Sintio como un escalofrio recorria por su cuerpo, ¿como era posible?, ni en sus peores sueños podia caber en su cabeza que se trataba de un hombre y peor aun... mas joven, debia ser ilegal, su mente quedo en blanco por largos minutos antes de volver a escribir.
- Lo siento, y a pesar de todo no creo que cambie de opinion -sentia como la respiracion le faltaba y con miedo a una respuesta mas brusca, ya conociendo el caracter de la otra persona prefirio apagar su telefono celular.
La sorpresa fue para ambos, Mateo por su parte, al recibir el mensaje se encontraba en la soledad de su habitacion y aunque habia sido el quien habia comenzado las conversaciones junto a Alex nunca penso que llegarian a esto.
Aquella confesion le habia dado vueltas en su mente durante toda la noche, acostumbrado a consiliar el sueño a las 4 a.m. aproximadamente, no creyo que fuese por culpa del contrario. No supo que responder, observando de vez en cuando aquel ultimo mensaje.
- Realmente eres idiota Alexandher, no puedes tener sentimientos por alguien que no conoces -hablaba solo en su habitacion, sentandose de golpe en la cama al sacudir con rapidez las hebras de su cabello, refunfuñando antes de volver a dejarse caer sobre la cama. Miraba el techo de la habitacion con el ceño ligeramente fruncido, manteniendose en esa posicion hasta el punto en que logro quedarse dormido.
A la mañana siguiente, busco su celular el cual estaba oculto bajo las frazadas de su cama, observando un nuevo mensaje. Al leerlo su enojo fue mayor, como era posible que luego de confesarse la noche anterior ahora pedia disculpas por ello y sin pensarlo le escribio.
- Entiendo - Se limito a constestar, dejando el telefono a un lado, dudando unos segundos antes de volver a tomarlo y agregar- solo no lo vuelvas a mencionar.
Paso una semana sin volver a hablar del tema, volviendo a la normalidad en sus conversaciones aunque para Alex no todo era color de rosa. Aquella noche sintio como su temperatura habia descendido mas de lo normal provocando que con ello bajaran sus defensas. Era algo comun en el, debido a que al haber tenido tantos episodios de Ansiedad unos años atras, cada vez que algo no le resultaba o animicamente se encontraba mal, era propenso a caer en resfriados.
Y asi fue, congestionado nuevamente retomaba las clases, estaba en su ultimo año y no se podia dar los lujos para faltar. Se encontraba junto a Bernardo y Sergio, los cuales habian notado su estado de animos.
- Alex, ¿que sucede? te ves muy mal ... Deberiamos salir -Comento Sergio al acomodarse en la pared, acostumbraban a juntarse a un costado de la nueva sala de labotario, el cual no era utilizada ya no mantenia agua potable en los lavamanos, por lo menos podian tener privacidad durante los recesos.
- Cuenta, no creo que sea nada malo tampoco -Bernardo mantenia en sus manos una consola, quitandose los audifonos para poder tomarle atencion a su amigo.
- Creo que me gusta alguien, lo malo es que es hombre - Comento con verguenza al sentir como sus mejillas se enrojecian ligeramente. Alex se caracterizaba por tener un caracter fuerte, acostumbrado a talleres de artes marciales incluso siendo llamado para formar parte del Ceo, en la rama de Karate, y que ahora se mostrara tan sumiso les sorprendio a ambos.
El silencio reino entre ellos, y aunque Alex no queria aceptarlo sabia que aquella confesion los haria cambiar en sus tratos.
- Entonces... ¿cual es el problema? -cuestiono Bernardo al apagar su juego, volviendo su mirada a el, sincero y sin animos de juzgarlo.
- No me digas que es ... ¿es la persona con la cual has estado hablando por mensajes? -esta vez fue Sergio, que al tanto de aquellas conversaciones nunca penso que algo asi fuese posible- se nota que eres un romantico -comento al golpearle el hombro,como en un gesto de animos.
- Lo malo es que no me corresponde - comento desganado al dejar salilr un suspiro.
- Hey Shino, necesito tu ayuda - la voz de Angel habia alterado al trio, sospechando si habia escuchado algo de su conversacion. Quien con una expresion seria mantenia una de sus manos en su cabello, rascando su cien como si estuviese sacando algun problema de ahi.
Angel era el menor del grupo, el cuel se conformaba por 12 personas y de los cuales en su totalidad se sentaban al final del salon, media aproximadamente 1.63 cm, tez blanca, cabello rubio y ojos verdes, con un caracter...que dejaba mucho que desear.
Caracterizado por ser alguien que se encontraban en constante conflicto por sus ideales, no era de extrañar que siempre tuviera problemas con otros alumnos de distintos grados y en esos casos siempre recurria a Alex, o como el lo llamaba "Shino".
Alex dejando salir un pesado suspiro se levanto de su lugar, siguiendolo sin preguntar nada al respecto hasta percatarse que habian tomado el camino hacia la biblioteca - ¿que necesitas? -le pregunto al llevar sus manos a sus bolsillos, mirando con desanimo el sector al ir ocultando poco a poco su boca entre su bufanda.
- Bueno, queria pedirte que me enseñaras a pelear...aunque escuche algo sin querer -su voz era suave, completamente distinta a lo que solia ser. Aun asi ante la sorpresa de sus palabras, Alex lo tomo del cuello, acorralandolo contra una de las paredes, apretando con fuerza de aquel fragil cuello- no dire nada... Alexandher!
Sus movimientos de detuvieron en seco, mirandolo sorprendido incluso por sus propios actos, no era alguien que se dejaba llevar tan facil por los impulsos e incluso creia que era alguien tranquilo que intentaba evitar a toda costa los golpes, pero de ser la unica manera posible cambia rotundamente.
- No lo vuelvas a decir o te callare a golpes, ¿Has entendido, Angel? -cuestiono con la respiracion ligeramente exaltada. No podia gritarle al mundo que estaba enamorado de un hombre, ni mucho menos que habia sido rechazado.
- Entonces ayudame ... -comento mientras frotaba con ambas manos su cuello al recuperar con esfuerzo al aliento- seremos muy intimos desde ahora -murmuro con una sonrisa burlona, la cual no le fue correspondida.