El movil empezó a sonar y la melodía que llevaba de tono invadió toda la habitación. El movil estaba en la mesita de noche y una mano, cansada y sin ganas, empezó a tantear por enima de la mesita intentando encntrar el dichoso telefono que había interrumpido su sueño. Descolgó el telefono y contestó en un tono cansado y dormido, envolviendose bajo las sábanas de su cama.
- Moshi moshi?- preguntó Miyavi en un tono apático.
Nadie contestó al otro lado del telefono.
- Hola?!! - volvió a insitir.
Tras un extraño ruido la llamada se cortó.
"tsk..ganas de molestar" - pensó mientras volvía dejar el telefono sobre la mesita y Miyavi continuó durmiendo.
Gackt dejó resbalar el telefono por sus manos, cayéndo este al suelo. Su espalda estaba apoyada en la pared y él sentado en la cama. Había llamado a Miyavi pero no se atrevía a decirle nada. No podía contestar las palabras que Miyavi le había dicho anoche cuando se despidieron.
------------------- Flash back-------------------
Miyavi y Gackt iban andando por las calles solitarias de la ciudad dirigiendose al departamento del castaño. La noche ya era profunda y los dos chicos iban sin hablar, cada uno sumido en su mundo. Era raro que Miyavi no estuviera revoltoso, y más después de beber alcohol, pero se estaba comportando.
- Bueno Miyavi, ya hemos llegado - dijo Gackt parandose delante de la puerta de su casa y buscando en sus bolsillos las llaves de su piso.
De repente, el moreno se colocó frente a él, empujandolo contra la pared, rodenadolo con sus brazos y dandole un gran beso en los labios. Gackt no se pudo resistir sus lenguas ya estaban en contacto. Gackt se separó de él dandole un empujón.
- Que haces Miyavi??!!- chilló el castaño enfadado.
- Algun dia serás mío - dijo Miyavi con un tono más serio de lo normal, mientras se alejaba de Gackt, dejandolo allí pensativo, solo y confundido.
----------------- Fin flashback-------------------
Miyavi se levantó un rato después con un gran dolor de cabeza y molesto ya que no había podido dormir bien por culpa del telefono movil. Se levantó con unos simples boxers puestos y una camsitea bastante ancha que le vanía muy grande y se tomó una pastilla para el dolor. El alcohol de la noche anterior aún le estaba haciendo efecto. Se duchó y se tomó un buen desayuno para recomponer fuerzas. Después de un rato ya se encontaba mejor. Decidió salir a dar una vuelta por la ciudad. Había pensado en ir a visitar a Hyde y así lo hizo, sin darle más vueltas se dirigió a casa del pequeño castaño. Se encontraba un poco confundido por lo de la noche anterior con gackt y pensó que Hyde le podría ayudar. Y sino, almenos, se alegraba la vista viendo a una hermosura como era Hyde para él. Realmente, adoraba al pequeño, le gustaba hacerle enfadar porque se veían tan bello. Llegó al piso de Hyde y llamó a la puerta. Nadie contestó. Pensó que quizás esaria haceindo algo y unos minutos después volvió a llamar. No abrían la puerta. Decidió llamar a su telefono movil. Una llamada sin contestación, volvió a insistir una segunda vez. Al ver que nadie contestaba Miyavi decidió marcharse a su casa a descansar. Necesitaba estar solo.
La insistente melodía del telefono movil de Hyde interrumpía la situación. Hyde se separó como pudo del largo beso que ya llevaban minutos mateniendo. Alcanzó el telefono y lo desconectó.
- Ya no nos molestarán más. - dijo con una sonrisa en la boca.
Se acercó lascivamente al cuerpo que estaba allí sentado en el sofá. Se colocó sobre sus piernas, cruzó su brazos por detrás del cuello de aquel chico moreno y acercó su boca al oído de su amante.
- Sigamos - le susurró para acto seguido propiciarle una lametada en el lobulo de la oreja.
Las manos del pequeño iban explorando el torso de Tetsu por debajo de su camisa, mientras no dejaba de besarle. Hyde le quitó la camiseta y tetsu hizo lo mismo, quedandose los dos desnudos de cintura para arriba. Debido a la posición en que estaban, el roze de las dos entrepiernas era cada vez más lascivo y ya se iba notando la erguidez de ambos miembros, cosa que les propiciaba un gran placer. Los dos chicos jugueteaban con sus lenguas ya abandonados al placer. Recorrían cada rincón de la boca del otro, queriendolo sentir todo e intentando alcanzar un poco de aire, que necesitaban ya que sus respiraciones ya eran jadeantes y cualquier bocanada de aire era para ellos una salvación. Hyde abandonó la boca de Tetsu para ir bajando lentamente por su cuello y poder lamer todo el cuerpo del moreno, prestando especial atencion en sus pezones. Minetras le lamía todo el cuerpo, Hyde masajeaba con sus pequeñas manos el ya erecto miembro de Tetsu, propicaindole un gran placer que el más alto exteriorizabva en forma de gemidos con el nombre de Hyde, con los ojos cerrados y mordinedose el labio, presa de un gra placer. El miembro de Hyde reaccionaba con los gemidos de Tesu y cada vez estaba más erguido. Las dos entrepiernas se rozaban demasiado y Hyde apretó sus caderas contra las de Tetsu para poder sentir mejor su erección. Los dos chicos se vieron envueltos en constantes gemidos y agitadas respiraciones. El pequeño desbrochó el pantalón de Tesu dejando a la vista su miembro, Tetsu ya no cabía en si de placer, la sola respiración de Hyde sobre la punta de su sexo le excitaba tanto que no