"¿Que es real?
¿Que es mentira?
Lo que creí que hacían, lo que realmente eran...
Creí en mentiras que me parecían reales, creí en sus palabras.
Creí en ustedes de la misma manera en la que creía en ese dios...
Creí...
Y aun lo hago...
Y seguiré sus pasos para alcanzarlos en el infierno, donde seguramente, felices seremos..."
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-"En este mundo, mi pequeño cielo, hay cosas de las que no me gustaría que te enteraras - decía un hombre mientras arropaba al pequeño peliazul que lo veía intrigado - hay cosas, entes, personas e incluso momentos que deben desaparecer para que la vida se mantenga en equilibrio".
-"Que es equilibrio, papi?" - pregunto el infante abrazando con fuerza al osito de felpa que estaba a su lado.
-"Hmmm... Digamos que el punto medio donde lo bueno y lo malo se encuentran"
-"Lo bueno y lo malo?"
-"Si, un punto en la balanza donde Dios y el demonio pueden verse las caras"- concreto el hombre esperando que ese fuera un mejor ejemplo que el anterior.
-"oh... Entiendo..."- dijo el pequeño con seriedad.
-"De verdad?"
-"No..."- admitió el niño con una sonrisa enorme en la cara -"Pero quería verme inteligente".
-"Mi pequeño Nagisa... Tu eres muy inteligente, no es necesario que pretendas saberlo todo" - le dijo el mayor con ternura -"Es mas inteligente y admirable quien tiene dudas y busca respuestas, que aquel que finge tener la respuesta de todo sin responder sus propias preguntas".
-"Wow... Eres increíble papi!"- dijo con asombro el pequeño peliazul, maravillado por las palabras de su padre.
El hombre negó con una cálida sonrisa en el rostro, revolvio los azules cabellos de su hijo y planto un beso en su frente.
-"No, mi pequeño y dulce Nagisa, no soy increíble... A decir verdad, soy todo menos eso...- contradijo mostrando en sus ojos culpa y remordimiento - tu, por el contrario, si lo eres y el mismo dios lo sabe, por eso estas aqui."
-"¿Dios?
-"Si... El... No es necesario que lo entiendas ahora, estoy seguro que cuando llegue el momento, comprenderás todo lo que te rodea"- aseguro el mayor terminando de arropar a su hijo para posteriormente salir de la habitación, pero fue detenido por la diminuta mano que sujetaba un costado de su camisa.
-"¿Te duelen?"- pregunto curioso el infante.
-"¿Que cosa?"
-"Los rasguños en tu rostro... Se ven dolorosos..."
-"Son gajes del oficio, Nagisa, tu debes esforzarte mucho en la escuela para que no tengas un trabajo como el de papá, ¿ok? Tu debes ser mejor que papá".
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Supuso que algo le escondían cuando hablaban de su trabajo.
Desde niño recordaba haber visto vendajes, heridas y sangre.
Aunque nunca imagino la razón de todas esas cosas, conformándose con las típicas respuestas que le daba su padre cada vez que preguntaba.
-"Son gajes del oficio, Nagisa" - le decía con una sonrisa amable en el rostro, después lo levantaba y revolvía el cabello con suavidad - "Tu debes esforzate mucho en la escuela para que no tengas un trabajo como el de papá, ¿ok? Tu debes ser mejor que papá".
Ahora se sentía mal, y no por el hecho de descubrir que su familia era parte de un gran grupo de asesinos... No, se sentía mal por terminar donde su papá menos quería.
Pero, ¿que podía hacer el?
Dios lo orillo a eso...
Su padre lo entendería, ¿no?
Estaba confundido... Realmente confundido.
Miro a los tres nefilim frente a el, se veían nerviosos, lo cual era raro para los de su especie, por lo que sabia lo arrepentidos y asustados que estaban por su reacción.
Cerro el libro que le habían pasado, un libro con fotografías, recortes y anotaciones.
Soltó un suspiro y se levantó del sillón en el que se encontraba, tensando a los Tres presentes.
-¿Y bien...? - pregunto en tono tranquilo.
-¿Que cosa? - devolvió Megu nerviosa.
-Planeaban decírmelo en algún momento, ¿no? - cuestiono calmado.
-...
