No lograba conciliar el sueño, ha pasado una semana que seguimos reuniéndonos después de clase. Me atrae mi profesor pero sé que no está bien, mejor dejo de pensar.
A la mañana siguiente la clase continuó como siempre, tu tan entusiasmado y yo sin poder mantener mi mente tranquila.
- ¿Qué tal van esos retratos Kaito?.- me preguntaste borrando la pizarra mientras todos salían al receso.
- Ninguno me convence, se ven extraños.- dije recostándome en la mesa.
- A veces la clave está en los ojos.- respondiste acercándote a mi lado y sostuviste mi mejilla.- ¿Qué crees que reflejan los míos?
- Creo que… .- lívido, definitivamente podía ver eso.- curiosidad quizá.
Bajaste la mirada con una sonrisa de lado y lentamente apretaste mi mano, me gustaba esa calidez, incluso poco a poco me fui apoyando hacia tu hombro.
- Sé que puedes plasmar esa curiosidad y muchas otras cosas más.- susurraste en mi oído para después retirarte del salón.
No me dirigiste la palabra durante el resto de las horas, me ponía a dudar si debería verte en el parque esta tarde. A lo lejos estabas sentado en la banca de siempre y no tuve más remedio que acercarme, no podía ignorarte.
- Hola.- te dije con una sonrisa
- Pensé que no vendrías.- respondiste sorprendido.- siéntate, quiero hablarte de algo importante.
Me acomode a su lado y parecía estar su cabeza en otra parte, su mirada se veía perdida.
- ¿Qué me querías decir?.- dije suavemente, a lo que se quedó en silencio unos cuantos segundos pero luego pareció volver en sí.
- Discúlpame, pensaba proponerte algo pero no estoy seguro si vallas a querer hacerlo.- dijo finalmente con la voz decaída.
- Dime, te escucho.- dije decidido pero en realidad me tenía muy intrigado y un poco nervioso.
- Me gustaría participar en un concurso, y estaba pensando en hacer un retrato y sonara extraño pero me gustaría que me apoyaras en esto.- respondió, no sabía que decirte.- tus facciones son perfectas Kaito.
- ¿De verdad crees eso?.- pregunte tímidamente, algo en mí se sintió feliz.
- Claro que si.- respondiste alegremente.- Podríamos ir a mi departamento después de clases, si se te acumulan otras cosas yo podría ayudarte con tus tareas pero por favor… realmente eres especial y sé que contigo será un hermoso cuadro.-
- Supongo que puede funcionar.- dije pensativo, no podía negarme a esa mirada de cachorrito que hizo mientras hablaba.
- Gracias.- dijo abrasándome sutilmente, apoyo su cabeza y mi corazón no dejaba de latir.- Me gusta cómo suena.- Al parecer lo noto, no estoy seguro si busca otras intenciones conmigo pero no quiero que se separe de mi pecho.
***
Trate de apresurarme lo más rápido que pude con la clase para poder ir con kaito a mi casa, me sentía emocionado y tenía muchas ganas de pasar la tarde a su lado. Mande a los muchachos salir temprano esta vez.
- ¿ Te provoca un helado mientras vamos?.- le pregunte mientras caminábamos.
- Sip .- respondió emocionado a lo que fuimos para darle su gustito.
Pasaba el tiempo y no paraba de hacerle reír con alguna ocurrencia mía. Me parecía un chico muy tierno y a la vez tenía algo que me resultaba irresistible. Finalmente llegamos y acomode todo en la sala para poder darnos un espacio. Le indique que se acomode donde le apetezca y el no prefirió mejor lugar que la terraza.
- ¿Estás seguro de quedarte ahí? Hace algo de viento, podrías resfriarte.- le dije ofreciéndole una polera de manga larga.
- Desde acá podrías capturar el atardecer también, creo que se vería lindo.- respondió mientras se ponía la prenda aunque le quedaba algo grande.
- Tienes razón.- le dije sonriendo para después sacar mis materiales y empezar con los primeros trazos.
Había una conexión cada vez que levantaba mi mirada hacia ti, estabas en una posición relajada pero sexy también. Me dabas pequeñas sonrisas que me hacían sentir emocionado en mi interior. Dentro de unas horas fue anocheciendo pero logre tener un boceto básico de tu rostro y algunas manchas de color en el cielo.
- Parece que será el ganador, está lindo el cielo.- dijo bostezando un poco.
- Y parece que alguien esta con sueño, te serviré algo de lonche acuéstate en el sofá.- le acaricié su cabeza y fui a preparar algo de leche con unos panqueques.
Para cuando regresé a servir la mesa él ya estaba dormido, se veía como un pequeño ángel. Lo cargue y lo lleve a mi recamara para que descanse mejor, quites sus zapatillas y le puse una manta encima mientras tomaba mi lonche junto a él. Tenía ganas de desvestirme porque así me siento más cómodo para dormir pero por respeto preferí ir a la sala, sin embargo su mano me detuvo.
- No te vayas, no quiero estar solo.- dijo con los ojos entrecerrados acurrucándose más en mi pecho
- Yo… no sé si sea buena idea, me gusta dormir desnudo kaito.- le susurre suavemente. Sus pies empezaron a rozar en los míos y fue subiendo cada vez más.
- Por favor quédate.- me dijo con su respiración algo agitada, acaricie su rostro y fui desvistiéndome mirándolo fijamente. Puse su mano en mi pecho y la mía no dejaba de acariciar su espalda. Esta noche quiero recorrer todo de él.