vez, a arruinar la toma.

Tomando un descanso de varios minutos, sale en búsqueda de entrañable aroma, y a muy pocos metros, divisa a su hermano junto al portador de aquel atrayente olor. Acercándose a la banca, hace el intento de abrazar a su extrañado hermano, y sin evitarlo, se encuentra con la penetrante mirada azulina de un pequeño Alpha que le miraba con recelo.

Yuri, sorprendido por el inesperado encuentro, envía a Andrew junto a Otabek, quedando solamente ambos hermanos.

-¿Qué haces aquí?, Viktor –Pregunta de forma mordaz.

-Bueno, estoy en la filmación de un comercial y…

-¡No me refiero a eso idiota!, ¿qué haces aquí, en Rusia?

-¡Oh!, llegue hace pocos meses, y planeo quedarme par…

-¿Qué? –sorprendido.

-¡No te sorprendas tanto!, sé que me extrañaste ¡lindo gatito!

-¡Tkss!, menudo bastardo, te marchas dejando un gran problema para regresar como si nada… ¡jah!, típico del gran idiota Viktor Nikiforov…

-¿A qué te refieres con gran problema, Yurio?

-¡Que no me digas Yurio, maldito calvo!!

-Hieres mis sentimientos, –secándose una lagrima ficticia –¡Y no estoy calvo!, y el pequeño de hace unos minutos ¿es?.

-¿Andrew?, es mi hijo postizo…

-¿Hijo de quién?

-Es hijo de Yuu… eso no te incumbe, ¡viejo metiche!

-¡Ya deja de ofenderme Yurito!, sabes que te amo y me hiere tu trato…

-Sí, sí, sí, hermano idiota…

-Yura… ¿cómo está Yuuri? Con preocupada curiosidad.

El rubio sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, sabía que este estaba preguntando seriamente, pero controlándose le responde rápidamente –Él, él está bien…

-Hum… ese niño, ¿Andrew?, tiene el aroma de Yuuri…

-No lo sé Viktor, soy un beta y no puedo diferenciar esa clase de cosas –declarando una verdad a medias.

-Acaso, ¿pasó algo con Yuuri que todos evitan hablar de él?

-Si quieres saberlo, descúbrelo por ti mismo.

-Ahss, ¡¡mi lindo hermanito no me quiere!! –exclamando a modo de berrinche.

-Adiós Viktor, mi pareja me espera…

-¡Nos vemos, Yurio!

El kazajo y el ruso se encontraban de regreso en el departamento del nipón, Otabek,  jugaba con el pequeño en la sala, mientras el rubio hablaba de lo sucedido con el castaño en la cocina.

-¡Hay que irnos!

-No lo haré Yura, ya han sido 5 años de lo ocurrido y no puedo negarle a mi hijo la oportunidad de conocer a su padre…

-¿Estás loco?, ¿si te lo quita?, ¿ No has pensado en eso?

-Yura el no puede alejarme de mi cachorro, no creo que, que llegue a ese extremo, además aun no sabe que él es su hijo…

-¿Cómo puedes estar seguro de eso?,  Chris lo sabe, y nada asegura que él no lo haya dicho.

-Seung, también lo sabe y confío en que él no lo ha hecho… no crees que Viktor no estaría con Andrew de saberlo? No seas paranoico Yurio…

-Ahss, maldito cerdo, eres demasiado blando, acaso ¿no tienes autoestima?, él te hizo sufrir…

-Lo sé, pero eso quedo en el pasado, además…

 

-Flash Back-

 

Años atrás…

La familia Nikiforov, Katsuki y Giacometty se reunían muchas veces al año, por múltiples celebraciones o reuniones familiares en la mansión Katsuki.

Mari, Yuuri y Minami eran los hijos de Toshiya e Hiroko Katsuki dueños de las empresas hoteleras, sus primos, Christophe y Seung eran los hijos de Danis y Luis Giacometty, dueños de las fuentes eléctricas a nivel nacional e internacional, y Viktor y Yuri, hijos de Yelena y Marco Nikiforov, dueños de las empresas manufactureras y tiendas de alta costura del país…

Todos estos comprendían edades relativas, se reunían a jugar o a hacer de la suyas siempre que se veían en la concurrida mansión.

