Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El sol volverá a brillar sobre nosotros. por javithabadeer

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Imaginar que podría ser padre le llenaba el pecho, siempre lo había anhelado, el tener algún día una descendencia, su heredero al trono y a quien le enseñaría todo sus conocimientos sobre el mundo. Claro que jamás había esperado que la madre de su criatura fuera el príncipe de los gigantes de hielo, pero ahora cuando lo pensaba, después de darse cuenta la maravillosa criatura que era, lo deseaba con mayor énfasis. No mentía cuando decía que le gustaba lo exótico, su hijo sería lo que uniría a dos reinos poderosos y muy distintos.

—Todos los que sean posibles.—Respondió Thor sonriendo.

El césped estaba crecido, el verde se esparcía por el suelo por todo el lugar. Desde él nacían los majestuosos troncos de los árboles de la sabiduría, la madera era tan vieja como la tierra, habían visto al reino construirse en sus inicios, las guerras y las verdades sin decorar por quienes las cuentan. La brisa era suave, mecía levemente las copas de los árboles provocando un murmullo entre ellas, se sumo el sonido de los insectos con su melodía sinfónica digno de ser escuchado por los mismos dioses. Las luciérnagas no tardaron en aparecer, el cielo estaba totalmente lleno de estrellas y las luces que nacían del césped parecían ser estrellas caídas. Sintió como Loki ponía aquella flor sobre su oreja, sus largos cabellos rubios se enroscaban y esparcían sobre la hierba, como finas hebras de oro.

—Puedes llamarme como tu más desees. —Dijo con suavidad y así se acercó apoyándose de su codo. Besó sus labios cautivado por estos. —Amo todo, —Subió su mano y con ella acarició el rostro del otro usando la yema de sus dedos. —Su bondad, lo fuerte que son, nuestras costumbres... no cambiaría nada, aunque ahora que nos casaremos, tendremos que cambiar muchas cosas para unir a nuestros pueblos.

Pensaba en aquello cuando de la nada escuchó sonidos provenientes de los arbustos detrás de él. Se volteó encontrando así que caía al suelo Telonyos, quien probablemente había perdido el equilibrio al intentar espiarlos. Alzó una ceja sorprendido, se levantó de donde estaba y así lo alzó del suelo agarrando su ropa desde la espalda. El menor sabía que no estaba bien espiar, por lo que mantuvo la mirada baja esperando un regaño.

—Ya sé, ya sé. —Comenzó este. —E-es que estaba leyendo sobre tu esposa y descubrí que puede hacer magia... ¡Por favor enséñeme a hacer magia! —Pidió este mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Miró al príncipe mientras entrelazaba sus dedos contra su pecho. 

—Telo. —Llamó este. Lo alzó del suelo apoyándolo en el costado de su cadera. —No llores, no necesitas espiarnos para preguntarlo. Podías haberlo pedido después.

—Lo sé... pero no podía pensar en otra cosa más que en eso... —Respondió y con ello abrazó su cuello ocultando su rostro.

Miró a Loki quien se había alzado del suelo sorprendido, pero sonrió ante el menor, sin dudas algunas este tenía un encanto hacia los menores. 

—Te haré el mejor hechicero de estas tierras.—Anunció el príncipe de Jotunheim con amabilidad. 

El menor lo miró sorprendido y sonrió agradecido, la mano azul del príncipe acarició con suavidad la mejilla empapada del menor. Con un gesto suave pidió cargar al infante, Telonyos pasó a los brazos del otro y así caminaron juntos. Atravesaron el largo puente de cristal hacia la glorieta, mientras avanzaban, Loki le comentaba los tipos de hechizos que podía enseñarle a realizar. Thor sonreía complacido, imaginar a su hijo siendo cargado y llevado por su futuro esposo le llenaba el corazón. Continuaron caminando atravesando así el último puente de cristal que los conectaba con el jardín principal hacia el palacio. Ingresaron por los pasillos al castillo, los sirvientes que habían estado espiando corrían buscando evitar ser vistos por sus príncipes  y otros sólo bajaban la mirada intentado parecer simples muebles de decoración. Todo el mundo parecía actuar extraño y estaba seguro que era por el hecho de que la futura reina de Asgard sería un gigante de hielo. Al llegar al pasillos de los dormitorios Loki le entregó el menor, se despidió dando las buenas noches y así se alejó con el tintineo de las joyas que llevaba puestas. Se quedó de pie observando los detalles de su espalda bien formada, las lineas que cruzaban su dermis azul creando un hermoso laberinto el cual quería explorar. Cuando ya no pudo verlo se encaminó a la habitación de Telonyus, este había caído rendido ante la emoción de saber que aprendería magia. Ingresó en la habitación, las antorchas estaban encendidas permitiéndole ver el lugar. Depositó al menor sobre el lecho, le quitó las botas que llevaba y así lo tapó con las pieles. Sólo esperaba que Hela no hiciera drama al enterarse que su hijo no quería ser un guerrero como ella ni su padre... eso sí sería una noticia mala para ellos. 

