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Pureza por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Advertencias: Posible Ooc. AU. FairyTale.


Anime/Manga: Haikyuu


Pareja: TsukkiHina


Palabras: 1,694 –OS-

Notas del capitulo:

Notas: Este fue un reto impuesto entre Mille y yo por San Valentín siguiendo una tabla gráfica, la cual se muestra al inicio, la imagen que inspiro el fic es el número 4. #sanvalentin2017m&m

Pureza

[Eran tan opuestos como el día y la noche, ambos gobernaban ese reino y sus peleas no tenían fin. Entonces un día el rey que yacía en las sombras le hace una petición imposible a aquel monarca que emanaba pureza ¿logrará cumplirla?]

Existía un bosque mágico en las profundidades del reino de Karasuno, este estaba dividido por dos gobernantes tan opuestos como lo era el día de la noche. Ellos eran conocidos como Hinata Shōyō el rey Sol y el otro era el rey Luna el cual respondía al nombre de Tsukishima Kei; cada día existían peleas en el centro de aquel pequeño arbolado, batallas verbales y físicas donde las criaturas que estaban al servicio de ambos regentes estaban hartos de presenciar.

 —Me tienes harto Tsukishima ¡eres realmente huraño y odioso! ¡Todos tus seguidores deben de tener días aburridos y trágicos bajo tu mandato!—se quejó el pelirrojo sin importarle la forma borde y agresiva en la que atacaba al rubio.

La mirada despectiva de Kei siempre le ponía de mal humor y no podía soportar que le menospreciara como si fuera una piedra más en el río.

— ¿Terminaste con tus insultos infantiles pequeño? —se burló provocando la ira de aquel soberano que irradiaba calor cuando su furia se hacía presente.

— ¡Eres insoportable! ¡Desearía gobernar en otro bosque que no fuera este! ¡Detesto compartir el poder con alguien como tú!

Auch.

Fue lo primero que se les vino a la mente a los seres mágicos que observaban la escena silenciosamente. Este solo era el inicio del desastre.

De repente un aire gélido recorrió la piel de los espectadores y luego el pequeño monarca se estremeció, Tsukishima comenzaba a enfadarse.

— ¡Eres demasiado ruidoso Hinata! ¡¿Crees que es divertido escucharte?! Eres tan detestable que lidiar contigo es el mayor castigo.

El frío y el calor chocaban intentando ser el más dominante. Esta rutina comenzaba a hastiar a todos los que habían sufrido por años del rencor de esos dos reyes.

—Deberías de hacer todo lo que yo diga… después de todo solo eres un imbécil bueno para nada—el rubio contesto de forma altanera dándose cuenta que sus palabras provocaban que el pequeño sol inflara las mejillas en rabieta.

— ¿Quién es el bueno para nada aquí? ¡Yo puedo lograr todo lo que me proponga Tsukishima idiota! —dijo con tanta firmeza que los oyentes soltaron un “wow” en medio de esa discusión.

— ¿Acaso quieres quedar tan mal enfrente de tus súbditos? ¡Perfecto! Hagamos esto… si eres tan valiente.

— ¿De qué hablas?

—Dijiste que puedes lograr lo que sea ¿no es así? —afirmó con una sonrisa maliciosa notando la mirada confundida de Shōyō—Entonces si eres tan poderoso y fuerte… tienes que lograr una petición que tengo y te reconoceré como alguien mucho más superior que yo, si no la logras seguirás siendo un mísero enclenque y obedecerás a todo lo que yo te ordene—sonrió aún más malvado.

El miedo invadió las entrañas de Hinata y se maldijo por ser un alguien que no pensaba antes de soltar palabras, pero aun cuando se consideraba un imbécil por ser tan impulsivo… creía que su terquedad era mucho más poderosa que su sentido común.

¿Una petición? Se arrastraría hasta el infierno si con ello podía lograr que el rey Luna dejara de ser ególatra y lo reconociera de ahora en adelante.

— ¡Acepto, idiota! ¡Dime que es lo que quieres! ¡Yo soy el más fuerte de los dos y lograré que tu sueño se haga realidad, hasta llorarás! —y cuando notó como el rostro del rubio se oscureció maléficamente, se arrepintió.

—Eres tan ingenuo… mi petición es algo sencillo—dijo con mofa—Si eres un rey tan poderoso, deseo que desaparezcas el amanecer para mí… ¿no es algo tan difícil para una persona tan valerosa como tú, cierto?

— ¡Deja de bromear! ¡Eso es imposible!

— Oh ¿lo es? Entonces ¿aceptas tu derrota? Que aburrido… ni duraste 10 segundos en este duelo y ya perdiste… creí que valías más mi tiempo… pero, vaya, no podía estar más equivocado… solo eres una escoria.

El insulto le dio en un punto sensible al pelirrojo y por un instante Kei se estremeció ante las llamas que emanaba el diminuto cuerpo. Si algo era digno de admirar de aquel idiota era su positivismo y la forma obstinada de su personalidad.

La razón de que le diera una tarea imposible… era para enseñarle que no todo en este mundo era fácil de conseguir.

—Tienes hasta el amanecer para cumplir con mi petición Hinata…—dijo severo dejando atrás su tono burlista, incluso los arboles temblaron con la fría presencia de la Luna.

El rubio se dio la vuelta y comenzó a caminar lentamente hasta que su oscura presencia se fue haciendo cada vez más invisible para el rey que incluso en las ropas era lo opuesto a Tsukishima, pues las suyas eran tan blancas como su inocencia.

— ¡MALDITO DEMONIO!

