El sol se levantó como cualquier otro día, penetrando entre las cortinas de una habitación compartida, molestando los ojos de un pelirrojo, con la cálida sensación matutina.
El chico de cabello rojizo, al sentir que el sol tocaba su rostro, hundió la cabeza entre los brazos y el pecho de su compañero, el cual no se enteraba de nada hasta el momento. Era domingo, no tenían escuela, tampoco tenían entrenamiento, Nagisa no tenía ningún trabajo de asesinato agendado para ese día así que podía seguir así un poco más...
O ese era el plan hasta que una enérgica chica de cabello color lila entro como veloz tornado a la habitación y se robó a Nagisa entre sus brazos.
- ¡Maldita pajarraca sin alas! ¡Regresarme a Nagisa antes de que esta casa quedé en cenizas! - sentenció el demonio levantándose de forma inmediata para perseguir a la chica.
-Yo creo que no se va a poder, Akabane - le respondió la chica sin dejar de correr, aterrada, nerviosa y, más que nada, divertida, pues, a pesar de traer al peliazul como un costal de papas e ir saltando por todas partes, Nagisa no se había enterado de nada, seguía plácidamente dormido - ¿de verdad tiene el sueño tan pesado? - le cuestionó al pelirrojo que iba a escaso metro y medio de ella.
-Que te digo... Es su don y su maldición...- respondió el de ojos mercurio tratando de alcanzar a la chica.
-Es algo... Interesante, supongo - comento Ritsu llegando a una puerta donde se detuvo (al fin), haciendo que Karma se diera de lleno en la cara.
-Lo haces a propósito, ¿verdad? - cuestionó el demonio sobando su nariz y arrebatando el cuerpo del peliazul de las manos de la nefilim.
-No sé de qué hablas...- respondió la chica haciéndose la desentendida.
-Si... Claro... Solo un mes más y ya no voy a tener que aguantar esto...- murmuró el pelirrojo totalmente molesto, caminando a su habitación, o ese era su plan hasta que el fuerte agarre de la chica lo detuvo - ¿¡Y ahora que!? - se quejó con cansancio.
-Karma... Itona quiere hablar contigo - informo Ritsu cambiando de forma drástica su expresión.
-Y no podías decírmelo sin sacar a Nagisa de la cama? -
-Hubieras venido?
-No.
-Entonces sí, era necesario.
-Bien, iré a dejarlo en la habitación y vuelvo - acepto el demonio con resignación.
-Karma...
-Que!? ¡Ya dije que voy y vuelvo! - grito el pelirrojo con molestia, misma que fue sustituida por preocupación cuando vio el semblante asustado de la chica - oye, todo está bien? Podría dejar a Nagisa en uno de los sofás y...
-No... Llévalo a la habitación... Itona y Megu vendrán en un momento - afirmó la chica sin apartar la vista de la puerta frente a ella.
-Ok... Pero... ¿Estás bien? - cuestionó el pelirrojo preocupado por el extraño comportamiento de la semi ángel.
-Que? ¿Qué paso? - respondió la chica saliendo del trance al que, al parecer, había entrado - ¡¿Que te dije?! - pregunto tan alterada que despertó al pequeño peliazul.
-Es broma, ¿Verdad? - comento el pelirrojo perplejo ante el comportamiento de la chica, tenía las palabras en la punta de su lengua, picoteando para salir, pero al sentir el suave movimiento del pequeño chico de cabellos azules que se encuentra sobre sus brazos se muerde las traga.
-Que sucede? - pregunto Nagisa soñoliento - ¿qué hacemos fuera de la habitación?
-Tu loca amiga te secuestro y yo vine a recuperarte - explico Karma bajando al pequeño de sus brazos - después "se viajó" y me dijo cosas como que Itomwidbdlaammdnd...
-No dije nada, Nagisa-chan - afirmó la chica después de cubrirle la boca a Karma para que esté dejara de hablar - ¿qué te parece si mejor desayunamos tu y yo? Hace mucho que por estar con este degenerado me ignoras...- sugirió haciendo un puchero en la última parte.
