Anthony Stark el dis que pensó que lo había perdido todo tuvo un golpe de suerte.
Había decidido dejar de ser el fabuloso Ironman hacia ya un tiempo, cuando lo conoció no pudo seguir, así que ahora solo representaba la compañía.
Sentado en la cama recordaba aquella primera vez que lo vio. Un día bastante triste y desolado durante el funeral de sus padres como un rayo de luz lo vió.
Lo ignoró y sepultó a sus padres con el debido respeto. Al día siguiente notó una marca en el cuello una inicial. Pensó que el destino le estaba jugando una mala broma y que nunca sabría quién es pero se volvió a encontrar con aquella persona en una reunión de S.H.I.E.L.D.
Las cosas sucedieron bastante rápidas posterior a su encuentro, unas cuantas citas y el Capitan America, Steve Rogers se estaba mudando a la torre habían hablado sobre revelar si relación a los medios pero se acordó que no por el bien de su privacidad.
Cuando cumplieron dos años decidieron revelarle su relación a sus amigos más cercanos. Un poco después Tony le pidió matrimonio a Steve quien aceptó.
Un incidente bastante peculiar ocurrió antes de que se casaran, Tony estaba normal en el taller cuando se desmayó de dolor, no sabía que pasaba pero no podía moverse bien, durmió por varios días y se desmayaba repentinamente pero Steve estaba bien. No podía ser que le afectara el dolor de su pareja a quien sentía en peligro.
Cuando Tony estaba más fuerte tomó el valor de preguntarle a su prometido acerca de su marca. Nunca le había pasado por la mente que podía no ser él.
- Steve, quiero que me muestres tu marca-
- ¿ No confías en mi?, Porque te obsesiona tanto?- respondió molesto
- Necesito verla-
- No-
Tony bastante molesto le tomó la muñeca y la descubrió. Su nombre no estaba ahí pero tampoco estaba algún otro, había una gran mancha negra.
- Tony no necesitas obsesionarte con esto, solamente es una historia que muchas veces no ocurre. Escúchame, te amo-
- Pero..-
-Venceremos al destino, tú eres mi destino por eso no hay nada aquí. Nunca hubo nada y aunque esto esté así tú sabes que tú y solo tú tienes mi corazón. No te dejare solamente por alguien que no conozco porque un día aparece un nombre ahí-
- Lo haremos, venceremos todo para estar juntos-
Steve besó apasionadamente al moreno quien solamente se quedó dormido en sus brazos.
Así transcurrieron las semanas, los meses hasta llegar al gran día.
Hoy Tony Stark se preparaba para casarse, una vida pequeña solo con las personas más cercanas. Primero se casaría y después harán pública su relación ante los medios.
Esperando a Steve en el altar, la música sonó. Los nervios de Tony se hacían visibles esperando a su casi esposo, la sonrisa de su rostro, mentalmente imaginaba a su rubio salir por aquella puerta acompañado de su mejor amiga quien insistió en que él era el que tenía que ser entregado. Recordó la larga discusión sobre eso y sonrió aún más.
La música se dejó de escuchar, todos murmuran a espaldas de Tony y el sigue sonriendo, deja de sonreír cuando Rhodey sale con un ramo de flores en mano y se disculpa con los invitados. Los hace pasar a comer y se lleva al novio.
Tony lo mira mal y aún no entiende nada.
Lo lleva al cuarto del capitán.
- Rogers dejó el ramo junto a esto- Le entregó una carta -No lo encuentró por ningún lado, lo siento Tony-
"Hoy me llegaron noticias de que está con vida, no esperaba que eso fuera posible.mi intensión era casarme contigo pero siendo honestos quizá simpatizábamos. Pero sólo duraba un instante. Momentos después volvíamos a estar inmersos en la soledad más absoluta. "
-Steve Rogers.