Después de celebrar la próxima llegada de dos lindos bebés al mundo y de varias rutas por todo Tokyo y alrededores, las señoras Isaka y Asahina decidieron que lo mejor sería celebrar la boda de sus hijos en uno de los salones del hotel Teito, cerca del piso donde vivían los futuros esposos... Y del hospital, por si surgía algún contratiempo.
También buscaron a una persona que oficiara el matrimonio... Debía ser alguien joven, con la mente abierta y sin prejuicios. Y como no encontraron a nadie así, tuvieron que acudir a su último recurso. *
Aunque la boda fuera por lo civil, se necesitaban padrinos, que serían el señor Isaka y la señora Asahina. Todo parecía recrear las bodas tradicionales... Pero Ryu se negaba rotundamente a usar vestido.
-¡Qué vestido ni que ocho cuartos! ¡Que soy un hombre de treintaytantos y estoy embarazado! ¿Es que quieres que pierda a mis bebés del susto? -Con eso convenció totalmente a su madre. -Está bien hijo, pero usarás un frac en colores claros... -Lo miró de arriba a abajo. -Está claro que no te casarás de blanco. También debemos pensar en la medida...
Kaoru no tenía esos problemas. Él compró simplemente el típico traje de novio, al ser alto y con buen físico cualquier traje le quedaba bien. El único extra que se permitió fue el color de la corbata.
Y una vez resueltos estos problemillas, llegó el momento de pensar en los invitados. Y consecuentemente, en las invitaciones de boda.
Además de los familiares, había que invitar a los amigos de los novios y de las familias, entre los que se contaban los Usami y los Onodera, o sea, los amos y señores del universo.
Por todo ello, tuvieron que empezar a repartir invitaciones de boda en Marukawa... Vamos con los principales departamentos.
-En el departamento de literatura-
-Aikawa-san... Tenemos el honor de entregarle esta invitación para nuestra próxima boda que se celebrará el día X del mes X en el salón verde del hotel Teito...
-¡Kyaaa! -Aikawa estaba revolucionada y sangraba por la nariz. -¡Son a-man-tes! Ahhh... -Dandose cuenta del estado de Ryuichiro. -No me diga... ¡Isaka-san está esperando un bebé! ME VOY A CONTARLO A ZAFIRO ¡KYAAAA! -No pudieron detenerla...
-Creo que henos cometido un error, Kaoru.
-Uno de tantos... Pues cuando se entere de que vienen gemelos se nos muere aquí mismo.
-Uy no, qué lío.
-En Japun-
-¡Chibi-tan! Toma, una invitación para nuestra boda, y otra para Usami-sensei. Se la das esta noche... Aunque igual pasaremos a molestar un rato. -Isaka le sonreía al pobre Misaki que se hallaba aturdido ante tanta incontinencia verbal.
-Lo que Ryuichiro-sama quiere decir, es que tanto tú como tu pareja Usami-sensei estáis invitados a nuestra boda, que se celebrará el día X del mes X...
-¡¿¡¿CÓMO?!?! ¿Que este niño es la pareja de Usami Akihiko? -Como siempre, las editoras de Zafiro andaban al acecho. -¡Kyaaa!
-¡Oigan! ¡Derrames nasales en sus casas, que luego la sangre cuesta mucho de limpiar! -Decía Isaka. -Ah, Kirishima-san, esta invitación es para usted... Puede llevar un acompañante, si quiere. Kirishima sonreía embobado sólo de imaginarse asistir a esa boda junto a cierto oso gruñón, u osito cariñosito.
Mientras tanto, Takahashi Misaki de 22 años, lamentaba su suerte y rezaba mentalmente para que su hermano lo sacara de aquella pesadilla.
-En el departamento de ventas-
-¡Yokozawa-san! Tome, esto es para usted... Como representante de ventas, está invitado a nuestra boda...
-¿Cómo? ¿Al fin deciden casarse?
-Sí... Nos casamos el día X del mes X en el hotel Teito... Puede llevar un acompañante, si quiere.
-Qué remedio. Habrá que ir. -Dijo el oso gruñón, pensando involuntariamente en el editor en jefe de manga shonen.
-Kaoru, ¿tú crees que el oso gruñón de Marukawa vendrá acompañado a nuestra boda?
-A veces la vida te sorprende...
-En Emerald-
-¡Takano! ¡Esto es un caos, como siempre! -Ryu entró muy contento en el departamento de las doncellas, o campo de batalla.
-Isaka-san, ¿qué quiere ahora? ¿Por qué no se va a molestar a otro sitio? -Contestó un Takano de lo más simpático y amable, como siempre.
-No le hables así a tu jefe... Te lo voy a dejar pasar porque hemos venido a ¡Repartir invitaciones a mi boda! Me caso con Asah... Kaoru el dia X del mes X en el hotel Teito... -A los integrantes de Emerald se les desintegró el cerebro. Asahina, mientras, iba repartiendo las invitaciones.
-Esta para usted, Takano-san. Esta es para Hatori-san... Esta para Mino... Esta para Kisa, y esta para Onodera.
-¿Onodera...? ¡Nanahikari! Mañana voy a ir a casa de tus padres a entregar las invitaciones. Lleva un buen acompañante a mi boda, ¿eh? -Le dijo Isaka a un Ritsu que se iba sonrojando por momentos.
-Irá conmigo. -Dijo Takano sin mover un pelo. Todo el mundo se quedó en silencio. -Vaya, no me iréis a decir que no lo sabíais. -Todos asintieron con la cabeza.