-Degenerado? - cuestionó Karma ofendido - Yo no soy ningún degenerado! Soy un erudito en el arte del pensamiento sensual y sus aplicaciones en la vida real, extraigo lo más puro de las fantasías humanas y las materializó para llenar de placer la vida de mi amado...
-Tu y yo no hemos hecho nada! - grito Nagisa totalmente sonrojado por las extrañas ideas de su pareja.
Si bien, él y Karma habían oficializado una relación, no habían pasado más allá de algunos besos y dormir juntos, sin intimar.
El solo hecho de que el demonio dijera esas cosas era una calumnia absoluta a su castidad, misma que planeaba mantener intacta por el momento.
-Solo porque tú no quieres, mi amor - añadió el pelirrojo de manera coqueta, tomando su cintura y sujetando su mentón solo para poder susurrar de forma más erótica - tu solo tienes que decirme vaciando quieres que terminemos nuestro contrato y si quieres estar arriba o abajo, por mí no hay problema, soy bastante versátil.
-Karma! ¡Estamos frente a Ritsu! ¡Por favor! - alegó el pequeño ojiazul tratando, inútilmente, de alejarse del más alto.
-Por mi no sé preocupen, ignores mi presencia, sigan nomás...- dijo la chica totalmente embobada con la escena, ignorando totalmente que ya no solo eran ellos tres en el pasillo, Megu e Itona se encontraban incómodamente plantados a espaldas de los "tórtolos".
-Coff coff...
Megu fue quien se armó de valor para hacerse notar, no lo iba a negar, ella también quería ver si ellos dos llegarías más allá, pero comprendía que para alguien como Itona, esa situación era por demás incomoda.
-Itona! Megu! ¡Buenos días! - respondieron los otros tres al unísono.
-Buenos días...
-Hola!
-Ritsu, Nagisa, ya desayunaron? - pregunto Itona con fingido desinterés.
-No, apenas le estaba comentando a Nagisa sobre ir a desayunar – respondió Ritsu tomando al mencionado del brazo.
-Perfecto, ¿qué les parece si se adelantan a la cocina? – sugirió señalando el lugar – nosotros los alcanzaremos pronto, solo queremos...
-Hablar conmigo? – interrumpió Karma.
-Correcto... Como es que...
-Ritsu me lo dijo – explico el de ojos ambarinos – irrumpió en nuestra habitación y robo a mi princesa como vil bandido – narro dramatizando más de lo necesario.
- ... Ok...
-Como sea, Nagisa, Ritsu, vayan a la cocina primero, nosotros no tardaremos – intervino Megu.
-Claro Megu-chan! – respondió la otra nefilim llevando a rastras a su amigo que, si bien no ponía resistencia, no terminaba de entender el motivo por el que sus amigos solo querían hablar con Karma, pero sus estomago le comenzaba a exigir alimento y él tenía claras sus prioridades.
Por su parte, Karma solo se quedó observando como su amado se perdía entre las puertas blancas que conectaban el pasillo con la cocina.
-Y bien? ¿Qué era lo que querían hablar conmigo? – pregunto el demonio tan pronto como sintió que Nagisa estaba lo suficientemente lejos.
-Ritsu no te comento nada más? – respondió Megu con otra pregunta.
-No, ¿acaso no me dio el recado completo? – se burló el pelirrojo.
-No precisamente... Lo que pasa es que...
-Nosotros no habíamos dicho nada de hablar contigo, no frente a ella por lo menos... - aclaro Itona.
-Bueno, igual y los escucho a escondidas.
-Si... O quizás nuestro encuentro con Shiro la afecto nuevamente – sugirió Itona con pesadez - ese maldito solo viene a joder nuestra existencia cuando aparece.
-Eso incluye...?
-Diferentes cosas – respondió Megu – A Ritsu le afecta demasiado ver a un ángel puro.
