♚Cap 2♚
La puerta de su habitación se abrió, dejo el maletín sobre la mesa y se desplomo pesado sobre su sillón, había unos cuantos documentos algo desordenados sobre la mesa de centro, una foto destacaba entre los papeles y al pie de la imagen se leía “Secundaria Teiko, equipo de basquetbol”. Suspiro cansado, desde aquel accidente no tenia recuerdos de mucho de su pasado, para ser exactos solo recordaba las cosas desde su ingreso a la universidad, poco a poco algunos recuerdos de varios años atrás volvían de golpe, pero hacia unos meses que no lograba recuperar más.
—tsk! ¡Joder! — decía mientras revolvía su cabello de manera agresiva— No puedo recordarle.
Tomo un sobre que estaban en la mesa y se recostó en el sillón, la información de las hojas que se encontraban dentro era el horario confirmado de las actividades que realizaría Kuroko Tetsuya al siguiente día: Reuniones, salidas, almuerzo y la repentina visita de familiares que venían del extranjero. Hasta donde sabia parecía que la viuda había vuelto a formar una familia después de la muerte de su esposo y ese había sido el motivo por el cual había abandonado el país.
«No es como si me interesara, pero esto es tener mala suerte. Elegí el día más preciso y esto solo fue una coincidencia» Decía para si mismo, nunca le había importado la compañía que podían tener sus objetivos en el momento que apretaba el gatillo y acababa con sus vidas.
Estiro la mano sin levantarse del sillón y tome un sobre obscuro, lo abrió y saco su contenido. Una simple hoja, una foto acompañaba las escasas letras de la orden que su empresa había hecho llegar a él.
Objetivo: Kuroko Tetsuya
24 años
Presidente de VosFR Company
Había leído esa orden mas de las veces que le gustaría admitir, tomo la foto que acompañaba la orden y la observo. Algo en el peliazul le resultaba incomodo, familiar, lo estresaba.
—¡Que fastidio! —decía mientras se levantaba del sillón— Eres un completo fastidio.
Entro en su habitación, tomo algo de ropa ligera y se metió a la ducha. El agua corría por su cuerpo desnudo, había recargado la cabeza sobre las baldosas de las paredes del baño y las golpeaba con los puños intentando liberar algo de la frustración y el estrés que sentía en esos momentos. Termino su ducha y parecía que el frio del agua que había cubierto su cuerpo le había despejado un poco la mente. Se vistió y se dirigió a su despacho, la mansión estaba en silencio como era costumbre y eso le tranquilizo un poco más. Cerro la puerta tras el y tomo asiento, giro su sillón al mueble detrás de este y tecleo una serie de números sobre la consola, el seguro desistió y tomo un bolso negro de dentro. Se volvió al escritorio principal y coloco la bolsa, la abrió y saco su arma de trabajo preferida, un bello y reluciente ORSIS T-5000 rifle francotirador de uso militar ruso que había conseguido como regalo por parte de un miembro de la organización al que respetaba como su superior.
Paso su tiempo con el arma, limpiando y lubricándola para un perfecto funcionamiento. Sus manos recorrieron el arma como si de una joya se tratase y al sentirse satisfecho con su trabajo la devolvió a la bolsa y salió rumbo a su camioneta, deposito el arma en el asiento del copiloto y volvió a la casa.
De vuelta en su habitación repaso las fotos de los sitios en lo que estaría Kuroko al día siguiente y sonrió. Le agradaba sentir el poder sobre la vida de alguien en sus manos, aunque no aceptaba esa parte sangrienta de él estaba consiente que cuando el momento llegaba alguien mas tomaba su lugar. Las ganas de ver a su objetivo eliminado lo absorbían y le causaban satisfacción.
Se tumbo de nuevo sobre aquel sillón en su habitación y observo fijamente el techo «Secundaria de Teiko, Equipo de basquetbol» resonaba en su cabeza. Cerro los ojos y coloco sus manos detrás de su cabeza.
—Secundaria de Teiko —cruzo uno de sus pies sobre el otro— se supone que yo estudié en ese lugar, fui su capitán en el equipo, Kuroko Tetsuya también fue parte del equipo…
El reloj digital sobre su cómoda marcaba las 2:30 am y pese a que su cabeza era un lio decidió encerrarse en ese lugar donde el tenía absoluto control.
—Así que recurres a mí, debes estar completamente desesperado —sonaba burlesca la voz de aquella persona al fondo de la habitación.
—No estoy recurriendo a ti, solamente necesito la libertad que obtengo al venir aquí —decía mientras se tumbaba en una de las esquinas de la habitación, la otra persona que le acompañaba tomo su lugar al lado de este y ambas personalidades quedaron reveladas.
Akashi Seijūrō, el emperador tenia una doble personalidad sanguinaria y fríamente calculadora, la cual había estado presente controlando sus acciones después de aquel accidente que había sufrido 4 años atrás.