-Qué bien lo van a pasar tus padres en la boda, nanahikari. Te deseo suerte. Ah, los demás, también podéis llevar parejas. -Isaka y Asahina siguieron su ruta, mientras Ritsu se debatía entre tres pensamientos.
"¡Esto no es amor! ¡Definitivamente no es amor!"
"Quiero renunciar a este trabajo"
"Quiero arañar la espalda de Takano... Digo, pegarle en la espalda..."
Por la noche Ryu y Kaoru hicieron lo que habían dicho y fueron al piso donde vivía Usami Akihiko a molestarlo, y cómo no, lo encontraron a punto de llevarse a Misaki a su habitación.
-¡Usami-sensei! Deje de intentar comerse a Chibi-tan, que venimos a darle algo.
-¿Qué quieren? Isaka, no te tiro por la ventana porque está aquí tu guardaespaldas, así que hazlo rápido.
-Ah, ¿que Chibi-tan no te entregó la invitación a nuestra boda?
-Iba a hacerlo, pero...
-Pues nada, que nos vamos a casar el día X del mes X en el hotel Teito.
-¿Por qué tan pronto? -Usagi seguía con su actitud.
-Porque... ¡Estoy embarazado! Y vienen gemelos...
-...
-¡Enhorabuena! Espero que todo vaya bien. -Misaki intentó compensar la simpatía y el encanto natural de los que hacía gala Usagi en estos instantes.
-Akihiko... ¿No nos das la enhorabuena, por lo menos?
-No... Mejor os doy el pésame. Ahora, ¡LARGO DE AQUÍ!
Ryu y Kaoru se dirigían a su casa, al día siguiente irían a Editorial Onodera a hablar con los dueños, hoy ya habían tenido suficiente.
-Ay... Kaoru, Akihiko de verdad tiene mal carácter. No sé como puede aguantarlo Chibi-tan, en serio lo admiro.
-Deberías admirarme más a mí, por aguantarte a ti.
-Y lo que te queda, Kaoru. Qué cosas más bonitas me dices.
-Es que en el fondo... Te quiero, Ryu. Y también quiero a nuestros bebés. Ahora, a dormir. -Dijo Kaoru como si hablase con un niño pequeño.
Al día siguiente, se levantaron y, después de ducharse y desayunar correctamente, se fueron hacia la Editorial Onodera, al despacho del presidente, que los esperaba junto a su mujer.
-Buenos días, señores Onodera... Venimos porque tenemos algo que decirles...
-Ustedes dirán. -Habló el señor Onodera, que era una versión adulta de Ritsu.
-Bueno, venimos a entregarles una invitación para nuestra boda...
-Ah, ¿se casan? Por fin... Estaba cansado de oír hablar a tu padre sobre ese asunto.
-Bueno... La boda se celebrará el día X del mes X... -Dijo Ryu mientras Kaoru entregaba un par de invitaciones.
-Supongo que también habrán invitado a Ritsu -Dijo la señora Onodera.
-Sí, ayer le entregamos su invitación.
-¿Puede decirme si llevará pareja? Es que rompió definitivamente su compromiso, y nunca nos visita... Y al ver que ustedes dos se van a casar... -La señora Onodera se había acelerado y su marido tuvo que calmarla.
-Tranquila, mujer, deja al chico en paz. Ritsu sabe lo que hace, y lleve o no lleve acompañante yo lo apoyaré porque es mi deber como padre.
-Me consta que su hijo asistirá acompañado de alguien, y les va a sorprender. O tal vez no tanto. -Soltó Ryuichiro antes de irse. Los señores Onodera se miraban extrañados.
-Bueno, gracias por su tiempo... Tenemos que irnos. -Decía Asahina para evitar que Isaka siguiera a lo suyo.
Mientras tanto en la mente de la señora Onodera había un único pensamiento:
"¿A quién llevará de acompañante Ritsu?"
En aquel momento, los Onodera no sabían lo bien que lo llegarían a pasar en la boda.
Ryu y Kaoru, mientras tanto, llegaron a su última parada, la mansión donde vivía el mafioso todopoderoso, digo, Usami Fuyuhiko. Los atendió Tanaka, tan servicial como siempre.
-Buenos días, Ryuichiro-sama, Kaoru-sama. ¿Qué se les ofrece?
-Hola, Sebastián. Venimos a ver a Usami Fuyuhiko-sama y a Haruhiko.
-Están en el despacho. Y es Tanaka, señor.
-Ryu, hablas como Chibi-tan.
-Y tú hablas como yo. Todo lo malo se pega.
La pareja de enamorados entró en el despacho y encontró a los dos señores Usami ocupados en sus negocios. Haruhiko levantó la vista enseguida.
-¿Qué haces aquí, Ryuichiro?
-¡Vengo a invitarte a nuestra boda! Y a usted también, Usami-sama.
-¿Cuándo será? -Preguntó Fuyuhiko.
-Dentro de poco... Es que ¡estoy embarazado!
-De gemelos, por eso las prisas. -Puntualizó Kaoru.
-Kaoru, te acompaño en el sentimiento. -Masculló Haruhiko.
-Ah, ¿sabes que tu hermano me dijo algo parecido? No cabe duda de que sois familia.
-¿Vendrá Akihiko?
-Sí... Y con Chibi-tan, me consta que es muy querido por ustedes, los Usami. -Dijo un Ryu muy sonriente. -Aquí tienen las invitaciones... Nos tenemos que ir. -Y se marcharon sin mirar atrás.
-Ryu, en serio te gusta ver el mundo arder.
-Kaoru, déjame divertirme. Después de la que me espera con los dos bebés tengo derecho a esto...
-Pues también tienes razón, Ryu. -Dijo Kaoru mientras se iban al trabajo.