-Si - afirmo Ritsu al ver que sus compañeros no planeaban abrir la boca - De hecho, hoy queríamos hacerlo, pero nos preocupo tu estabilidad emocional - aclaró.
-¿Pensaron que no podía manejar algo como esto?
-Quizás...
-Me siento muy ofendido...
-Nagisa, nosotros solo...
-Ofendido pero agradecido por tener amigos como ustedes - dijo mostrando una gran sonrisa en su rostro, tan brillantes como las estrellas que sus ojos habían perdido - Gracias.
-De...
-Nada...
-Supongo...
Respondieron los semi-angeles confundidos.
-Solo espero que ahora no me vuelvan a ocultar nada...- termino de decirles pasando de forma lenta un afilado cuchillo verbal sobre su conciencia.
-Nosotros...
-Fue Itona! Nosotras si queríamos decirte!
-Ritsu!
-Nada de Ritsu! Nagisa me da miedo cuando habla así! - se quejo la pelilila entre pucheros mientras se refugiaba en los brazos de Megu.
-Bien... Igual, va para los tres - remarco Nagisa tratando de no reír por la escena frente a el - ahora... Me ayudan a salir de su casa?
-Si! - acepto la chica de ojos verdes tomándolo de la mano y llevándolo a la salida.
-Hasta luego! - se desñidio el de ojos azules antes de que la nefil emprendiera el vuelo.
-Eso fue raro...- expreso Megu aun con la mirada clavada en el cielo.
-Si, supongo que no debí tratar de ocultarlo...- le respondió Itona recogiendo los álbumes que le habían pasado a Nagisa.
-No me refiero a eso... Digo, también fue bastante extraño, pero...- guardo silencio un momento antes de explicar su inquietud - Tu sentiste su presencia antes de que entrara nuevamente?
-No... No lo hice...- afirmo el peliblancos, captando el por que de la inquietud de su compañera - el no... No tenia presencia...
-Exacto...
-Eso no es bueno...
-No...
-Acaso él...?
-A comenzado a borrar su existencia...
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Miraba el reloj con molestia, esa casa parecía no cambiar nunca.
Peor aun.
Parecía que se le estaba haciendo costumbre estar en ese lugar.
-Maldición - murmuro por lo bajo tratando de mover alguna de sus extremidades - bueno, los dedos comienzan a reaccionar...- celebro sin ánimos - Hey! Fresita! Quiero jugo! - grito a su anfitrión, quien estaba a segundos de cocer su boca.
-No entiendo por que recuperaste la voz... Me agradabas cuando eras mudo...- refunfuño el de ojos violetas ignorando por completo la petición del pelirrojo.
-Eso es horrible! - se quejó Karma con la cara llena de horror.
-¿Que? Tu sabes que no me...
-No vuelvas a decir que te agrado, es extraño, asusta... Es horrible!
-Sabes... La próxima vez que te vea atrapado en algo como una trampa de incienso, te dejare y seguiré de largo - soltó con hartazgo el de ojos violetas - Ni siquiera se por que te ayude...
-Por que soy tu único colega.
-Preferiría una piedra.
-Que grosero!
-Deja de chillar y mejor dime si ya sientes a Nagisa - le ordeno tumbándose con cansancio en el sofá contrario.
-No, aun no... Si lo hiciera ya no estaría aquí contigo - respondió el demonio jugando con una esfera decorativa - Ese pequeño pitufo no tiene consideración, mira que dejarme así...
-Bueno... Fue una buena estrategia... Digo, quien no quiere deshacerse de un demonio - dijo Asano tratando de molestar al pelirrojo.
-No me refiero a eso! - contradijo el demonio - ya estoy acostumbrado a que trate de exorcizarme o atraparme en alguna de las trampas raras que le has enseñado...
-Entonces? - cuestiono curioso el de pelo claro.
-Me refiero a irse y dejarme contigo!
-Nadie te obliga a quedarte...
-Si, solo me aburro...- respondió el demonio de forma infantil - necesito molestar a alguien para pasar el rato.
-¿Eres un niño o que? Tienes mas de mil años...
-Soy un demonio muy joven en comparación a mi maestro y a otros de mis compañeros...- se defendió el de ojos cobrizos.
-Maestro?
