Hyde se despertó de madrugada. Abrió los ojos y comprobó que aquella habitación no era la suya ni una conocida. Entonces le dió un fuerte dolor de cabeza. Se la cogió entre las manos y se acurrucó. Sería aquella misteriosa habitación que había visto en alguna imagen fugaz. A la misma vez, aquella casa le transmitia una sensación de tranquilidad y seguridad. Era la casa de Gackt. Hyde se medio incorporó en la cama y pensó. Todo lo que le había pasado la noche anterior con Tetsu, su querido amigo Tetsu. El castaño se sintió decepcionado y desilusionado consigo mismo. Le había pedido a Gackt pasar la noche con él, eso era muy egoista por su parte. Aprovecharse de que Gackt le quería y así quitarse la sensación de vacio y soledad. Las cosas con Tetsu habían acabado mal, su relación se había perdido, almenos por unos días, pero no quería, seguía amando a Tetsu. Pero Gackt le hacía dudar. Por un momento, apartó todos los pensamientos de su cabeza y se durmió. Necesitaba descansar más, aún todo era muy reciente y solo se sentiría más confuso.
El dulce olor a tostadas despertó a Hyde, que para la hora queera ya tenía un sueño ligero. El pequeño se levantó de la cama y salió de la habitación, después de vestirse. Siguió el rastro de olor hasta la cocina del piso y allí se encontró con un gracioso Gackt cocinando y preparando unas deliciosas tostadas para el desayuno.
- Buenos días Gackt-chan!!!- dijo Hyde alegremente.
- Buenos días.
El pequeño se mostró muy cariñoso y le dió un beso en la mejilla que sorprendió a Gackt. Éste se concentró en el desayuno, ya que aquel beso le había puesto nervioso.
- He preparado tostadas espero que estén buenas.
- Muchas gracias Gackt, pero no hacía falta.
- Ahora eres mi invitado y mereces un trato especial.
Hyde le dedicó una tierna sonrisa que todavía emocionó más a Gackt. No lo entendía, siempre era él quien se lanzaba y ahora Hyde era quien llevaba la iniciativa y eso le inquietaba. Gackt observó al castaño, se veía tan bello aquella mañana, nunca se había sentido tan bien. Se dió cuenta de que aquella sensación tan gratificante era amor de verdad. Gackt estaba enamorado de Hyde. Al tenerlo tan cerca, actuaba como un niño pequeño, se ponía nervioso, no sabía que hacer. No entendía como aquel pequeño hombre podía despertar tanto sentimientos y pasiones en él.
Tomaron juntos el desayuno y al terminar Hyde le pidió a Gackt usar el baño y éste no dudó. El castaño tomó una ducha que le ayudó a sacarse todo el malestar que tenía encima. Era como si el fluir del agua se llevara las preocupaciones y los malos sentimientos de Hyde. El pequeño pensó que el agua de la ducha era como Gackt. La persona que le hacía sentir tan bien y que le quitaba las preocupaciones y malestares en ese instante. Pero pensó en Tetsu. Sabía que él era demasiado orgulloso para llamarle, pero lo necesitaba y tarde o temprano volverían a verse. A Hyde le pasaba lo mismo, eso se había convertido en una guerra de haber quien cedía antes, se tragaba el orgullo y llamaba al otro. Hyde no quería llamarlo pero siempre tenía el celular cerca para poder cogerlo inmediatamente ya que echaba de menos a Tetsu.
Al cabo de unos minutos Hyde salió de la ducha y entró Gackt en su lugar. El pequeño castaño se vistió y se sentó en el sillón. Allí esperó a que Gackt saliera de la ducha. Hyde estaba de nuevo sumido en sus pensamientos, pasaron varios minutos, y de repente la puerta del baño se abrió. Salió Gackt con una toalla envuelta en su cintura, dejando al descubierto su magnifico torso desnudo. El pelo mojado y revuelto, las gotas de agua resbalando por todo su cuerpo. Hyde se quedó fascinado al verlo, como podía ser tan bello. También estaba excitado ya que aquella sensual visión había provocado en Hyde un tremendo deseo. No lo pudo resistir, se acercó a Gackt, impulsado por el deseo y con su mano acarició todo el pecho de Gackt, dejando los labios entreabiertos, para luego recibir un pasional beso de Gackt. Sus lenguas se entrecruzaron, al abrirse camino hacía la boca del otro, para poder explorarlo y sentirlo lo más dentro de él posible. Se separaron dulcemente y Hyde notó como todo aquel deseo concentrado se manifestaba en forma de erección en su miembro. El pequeño castaño se dió media vuelta y se alejó de allí sonrojado. Gackt no dijo nada, fue a su habitación a vestirse. Allí pensó que iba por buen camino. Hyde estaba siendo suyo.
De repente, golpearon a la puerta. Gackt se vistió y salió al comedor a abrir la puerta ante aquellos insistentes golpes. Ante la puerta apareció un extravagante Miyavi. Llevaba una gorra azul hacia atrás, una chaqueta y unos pantalones negros que le venían grandes y debajo una camiseta a rayas. Pero no le quedaba mal, al contrario, iba a su estilo. Gackt se sorprendió mucho.
-Miyavi!!!!!!!! Que haces aqui???
Hyde se giró de repente muy sorprendido. Que hacía ese extraño chico allí, en casa de Gackt...No entendía nada, que pintaba Miyavi en todo esto??....