Encontrándose reunidos por motivo de la graduación y despedida de Chris Giacometty y Viktor Nikiforov, quienes luego de graduarse de sus respectivas carreras universitarias, viajarían al exterior para incursar en la carrera de modelaje. Estos eran el centro de atención de aquella velada, y no dudaron en invitar a todos sus conocidos.

Yuuri, quien al crecer se había vuelto descuidado con su apariencia, siempre se encontraba mirándoles desde lejos, estaba junto a la mesa de los aperitivos, prefería estar solo a incomodar, pues se acostumbró a ello desde que sus primos comenzaron a ignorarle por lo sensible y delicado que era desde su niñez.

El nipón no era llamativo, pero debajo de esa descoordinada apariencia ocultaba el más puro ser que los demás no se atrevían a conocer, solo Yurio, a quien de cariño le llamaba así desde pequeño, el menor por ser huraño vio en él, lo que los idiotas de sus primos no miraban, su amistad era buena y eso llenaba de alegría al nipón, quien con una sonrisa alumbraba la vida del rubio.

Esa noche, el ojiavinado, luego de comer lo más que pudo de la mesa de refrigerios,  se sentía triste, suspiraba  con melancolía, pues desde niño, siempre había admirado a su primo Viktor, detalle que, estando en su adolescencia se transformo en algo más allá, llevándolo a conocer que amaba al albino.

Unilateralmente, resignándose a ocultar sus sentimientos, dura así por varios años, pero esa noche se topó con la sorpresiva noticia de de su partida al extranjero, entristecido por aquello, tomaba copa tras copa del espumeante vino, que por alguna extraña razón no paraban de llegar a su mesa.

Yurio se marcha a su habitación, por ser el menor no podía beber junto a los adultos,  el azabache queda solo en aquel grupo de gente que poco conocía hasta muy tarde…

Todos tenían poca cordura, la música resonaba fuerte mientras Chris y el nipón se encontraban compitiendo en un baile de tubo sensual bajo las miradas espectadoras de quienes disfrutaban del espectáculo, los invitados, ya consistía solamente  en Mila, Emil, Leo, JJ, Isabella, y los primos, estos se encontraban repartiendo dinero a los stripers que bailaban sobre la mesa donde Yuuri y Viktor eran los protagonistas, la noche avanzaba y la mayoría estaban borrachos, sin ánimos de querer terminar aquella reunión.

 Yuuri, comenzó a entrar en calor, por alguna extraña razón su celo se adelantó, tratando de alejarse de todos, es repentinamente interceptado por unos brazos que lo aprisionan desde su espalda mientras un miembro bastante despierto de frotaba sobre sus esponjosos glúteos.

El nipón deja salir un gemido debido por el latente contacto, intentaba escapar con lo poco que le quedaba de racionalidad, pero por su poca fuerza no llegaba más  lejos, sino que, cada vez se encontraba más enredado en esos cálidos brazos que le amagaban con deseo.

Sus pasos fueron encaminados a una habitación cercana, asegurada la puerta, el olor a menta le embriagaba provocando que su entrada se mojara, un cuerpo esbelto se posa sobre el repartiendo besos pasionales y hambriento sobre su cuerpo, arrancando su ropa con fuerza que caía destrozada al suelo, sus amplias manos recorrían su anatomía, sacándole varios jadeos cargados de placer, se sumergió a la muy placentera excitación de sentir su miembro ser acariciado por aquella boca que le tomaba, espetaba gemidos sin pudor que llenaban la habitación junto a los gruñidos del alfa que le tomaba.

Su miembro completamente despierto, su cuerpo se encontraba retorciéndose sobre aquella cama debido a la inminente intrusión de miembro del contrario en su interior.