—Así que dudas de tu decisión sobre llevar a cabo tu misión, ¡Ha! Eres mal débil de lo que puedo aceptar, pero tranquilo, sabes bien que soy yo quien lo matara — susurro mientras sonreía.
—Por que eres tan molesto —le replicaba— vengo aquí para huir de mis estúpidos pensamientos y estas que solo sabes joder.
—Disculpe su majestad —mientras hacia la reverencia— no era mi intención molestarle.
Ambos permanecieron en silencio por el resto de la noche. El reloj marcaba las 7 am y Akashi se levantaba de golpe del sillón.
—Creo que llego el momento de ponerle fin a esta situación —decía para si mismo mientras cambia su roba por unos pantalones negros a juego con un jersey del mismo color, botas y guantes.
Tomo el móvil que estaba en su mesa, observo la hora por ultima vez y lo apago. La familia de Kuruko llegaba en el primer vuelo de la mañana y el estaría libre por la mañana debido a eso, su plan inicial había sido llevar a cabo el asalto en el trayecto de alguna de las comidas que tenia agendadas con socios de su empresa a lo largo del día, pero la visita inesperada de su madre le parecía completamente atinada pues le daba puerta de entrada a un objetivo completamente expuesto y con fácil acceso.
Llego a su camioneta y partió rumbo a la mansión. Había estudiado los terrenos aledaños a la mansión y tenia el punto perfecto para posicionarse. Entro en el terreno de la mansión del frente, y subió a una de las habitaciones de la casa de visitas, el punto mas perfecto para llevar a cabo el tiro, la visión que tenia de la entrada principal y de la puerta de la mansión era limpia, un tiro de 800 m era una acción muy sencilla de realizar, había realizado tiros de mas de 1000 m y no había fallado ninguno. Tomo posición en aquella ventana y espero pacientemente a que su objetivo apareciera.
Observo su reloj, marcaban las 9 am y según sus pronósticos era la hora en que llegarían las camionetas con la familia y entre ellos el objetivo.
El portón de la mansión se abrió y un par de camionetas entraron deteniéndose en la entrada, era momento de trabajar. Cerro los ojos y al abrirlos de nuevo una de sus orbes dejaba ver un hermoso color dorado, el emperador sanguinario había entrado al juego. Sonrió, era genial estar fuera de aquel lugar en algunas ocasiones y sobre todo si era para realizar aquello que tanto le gustaba, asesinar.
«Veamos, veamos, veamos, que tenemos por aquí» Las puertas de las camionetas se abrieron, las personas del servicio se acercaron para ayudar a llevar las maletas dentro de casa. Como había supuesto, todos estaban completamente relajados, estaban en casa. «Vaya que la gente es ingenua al creer que el hogar es el lugar más seguro que existe, me molesta demasiado» La gente descendía de las camionetas, la madre estaba fuera recibiendo los saludos de sus empleados, Kuroko apareció frente a su mira un dolor punzante en su pecho de desconcentro, pero rápidamente recobro su posición este era el momento y sin previo aviso un mocoso había saltado a los brazos peli celeste. «Maldita sea con los mocosos»
La cabellera del menor era roja, por lo que observaba podía calcular en cuanto a la estatura del niño tenia como mucho 4 años de edad. Otros brazos se aferraron al cuello del peliazul, otro pequeño de melena azul hacia acto de presencia en escena y Akashi comenzaba a desesperar, aquellos pequeños estorbaban y comenzaba a sentirse un poco asfixiado «¿Nervios? ¿Qué carajos pasa contigo?»
Los pequeños estaban completamente aferrados a Kuroko, sonreían y eso estaba cabreando de sobre manera al emperador quien estaba luchando con un raro sentimiento de ansiedad y nostalgia ante aquella escena.
Los pequeños se mantenían aferrados a los brazos de Kuroko, Akashi había tomado la decisión de realizar el disparo sin importar que aquellos pequeños siguieran en sus brazos pues quería terminar cuanto antes con aquel problema.
Afianzo el agarre de su rifle y se preparó, controlo su respiración y cuando estaba por realizar el disparo las lagrima empañaron su vista, comenzaron a rodar por sus mejillas de manera incontrolada. Sus orbes volvían a ser de color rojo en ambos lados y de la nada alguien había colocado un arma sobre su cabeza.
Cuando su dedo estaba por presionar el gatillo aquellos 2 pequeños habían girado su vista en dirección a él como si supieran que los observaba. Fue cuando se percató de los detalles que antes no podía. Los pequeños eran gemelos, uno de ellos tenia la melena roja junto con un mechón de cabello azul, heterocromía completa mostrando un orbe dorado y uno azul. El otro gemelo tenia el cabello azul con un mechón en color rojo y compartía heterocromía completa con su hermano, un orbe azul y uno rojo.
—Perdóname Akashi, pero no puedo dejar que lo hagas —sentenciaba una voz que reconoció de inmediato y de después de un fuerte dolor todo se torno obscuro.