30 semanas de embarazo, me siento hinchado, preparación al parto y demás...
En las semanas posteriores a la boda de Ryu y Kaoru, fue como si el embarazo se hiciera presente de un día para otro. De no tener más que las típicas molestias, Ryu pasó a sentirse fatal, hinchado y estresado. A veces sin poder levantarse de la cama. Cuando cumplió las 30 semanas, tenía cita con el médico, se haría la ecografía correspondiente y seguramente su médico le daría algunos consejos para sobrellevarlo.
Los futuros papis se dirigieron a la consulta, allí les esperaba un sonriente y ojeroso doctor Kusama, que había sido padre hacía poco tiempo pero ya se había terminado su permiso de paternidad.
-Buenos días, ¿cómo ha ido todo?
-Hola doctor. Estaba bien hasta hace poco. Ahora me siento hinchado, sobre todo las piernas y pies. Y estos dos que llevo dentro como mínimo me van a salir futbolistas, ¡no paran de moverse! Y lo hacen por la noche, cuando estoy a punto de dormirme.
-Ryu... Eso es un ensayo. Cuando nazcan te van a dejar dormir aún menos. -Dijo Kaoru como quien no quiere la cosa, ganándose una risita de Nowaki y una mirada asesina de Ryuichiro.
-Isaka-san, esos síntomas son muy normales en esta etapa del embarazo. Como ya sabrá, entre la semana 30 y 34 de embarazo se realiza un ultrasonido, con la finalidad de ver si el bebé o los bebés se han encajado, su talla, su peso y si es conveniente una cesárea. En todo caso, ya sabe lo que tiene que hacer. Le mostraré a sus bebés y luego se lo explicaré todo con calma. -Decía el doctor.
Ryu, obediente, ya sabía el procedimiento, y enseguida estaba desnudo, el vientre al aire y las piernas cubiertas.
El doctor Nowaki se dispuso a realizar el ultrasonido y pronto los dos fetos aparecieron en la pantalla.
-Miren, al ser dos y usted ser un hombre, tienen una talla y un peso un poco más pequeños de lo normal, pero eso en principio no tiene por qué preocuparnos. Ahora podremos ver con más claridad que son niño y niña... Ya que al niño le han descendido los testículos... Vamos a oír los latidos... -La consulta se quedó en silencio unos instantes y sólo se podía percibir un golpeteo rítmico. -Bueno, parece que todo está bien. Vístase y hablaremos más.
Ryu se vistió y junto a Kaoru se sentaron enfrente del doctor Nowaki.
-Lo que tengo que decirles es importante. Ustedes saben que, en el embarazo masculino, el canal de parto tiene unas características un poco diferentes al de la mujer. Esto significa que es muy posible que, al tratarse de gemelos, tengamos que programar una cesárea a partir de la semana 36. Aunque los bebés parece que ya están encajados, el parto múltiple de forma natural podría afectar a otros órganos de su cuerpo. No lo sabremos hasta la semana 36.
-Y entonces, ¿qué haremos?
-Van a tener cita conmigo todas las semanas. Y en la 34 haremos otra ecografía, entonces decidiremos si programamos la cesárea, y para cuándo. Ahora lo que le recomiendo a usted, Isaka-san, es que descanse. Sobre todo que no se estrese. Le iría bien practicar ejercicios de relajación, como por ejemplo yoga. Hay cursillos especiales de yoga para embarazadas. O si lo prefiere, puede acudir a las clases de preparación al parto que se dan en este mismo hospital. Son muy útiles, además de preparar a las mujeres (y algún hombre) para el parto, se enseñan cosas prácticas, cómo cambiar pañales, preparar biberones, hay una clase especial dedicada a la lactancia materna...
-¿Dónde tenemos que ir?
-En este mismo piso, al fondo a la derecha, está la consulta de las matronas. Vayan allí y pregunten.
Kaoru y Ryu se dirigieron allí. A pesar de haber leído libros sobre crianza, asistir a las clases sería interesante, o perturbador.