Sus ojos, muy abiertos y sus labios cerrados ahogaron el grito de aquella fuerte intrusión, su cuerpo se tensó y sus manos se sujetaron fuertemente de las sabanas blancas donde se encontraba expuesto, controlaba un poco el doloroso y placentero primer encuentro.

El Alpha, por instinto comienza a besarle, mientras acariciaba el miembro del Omega para que pudiera acostumbrarse a la extensión de su falo. A los pocos segundos el nipón se movía en señal de que este continuara con su propósito. El vaivén de sus caderas al principio fueron lentos, el Alpha regaba besos apasionados dejando huellas en la pálida piel, Yuuri quien tratando de no perderse ante las nuevas y extasiantes  sensaciones, clava sus uñas marcando espalda del más alto asiéndose  de su cuerpo para sobrellevar las erráticas embestidas que atacaban con fiereza su interior,

Los gemidos y gruñidos subían de tono confundiéndose en el eco de la habitación,  luego de varios orgasmos y anudamientos, las almohadas se encontraban destrozadas por las mordidas del Alpha, pues estas fueron desahogadas en ellas, en su último anudamientos a poco tiempo del amanecer ambos cuerpos temblorosos y sudados caen rendidos en los brazos de Morfeo.

El sol entraba en la habitación revelando la desnudes del Alpha y del Omega sobre la cama, aun permanecían abrazados. Tierra y agua asomándose al mismo tiempo se miran con embelesa, pero cayendo en la realidad, ambos se miran muy sorprendidos y consternados, separándose súbitamente.

Viktor completamente frente a este completamente desnudo, mira con reproche al nipón, quien intentando levantarse cae estrepitosamente al suelo debido a que su parte baja no tenían las fuerzas suficientes para sostenerse.

El ruso se sentía incomodo ante la situación, no recordaba nada de lo sucedido y estaba estupefacto, el cerdo, como todos le apodaban, se encontrara desnudo junto a él en la habitación. Su rostro se torno duro y su aroma amargo evidenciando su molestia, haciendo al menor temblar.

Yuuri como pudo se envolvió con las sabanas tratando de ponerse en pie, su rostro denotaba confusión y preocupación, actitud que el albino le lleno de ira, el nipón destilaba miedo, provocándole confusión… no soportando la tensión, le aprisiona a la pared despojándole de la sabana que le cubría, mira con desprecio su cuerpo lleno de marcas y mordidas.

-¡Jah!, ¿crees que un Alpha puro como yo tocaría a algo tan… -mirándole despotamente de arriba hacia abajo–como tú?, ¿tantas son tus agallas que te atreviste a meterte en mi cama para hacerme esto?

-Yo, yo, no, yo no… no fue así…

-Ths, Omega inútil, me enferma ver a tu clase arrastrase a tácticas tan bajas y sucias como estas… el simplón de la familia, quien lo diría, un vil y patético ramero en búsqueda de linaje, tan guardado que te lo tenías bajo esa cara de estúpido y aburrido… -¡Oh!, ¿la nena está llorando? –reclamaba con desdén.

Yuuri lloraba por sus duras palabras, el asfixiante aroma del Alpha le tenía acorralado y el semen de la noche anterior se encontraba escurriéndose entre sus piernas –No, no es así, yo jamás… -intentaba defenderse.

-¿Tu jamás pensaste que no te saldría?, oh lastima… Yuuri Katsuki jamás serás de mi tipo, ¡eres un inútil para todos!, ¡eres un cero a la izquierda!. ¿Quien en su sano juicio se atrevería a mirarte acaso no te has visto en un espejo?, ¡¡das lástima!!

Yurio, llevaba largos minutos buscando al nipón por todas las habitaciones de la mansión, y entrando a donde estos se encontraban ve la escena, leyendo la situación, este se acerca rápidamente ante el azabache, quien lloraba debido a la presión, cubriéndole con su chaqueta, mira al Alpha con profundo y enervante  enojo…

-¿Que le hiciste a Yuuri maldito imbécil?