-Ya veo... Pero a ustedes no parece haberles dejado secuela alguna – comento Karma con curiosidad – Desde que los conocí, pude notar que Ritsu es diferente a ustedes, desde las habilidades, hasta simples cualidades como que puede pasar días enteros sin comer o dormir y sigue de lo más normal, su sangre es más viscosa que la de ustedes y tiene un color azul más profundo... Podría comentar muchas otras cosas, pero creo que ya me entendieron a lo que quiero llegar.
-No vinimos aquí para hablar de Ritsu, sino de ustedes – dijo Megu molesta.
-Tranquila morena... Yo no dije más que lo que he observado – añadió Karma notando que aquello era un tema sensible... del cual quería saber más.
-No es necesario que indagues en ese tema, no es realmente importante – dijo Itona tratando de calmar a su compañera y suprimir la curiosidad del demonio, pero no contaba con el fuerte golpe que lo sumió en el piso.
En realidad, ninguno de los dos varones en el lugar lo hizo.
Megu se veía realmente molesta, mantenía la posición de combate y era claro que había atacado a Itona con una potente patada.
- "No es realmente importante" dices... ¿Crees en serio que no es importante lo que le hicieron? – pregunto con gran molestia en su voz – Es claro que no es un tema que a este le pueda importar, pero en tu maldita y miserable vida vuelvas a decir que "no es algo realmente importante"- ordeno levantando al chico con la más mínima delicadeza, solo para sacudirlo y amenazarlo adecuadamente – Ya que si lo haces de nuevo... me asegurare que pases el resto de esta miserable eternidad padeciendo un dolor insoportable.
Una vez que termino de dar su ultimátum dejo caer al pequeño alvino de nuevo y se dirigió al comedor, junto a sus otros amigos.
-Vaya... creo que toque una fibra sensible en ella... - comento Karma divertido, quizás Nagisa le reclamaría en un rato, pero él era inocente... básicamente... Después de todo, fueron Megu e Itona los que pelearon, el solo había dicho algunas cosas que noto.
-Si... Lo hiciste... Y agradecería que no lo hicieras nuevamente – comento Itona acomodando su ropa – más que nada por la misma Ritsu.
-Mmm... Ok... Pero quiero saber el motivo – acepto Karma posando uno de sus brazos sobre los hombros del más bajo.
-No basta que te lo pida como favor?
-Por favor... ¿Si recuerdas que soy? – respondió desechando la idea – De momento me encontrare vetado del infierno, pero sigo siendo un demonio... y los demonios no hacemos favores.
-Tampoco se enamoran.
-Cierto... pero yo decido que reglas rompo.
Itona suspiro totalmente resignado.
Si él no le decía lo que quería saber, Karma vería el modo de averiguarlo, importando poco si en el proceso Ritsu salía herida en el proceso.
-Bien, tu ganas... te diré lo que quieras saber... Pero después tu responderás a mis preguntas sin mentir.
-Veré que puedo hacer.
.
.
.
Después de un incómodo desayuno, Karma e Itona se despidieron con la excusa de un entrenamiento especial.
De esa forma, ahora se encontraban en un parque a algunos kilómetros de su casa.
-Bien Akabane, lo que te voy a decir es algo bastante delicado, así que agradecería que no lo repitieras... Ni siquiera a Nagisa – explico Itona con seriedad.
-Está bien, no hay problema.
-Ah... Como bien dijiste, Ritsu es diferente a Megu o a mí, en realidad es diferente a todo nefilim que exista – comenzó a explicar – ella no nació como nefilim, ella era humana en un principio...
Hace algunos cientos de años ella era una alegre joven, fiel y devota a la iglesia, una bella niña que tenia el peor de los destinos.
Un día fue llamada por el sumo sacerdote de la iglesia, este le aseguro que había sido elegida para servir dentro de la misma, le prometió que podría estudiar y que no le volvería a faltar alimento, como era una campesina le pareció una excelente oportunidad para, en algún momento, ayudar a su familia, acepto sin pensarlo dos veces.
