Se dedicó a descansar los ojos mientras iban de camino. No fue un viaje muy largo, aunque debido al cansancio le parecieron horas, gracias al cielo su tío era bastante receptivo y no lo obligó a sostener una plática superficial.
En algún momento del viaje debió quedarse dormido, pues lo siguiente de lo que tuvo consciencia, fue la voz de su tío que llamaba para despertarlo.
Al fin había llegado a casa.
— ¡Ahhh! Siento todos mis preciosos músculos abarrotados. — Heechul bajó del auto y empezó a hacer ejercicios de estiramiento para relajar un poco sus músculos.
— Se dice agarrotados, pequeño. — Jonghyun sonrió con diversión y caminó hacia la puerta de la casa. — Vamos, estoy seguro que todos están ansiosos de verte.
— Tú me entendiste. — Heechul sonrió y siguió a su tío, miró extrañado el lugar, la casa que recordaba era más pequeña, esta era una casa mucho más grande y muy bonita. — Veo que se mudaron, la otra casa era más pequeña y el lugar era diferente. — observa a su alrededor y mira las grandes casas erguirse orgullosas. — Parece un buen residencial.
— Así es. Ya sabes cómo es tu tío, insistió en tener una casa con un enorme jardín y no pudimos hacer nada para evitar que lo consiguiese. — Jonghyun sintió su cuerpo estremecerse al recordar lo sucedido. — Fueron dos semanas de huelga y todos decidimos que era mejor darle lo que quería.
— Me alegro que lo hiciera. No es que la casa anterior fuera fea o muy pequeña, pero creo que en lugares como estos la vida es mucho más tranquila. — Heechul sonrió y estiró sus brazos, adoraba la sensación de paz y libertad que invadía su cansado cuerpo.
Jonghyun sonrió enternecido al ver a su sobrino. Dios sabía que el muchacho necesitaba tranquilidad y una vida más normal, fue por esa razón que no dudó en ofrecerse como tutor cuando su hermana lo había llamado preocupada y le contó los planes de su sobrino. Se acercó a abrazarlo, trataba de transmitirle confianza y cariño. Haría todo lo posible por lograr que disfrutara la dicha de una vida más normal.
— Gracias, tío, gracias por darme la oportunidad de disfrutar lo que queda de mí... lo que sea que quede. — Heechul sonrió y correspondió al abrazo con infinito cariño.
— No tienes que agradecerlo, siempre has... — Jonghyun no pudo terminar su frase pues fue interrumpido por todo un barullo y varios sonidos de cámaras. — Al parecer tu tío no pudo esperar a que entráramos.
— Claro que no, se estaban tardando demasiado. — Key se acercó para separar a su esposo de su sobrino, lo toma por las mejillas y lo observa de pie a cabeza, necesitaba cerciorarse que estaba en buen estado de salud. — Tienes muy buen semblante y al parecer buena salud, y estás tan hermoso como siempre. — acaricia su rostro y lo abraza con fuerza por unos segundos y luego lo suelta. — Estamos tan feliz de tenerte con nosotros, cuando Jonghyun me dijo que vendrías a quedarte, no lo podía creer.
— Amor, sé que estás emocionado pero es un viaje muy largo y estoy seguro que nuestro sobrino está cansado y hambriento. — Jonghyun, intervino antes que su esposo empezara una verborrea sin límite.
— Un poco más cansado que hambriento, creo que por el momento me conformaría con algo ligero y luego me gustaría dormir un poco. — había calculado su viaje de tal forma que no tenía que preocuparse por el jet lag, así que podría disfrutar una buena noche de sueño reparador.
— Tienes mucha razón. Por eso fue que decidí preparar algo sencillo, así podremos darle una verdadera bienvenida cuando esté completamente descansado. — Key lo tomó del brazo y lo guio dentro de la casa, donde sus hijos esperaban sentados en la sala. — Kangin, saluda a tu primo y ve a ayudar a tu padre a bajar las maletas de Heemin.
— Yo... Mmm... Hola ¿Heechul hyung? — Kangin estaba un poco incómodo al saludar a su recién llegado primo, ya no eran un par de niños después de todo y su primo no solo era mayor, sino que venía de una cultura más liberal, así que no sabía cómo tratarlo.
— ¿Hyung? ¡Oh, vamos! No te preocupes por las formalidades, solo dime Heechul o primo. — Heechul sonrió y se acercó para abrazarlo.
Kangin se tensó un poco al sentir el confianzudo abrazo pero lo correspondió. — Está bien. Vaya, no has cambiando mucho desde la última vez que te vi.
— Tal vez yo no, pero tú sí que has cambiado, la última vez que nos vimos eras de mi tamaño y ahora me sacas una buena media cabeza. — Heechul rio y se separó.
Jonghyun asomó la cabeza por la puerta y miró a su hijo mayor. — No quiero interrumpir pero realmente necesito ayuda aquí. Kang, ¿podrías ayudarme?
— Claro papá. — Kangin se rio creyendo que la edad de su padre lo hacía pedir ayuda, pero se quedó pasmado al llegar al auto y ver la cantidad de maletas.
— Sí, exactamente esa fue mi reacción. — Jonghyun rio ante la cara de horror de su hijo. — Ahora, ¿por qué no me ayudas un poco aquí?
Key miraba a su esposo y su hijo desde la puerta. — Son un par de exagerados, no son más que unas cuantas maletitas, supongo que tuviste que abstenerte en empacar, pero no te preocupes, mañana iremos de compras.
— Tío, Key. Tú si me entiendes. — Heechul asintió emocionado y se dio la vuelta para buscar al menor de sus primos. — ¿Dónde está mi lindo Wookie?
