Después de la peculiar cena entre la familia Isaka y la familia Asahina, pasaron unos días de relativa tranquilidad. Las futuras abuelas iban de ruta por los salones más lujosos de Tokyo y alrededores mientras que los futuros abuelos hacían apuestas sobre el sexo del bebé.
-¡Será niño! Te apuesto 6500 yenes (50 euros y pico)
-Yo quiero una niña...
-Bueno, en el fondo da lo mismo, nuestras esposas igual van a malcriar al bebé... Pero los 50 euros me los pagas.
Los futuros padres tenían que cumplir con todo el procedimiento de rigor en el embarazo, y más si se trataba de un embarazo masculino, y al término del primer trimestre, se fueron a ver al doctor Kusama para la ecografía correspondiente.
La enfermera, amable, guió a Ryuichiro hasta un pequeño baño al fondo de la consulta.
-Isaka-san, ya sabe cómo va esto. Entre ahí dentro y quítese el pantalón y la ropa interior...
Ryu hizo lo que le indicó la enfermera y salió del pequeño cubículo en camisa y con la parte inferior de su cuerpo cubierta por una toalla blanca.
-Recuéstese en la camilla, ponga los pies aquí... Muy bien, ahora súbase un poco la camiseta, baje la toalla... Adelante.
El doctor Kusama vertió un gel sobre el abdomen de Ryu y luego empezó a mover el aparato transductor por encima.
Kaoru, situado al lado de su pareja, miró hacia una pequeña pantalla situada arriba.
-Oh... Miren esto. -La pareja de enamorados miró hacia donde indicaba el sonriente doctor. -Parece que... Hay dos bebés.
-Dos bebés... -Isaka no podía creerlo.
-Sí, más o menos ahora miden unos 5 centímetros y pesan unos 14 gramos. Isaka-san, puede vestirse ya. Cuando salga, le diré los cuidados básicos en el embarazo de gemelos y las cosas que deben evitar.
Ryu volvió a meterse en el baño, para salir a los pocos instantes vestido correctamente. Kaoru estaba hablando con el médico, parecía que éste último le daba una lista de cosas a evitar durante el embarazo.
- Aquí tienen la foto de sus bebés, y recuerden... Hasta ahora hemos seguido el procedimiento de rigor en el embarazo femenino, pero al tratarse de un hombre, y gemelos, ahora las visitas médicas se redoblan, y las ecografías también. Aquí tiene su cita para el próximo día... ¿Tienen alguna duda?
-No puedo con los vómitos y las náuseas... Además me paso el día comiendo cosas demasiado extrañas... Y parece que estoy hibernando.
-Ah, eso es completamente normal. Le aconsejo que coma cinco veces al día, en pequeñas cantidades, y que descanse... (si supiera cómo tengo yo a mi Hiro-san) -Decía el doctor con tono amable. -Ah... Hay algo más. Como ha sobrepasado el primer trimestre y a pesar de llevar dos bebés, parece que todo está bien... Pueden volver a mantener relaciones sexuales... Pero vayan con cuidado.
-De acuerdo doctor. Muchas gracias, nos retiramos.
🐰
Llegaron a casa, y Kaoru se tuvo que ir un momento a Marukawa a solucionar unos asuntos, como la buena mano derecha de su jefe que era... Pero aún tenían algo pendiente. Ryu se quedó en casa haciéndose a la idea de que pronto tendría a dos lindos bebés en casa, muy adorables, pero no lo dejarían dormir en meses... Así que aprovechó también para dormir un rato.
Al salir de la editorial, Kaoru pasó por el supermercado para hacer la compra. Al llegar por fin al apartamento, Ryuichiro lo estaba esperando con la cena hecha.
-Estoy en casa, Ryuichiro-sama.
-Bienvenido, Asahina. Oye, deberías quitar el honorífico de mi nombre, ya que vamos a ser padres y pronto serás mi esposo.
-Entonces tú deberás llamarme por mi nombre también.
-Entendido... Kaoru.
Se sentaron a la mesa, dieron gracias por los alimentos y empezaron a cenar mientras hacían planes para la llegada de los bebés. Ryuichiro intentaba hacer caso de lo que le dijo el doctor y no comió mucho. A su vez, Asahina lo observaba impasible, pero pensando en cosas muy... Indecentes...
Al acabar de cenar, lavaron los platos y se sentaron en el sofá a ver una película. Kaoru aprovechó la oportunidad para acercarse a su amante:
-Ryuichiro-sama... Vamos a la cama.
Al llegar a la habitación, Kaoru volvió a hablar.
-Ya has sobrepasado el primer trimestre... Te dije lo que haría entonces.
-Estoy de acuerdo...
Estaban en la cama, sin dejar de besarse y acariciarse. Kaoru se detenía por momentos en el vientre de Ryu, no muy abultado aún, y lo acariciaba suavemente mientras murmuraba.
-Hola bebés... Soy papá...
Y volvía a besar a Ryu, que aceptaba gustoso. Lo besaba en el cuello y en el pecho, no estimulaba demasiado los pezones ya que en la mayoría de procesos de embarazo era molesto.
Kaoru fue más abajo y empezó a estimular el miembro de su amante con la mano. Ryu se impacientaba, pero a la vez le gustaba demasiado lo que le hacía su pareja. Ahogó un gemido cuando Kaoru pasó a atenderlo con la boca, quería que estuviera muy relajado para lo que iban a hacer, estando embarazado era una cosa básica... Y para eso debía hacerlo correrse, por lo menos una vez.
Ryu seguía gimiendo de placer. Kaoru lamía y succionaba de forma experta, desde la base a la punta del miembro y vuelta a empezar, y con la otra mano presionaba suavemente sus testículos hasta que pasó a dilatar su entrada, sin dejar de hacer movimientos con la boca.
Metió un dedo, Ryu casi no se enteró al estar su mente ocupada en otra cosa... Luego metió otro más, y otro... Y llegó hasta un punto en el interior de Ryu, que combinado con todo el placer que recibía de la boca de Kaoru, lo hizo correrse al instante.
Kaoru lo tragó todo sin inmutarse. No era la primera vez que lo hacía, y además era un líquido que provenía de su amante, así que no tenía ningún problema.
Cuando Ryu se recuperó un poco de su orgasmo, Kaoru lo sentó encima de él, en una postura adecuada para hombres embarazados. No iba a ser un acto brusco, hoy iba a hacerlo suavemente, pero sin dejar de disfrutar por ello.
A Ryu le gustaba tener el control de vez en cuando, a pesar de ser el pasivo. Y por eso, aceptó la postura sin dudarlo. Se metió lentamente el miembro de Kaoru y poco después empezaron un constante vaivén... Al cabo de unos instantes subieron un poco la velocidad y Kaoru volvió a estimular manualmente el miembro de Ryu, para asegurarse de hacerlo acabar.
Kaoru estaba en su límite, a juzgar por sus gemidos Ryu también, así que lo masturbó más rápido y acabaron casi al mismo tiempo, primero Ryu y al poco tiempo Kaoru.
Se quedaron en la cama, agotados pero felices...
-Ryuichiro, te ves agotado, deberías dormir...
-¿No eras tú el que me dijo que acabaría en silla de ruedas...?
-Lo hago por ti, necesitas descansar.
-Pues sí... Tienes razón, me ha entrado mucho sueño. -Ryu se abrazó a su pareja y se durmió en el acto. Kaoru lo miraba, pensando en lo que le esperaba a partir de ahora...