paraba de gemir. Tetsu metió la mano por debajo de pantalón de Hyde para masajearle su miembro, pronto le quitó los pantalones y los dos chicos quedaron desnudos. Las dos entrepiernas desnudas se rozaban provocando una mezcla de dolor y placer que les era ya insoportable. Tetsu jugó un poco con el miembro de Hyde propiciandole jugosas lametadas, mientras el pequeño se mantenían con los brazos estirados hacía atrás dejando caer el peso de su cuerpo, con los ojos cerrados inmerso en los juegos que le estaba haciendo Tetsu con su lengua en el miembro. Tetsu abandonó aquel delicado lugar para, acto seguido, recibir una excitante penetración de Hyde que le produjo un tremendo placer, aunque con un poco de dolor. Sus gemidos iban en aumento. Hyde esperó unos insatntes a que Tetsu se acomodara para empezar a moverse, el moreno respondia con besos entrecortados y pequeños mordiscos en el cuello del castaño mientras le agarraba el pelo con fuerza y le apretaba. Hyde clavó sus dedos en la espalda de Tetsu mientras seguía moviendose cada vez con más ritmo y fuerza, aguantando como podía el mayor tiempo que fuera posible dentro del cuerpo del moreno. Tetsu posó sus manos sobre su miembro erguido para darse más placer aún del que sentía. Hyde apretaba con fuerza el trasero de Tetsu, con unas embestidas ya violentas, prepiciandole lametadas en el cuello a Tetsu que, seguramente le dejarían marcas más tarde. Pero no le importaba, ahora solo querían seguir sintinedo ese placer incomparable. La respiración jadeante y los gemido eran presa de los dos chicos. Hyde se vino en el interior de Tetsu, con un fuerte gemido y Tetsu se vino en su mano y también en el vientre desnudo del castaño, con otro fuerte gemido. Tetsu apoyó su cabeza en la frente del pequeño, de manera que los dos chicos estaban a escasos milimetros y se podían contempler perfectamente. Luchaban pr interntar robar el poco aire que habían entre ellós para poder tenerlo todo de su amante. Instantes después, Ttsu le propició un gran beso en los labios, con tal pasión que Hyde pensó que volvería a venirse en el interior del moreno. Sus lenguas jugueteaban en el interior de las bocas. Acto seguido se separaron y Hyde retiró su miembro del interior de Tetsu. Los dos chicos se separaron pero continuaron abrazados en la cama.
Hyde no sabía como había llegado a ese extremo pero no le importaba. Se había dejado llevar por el placer que Tetsu le propiciaba. Esa mañana había ido a verle y a estar un rato con él, pero habían acabado haciendolo. Hyde sonrió, había empezado con un simple abrazo, unas suaves caricias, pequeños besos, miradas de deso y al final, sus labios se habían rozado intensamnete y habían acabado abandonandose al deseo carnal. Hyde giró la cabeza y vió a Tetsu tumbado a su lado, era tan bello. Tetsu se percató de ello. Y había pasado un buen rato después de que terminaran.
- Que miras?- le dijo en un tono cariñoso mientras le acabriciaba la mejilla con su dedo, muy suavemente.
- Tu perfecta cara y tus labios tan apetecibles.
- Quieres más? - le preguntó irónicamente mientras se acercaba lascivamente a él.
Sus caras se colocaron a escaos centímetros, sus cuerpos estaban desnudos y la sola presencia del otro ya les otorgaba un tremendo deseo. Tetsu le estaba besando el cuello y acariciandole el torso desnudo. Hyde empujó a Tetsu apartandose de él.
- Si - dijo el pequeño castaño en un tono convincente.
Tetsu abrió los ojos a modo de sorpresa y sonrió. No se esperaba esa reacción de hyde pero él también quería más. Unas pocas caricias, algunos besos jugosos y el roce de sus entrepiernas provocó que sus miembros estuvieran de nuevo erguidos. Se deseaban tanto. Hyde se tumbó en la cama bocabajo y Tetsu se colocó encima de él, besandole las alas al más pequeño. Las constantes carician entre los dos chicos hicieron que su respiración se agitara y pequeños gemidos salieron de sus bocas. Jugueteaban con sus lenguas, en la boca y posandolas en delicadas zonas de ambos cuerpos. El placer que sentían ya era grande. Hyde se colocó a cuatro patas encima de la cama
-Tetsu.... - susurró con un hilo de voz, ya que los gemidos apenas le dejaban hablar.
El moreno comprendió y penetró el pequeño cuerpo de su amante. Hyde soltó un fuerte gemido, eso le había dolido. Tetsu le acariciaba el cabello con ternura.
- Relajate....mi pequeño angel...
Hyde se mordía el labio inferior con los ojos cerrados y inmerso en un paraíso. Sus manos agarraban las sábanas con fuerza, cerrando los ojos, exteriorizando una mazcla de placer infinito y dolor. Tetsu empezó a embestir al castaño. Sus manos estaban posadas en las caderas de Hyde, hundiendo sus dedos en ellas para intentar pegar sus dos cuerpos lo máximo posible y poder profundizar más en su penetación. El moreno aumentaba cada vez más su ritmo, y los gemidos eran el úico sonido que se escuchaba en aquella habitación. Tetsu abandonó las caderas de Hyde para irse con sus manos al miembro erguido del pequeño, masajeandolo y propiciandole un gran placer. Las embestidas ya eran violentas y Tetsu se vino de nuevo en el interior de Hyde y éste en las manos del moreno. Pronto el moreno abandonó el cuerpo y Hyde se tumbó en la cama. Tetsu le cogió la cara, mirandole fijamente y le dió un gran y apasionado beso en los labios.