Prendí unas velas sobre mi estante y terminamos completamente desnudos, por un momento nos quedamos sin hacer ni un solo movimiento, solo me perdía en su mirada. Me mordí suavemente los labios y empecé a acariciar cada parte de su cuerpo, sus manos delgadas, sus hombros pálidos, me excitaba con el aroma de su pecho. Lo acercaba cada vez más a mí sintiendo sus besos por primera vez hasta darme cuenta lo erecto que estaba.
- Agh … nunca he hecho esto.- gimió suavemente mientras lo masturbaba.
- No tengas miedo, hare que lo disfrutes.- le susurre para después morder lentamente su oreja.
Me acomode entre sus piernas apretándolas, no dejaba de mamársela por completo, me estaba volviendo loco tenerlo de esa manera, soltando gemidos deliciosos que jamás hubiera creído posible escuchar de esa linda boquita en la cual le metí mis dedos dejándolos llenos de su saliva. Los rosaba uno por uno en su pequeña y rosada entradita. Sus manos rodearon mi cuello y en un intenso beso los fui metiendo hasta dejarlo bien abierto para lo que venía.
- ahh! Gaku... se siente rico no pares.- esos gemidos solo me despertaban más la lujuria, el deseo de embestirlo bien duro hasta hacerlo gritar, pero debía contenerme , no podía mostrarle todo aun. Fui metiendo la punta de mi miembro que no dejaba de palpitar, podía ver sus ojos llorosos a lo que lo abrace llenándolo de besos hasta estar por completo dentro de el. Lentamente me empecé a mover y sus pequeños gritos se hicieron presentes.
- ¿Quieres que pare?.- le dije agitado mientras enredaba mis dedos en sus cabellos sin dejar de penetrarlo.
- Mm es muy gruesa.- gimió arañando mi espalda.- Agh ... agh soy tuyo.- entonces ya no había marcha atrás. Mis caderas se movían cada vez más fuerte, la cama no dejaba de rechinar, apretaba sus muslos en cada embestida haciéndolo gritar de placer. Éramos solo él y yo a punto de tener un orgasmo, su cuerpo no paraba de estremecerse.
- Agh! voy a venirme Kaito.- lo penetre lo más profundo que pude para después sacarlo y dejar caer todo mi semen en su abdomen.
- Me gusta.- dijo pasando sus dedos por su cuerpo probando mi esencia.
Me recosté sobre el acariciando su rostro, me sentía exhausto. Nos volvimos a besar una y otra vez pero me di cuenta que estaba sangrando, lo cargue con cuidado hacia la bañera para meternos juntos y dejarlo fresquecito, no quería que sintiera más dolor. Pasaba el jabón por su parte con delicadeza y el me respondía con una tierna sonrisa.
*****
Volviendo a la cama me puse la polera de Gakupo de nuevo, me abrigaba muy bien. Las velas seguían prendidas y creaban un ambiente acogedor para los dos, le daba besos en su pecho, sentía que era perfecto pero su semblante cambio repentinamente.
- Tengo miedo.- dijo con la voz entrecortada.- debes pensar que soy un enfermo.
- No digas eso, yo siento algo lindo por ti, no sé si sea amor pero quiero seguir a tu lado.- le respondí acurrucándome en sus brazos. Me dio un beso en la frente rosando su nariz con la mía, me sentía tranquilo estando con el de esa manera.
- Creo que podría pintarte desnudo, lucias hermoso.- dijo pícaramente haciéndome cosquillas. Cogi mi celular y puse una de mis canciones favoritas, desde su habitación se podía ver el cielo. Gakupo se durmió rápidamente mientras yo me quede escuchando música mirando las estrellas, era la primera vez que estaba con alguien pero a pesar de mis dudas al final no me arrepentía de nada.
Al día siguiente nos despertamos tarde pero pudimos llegar a tiempo a clases, yo me quede en la cafetería un rato antes de entrar para no levantar sospechas en el salón. Gakupo no podía ocultar nada, me lanzaba miradas y algunos guiños que a mí me ponían algo nervioso y él lo sabía. Llegó el receso y pudimos estar a solas finalmente.
- Estuvo rico despertar a tu lado.- me dijo abrasándome por detrás y en un movimiento rápido ya me tenía contra la mesa, la puerta estaba cerrada y sus besos se hacían más húmedos y fogosos. Estaba demasiado cerca que podía sentir como se le ponía duro ahí abajo, sin embargo se alejó bruscamente cuando la puerta se abrió de golpe. Era el director, nos quedó mirando extrañado pero Gakupo improviso explicándome algo de contacto visual que no entendí nada.
El señor me pidió que me retirara pero de lejos pude ver que un chico o chica iba detrás del director también, no estaba seguro e realidad. Volviendo del receso Gakupo presento al nuevo estudiante pidiendo que seamos lo más cordiales ya que venía de intercambio y es algo tímido.
- Toma asiento junto a kaito por favor.- dijo indicándole donde estaba yo. El muchacho se veía algo incómodo así que Gakupo se sentó junto a él por un rato poniéndolo al día en todo mientras los demás continuábamos con nuestros proyectos.
- ¿El profesor siempre es así de lindo?.- me pregunto el chico nuevo sonriendo mientras Gakupo se retiraba a su pupitre.
- Pues, solo es así porque eres el nuevo nada mas .- le respondí algo cortante pero al instante me sentí mal por tener celos absurdos.- disculpa jaja ¿cómo te llamas?.- le pregunte tratando de ser más amigable.
- Piko Utatane .- me dijo con la voz temblorosa, creo que la había cagado.
Espere a la hora de salida para ir con Gakupo a su casa a continuar con el cuadro pero ese tal Piko no parecía tener ganas de irse, al contrario, se le acercó a mostrarle sus dibujos y se pusieron a platicar sobre ello. Fueron 5, luego 15, luego 30 minutos esperándolos hasta que ya no me sentí cómodo y me retire del salón haciendo sonar fuerte la puerta. Camine al parque a comprar un helado y quizá que se me valla el mal genio sentado en la banca, pero no paso mucho tiempo para después empezar a sollozar.
- La próxima puedes terminar rompiendo la puerta ten más cuidado.- dijo Gakupo riéndose bajito
- La próxima mejor dale clases privadas al chico nuevo.- le respondí dándole la espalda, no quería que vea mis ojos.
- No te pongas celoso mi amor, solo soy su profesor .- enserio me dijo mi amor? No me lo creía. Me abrazo suavemente y no pude negarme a besarlo. Avise nuevamente a mi madre que debería hacer un trabajo y fuimos camino a su casa a continuar con mi retrato. Aunque Gakupo precia estar tranquilo algo en ese chico nuevo no me daba buena espina.