 

Terminaba de pasar el peine de oro por sus cabellos rubios y rizados, estaba de pie mientras miraba su reino desde la ventana de su habitación. Tenía puesto un largo camisón blanco que llevaba hasta sus tobillos, la seda era suave y cálida, así como refrescante en las noches de calor. Se volteó para mirar a su esposo, Odín terminaba de quitarse su traje para poder descansar de su título como rey de Asgard, para ser un simple hombre que va a descansar. Volvió a darle la espalda, seguía molesta por su decisión, no le había consultado, así como tampoco le había consultado la de Hela. 

—Mujer, ¿Sigues molesta? —Preguntó este mientras se recostaba en la cama. 

—Odín el mentiroso deberían llamarte.—Respondió con una voz calmada.

—¿Qué? Oh vamos, sé que prometí no hacerlo de nuevo, pero era necesario. 

—No, no era necesario. Ahora nuestro hijo se verá obligado a desposar a un ser al cual hemos combatido por generaciones. ¿Crees que nuestro pueblo solo aceptará la idea de compartir lo que tiene con aquellos que juraron odiar? 

—Pues nunca dije que compartiríamos nada. La idea de que Thor asuma como rey es obtener poder sobre Jotunheim, podremos hacer y deshacer a nuestro gusto si Thor logra someter a ese príncipe. 

—Thor no sería capaz de hacer algo así.—Respondió molesta ante aquel pensamiento. 

—Thor es un guerrero, ¡Hará eso y mucho más! Ya lo verás, nuestro hijo controlará ambos reinos, someterá a los gigantes de hielo sin tener que luchar, bastará con que lo ordene y ellos deberán cumplir.  

—Yo no críe a un hijo mio así. Si los Dioses nos castigan por tus deseos codiciosos te haré saberlo incluso luego de haber muerto. ¿Has escuchado Odín?

—Fuerte y claro mujer, ahora ven a acostarte que no crecerás más por estar de pie. 

—No busques ofenderme, porque soy quien reina tus pesadillas, amado mio. —Amenazó esta mientras se sentaba sobre la cama. Depositó la peineta sobre el enser junto al lecho y así se recostó tapando su cuerpo con las manta de piel.

No pasó mucho tiempo para que escuchara la tos infernal que siempre aparecía a la hora de dormir, la saludo de su amado esposo decaía cada vez más. La edad era un factor que los tenía al borde del abismo, así como las enfermedades. Sólo rogaba tener unos años más de marido, para poder ambos ver a sus nietos crecer, que ellos recuerden a sus abuelos y sepan de donde han venido y hacia donde deben ir. La tos aumentó, el sonido que nacía de su pecho era desgarrador. Odín se sentó en la cama buscando respirar y descansar de aquello, preocupada se acercó abrazándolo desde atrás. Se sentía tan inútil al no poder ayudarlo con su sufrimiento interno, cada noche rezaba a los Dioses para que no se lo llevaran tan pronto. Cuando lo pensaba, el querer que Thor fuera rey de Jotunheim les permitía eliminar guerras y eso era muy bueno, su gente estaría bien, Thor estaría a salvo de tener que luchar por sus tierras. Comenzarían a vivir sin el temor latente de perder un rey o heredero. Alzó su mano, tomó su mejilla y luego besó su sien derecha con tersura.

—Estoy contigo, así que no temas. —Pidió ella.

—No le tuve miedo... a un ejercito de gigantes de hielo. No le tendré miedo a esta fastidiosa tos. —Respondió Odín con dificultad. 

—Te amo. —Dijo sabiendo que tenía miedo. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).