Ryeowook era el hermano gemelo menor de Kangin, y su primo favorito pues era un doncel al igual que él.
— ¿Ryeowook? Estaba justo aquí cuando Jonghyun pidió ayuda de Kang. — Key miró extrañado el lugar vacío.
— ¡Estoy aquí! — Ryeowook bajó corriendo las escaleras, se había vestido muy fashion para recibir a su primo, pero al verlo entrar vistiendo solamente unos vaqueros, una camiseta y un abrigo sencillo, se sintió ridículo y corrió a cambiarse. — Es solo que de repente me dieron muchas ganas de ir al baño. — se lanza a los brazos de su primo, siempre lo había adorado y admirado, era tan hermoso y exitoso.
— ¡Pequeño Wookie! — Heechul correspondió el abrazo y dio vueltas junto a su primo. — Tú también has crecido un poco, solo mírate, eres todo un hermoso señorito.
— ¿Tú crees? El tonto de Kang dice que sigo siendo un niñito enano. — Wook hizo un tierno puchero.
— Awwww. — Heechul no pudo evitar tomar sus mejillas y apretarlas un poco. — Te aseguro que solo es el complejo del hermano mayor, no admite que su pequeño y tierno hermano ahora es un hermoso señorito hecho y derecho.
— ¿De verdad crees que soy hermoso? Tal vez no tanto como tú, ¿pero si muy bonito? — El menor vio a su primo con cierta esperanza.
— Pues déjame decirte que hasta yo siento envidia de esos lindos pucheros, así que eres casi, casi tan hermoso como yo. — Heechul sonrió y le dio un par de besos en las mejillas.
— Me alegran tanto que estén feliz de verse, pero Heemin tiene que comer y luego descansar. — Key llevó a su sobrino a la cocina donde un plato de deliciosa comida casera lo esperaba. — Tú come mientras nosotros terminamos de arreglar tu habitación. — le dio un beso en la mejilla a su sobrino y se llevó a su hijo.
☆☆☆☆☆
Ambos seguían muy de cerca la carrera de su Heemin, por lo que conocía todos sus gustos y aficiones. En cuanto supo que su sobrino llegaría, salió con su hijo a comprar todo lo necesario para acondicionar la habitación que este ocuparía.
— De haber sabido que tendría que cargar tantas maletas hubiera llamado a los chicos para que me ayudaran. — Kangin soltó un suspiro cansado al llegar a la habitación que sería de su primo y deja la última maleta en el suelo. — Pero conociendo a esos lobos se lanzarían sobre mi primito y eso no lo voy a permitir.
— Ese es mi hijo, tienes que cuidar de tu primo y tu hermanito. — Jonghyun entró siguiendo a su hijo y frunce el ceño al ver la habitación. — Amor, ¿no crees que exageraste un poco con eso de las princesas?
El rostro de Ana y la Elsa estaban por todas partes, las sábanas, las almohadas, el cubre cama, incluso las lamparillas al lado de la cama eran del muñequito de nieve de la película de Disney.
— ¿Exagerar? No lo creo, incluso siento que es muy poco. — Key se encogió de hombros. — También cambié las cosas del baño. — asiente hacia la puerta que daba a un pequeño baño privado. — ¿Qué? ¿Acaso no te gusta?
— Es muy hermoso, amor, no digo lo contrario, pero nuestro sobrino ya tiene diecisiete años y no creo que se sienta cómodo en una habitación tan infantil. — Jonghyun trató de hacer entrar en razón a su esposo por última vez.
— ¡Por todos los cielos! ¡No puedo creerlo! — Heechul había terminado de comer y subió buscando a su familia, escuchó las voces de sus tíos y se dirigió hacia la que suponía era su habitación.
Jonghyun escuchó la exclamación de horror de su sobrino. — ¿Ves, amor? Te lo dije, es demasiado...
— ¡Perfecto! ¡Es perfecto! ¡¡Me encanta!! ¿Pero cómo supieron que me gusta tanto esa película? — Heechul se acercó a la cama y acarició la tela de las sábanas.
— Omma y Wook son tus más grandes admiradores, siguen de cerca toda tu carrera, además, somos familia, no esperabas algo menos, ¿o sí? — Kangin alzó las cejas esperando una respuesta de su primo.
Heechul negó y sonrió a lo grande. — Solo no me imaginaba que siguieran mi carrera, sé que me quieren mucho, pero no sabía que eran admiradores. — se sonroja un poco.
— ¡Los más grandes! Mamá y yo tenemos todas las portadas de las revistas y las fotos en las que has salido. ¿Quieres verlas? — Ryeowook preguntó emocionado.
— Lo haremos pero mañana, ahora Heemin tiene que darse una ducha y luego una larga y reparadora noche de sueños. — Key le dio un último beso y abrazó a su sobrino. — Ahora vamos todos, fuera de aquí y dejemos descansar tranquilo a Heechul.
— Gracias a todos. — Heechul cerró la puerta detrás de ellos y se recostó en esta. Adoraba a su familia, sabía que eran sinceros en su cariño, solo esperaba no volverse una carga para ellos, tenía que dar lo mejor de sí mismo y no meterlos en problemas.
Tomó su bolso y sacó su neceser, una ducha rápida y un buen aseo bucal fueron más que necesarios. Estaba tan cansado que ni siquiera se tomó el trabajo de secar su cabello, se hizo una simple trenza y se acostó en la suave y -en ese momento- muy apetecible cama.
— Hola cama bonita, soy Heechul y a partir de ahora voy a dormir aquí, espero que nos llevemos muy bien. — Cerró sus ojos y antes de darse cuenta ya estaba dormido.