-Así le digo a mi "jefe de departamento" - explico - es mas un pulpo amarillo pervertido y amante del las telenovelas.
-Interesante...
-Ya lo sentí! - anuncio Karma levantándose de inmediato - pero no esta solo...
-Otro demonio? - cuestiono Asano preocupado.
-No, pero tampoco es humano...- respondió Karma concentrado en la presencia del peliazul.
-Un vampiro? Duende? Hombre lobo? Programador? - dio como opciones el de ojos violetas.
-Que!? No! Por que un programador en dado caso!?
-Has visto a esos seres? Casi no salen, no duermen, no comen y en muchos caso, ni siquiera se les ve...
-Eso es bastante grosero...
-Pero es cierto.
-Si... Bueno...
-Ahora a lo importante - interrumpió Asano con seriedad - ¿Con quien va Nagisa?
-No se... Es una presencia mas pura que la de un humano, pero...- Karma se paro un momento, concentrándose mas en la presencia que acompañaba al peliazul - Tampoco es humana... Quizás...
-¿Quizas que? Habla! No solo me dejes a medias! - exigió el de ojos púrpuras.
-No hay tiempo, después hablamos - negó Karma desapareciendo de un momento a otro.
-Que demonios...
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-Gracias por acompañarme hasta mi casa Ritsu-chan - agradeció el peliazul en cuanto sus pies tocaron la entrada de su hogar.
-No fue nada, espero que ya estés mejor... ¿Porque seguías molesto, verdad? - cuestiono Ritsu refiriéndose al tema de su familia.
-Yo no dirá molesto...- dijo Nagisa tocando el picaporte de la puerta - Decepcionado, dolido, triste quizás... Pero molesto no.
-Ah... Bueno... Nosotros no lo hicimos de mala fe... En verdad queríamos decírtelo, pero no sabíamos como reaccionarias...- se disculpo la nefil.
-Lo se, lo entiendo... No es con ustedes con quien me siento decepcionado... Supongo que mi familia también me creía débil...- explico el de ojos azules que reflejaban un cielo afligido.
-No lo creo! Ellos sabían de lo que eras capas, por eso es que querían que no entraras a este mundo! - replico el semi-angel dándose cuenta en seguida que, como era costumbre, había hablado demás.
-Tu como sabes eso?
--Ammm... Intuición quizás...
-Ritsu... No creo que esta amistad funcione si siguen ocultándome las cosas - dijo Nagisa con firmeza en su voz - Comprendo que quieran "protegerme", pero creo que, después de matar a los que he matado, he demostrado que no necesito tal cosa.
-Ya lo se... Pero es complicado...- acepto la chica de ojos verdes - Veras... Si nosotros te dijeramos todo lo que sabemos, es posible que...
-Que algún otro idiota con alas blancas llegue a quererte secuestrar - dijo una voz enojada, interrumpiendo a la chica.
-Correcto. Digo ¡Eso es muy grosero Akabane!
-Karma!
-Me importa poco menos que un comino si ha sido grosero! - gruño el pelirrojo halando a Nagisa para ponerse en medio de el y la nefilim - En mil quinientos años que llevo como demonio, he ignorado a cada engendro alado que pasa junto a mi, jamas me metí en sus asuntos, respete el tratado que los demonios firmaron con la primer generación de ustedes... Pero esto, esto rompe por completo ese pacto...- aclaro el de ojos cobrizos comenzando a cubrirse con su aura demoníaca - Ustedes han tocado algo que no les correspondía...
-Karma... Tranquilizate...- pidió el peliazul al sentir que el demonio perdía el control.
-Tranquilo demonio... No... No hicimos nada malo...("O tal vez si, pero no es necesario que lo sepas")...
-Puedo leer las mentes, estúpida! - grito el pelirrojo a punto de lanzarse contra la pelilila.
Karma ya podía sentir la satisfacción de cubrirse con la sangre de la nefil, pero tal cosa no ocurrió.
Sintió sangre, si, pero no de quien el quería.
-¡Nagisa!
Semi-angel y demonio gritaron con terror al ver como la sangre escurría por un costado del cuerpo del peliazul, quien se encontraba tirado en el suelo.
-¡Idiota! ¿Como haz podido hacer esto? - recrimino la chica corriendo a donde estaba tirado el peliazul.