Los atendió una matrona joven y sonriente.
-Buenos días. ¿Vienen a las clases pre parto?
-Sí, nos lo recomienda el doctor Kusama. -A la jovencita le brillaron los ojos. Normal, con ese doctor quién no trabajaría a gusto.
-¿Su nombre, por favor? -Dijo la chica dirigiéndose a Ryu, sin alterarse en lo mas mínimo por que fuera un hombre.
-Isaka Ryuichiro. 30 semanas, gemelos.
-Bien, tranquilícense, no es el único hombre que ha pasado por aquí, han habido más. De hecho, hay uno en mis clases ahora mismo... Es que empezamos en 10 minutos y han llegado justo a tiempo. ¡Vengan conmigo!
La joven matrona los condujo a una gran sala llena de diversos aparatos. Había una pantalla al frente, una mesa con un ordenador y unas cuantas sillas y mesas agrupadas enfrente, casi todas ocupadas por mujeres, solas o acompañadas, salvo un joven rubio de ojos grises, acompañado de otro hombre moreno más o menos de la edad de Kaoru, con cara de circunstancias (atención a esta pareja). Ryu se sentó en la primera que vio libre, y Kaoru a su lado, que intentó animarlo.
-Recuerda que estoy contigo en esto.
Al estar cerca del otro chico embarazado, éste los oyó y le dio un codazo a su acompañante.
-¡Deberías tomar ejemplo! -Mientras tanto la matrona
-Buenos días a todos, yo soy Natsumi y soy la matrona que os dará las clases pre parto. Empezaremos con algo importante. Debido al auge del parto natural en todos los sentidos, y a algunos problemas que ha habido en la aplicación de la anestesia epidural, ahora a las embarazadas (y embarazados) se les exige firmar un consentimiento para su aplicación. Aquí tienen sus hojas...
La mención de la epidural provocó varias reacciones. Algunas firmaron enseguida su consentimiento (incluido el joven rubio), otras, defensoras del parto natural-no medicalizado ignoraron la hoja, y nuestra parejita firmó después de leerse el consentimiento de cabo a rabo (insistencia de Asahina)
-Hoy vamos a empezar con algo sencillo: aparten las mesas y cojan una colchoneta cada una... -Así lo hicieron y pronto aquella sala estaba llena de colchonetas y gente sobre ellas. -Vamos a empezar con algunas técnicas sencillas de relajación. Túmbense en las colchonetas, respiren hondo... Dejen ir su mente... Sigan respirando hondo... Inspirar... Espirar...
Estuvieron de esta forma por diez largos minutos. Hasta que la matrona les dijo en voz más alta:
-Esto ha sido todo por hoy, señoras. Pueden retirarse y nos vemos la semana que viene a la misma hora...
En una de las colchonetas se encontraba Kaoru, un poco avergonzado, tratando de despertar a Ryu.
-Ryuichiro, ¡despierta!
-Buenos días, Kaoru... Sécame...
-¡No estamos en casa, Ryuichiro! ¡Te has dormido en las clases pre parto!
-Sí que me afectó la relajación...
-Desde luego... -Kaoru se llevó a Ryu de allí medio a rastras, aunque comprendía perfectamente su situación. Era casi lógico que se durmiese... Otras parejas estaban en la misma situación, ya que vio al hombre moreno con cara de sufridor sacudir levemente al niño al que acompañaba...
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Como dijo el doctor Nowaki, en las siguientes clases pre parto les enseñaron otras técnicas útiles, utilizando las colchonetas y un tipo de pelotas hinchables bastante grandes. También hubo tiempo para cambiar pañales, usando un muñeco, y una clase muy interesante sobre lactancia materna... A Ryu le resultaba sumamente curioso e interesante el hecho de poder crear vida, y también quería ver si podía alimentar por él mismo a sus bebés, aunque sabía que sería difícil, y a lo mejor, no por mucho tiempo.
Y así llegaron a la semana 34 y a la cita con el médico...
CONTINUARÁ...