En el capítulo anterior...
-Dígame.
-¿Isaka Ryuichiro?
-Sí, ¿quién habla?
-Soy Fujiwara Kaito, no me conocerá por mi nombre, pero creo que sí sabe quién soy.
-¿Y para qué me llama? ¿Es de trabajo?
-No exactamente... Verá, es muy difícil obtener información personal suya, así que he tenido que llamar a su trabajo...
-Diga lo que quiere.
-Me gustaría ir a beber con usted... Esta noche.
-Espere un momento. -Pensé en lo que estaba a punto de hacer, miré a Asahina, que aún se encontraba a mi lado, inalterable, como si no hubiera pasado nada entre nosotros... Y volví a coger el teléfono. -De acuerdo, ¿dónde nos encontramos?
-En el bar XXXXX, ¿sabe dónde está...?
-De acuerdo. -Cuelgo el teléfono y me arreglo la ropa. -Buenas noches, Asahina. -No parece que quiera decirme nada, ni siquiera me mira. No sé qué pensar de esto...
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De camino al bar, sigo sim saber si alegrarme o enfadarme por la oportuna interrupción. Tal vez hubiera significado un avance entre Kaoru y yo, o no.
Siempre Kaoru. Tan eficiente... No se le movió un solo pelo del sitio durante nuestro revolcón, en cambio yo... Como siempre, basta una mirada suya para derretirme. Y no puede ser.
Ahora me alegro de que me hayan interrumpido. Fujiwara Kaito... ¿Quién será ese tipo? ¿Un acosador, o uno de mis muchos conocidos? La verdad es que tengo curiosidad...
Entro en el bar, hay bastante gente y me llama la atención un tipo de cabello rubio sentado en la barra, se vuelve hacia mí y me hace un gesto con la mano. Parece que es bastante alto y con un cuerpo más o menos trabajado.
Maldición. Fujiwara Kaito es el copropietario de Cervezas Usagi. ¡El que casi se pelea con Kaoru!
En qué lío te has metido, Isaka Ryuichiro. Pero ahora, sé un hombre y afróntalo.
-¡Isaka-san! Venga, siéntese. -Ya puestos, voy a ver qué tiene que decirme ese tipo. Después del día que tuve hoy, ya nada me parece lo suficientemente extraño o surrealista...
-Buenas noches.
-Me presento correctamente. Soy Fujiwara Kaito, copropietario de Cervezas Usagi. Nos conocimos en circunstancias desafortunadas, pero de todas maneras, acepte mi tarjeta. -Saca una tarjeta y me la tiende, a lo que yo hago lo mismo.
-¿Qué quiere tomar? Yo invito. -Parece que ese Fujiwara quiere congraciarse conmigo. Pido una cerveza, tal vez no me conviene pasarme con el alcohol. Escucharé lo que tiene que decirme y me iré a casa. Más vale que eso ocurra pronto.
El momento llega unos minutos después. El camarero nos sirve las bebidas y entonces Fujiwara se vuelve hacia mí.
-Bueno... Yo quería disculparme adecuadamente con usted.
-¿Por qué?
-Supongo que recordará las circunstancias en que lo conocí. Me explicaré mejor, yo había oído hablar sobre usted, y lo había visto en varias fotos, quería conocerlo y por fin lo hice... En ese club. Y tal vez mi comportamiento no fue el adecuado. Además aquel otro hombre... Bueno... Parecía bastante celoso, posesivo. ¿Se conocían de antes? -¿Qué clase de acosador es ese Fujiwara? ¿Por qué tanto interés en saber de mí... y de Kaoru?
-¿Por qué quiere saber tanto de mí?
-Se lo he dicho, tenía mucho interés en conocerlo. Además, recientemente apareció en una publicación nueva: Los 50 solteros más codiciados de Japón. -¡Vaya, hombre! -Y desde que lo encontré... Quería saber qué clase de persona era. No pude averiguar nada sobre usted, así que al final decidí probar suerte y llamar a su empresa... Oiga, si no le molesta, ¿de quién era la voz que me respondió al principio? Se me hace conocida... -Claro, como que casi se pegan allí mismo...
-Mi asistente personal. -Contesto en tono tajante. No voy a meter a Asahina en esto.
Un buen rato después, la conversación fluye junto al alcohol. Me he fijado más en ese hombre, Fujiwara Kaito es alto, como creía, y tiene buen cuerpo. Sus cabellos son claros y tiene los ojos marrones. Usa un traje oscuro, con una corbata roja, y en algún momento de la noche hemos pasado de hablar de mi trabajo como presidente de Marukawa a hablar de los mangas BL que nos hemos leído.
-Hace poco estuve leyendo un manga sobre un chico algo atolondrado que se hace amigo de otro chico con discapacidad auditiva, y al final se ¿enamoran? El último tomo me dejó algo descolocado...
-Pero aún debe estar en curso. Yo estoy siguiendo uno sobre un miembro de la yakuza con una vida sexual muy activa y su asistente impotente... -Ése soy yo, me gustan las emociones fuertes. Ese manga es realmente interesante y estoy impaciente por leer el siguiente capítulo o tomo.
La conversación sigue por unos momentos más, pero es bastante tarde y debemos irnos.
A pesar de haber empezado con mal pie, Fujiwara Kaito es un tipo simpático, y volveremos a salir en las próximas semanas.
Tal vez necesite una distracción...
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ASAHINA:
Ahora mismo me encuentro tumbado encima del cuerpo de mi amado, en el incómodo piso de nuestro despacho en Marukawa, pero eso me da lo mismo. Por fin tengo a Ryuichiro entre mis brazos, caliente, deseoso y consciente de mí.
Mis manos se pasean por su cuerpo, ansiosas, buscando reacción. El cuerpo de Ryuichiro se calienta por segundos, al igual que el mío, y mis manos llegan hasta el borde de su ropa interior...
Mi visión se vuelve borrosa, y mis otros sentidos se agudizan, sobre todo el del tacto. Me dedico a estimular las partes bajas de Ryuichiro, masturbo su miembro a la vez que empiezo a dilatar su entrada. Por primera vez en tanto tiempo podré hacerle el amor a Ryu mirándolo a los ojos, sin perderme ningún detalle de sus expresiones. Sólo quiero hacerlo sentir bien... Ya habrá tiempo para otras cosas.
Ryuichiro gime en mi oído y se aferra fuertemente a mí. Está a punto de correrse y, cuando lo haga, estará listo para ser completamente mío...
Mío...
¿Qué es ese ruido?
¿Una alarma?
No, aún es de noche.
No terminé de hacer el amor con Ryuichiro esa noche. No lo escuché gemir en mi oído, no lo reclamé como mío, ni le dije que lo amaba. Son las tres de la mañana, estoy solo en mi casa y me ha despertado un ruido de la calle...
Sonó el teléfono, Ryuichiro se fue... Y yo me fui también. En direcciones opuestas. Y no tengo derecho a preguntar.
Necesito una ducha fría.