E incluso los cuervos que permanecían en las copas de los árboles del reino de Kei salieron volando ante la amarga voz del pelirrojo.

“¿Cómo mierda voy a cumplir con la petición de ese imbécil? ¡Lo hizo a propósito!”

.

.

.

Tsukishima se había refugiado en la oscuridad de su trono, sintiéndose tan victorioso que de alguna forma le aburría. Detestaba que sus emociones fueran incontrolables cuando el otro pequeñajo abría la boca.

No era necesario que dijera lo obvio… lo sabía perfectamente… ellos dos eran tan jodidamente opuestos que jamás podrían estar juntos de forma pacífica. Hinata era resplandeciente, enérgico, positivo y entrañable, mientras él era un ser oscuro, taciturno, negativo y despreciable.

Shōyō era tan puro que aquello solo provocaba que Kei quisiera corromperlo de mil y un maneras, quería manchar esa pureza que lo hacía tan brillante antes sus ojos.

Desde hace miles de años se había percatado de su inevitable atracción por ese pequeño monarca torpe, se asqueaba de sí mismo al haber sucumbido en lujuria por ese enano tan poco agraciado. Repudiaba el hecho de sentir anhelo por ese radiante sol y debido a su exasperación su actitud siempre era ácida hacia él.

Entonces había llegado al plan perfecto en esa oportunidad que se le brindó, le haría un reto al imbécil y le pediría una solicitud imposible para hacerlo suyo por completo, esa era la única forma de colocar sus depravadas manos encima de ese ser perfecto.

.

.

.

Quedaba poco tiempo para que el amanecer iluminara el bosque de Karasuno y Tsukishima nunca se sintió mejor en su larga vida, observaba el cielo el cual poco a poco iba perdiendo sus oscuros colores para volverse más claro.

Era hermoso.

¿Acaso de esa forma se vería cuando Hinata y él unieran sus cuerpos? ¿Ese choque de polos opuestos crearía un desastre o una escena hermosa? Comenzó a contar los segundos que pasarían hasta que Shōyō perdiera su pequeña batalla (la cual solo tenía como ganador a Kei desde el inicio).

Mientras permanecía concentrado en contar se percató de que aquel ser que tanto ansiaba se acercaba rápidamente hasta sus aposentos.

¿Venía a proclamar su derrota frente a todos? Oh, que noble de su parte, pensó con una risa juguetona que parecía realmente perversa.

—Vaya Hinata… has venido más tarde de lo que esperaba, aunque el resultado va a ser el mismo no importa lo mucho que lo retrases ¿ya viniste a confirmar tu derrota? Falta poco para el amanecer…—señalo hacia arriba sintiéndose mucho más soberano de lo que nunca se había sentido en milenios, se acomodó mejor en su trono y miro fijamente al pelirrojo.

¿Cuál sería la primera tarea que le daría? ¿Qué hiciera una lista de mil cosas sobre lo perfecto que era como el Rey Luna? ¿Lo haría arrodillarse? ¿Lo… mancharía? Y con aquellos pensamientos atacándolo no se percató de lo mucho que había avanzado Shōyō hasta él.

Estaba frente suyo y Kei sonrió malicioso ante el monarca de ropas blancas.

—Por más que te pongas frente a mí aun puedo ver cómo va a amanecer Hinata… no lograras vencerme… así que acepta el fracaso y saborea su amargo sabor—los ojos dorados de Tsukishima brillaron como oro y para hacer más deleitable su próximo triunfo comenzó a hacer una cuenta regresiva en lo que el Sol iba asomándose en la lejanía, coloreando el cielo de amarillo a su paso.

10

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8

7

6

5

—Cuatro…—y no pudo continuar con su jugarreta porque sintió una calidez donde el calor nunca antes se manifestó. Sus ojos se abrieron en sorpresa al saborear la pureza de los virginales labios de Shōyō.

Y frente a ese sueño increíble cerró los ojos para dejarse llevar por la sensación. Movimientos torpes se exhibieron y el hambre se clavó en el corazón de Tsukishima, por un momento su tan alabada calma fue perturbada y su ansiedad se apodero de su cuerpo, devorando vorazmente la boca del rey puro que se había atrevido a realizar aquel acto tan íntimo.

Su deseo iba creciendo gradualmente que incluso había dejado lo de su petición en segundo plano y entonces fue traído a la realidad de nuevo cuando sintió una mordida en su labio.

Reaccionó y gruñó alejando al enclenque en un rápido movimiento. La cara de Hinata estaba teñida en color carmín y temblaba nervioso ante el acto bochornoso.

— ¿Por qué demonios hiciste eso? —cuestiono agitado siendo cegado por los rayos de Sol que había ignorado debido al acto anterior.

—No… no lo viste…

— ¿Qué mierda tartamudeas?

— ¡Yo cumplí con tu petición Tsukishima idiota! ¡Fui lo suficientemente poderoso como para lograr que el amanecer desapareciera por al menos unos segundos! ¡Así que yo gano!

En ese instante la arrogante Luna se quedó perpleja ante la astucia de ese brillante Sol. Hinata le sonreía alegre mostrando su dentadura perfecta y el corazón frío del rey que permanecía en las sombras se enterneció.

Este pequeño le había ganado de forma inteligente.

Tal vez, en este caso, la pureza de Hinata había manchado su ser corrompido y le había teñido de un hermoso color.

No había opción, no tenía elección… desde hace mucho que su corazón estaba embrujado por aquella sonrisa mucho más hermosa que el mismísimo amanecer.

Fin.

Notas finales:

Espero sus reviews con amor♥


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