-Otro que cayó ante tu acto…

-¡Cállate Viktor!

-Acaso ¿yo soy el culpable?, es él qui…

-¡Cierra tu maldita y podrida boca! Jamás te ha interesado conocer al cerdo, así que no te atrevas a decir algo más… ¿qué le hiciste?

-Vaya que eres astuto Kat…

-Eres un maldito retrasado, yo lo conozco lo suficiente como para saber que el único patético e inútil eres tú… así que ¡desaparece de una vez por todas de nuestras vidas y deja de joder!

Tomando al Omega entre sus brazos lo lleva a su habitación, quien se encierra en el baño, desahogando todo su dolor causado por las palabras del ruso, se sentía lo peor del mundo, desesperadamente intentaba calmarse pues conocer lo que su amor unilateral sentía por el luego de varios años le hicieron querer morir.

Permaneció encerrado por varios días, no se atrevió a despedirse de nadie, incluyendo a Chris, quien había venido a despedirse de él… ambos primos se partieron lejos y las semanas transcurrieron con un nipón depresivo, Yurio quien a su modo intentaba animarle, no daba avance alguno, hasta que un día el Omega fue encontrado en su habitación completamente inconsciente.

En la clínica, Pichit un enfermero asistente junto al médico residente Altín, lo estabilizaron dando la noticia de que se encontraba en estado de gestación.

El shock del azabache y la sorpresa del rubio fue evidentes, Yurio pidiendo discreción, no contó con que el nipón se escaparía desapareciéndose por largos meses, llevando esta preocupación al ruso menor a un agotamiento físico, que durante las idas y venidas a la clínica se hizo cercano al doctor Altín, estableciéndose una estrecha relación entre ellos.

Por cumplir los 9 meses de embarazo, Yuuri aparece para ser internado de emergencia por complicaciones, por la falta del Alpha este se vio bastante agravado, pero gracias a los avances médicos lograron estabilizarle, dando a luz al pequeño y adorable Andrew… Seung uno de sus primos, quien constantemente se aparecía rondando aquel lugar por órdenes de Chris, conoció al Omega Pichit el enfermero asistente, enamorándose de este a primera vista y guardando el secreto por petición de su pareja.

El día del parto y el criar a su pequeño fue difícil, el nipón luego de encarar a sus padres, quienes le despreciaron y despojaron de su herencia, partió de su casa y se mudó a un pequeño suburbio, donde fue robado de sus pertenencias y tanto su pequeño como él se enfermaban constantemente debido a las precarias condiciones en las que vivía.

 Yurio, enterándose de esto, mete sus manos en el asunto, llegando como un ángel en su ayuda, quien luego de un largo sermón lo lleva al departamento de Altín, otorgándole una habitación y presentándolo a Minako una institutriz de ballet quien gustosa le recibió.

La situación comenzó a mejorar, la academia de ballet se termino convirtiendo en un instituto de baile donde se aprendía diversos estilos, Yuuri se hizo socio junto a esta, el rubio se convirtió en el talento prodigio del patinaje ganando varios trofeos y medallas de oro, Altín se especializó en pediatría, y junto a Yurio compraron un departamento juntos cerca del nipón.

Chris quien después de dos años regreso a Rusia se entera de lo sucedido con Katsuki, que por casualidades de la vida, estando en un chequeo de rutina debido al fastidioso carnet de salud obligatorio que exigían para su trabajo, se encuentra a la mini copia de Viktor rondando en los pasillos de la clínica, debido a la curiosidad sigue al pequeño.

Su sorpresa  le dejo sin palabras, cuando ve que el pequeño le decía mami al nipón. Ambos se miraron y solo una sonrisa se dibujó en sus rostros, comprendiendo la situación, hablaron, Chris prometió guardar silencio, a su vez dejándole su contacto para citarse y encontrarse de tiempo en tiempo, mismas reuniones en la que tiempo después, el rubio le entregó un paquete de cartas que el albino había escrito y que por cobardía jamás hizo entregar.