-Yo... Yo no quería... El se atravesó... Yo..
-Deberías venir aquí y ayudarme, esto es culpa tuya - reclamó el herido - tus garras realmente duelen... Gatito.
-Nagisa! No te muevas, hay que curar tu herida, desinfectarla - comenzó a decir la chica, tocando y mirando a Nagisa con confianza.
-("Demasiada confianza!")- chillo el demonio en su cabeza - Yo lo curare - decreto apareciendo de inmediato junto a Nagisa y desplazando por completo a la semi-angel - Tu ya puedes largarte.
-¿Crees que me voy a ir, así como así, dejando a mi valioso amigo Nagisa, contigo? - pregunto la chica en plan de ataque - Eres un peligro inminente para el!
-¡No es verdad! Yo jamas le... Haría.. Daño...
-Lo acabas de hacer...
-Pero no volverá a pasar!
-Y quien lo asegura!
-Ritsu, Karma, calmense por favor... Recuerdan... Herido... Aquí... Yo...- dijo Nagisa tratando de llamar la atención de los seres a su lado que, a sus ojos, estaban a punto de comenzar una pelea.
-Yo lo aseguro!
-Y yo no te creo!
Aunque su intento fue totalmente ignorado por los otros dos.
-Yo jamas trataría de dañar a Nagisa!
-Que yo sepa, hasta hace poco le exigias su alma para completar un contrato fallido - dijo Ritau mas seria que antes - Y todos sabemos que si Nagisa muriera, tu puedes robar su alma antes de que vaya al... Cielo - dijo con desagrado en la ultima palabra.
-No permitiría jamas que la vida de Nagisa peligrara! - grito Karma molesto - tal vez al inicio solo me importaba su alma, pero ya no es el caso! - dijo el pelirrojo sosteniendo a Nagisa para poder cargarlo de forma nupcial - para mi, Nagisa es lo mas importante que, en 1500 años de vida, he logrado encontrar! - aseguro caminando a la puerta de la casa.
-Entonces debo permanecer tranquila solo porque consideras a Nagisa tu juguete nuevo? - ataco la nefilim por ultima vez.
-No - respondió Karma ya harto, una sonrisa se dibujo en su rostro y un escalofrío recorrió toda la espalda del pequeño peliazul en sus brazos.
-Ent...
-Es porque estoy endemoniada mente enamorado de el - confeso con naturalidad ante la chica y un el peliazul.
Su pulso era acelerado, su cara se sentía demasiado caliente, sus rodillas temblaban ligeramente, pero el era Akabane Karma, un demonio de clase A, y confesar algo así como su amor por Nagisa, no era algo imposible.
-Ahora, te vas o planeas quedarte con nosotros y ver todas las cosas xxx que quiero hacerle a Nagisa, después de curarlo, claro esta - pregunto Karma con alegría al ver como las mejillas de Nagisa se tornaban de un rojo aun mas intenso que las llamas del infierno.
-Nada me gustaría mas, pero Megu-chan sin duda me mataría...- murmuro Ritsu - Nos vemos Nagisa! Utilicen vaselinas y no olvides dilatar bien antes de hundir la pluma en el tintero, Karma - dijo alegremente antes de irse volando.
-Que dijo?
-Que posiblemente no te pares después - explicó Karma a su manera - detesto a los de su especie, pero supongo que ella es astuta...
-Ok...
Entraron a la casa.
Subieron las escaleras y entraron a la habitación.
Karma coloco al pequeño de ojos azules en su cama, retiro la prenda que cubría la herida en su brazo y coloco una de sus menos sobre la misma.
-Lo lamento - se disculpo con una mirada llena de arrepentimiento.
-Por esto? - pregunto Nagisa. Su voz temblaba -("Nervios"?).
-Por todo... Supongo que, si no hubiera aparecido en tu vida, quizás nada de esto...
-Quizás ya estaría muerto - le interrumpió Nagisa con seriedad - por ti ed que mi madre no me mato, recuerdas?
-Pero las cosas que han pasado...
-No han sido culpa tuya - decreto Nagisa - si hay alguien a quien podemos culpar, pero no es a ti.
-Pero...
-Pero nada, olvida eso, curara mi herida y explicarme... ¿Como es que estas enamorado de mi?