Al entrar a la casa Miyavi dió un rápido vistazo y en el sofa vió a Hyde sentado.
- Veo que te has buscado a otro amor?- dijo dirigiendose a Gackt.
- Amor??!! Como te atreves a llamar a Gackt asi!!! - dijo el castaño.
- Miyavi, por favor!! Ya tuve bastante de ti, ahora no quiero estar contigo - contestó Gackt tratando de calmar las cosas.
- No me digas eso!! - se acercó a Gackt coquetamente y le tocó el trasero.- Tan bonito como siempre.- concluyó Miyavi.
Gackt se sonrojó mucho. Ahora eso no, todo su plan con Hyde se estaba echando a perder. El pequeño castaño estaba muy nervioso, no entendía nada, se levantó de golpe y se dirigió a Miyavi. Éste le rodeo y se colocó detrás de él. También le tocó el traseo a Hyde.
- Tu tampoco estas nada mal - se giró hablandole a Gackt- no te los buscas feos amor!!
-Ya basta Miyavi!!! Que significa esto?
-Pues me aburría en mi casa y como ahora no tengo pareja venía a ver si podía volver contigo, pero ya veo que no.
-Miyavi, nuna estuve contigo!! Solo fue el rollo de una noche....
- De una noche y de una semana, amor. Que a mí todo lo que hicimos no se me olvida...
- Miyavi ya!!!
Gackt estaba muy nervioso, parecía que Miyavi solo había venido a burlarse de él. Hyde estaba muy perplejo, ahora si que no entendía absolutamente nada. Miyavi se sentó en el sofa de casa de Gackt, muy relajado. Hyde se sentó a su lado y notó como el brazo del más alto le abrazaba.
- Acercate más Hyde no seas tímido..
Hyde apartó a Miyavi de un empujón y le giró la cara. Como podía ser tan grosero. Miyavi, en cambio estaba muy tranquilo.
-Amor, como no vengas aquí tu novio no me habla.
-No soy su novio!!!- chilló el pequeño.
Gackt fue al sofa y también se sentó, dejando a Miyavi en medio. Se relajó unos instantes, demasiados nervios y estrés para tan poco rato.
- Gackt que es todo esto, explicate por favor - el castaño pedía explicaciones.
- Si, lo mereces. Miyavi podrás estarte quieto, callado y tranquilo durante un rato?- preguntó con ironia Gackt.
- Yo lo intento, pero no se si podré.
Gackt se desesperó, este chico era demasiado para él, se pasó las manos por la cara y el pelo, echandolo hacía atrás con un suave gesto. Empezó a relaatr la historia dirigiendose a Hyde.
- Hace unos meses decidí irme de Tokio, una semana para hacer turismo. Fui a Nagoya. Justo en el mismo hotel donde yo me alojaba...
- Yo estaba de gira en ese momento y coincidimos en el mismo hotel.- cortó Miyavi.
- Eso mismo - Gackt volvió a tomar la conversación - Allí nos conocimos. Pronto nos hicimos buenos amigos. Una noche me invitó a unas copas. Bebí más de la cuenta y esa misma madrugada acabamos...
-Manteniendo relaciones sexuales- respondió Miyavi. - Yo ya me fijé en él desde el primer momento. Con un cuerepo así tenía que ser bueno en la cama. Decidí probarlo y así es, todo un hombre. Es muy bueno, te lo recomiendo Hyde.
- No me recomiendes como si fuera un restaurante!!!- chilló Gackt desesperado.
- Pero es verdad. A más de uno le gustaría ser como tu.
Gackt se moría de verguenza. Aquella conversación con Miyavi se le estaba escapando de las manos. Como se atrevía a decir todo eso delante de su amado Hyde. Miyavi retomó la conversación, en un tono animado.
- Bueno, volviendo al tema. Que la semana que estuvo en ese hotel, cada noche lo hacáimso. Fue muy bonito, la verdad. Inolvidable.
-Para mi también. Fue horrible. - respondió Gackt enfadado.
Gackt quería morir, porque justo en ese instante aparecía un loco como Miyavi. Pasó el rato y lso tres chicos estuvieron hablando más relajados. Miyavi ya se estaba levantando del sofa para irse. Su presencia allí ya empezaba a molestar. Todos se levantaron. Miyavi se puso delante de la puerta. Gackt y Hyde lo acampañaron y se acercaron a él.
- Bueno hermosuras, me marcho - dijo Miyavi tocandole el trasero con una mano a cada uno. Después se fue, no sin antes chillar -Volveré- desde fuera de la casa.
Gackt cerró la puerta al fin y se sentó en una silla cansado.
- Espero que no te haya molestado hyde.
- No pasa nada Gackt.
- Hyde...yo...en realidad te quiero a ti....lo de Miyavi...
- No hace falta que te excuses. Ya lo sé, pero yo ahora no puedo corresponderte, primero debo poner en orden mis sentimientos, que aún están alterados.
- Lo se, espero que puedas perdonarme.
Hyde se pusó detrás de él y le dió un dulce abrazo. Bajó con sus manos por toda la espalda hasta llegar al trasero y tocarselo.
- Miyavi tenía razón, tienes un buen trasero.
Gackt y Hyde rieron. Juntos estaban bien. Hacían vida de pareja, pero no lo eran. Algún inocente beso se le escapaba a Hyde. No podía resistirse al encanto de Gackt y al deseo que éste despertaba en él. Hyde aún no le recordaba del todo, pero se sentía agusto con él.
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