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Pasión Saiyajin por Emmyllie

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Notas del fanfic:

Personajes de Akira Toriyama. Historia 100% de mi propiedad.

Notas del capitulo:

Debería estar terminando los capítulos de "Sin ti" y la segunda parte de "Un Príncipe Enamorado", pero estoy aquí... dejándome llevar por lo mucho que me inspira el VegeKaka. Admito que esto lo hago a modo de desquite, porque el fin de semana tuve el desagrado de leer unos cuantos fics desastrosos donde destrozaban (machacaban, despedazaban, arruinaban y luego pisoteaban) las personalidades de los personajes. ¿Qué dicen de un Goku soberbio y orgulloso? ¿De un Vegeta inocente y tierno? *se enfurece* No, eso se llama OOC del más puro y letal -.-

Como resultado de mi ira interna salió esto y sí, puede que esté horrendo, tenga alteración en las personalidades originales y sea el lemon más random del mundo, pero en serio necesitaba sacar de mi cabeza ese horror de historia que por idiota decidí leer XD Me siento como el indefenso gato al que mató la curiosidad (?)

Lean y díganme qué tan desastroso me quedó por favor *sonrisa nerviosa*

Vegeta caminaba a través de los pasillos de Corporación Cápsula, luciendo más ceñudo y enfadado de lo normal. Sus puños fuertemente apretados, sus labios juntos en apenas una fina línea y sus ojos entrecerrados le daban un aire aun más intimidante. Sus pasos eran firmes, al igual que su postura era orgullosa y arrogante. Un digno ejemplar de altivez saiyajin, sin duda.

Venía de estar con su ex mujer, quien era madre de su primogénito y único hijo, con quien se había pasado gran parte de la tarde discutiendo acaloradamente.

Una de las razones era que la atrevida mujer le había mostrado una serie de videos de alto calibre sexual, intentando despertar en él el bichito de la curiosidad. Se trataba de porno gay con tintes sadomasoquistas, donde el dominante sometía al pasivo ejerciendo siempre métodos estrechamente ligados al dolor. Parecían disfrutarlo ambos de igual manera, ya que lo expresavan muy bien gimiendo casi a gritos como vestias en celo.

-¿No has pensado hacerlo así con Goku?-Le preguntó con malicia, guiñándole un ojo con picardía.

-No tengo por qué responderte eso.-Alegó él, apretando los dientes.-Ya deja de ser tan metiche.

La otra razón era que Bulma quería regalarles el último modelo de casas cápsula que había diseñado su padre recientemente, para que así él y su actual pareja pudieran vivir cómodamente donde quisieran. El problema era que la peliazul se negaba rotundamente a desinstalar el GPS que traía incorporado la vivienda, alegando que ella necesitaba saber dónde estarían en caso de cualquier emergencia.

-¿Cuál es tu retorcido concepto de privacidad, mujer?-Le gruñó él, mirándola furioso.-Si crees que podrás aparecerte en nuestra casa cuando quieras, estás muy equivocada. En ese caso es mejor que Kakarotto y yo sigamos como estamos.

-¿Viviendo en esa pequeña casa en las montañas?-Se sorprendió ella, negando con la cabeza.-Eres un terco, Vegeta. Les estoy ofreciendo comodidad, seguridad y tranquilidad. ¡Apuesto que Goku sí estaría de acuerdo conmigo!

Así se había formado una intensa discusión, en la cual ninguno de los dos daba su brazo a torcer.

¿Qué clase de privacidad tendrían si la fémina podía aparecerse allí en el momento que quisiera?

Vegeta bufó, saliendo del laboratorio con sus niveles de enojo al máximo, dedicándole una mirada de odio puro antes de regresar a la habitación en que se habían quedado a dormir Goku y él después de la fiesta de cumpleaños de Trunks la noche anterior.

Usando su huella digital abrió la puerta, encontrándose una imagen muy tierna para cualquiera, pero sumamente tentadora para él. Un dormido Goku yacía abrazando cual oso de peluche una de las almohadas, cómodamente acurrucado entre las mantas de esa cama que ambos compartían. Sus negros cabellos alborotados esparcidos sobre la funda azul rey, su expresión relajada y sus labios ligeramente abiertos desde donde exhalaba suaves suspiros de vez en cuando.