Las primeras semanas todo fue tal cual le había prometido, nada sospechoso, hasta que los demonios comenzaron a aparecer; no me refiero a demonios como tú, si no a los que habitan sin contrato en este mundo.
Un día la llevaron a una capilla apartada del convento, le dijeron que seria su iniciación, tan pronto como entro a ella noto que algo no marchaba bien.
Al menos la mayoría de los varones dentro del convento se encontraban ahí, le dirigían miradas lascivas, ella quiso regresar en ese momento, pero ya no pudo.
La despojaron de su ropa y la arrojaron al suelo donde solo habían colocado una sabana para cubrir el piso, donde uno tras otro se turnó para ultrajarla durante toda la noche, pero no fue lo peor de todo, todos esos actos atroces fueron contemplados por un ser que supuestamente existe para proteger a las personas.
Un ángel se encontraba sentado en el altar, observando simplemente.
Nunca tuvo la intención de intervenir, pero cuando ella rogo por piedad a su dios, a este ser se le ocurrió que quizás podría experimentar con la chica.
La dejaron hasta que el sol se poso en lo alto, la dejaron tirada en el suelo, esperando que terminara de morir para poder deshacerse del cadáver por la noche, solo en ese momento el momento bajo para hablar con ella.
Le susurro al oído, preguntándole si deseaba seguir viviendo, si deseaba venganza, y ella no dudo en aceptar.
Tomo el cuerpo y se lo llevo a un lugar lejano, dónde el y otros cuantos angeles jugaron a ser doctores.
Por meses le inyectaron sangre de ellos mismos mientras drenaban la original, le sacaron varios de sus órganos y los sustituyeron por los de algunos angeles que habían sido asesinados por demonios.
El proceso fue doloroso, pero logro completarlo.
Ritsu se volvió el Nefilim perfecto, aquel que buscaron desde que comenzaron a mezclarse con los humanos.
La utilizaron por años como un arma de exterminación, en el proceso no solo eliminaron su humanidad, también su voluntad, dejándola como una muñeca vacía, que solo se mueve cuando alguien la mueve.
Nosotros la encontramos cuando visitamos el Vaticano, fuimos con la intención de conseguir información que te fuera útil, pero la encontramos a ella, encerrada en una bóveda.
Nos costó muchas visitas para que confiara en nosotros, pero cuando lo logramos, la sacamos de ese lugar...
- Desde entonces ha estado con nosotros - termino de contar Itona.
El silencio se volvió a apoderar del momento.
Karma estaba acostumbrado a ese tipo de historias, lo vio miles de veces. Gran parte de los pecadores que caían en el infierno iban por crimenes sexuales.
Pero nunca creyó que le tocaría conocer a la víctima, y mucho menos que se trataría de una persona cercana.
-Y Megu porque lo toma tan personal?- pregunto el pelirrojo recordándonos reacción de su compañera al tocar el tema.
-Megu... Ella sufrió algo similar... Por eso es que le molesta tanto que tocaramos el tema - explico el albino - pero ese es un tema que no puedo tocar en lo absoluto.
-Entiendo... Bien, ya conseguí las respuestas que quería, ahora me toca a mí responder lo que tú pidas - dijo Karma jugando con un popote.
-Me parece bien.
-Sin embargo... No puedo responder a preguntas que aún no me han hecho...
-Cierto...- afirmó Itona mirando a los ojos del demonio - Karma, no es una pregunta cómo tal lo que te voy a decir - informo - pero voy a necesitar que me digas todo lo que sepas al respecto.
-Ok, lo intentaré.
-Bien... Karma, ¿Desde hace cuánto tiempo no te comunicas con el dueño original de tu cuerpo?
-Mmm... Es una buena pregunta, ¿Sabes? - dijo Karma tratando de recordar - Creo que desde que Shiro nos visito... ¿Por?
-Karma... Tu y Nagisa están muriendo sin saberlo...
.
.
.
Continuara...