Chittaphon estaba increíblemente excitado, él estaba perdidamente enamorado de su compañero de grupo. Y después de esas extensas horas practicando la coreografía de su nueva canción, el ver su cuerpo marcado y la remera pegándose al cuerpo por el sudor no hacían nada más que atraer pensamientos indecentes a su mente. Él no quería ser así, sabía que era imposible llegar a tener una relación más cercana que la de amigos, convirtiéndolo en su amor platónico desde el pre debut. Y estaba bien. Porque a pesar de eso se sentía satisfecho con solo disfrutar de las reacciones que causaba ese pelirrojo en su cuerpo.
Espero hasta que la sala de prácticas estuviese completamente vacía, su miembro apretaba fuertemente dentro de sus calzoncillos que por suerte estaban cubiertos por un pantalón holgado y una sudadera grande, que de no haber podido ser así hubieran delatado completamente todos sus pensamientos. Agradeció muchas veces en esa noche, su horrible gusto por vestir cosas oscuras y holgadas.
Quiso terminar rápidamente con sus problemas escabulléndose en el baño que se encontraba dentro de la misma sala, adentrándose en el último cubículo del mismo.
Bajo sus pantalones y se sentó sobre la taza del baño dejando a relucir a su erección que se encontraba a punto de explotar. Aprovechándose del hermoso material que le regalo su compañero de grupo, cerró los ojos. Puso su mano sobre su miembro y comenzó a moverla en forma de vaivén repetidas veces.
El hermoso rostro de Taeyon, su hermosa sonrisa que le dedicaba cada vez que lo miraba. La manera precisa en que lograba todos sus pasos, su hermoso cuerpo sudado al terminar cada práctica, las gotas de sudor que caían de su pelo acompañados de unos gemidos agitados que se silenciaban al momento de que se apartaba y comenzaba a tomar agua con una botella de litro. La forma de su garganta y los movimientos que hacían mientras el agua pasaba atreves de su laringe, su muy marcado bulto que era increíblemente notorio cada vez que no usaba ropa interior, y que gracias a los dioses, sucedía frecuentemente. La increíble fuerza que implementaba en cada envestida mientras se abría paso en su interior y callaba sus gemidos con un profundo beso, enredando mutuamente sus lenguas.
Y con esa última imagen en sus pensamientos Ten había llegado a su punto máximo; cubriendo con una sustancia húmeda toda su mano.
Entre gemidos agotados comenzó a levantar su cabeza y abrir los ojos mirando hacia el frente que se quedaron petrificados al ver a un cuerpo ajeno parado frente a él; Que abrió la puerta en algún momento de esos quince minutos y se lo quedo viendo y que gracias a la concentración que tenía no lo había visto.
Sus ojos se cruzaron por unos segundos hasta que el menor, parado sosteniendo la puerta, se inclinó sobre el en un movimiento rápido y adentro su cuerpo en ese estrecho espacio.
Fue lo suficiente veloz como para que su mente no lograra procesar lo que estaba sucediendo, pero cuando intento reaccionar ya se encontraba tratando de callar sus gemidos, apretando con sus dientes la manga de su campera, envuelta en su puño. Mientras el otro chico abría paso dentro de su boca a su ya, otra vez, dura erección. Solo le dio una probada, como para saber a qué sabía su paleta. Y se alejó de él, levantando su cabeza para cruzar nuevamente sus ojos y expresar una sonrisa pícara, sintiéndose en completo control del chico bajo el.
Ten lo miro frunciendo el ceño, con las mejillas completamente ruborizadas.
El sonrió divertido y continúo con lo que ya había empezado, introduciéndolo de una sola vez y hasta la base, nuevamente el miembro de su compañero. Se movió en forma de vaivén repetidas veces, saboreando cada sección de esa extremidad y deteniéndose posteriormente en el grande de ese miembro endurecido haciendo que Ten se contrajera sobre sí mismo mientras una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo.
Acompañando los movimientos de su cabeza con su mano, logro que Ten llegara nuevamente al extasis y sin pudor alguno acabase antes de que el pudiese retirar su boca.
Con la misma sonrisa divertida de antes pero esta vez satisfecha, miro nuevamente hacia arriba. Penetrando con su mirada los ojos de Ten, y tragando satisfactoriamente todo su néctar. Logrando así, que Ten pasara de estar en un rosa fuerte a un rojo casi inhumano.
Satisfecho con lo que había logrado, se paró y salió rápidamente del cubículo que ambos chicos habían compartido. Dejando ahí mismo a un Chittaphon confundido.
Tardo muchos minutos en procesar todo lo que sucedió, Ten había pensado que, junto con Taeyon, eran los únicos que aún permanecían a esas horas de la noche dentro de la empresa. Pensó que después de que su pelirrojo se fuese del edificio solo se encontraría el junto sus pensamientos.
Pero estuvo equivocado, y mucho.