Sonriendo de medio lado Vegeta cerró tras de sí, deshaciéndose de su armadura camino al lecho. Apartó con cuidado las sábanas y frazadas y observó la desnudez del saiyajin menor, provocándole un DELICIOSO estremecimiento de anticipación por todo el cuerpo. Ágilmente se posicionó sobre él, abriéndole las piernas y colándose entre ellas de rodillas sobre el colchón. Previamente habiéndose deshecho de sus botas y ambas partes de su spandex, paseó sus palmas abiertas por los costados de ese cuerpo de piel pálida y apetecible, logrando arrancarle suaves suspiros aun entre sueños. Una sonrisa complacida se dibujó en esos labios adictivos que le fascinaba dejar rojos e inchados con succiones fuertes y rudas mordidas, haciendo así que ese rostro de facciones aniñadas luciera todavía más jovial e infantil.

En un hábil y muy bien calculado movimiento lo volteó de cara contra la almohada, provocándole un sobresalto evidente. Asustado giró la cabeza en su dirección, dedicándole una mirada atónita.

-Vegeta…-Lo llamó en tono adormilado, con la sorpresa remarcada en cada sílava.-¿Qué haces?

Éste no respondió, limitándose a encimarse a su espalda, mientras colaba una mano bajo su cuerpo para tomar con algo de brusquedad su miembro aun dormido. Goku soltó un jadeo, no entendiendo muy bien el por qué de tan repentino asalto. Los dedos del mayor fueron estimulando de a poco aquel pedazo de carne todavía inoportunamente flácido, mientras atrapaba en un agarre posesivo y bastante fiero la cola del menor con la suya, sometiéndola a quedarse estática sobre el colchón. Kakarotto se mordió los labios inconscientemente, estremeciéndose ante una sucesión de leves mordidas bajando desde su nuca hasta su hombro derecho, donde los dientes del príncipe se clavaron con rudeza, haciéndolo curvear la espalda y gritar preso de una mezcla perfecta entre el más intenso placer y dolor.

-Ve-Vege…-Emitió extasiado, mordiéndose la lengua para no volver a gritar.-N-NO… ngh… p-para…

-¿Por qué debería hacerlo?-Lo retó el peliflama, encajando con aun más fuerza sus colmillos en esa piel tersa y exquisita que tanto le encantaba marcar.-Tu cuerpo no quiere que pare, Kakarotto. De hecho…-Se rió malicioso, presionando juguetonamente la semi erección que poco a poco iba agarrando firmeza.-Pareces estarlo disfrutando mucho más de lo que quieres admitir.

Goku se sonrojó, preso de un calor abrasador esparciéndose como un fuego intenso por sus venas.

Vegeta sonrió con lascivia, regocijándose en silencio ante su victoria, tomándolo por la cabeza y obligándolo a mirarlo de frente para así poder asaltar sus labios con un beso húmedo y voraz, desbordante de deseo y lujuria. Metió la lengua en esa cavidad cálida y mojada, explorando con pasión cada rincón. Era un contacto ardiente, resbaladizo y muy erótico, en el cual el menor apenas lograba seguirle el ritmo. Sus bocas se acoplaban como si hubiesen sido diseñadas para besarse, llenando el ambiente de sonidos obscenos al acariciarse con semejante intensidad.

-Mío.-Siseó el saiyajin de cabellos en flama, mordiendo con gula sus labios ya inchados.-Sólo mío.

Kakarotto asintió, quedando prendado en el abismo tormentoso de esa profunda y oscura mirada.

Vegeta rompió el contacto visual, sujetándole con fuerza ambas manos por sobre la cabeza con una de las suyas, mientras apartaba la ropa de cama para dejar el cuerpo bien tonificado de su amante a su completa disposición. Goku quedó indefenso ante él, aprisionado con rudeza contra el colchón, totalmente inmóvil en una posición por demás favorable a ojos del saiyajin mayor.

-¿Sabes, Kakarotto?-Le susurró al oído en tono lascivo, paseando con descaro su mano libre por los bien formados glúteos del menor.-La mujer me mostró un par de cosas bastante interesantes hoy.-Lamió su lóbulo, suspirando a propósito sólo para provocarlo.-Y quiero aplicarlas contigo.