 

-Fin del Flash Back-

 

-Además, no puedo pasar toda la vida huyendo de un pecado que no he cometido…

-¡Pero joder! Ahss, ¡eres un masoquista!

-Yura, entiendo tu enojo y sé que es justificable que actúe como quieres que lo haga, pero Adrew es fruto de ambos,  mi hijo ya esta grande para decidir y estoy seguro el no querrá alejarse de mi…

-Estúpido cerdo… sabes que te quiero, y no permitiré que ese imbécil vuelva a humillarte nuevamente.

-Lo sé gatito, lo sé… yo también te quiero.

-Cerdo Otabek y yo tendremos a un bebé.

Deja caer los cubiertos que limpiaba por la repentina confesión -¿Están seguros de su decisión?

-¡Si, lo estamos!, él y yo somos betas y no podemos procrear, pensamos inseminar en un vientre sustituto.

-Me alegro por ustedes, espero puedan lograrlo.

-Hemos planificado y estudiado esto desde hace ya un año y estamos determinados a formar una familia.

-Andrew se sentirá desplazado al ver que le darás a alguien más cariño que a él…

-Jajaja créeme que a ese mini Alpha lo manejo yo, pero te aseguro que amara al bebe al igual que nosotros…

-Que así sea Yurio… ¡Andrew!, ven a cenar…

-Por cierto, ¿la fiesta de cumpleaños?

-Lo haremos este  sábado en el parque del edificio, avísale a Seung y a Pichit para que vengan, así traen a Kastiuska la pequeña de ambos.

-¿Jean e Isabella vendrán?

-Si las gemelas Jessy y Jessika las gemelas de ellos vendrán junto y el pequeño, Junior,  traerán regalos, Chris me envió en mensaje que pasara ese día a dejar el suyo.

-Uhm… ¿y la estúpida de Mila?

-¡Vaya que eres rencoroso!

-Pues Otabek es mío y esa bruja se atrevió a ¡¡tocarlo frente a mis propias narices!!!

-Solo le hizo un masaje, ella es terapeuta gatito, así que controla un poco tus celos.

-Y, ¿viene o no?

-Ella y Sala vendrán con la pequeña Kamil…

-¿Emil y Georgi?

-Ellos traerán el pastel ya que London se lo llevo el abuelo de vacaciones.

-Vaya, después de que te marchaste de la mansión como que te bañaste en miel, las moscas todas vienen hacia ti.

-No digas eso Yura, Minami y Leo vendrán…

-¿Ellos están saliendo?

-Ellos se casaran la semana próxima, y ya nos invitaron a la boda…

-¿Y la bruja de Mari?

-Ella se fugo de casa para irse con un yakuza, a veces me llama y cuando me describe como esta, me parece que la mafiosa es ella, vendrá con Louis y Damián los morochos de Ransis su esposo.

-Oh, ¿el yakuza latino?

-Ese mismo.

-Desde que te alejaste de la mansión, todos dejaron de reunirse allí, tus viejos han de sentirse solos.

Suspirando resignado –Eso no lo sé Yura, ellos me lo advirtieron que no volviera.

-Vaya que esos vejetes son injustos, pero Minami se casa con un beta hombre y mari se fuga con un yakuza creo que tú y tus hermanos son el caso perdido del clan en general.

-Tienes toda la boca llena de razón mi pequeña hada –sonriéndole con cariño –pero todo esto que pasó, me ayudo a salir de la burbuja en que vivía…

-Lo sé, ¡yo fui tu dios!

-Uno que tiene un muy mal temperamento

-Seeee, fíjate como Beka me idolatra.

-Más bien, tú no puedes vivir sin él.

-¡Andrew deja el maldito video juego y ven a cenar! –gritaba el ruso.

-¡¡Ya voy!!, ¡¡ya va!!

-¡¡¡Ahora mismo antes de que te fracture el cerebro!!! –decía mientras se tronaba los dedos.


CONTINUARÁ


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