Pero lo que más le sorprendió a él había sido la reacción de su compañero de grupo, pensó que lo conocía. Pero se dio cuenta que todavía habían muchas cosas que le faltaban aprender. Y uno de esas era la inclinación homosexual de su compañero, porque cualquier otro chico que viese a un integrante de su grupo en esa misma situación hubiese hecho de todo menos una mamada.
Ten tenia demasiadas dudas en ese momento, y no las iba a poder responder por sí solo. Por lo cual acomodo su pantalón y salió de esa habitación.
Camino por todo el edificio pero no fue hasta que se rindió y salió por la entrada que se cruzó con su compañero, Kim Jung Woo.
Él estaba sentado a un lado de la puerta principal, en uno de los escalones que daban hacia esta, mirando hacia la calle y fumando un cigarrillo que sostenía con su mano derecha.
Ten se acercó hasta él.
— ¿Nunca pensaste que clase de imagen das si una fan te saca una foto así? –Pronuncio sentándose a su lado.
—Si, pero decidí asumir el reto. —Le dio otra calada a su cigarrillo.- ¿Quieres?- Entendió su mano frente a Ten con el cigarrillo entre sus dedos.
—No gracias, es asqueroso.- Dijo apartando con su mano la ajena.
—Cada quien con sus gustos- exclamo. — Hablando de eso, ¿Desde cuándo te gustan los hombre?
— ¿Quién te dijo que a mí me gustaban los hombres?
—Bueno… con tus reacciones y tu forma de ser no es algo difícil de adivinar.
—Jaja, muy chistoso.— Exclame con un notable tono sarcástico – ¿Y a ti? No creo que se aprenda a hacer tan bien una mamada estando solo con chicas.
—Desde siempre me han gustado los hombres por encima de las mujeres y...— Se acercó a su oído— Gracias hyung, aunque es mi primera vez haciendo una.
Un escalofrió recorrió todo el cuerpo de Ten. Jungwoo parecía no tener pudor al hablar de esos temas con él, lo cual agradecía porque nunca tuvo la oportunidad de hablar con nadie más el tema de su sexualidad.
—¿Por qué lo hiciste? — Dije en un tono molesto.
—¿Por qué no me quitaste? — Le respondió en un tono más bajo, y con una sonrisa en sus labios, acercándose a él.
Tenía razón, ¿Por qué no lo había sacado? Simplemente podría haberlo empujado lejos o hasta romperle la cara a puñetazos por atrevido, pero no lo hizo, y es más, hasta se había corrido en su boca.
—No lo s…—Quiso responder algo ante su pregunta pero el callo cualquier respuesta que Ten pudiese pronunciar con un beso en sus labios, que no solo correspondio; si no que profundizo mientras sus lenguas se enredaron y se saborearon por mucho tiempo hasta algo hizo clic en su cabeza.
—Espera! ¡¿Eres idiota o qué?! Cualquiera pudo vernos. —Ten se levantó rápidamente y se alejo unos metros de mientras le gritaba — ¡Deja de actuar impulsivamente!.
Jungwoo no respondió nada, y camino hasta él. Posicionándose a su lado y mirándolo con sus ojos desde diez centímetros más arriba.
—No hay nadie más en la calle, además solo quería ver como reaccionabas Hyung. —Dijo sin quitar esa sonrisa divertida y falsamente inocente de sus labios.
—¿Por qué haces esto? Si quieres salir con migo tienes un “No” claramente asegurado. —Dijo sin quitar un minuto sus ojos de él, estaba muy claro que no le gustaba Jungwoo.
— Sé que te gusta Taeyonni hyung, y a mí me gusta Xuxi.
—¿Entonces? — Su mirada dejo de tener furia, había pasado a una llena de curiosidad.
—Solo es un amor platónico, hyung. —Exclamo y aunque ya lo sabía, escucharlo en voz alta era más doloroso. —Podemos satisfacernos mutuamente, en secreto. Nadie tendría que enterarse y es mucho mejor que hacérselo a sí mismo.
La propuesta te Jungwoo era muy tentadora, mucho. Porque tenía razón, nunca iba a poder estar con Taeyon como le gustaría y tampoco podría estar otros hombres, ser un idol es una carrera muy pesada.
—Está bien— Dijo después de pensarlo lo suficiente, o por lo menos lo que creía.
—¿Es enserio? —Exclamo sorprendido.
—Y que te dije?
—Si escuche pero… pensé que serias más difícil de convencer, hyung
—Ya… está bien, ahora cállate antes de que cambie de opinión.
Y sin pensarlo Jungwoo volvió a unir sus bocas en un profundo beso, como si estuviera cerrando un contrato con un señor feudal. Aunque esta vez se separó más rápido, y se alejó del lugar.
—Nos vemos mañana, Hyung! —Grito a lo lejos
—Idiota, ¡Vivimos en la misma casa! —Le respondió en el mismo tono de voz que él. Acercándose nuevamente, para caminar juntos hasta el departamento.