-¿Qué… cosas…?-Inquirió Goku, soltando un débil gemido y sintiéndose cada vez más acalorado.

Como respuesta obtuvo una ruda mordida en su cuello, mientras la mano de su pareja amasaba con evidente ansia su trasero, sonrojándolo y forzándolo a esconder el rostro en la almohada.

-¿Qué has hecho durante el día, Kakarotto?-Le preguntó el príncipe, muy concentrado en su labor.

-Entrenar con… mnh… Goten y…-Se detuvo, mordiéndose la lengua y cerrando los ojos con fuerza al percibir como dos dedos traviesos delineaban sin vergüenza su entrada.-Fui a comer con Milk…

¡Plaf!

Una fuerte nalgada fue dada sobre esos glúteos perfectos, causando gran sorpresa al pobre Goku.

-¿Por qué fuiste a ver a esa maldita terrícola?-Demandó saber entre dientes, sintiéndose furioso.

-No le digas así… ¡Ah!

Un segundo golpe en su trasero, más rudo que el anterior, le impidió seguir defendiendo a su ex.

-Serán quince veces, Kakarotto.-Informó Vegeta, destilando ira.-Es tu castigo por desobedecer.

-Pero… ¡ahhh!

-Comienza a contar.-Ordenó el mayor, oprimiendo su miembro con fiereza.-Desde el principio.

Goku jadeó, sintiendo como el calor lo sofocaba y una sensación de adrenalina pura lo invadía.

-Una…

Vegeta sonrió, soltándole las manos y reemplazando su agarre con aros de ki. Sus colas seguían enredadas a un lado suyo sobre el colchón, una siendo presionada y sodomizada por la otra en un agarre posesivo y firme. La derecha del peliflama acarició la leve marca rojiza que ya era visible sobre uno de los glúteos de su saiyajin, relamiéndose los labios con deseo. Levantó un poco su palma y enseguida la dejó caer una vez más sobre esa tersa piel, produciendo ese sonido tan incitante que lograba calentarlo a niveles insanos.

-D-Dos…

Tres, cuatro, seis, ocho, nueve, once…

-¡Doce…! ¡Ah!-Gimió Goku, sintiendo como el placer y el dolor se mezclaban, haciéndolo delirar.-Trece… mnh… catorce…-Siseó, temblando ligeramente debido a la excitación producida, percibiendo el ardor persistente en sus glúteos, antes que la última nalgada fuera dada.-¡Quince!

Vegeta lo giró otra vez, asaltando su boca en un beso tan apasionado y húmedo que el pobre Goku por un momento pensó que sufriría un orgasmo sólo con aquel excitante contacto.

El príncipe mordisqueó y lamió sus labios con gula, dejándolos inflamados y rojizos. Los aros de ki desaparecieron y el saiyajin menor llevó sus manos a estrechar ansiosamente la espalda del príncipe, pegándolo a él todo lo que sus cuerpos permitían.

-V-Vamos…-Jadeó Goku, moviendo sus caderas incitante y rítmicamente, robándole gemidos a ambos al chocar sus miembros ya más que despiertos debido a la fricción.P-Penétrame y-ya…

-Concedido, soldado.

El príncipe le alzó las piernas y con la punta de su inchado miembro tanteó su entrada, adentrándose en él de una sola y certera estocada, haciéndolos gemir a ambos de satisfacción.

Kakarotto rodó los ojos ante la placentera sensación de ser invadido por aquel palpitante y duro falo, llevándolo a la insania en cuestión de segundos. Enrolló las piernas entorno a las caderas del mayor, impidiéndole salir de su cuerpo más de lo necesario para volver a entrar con fuerza.

-¡M-Mierda…! ¡Oh… mnh… sí! ¡Ve-Vege… tah…! ¡Ah!-Gemía Goku totalmente inmerso en el placer.

