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Contando a mis ex por Aranel Poli

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Notas del capitulo:

Tenemos más problemas con Mu y su hermosa y larga lista...

La lista de los hombres con los que había dormido era algo larga, aunque no podía recordar a todos. Colocó al inicio un par de nombres en su lista, sus más grandes amores y decepciones.

Al llegar a su casa siguió con esa estúpida lista, la cual cada vez se hacía más grande, aunque el nombre que encabezaba aquello era el de su primer amor y a quien no olvidaba.

Se bañó y se colocó algo casual pero elegante, una camisa azul con un blazer café. Esa noche era la cena de ensayo de Kiki y Genbu, un chico pelirrojo con el que llevaba años saliendo y ahora era su prometido. Los adoraba, pero odiaba ir a la casa de su padre.

Shion, su padre, se había casado con Dohko y los tuvo a él y a su hermano para después divorciarse teniendo muchas conquistas, pero nada serio. Todo eso le había ocasionado un carácter ácido, ansioso y perfeccionista.

Entró tratando de no encontrarse con él o con alguno de sus familiares molestos. Eólo quería ver a su hermano y a Genbu, felicitarlos y convencerlos de salir de ahí, pero eso no funcionó.

-Al fin apareces, Mu.

-Hola, papá- saludó viendo a su padre caminar hacia él, quien lo tomó entre sus brazos en un abrazo fuerte para después mirarlo de arriba abajo.

-Mu, cariño.

-Lo siento, papá, el tren se retrasó- sonrió negando- Luces bien.

-¿Dónde está Shura?- preguntó el mayor tocándole el cabello, inspeccionando su ropa y girando a su alrededor.

-Tenía un viaje de negocios.

-Qué mal, tenía muchas ganas de conocerlo, pero ya será en otra ocasión, y Mu, ¿Por qué no usaste la camisa que te regalé?

-Ésta es la camisa que me regalaste- y ahí iba de nuevo, a ofenderlo.

-¿En serio? Lucía tan diferente en el maniquí- Mu le sonrió incómodo, no podía seguir ahí.

-¿Kiki está arriba?

-Sí, está destrozado.

-Bien, iré a alegrarle el día.

-De acuerdo, por cierto, tu primo Mime está aquí- finalizó Shion dándose la vuelta, y enseguida el rostro de Mu palideció para después darse una enorme patada mental

-¡Es mi primo político, ni siquiera somos familia!- gritó subiendo las escaleras y sacando su celular para anotar el nombre de Mime en la lista.

Llegó al cuarto de Kiki, quien estaba abotonándose la camisa frente al espejo con el rostro angustiado. El menor de los hermanos era dramático, pero ésta vez tenía una razón.

-Qué bueno que llegaste, papá se ha comportado como un loco desde que los padres de Genbu llegaron. No puede creer que su matrimonio haya terminado antes que el de ellos.

-Por algo no funcionó- soltó Mu alzándose de hombros- Papá llegará pronto, quizá así logre dirigir su odio hacia alguien más.

-Papá no vendrá, no me dejó invitarlo.

-¿Qué? Debe estar aquí, ¿Al menos lo invitarás a la boda?

-No lo sé- Mu resopló sentándose en la cama de su hermano mirando por la ventana y recordando algo de pronto.

-Oye, ¿Cómo se llamaba el loco de las marionetas?

-¿El vecino que estaba obsesionado conmigo?- el mayor asintió- Minos Yárna.

-¡Claro! Minos, gracias- exclamó sacando de nuevo su celular y anotando su nombre en la lista.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó mirando a su hermano escribiendo en su celular. El pelilila se alzó restándole importancia.

-Nada, sólo notas para mi discurso del brindis.

-Habla menos de tres minutos, ¿Vamos?- sonrió Kiki colocándose un saco gris mientras el pelilila le sonreía de lado.

-Adelántate, bajaré en un par de minutos.

-De acuerdo, no tardes- dijo Kiki girándose para salir de la habitación dejando a Mu solo con sus pensamientos. Estaba absorto pensando en los nombres que tenía en su agenda y los dos nuevos integrantes, los cuales daban… 19 personas.

-¿Qué? diablos- susurró notando aquel enorme número, 10 era poco, pero 19 era un exceso.

Ni siquiera notó cuando tomó la botella de champaña que estaba en la habitación de Kiki. Poco después bajaba las escaleras con la botella casi vacía y una sensación de bienestar, placer y mareo. Era perfecto porque estaba por dar su maravilloso discurso.

-Hola, Mime- saludó sonriéndole a su primo, quien estaba platicando con un lindo chico de cabello castaño.

-Hola, Mu.

-Ten cuidado, es algo brusco con los pezones- sonrió el pelilila al castaño, quien lo miró sin creer lo que estaba escuchando.

Siguió caminando mirando a todos los invitados bebiendo de la botella de vez en vez, hasta que llegó a la sala, en donde su padre ya estaba comenzando a hablar.

-Como ya saben, en esta familia tenemos la costumbre de dar discursos, y quien mejor que el hermano mayor de Kiki, nuestro dulce Mu.

El pelilila torció el gesto en cuanto escuchó a su padre decir su nombre. Sonrió forzadamente yendo hasta el centro donde todos sus demás familiares y los de Genbu lo miraban esperando sus palabras.

Aunque esperaban algo hermoso de Mu, no de un Mu ebrio.

-Cuando Kiki me dijo que estaba saliendo con Genbu, no podía creerlo, dije ¿Genbu Baransu? ¿El tonto con el que saliste en preparatoria? Porque era el más perdedor de la escuela, incluso peor que “Cara de gusano” ¿Recuerdas a ese tipo?- sonreía mientras Kiki y Genbu lo miraban extrañados, en cambio, unas gemelas amigas de Kiki estaban aguantándose las carcajadas y además lo estaban filmando. -¿Saben por qué terminó Genbu con mi hermano? porque lo engañó con su mejor amigo. Harbinger, ponte de pie, cariño.

El chico que Mu nombraba se puso de pie mirando a todos con una apenada sonrisa. No era un secreto lo que el pelilila decía, pero era incómodo decirlo en ese momento.

-Pero, cuando Genbu vio a Kiki en la reunión de ex alumnos, se dio cuenta del gran error que había cometido, no te ofendas Harb- el mencionado le hizo una seña con el dedo medio- Y ahora Genbu es una increíble persona, jamás pensaría que es la misma persona, y Kiki es una mejor persona junto a él. Me hubiese gustado estar en mi reunión de preparatoria, pero todos eran unos imbéciles… ahora ¡Por Kiki y Genbu!

Gritó brindado y levantando la botella que llevaba para después dejarla caer al suelo haciendo que se hiciera cientos de añicos… y que los demás lo miraran como si estuviese demente.

Notas finales:

Besos inmensos!


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