Días de sol
[Desde que él murió… aquellos días de sol se habían extinguido en su vida]
Él era el sol más radiante del mundo… y desde que falleció, la luz en la vida de Sasuke se extinguió por completo.
El Uchiha visitaba su tumba cada noche, llevando flores, comida y una sonrisa falsa que había practicado a lo largo de los años ante la ausencia de Naruto. Era la misma rutina, llegaba y se sentaba en la fría roca hasta el amanecer, charlando con la fantasía de aquel quien fue el amor de su vida y luego afrontaba la dura realidad al marcharse a trabajar.
—Hoy tuve una fiesta debido a mi jubilación… todos estaban animados—contestó secamente entrelazando los dedos de sus manos, su cabello azabache se había adornado de mechones grises debido a la vejez.
¿Cuántos años habían pasado desde que Naruto pereció? ¿13 años? Era un infierno en vida, un hueco oscuro y profundo que ahogaba al Uchiha en cada parpadeo.
—Recibí un premio por ser un empleado ejemplar ¿puedes creerlo? Al no tenerte me hice un completo adicto a mi trabajo—pronunció amargamente mientras observaba la blanca luna sobre el cielo oscuro.
El rubio había muerto en un accidente de automóvil, en un día caluroso… fue algo inesperado y provocó que hubiera un giro cruel en la vida de Sasuke. Ellos eran lo único que tenían en el mundo ya que el Uzumaki era huérfano y la familia del azabache se había opuesto a una relación homosexual, pero aun cuando se afrontó a semejantes obstáculos, no pudo alejarse de la calidez que Naruto emanaba con cada sonrisa.
Ese amor era suficiente para él. Era su alimento de cada día y ahora… vivía con hambre.
Después de su muerte las cosas brillantes se volvieron opacas, la comida perdió su sabor, el más ligero ruido se volvió molesto y la vida de Sasuke se hizo la tortura más grande que enfrentó.
Hubo momentos donde quitarse la vida fue parte de sus planes… pero aquel rostro del que tanto amaba aparecía ante sus ojos en el momento exacto donde intentaba suicidarse ¿cómo podía quitarse la vida? Estar vivo era la única forma en la que podía seguir dejándole flores a Naruto.
Él era el único que jamás lo olvidaría.
Sasuke sería el único que recordaría a su amado.
Él sería el que mantendría aquella tumba tan llena de luz.
Las lechuzas revoloteaban y se acercaban al Uchiha, se habían acostumbrado tanto a su presencia que lo creían parte del entorno.
—Debería de hacerme una pequeña casa al lado de tu tumba ahora que ya no tendré trabajo ¿qué opinas? —intentó bromear, aunque parecía que había algo de verdad en aquellas palabras.
Acarició lentamente la lápida y suspiró tan pesado que se notaba su agobio.
—Naruto… en verdad te extraño demasiado—la confesión mostró la profunda tristeza con la que cargaba aquel anciano de ojos tristes—En días como hoy extraño la forma en la que me apoyabas cuando me sentía afligido ¿por qué tuviste que…?
La frase completa se quedó atorada en su garganta y contuvo las lágrimas que cada noche se acumulaban en sus lagrimales.
Aun cuando Naruto ya no estuviera vivo… su presencia permanecía latente en aquel frio cementerio, porque en aquella tumba de gélida piedra… un calor llenaba el adolorido pecho del Uchiha.
Tal vez una fantasía, una irrealidad que mitigaba el sufrimiento, tal vez…
—Daría lo que fuera por un pequeño momento a tu lado
Sonrió tristemente y comenzó a charlar de los acontecimientos en su trabajo, volvió a repetir los mismos recuerdos de aquellos días donde su sol brillaba con tanta luz que era cegado… aquello días de sol que le daban tanto fulgor.
Pasaron las horas y entonces la noche dio paso al día y Sasuke alzó su cansada vista para observar el hermoso amanecer, ese día en especial… sintió un poco de calor en su rostro y cerró sus ojos tranquilamente.
—Así se sentían tus besos…
Y finalmente, las lágrimas se desbordaron, deslizándose fluidamente por sus mejillas, sintió alivio por unos leves instantes.
Sasuke lo comprendía bien, esperaría hasta dar su último respiro para seguir recordando al ser que más había amado… y tal vez, solo tal vez, cuando muriera… Dios lo recompensaría dejando que volviera a tener sus días de sol.
Sus días con Naruto.
Fin.