El saiyajin de élite lo penetraba con dureza, tocando despiadada y certeramente su próstata sin parar una y otra vez. Su soldado se deshacía entre jadeos, gemidos y gritos de absoluto goce, enterrándole las uñas con rudeza en la espalda hasta dejar marcas rojizas y algo sanguinolentas sobre su piel. La cola del menor yacía enredada firmemente en uno de los muslos del príncipe, mientras que la de éste se hallaba enrollada posesivamente entorno a su miembro, deslizándose por toda su longitud con una experticia alucinante.

Tras cinco minutos la posición cambió, siendo ahora Goku quien se movía de arriba hacia abajo sobre Vegeta, penetrándose a sí mismo a la velocidad exacta que lo enloquecía de satisfacción. El peliflama en tanto se deleitaba succionando y mordisqueando el pecho de su saiyajin, acrecentando aun más su placentero sentir al chupar con gula sus rosados y sensibles pezones.

-Mío.-Gruñó extasiado Vegeta, masturbando con destreza ese miembro que clamaba atención.

-S-Sólo tuyo…-Declaró  Kakarotto con ojos desbordantes de pasión, besando sus labios con deseo.

El saiyajin de élite le correspondió con ganas, succionando su lengua hábidamente, mientras se levantaba con él entre sus brazos y lo empotraba con fiereza contra la pared, empezando a envestirlo con aun más salvajismo que antes. Goku gritó al sentir como su piel desnuda y tan caliente hacía contacto repentinamente con el frío cemento, creyendo que se partiría en dos ante la bestialidad con que el mayor lo penetraba. Como pudo se sujetó al muro, apoyando su cara contra la lisa superficie de este en un vano intento de silenciar sus gemidos. Comenzaba a desvariar, soltando frases y palabras sueltas sin concordancia alguna, su punto de máximo placer siendo estimulado tantas veces seguidas que se sentía desfallecer ante la tortuosa sensación que lo hacía temblar, mezcla perfecta entre el más intenso dolor y el más delirante goce.

-N-No… p-puedo m-más…-Sollozó de placer, deshaciéndose en gemidos demasiado incitantes.-

-Siénteme, Kakarotto.-Susurró lascivamente Vegeta en su oído, despegándolo de la pared y dejándolo otra vez sobre el colchón, pero ahora posicionado en cuatro.-Siente como entro en ti…

-T-Te s-siento… oh… s-sí p-puedo… s-sentirte… ¡Vege-tah!-Gemía, jadeaba, gritaba; moría de éxtasis.-¡Vegeta, Vegeta, V-Vegeta!-No paraba de decir su nombre, frotando su mejilla contra la superficie suave de las sábanas cual gatito ansioso de cariño.-Vamos, príncipe… ¡d-dame m-más!

El saiyajin de élite siseó, apoyando su mano izquierda en la cama y con los dedos de su derecha estimulando con leves apretones el inicio de la cola de su pareja, consiguiendo una incitante sinfonía de excitantes sonidos saliendo de esos labios sonrosados que tanto le encantaba besar.

Hasta que el más increíble orgasmo los golpeó de lleno a ambos, haciéndolos temblar y correrse abundantemente, Goku en las revueltas sábanas y Vegeta en el interior del menor.

Cayeron pesadamente en el colchón, respirando agitados debido a tan intenso “entrenamiento”.

Y una mirada bastó para que sus miembros se alzaran nuevamente, ante lo cual unieron sus labios con fogosidad en un beso insaciable y húmedo. El príncipe giró de lado a Goku y amoldó el cuerpo al suyo, volviendo a morderlo con rudeza justo al tiempo en que invadía su interior una vez más.

Y es que aquel no era más que el comienzo de otra tarde de ardiente e intenso sexo saiyajin.

-Sigues tan… m-malditamente e-estrecho, Kakarotto…

-Veg… ¡ahhh!

 

 

¿FIN?

Notas finales:

Ah, se siente tan bien plasmar a GokUke *^*

Como sea que halla quedado, yo disfruté la vida escribirlo <3

El VegeKaka será por siempre mi OTP *sonrisa orgullosa*

Aunque si Vegeta no es una versión patética de sí mismo, lo leo igual siendo uke ^^

 

*suspira* En fin, gracias por leer a quien lo hizo :)

Cuéntenme en un review qué les pareció este intento de lemon medio sadomaso ;)

El botoncito no muerde :3

 

¿Les gustaría una continuación?


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