DESPERTAR
— Dean despierta, vamos regresa a casa por favor —
Los ojos verdes de Dean se abrieron de golpe para pestañar varias veces, su mirada se enfocó en el techo de color blanco, por un momento no sabe que está pasando, ni mucho menos sabe en donde esta, lo último que recuerda es que estaba en un caso con su hermano que tuvo una discusión con Castiel pero ahora se siente desorientado, luego son pequeñas cosas que pasan con rapidez en su mente, pero deja de meditar en ello cuando una mano acaricia su abdomen tensándolo al instante por sentir ese tipo de caricia tan intima en esa área. Nunca ha dejado que alguien lo acaricie de esa forma, en sus encuentros sexuales con mujeres, ninguna de ellas lo ha acariciado de esa manera.
— Dean se te hace tarde ¿o quieres que te mime, mi OMEGA? — habla una voz cerca de su oído y Dean no sabe porque siente un escalofrió en su cuerpo al escucharla, porque él, conocería esa voz en donde sea que sea gira su rostro encontrando unos ojos de color azul observándolo con amor, y devoción — Me encanta tu aroma por las mañanas, bonito pero deja de liberar tus feromonas o no saldremos de la habitación — menciona divertido Castiel para levantarse de la cama y dirigirse al cuarto de baño, Dean está boqueando por lo dicho del alfa, porque él no posee feromonas, él es un omega defectuoso, por un momento se toma el tiempo de ver lo que lo rodea, la habitación es algo grande para su gusto, decorada con muebles de madera, una enorme cama matrimonial, se ve en el espejo y por un momento sus ojos se abren grandemente con dedos temblorosos se toca esa parte tan sensible, como olvidada en su vida, ahí en el espejo se ve reflejado una marca…Una marca de posesión, siente su corazón acelerarse como contraerse porque es doloroso, porque él no tiene eso, esto debe ser un…
— ¡Papi! — grita un niño de cabellos negros, los ojos tan azules lo observan desde la puerta para que el pequeño de un momento a otro salta hacia la cama, la risa inunda la estancia, y Dean no sabe porque pero sabe quién es ese pequeño, pero lo último que recuerda es a un adolescente, no a ese pequeño de ocho años que lo mira con tanto amor — Papi, le gane a Claire, yo quiero dormir contigo y papá —dice emocionado el pequeño que salta emocionado a lo lejos se escucha la voz de Claire que se está despidiendo porque debe ir a estudiar.
— ¿Jack? — cuestiona Dean, acariciando el cabello del pequeño que a toda luces demuestra ser un omega, el niño le sonríe para darle un beso en su mejilla para meterse en las sabanas con él, para ese momento, para el omega todo eso es algo surrealista lo que está viviendo, y mentiría en decir que no tiene miedo, su vista se dirige en la puerta del baño donde Castiel los observa con una sonrisa. Y Dean niega desesperado, esa situación es una mentira, él no merece ni tiene derecho a esa felicidad, algo en su interior se rebela pero por un segundo siente el aroma del alfa que lo mira preocupado, se acerca a él y está a punto de besarlo, pero el cazador solo cierra los ojos, repitiendo que eso es una mentira, es solo el producto de su imaginación que eso no es real.
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Sam solo ruega que su hermano se dé cuenta que tiene una familia que lo quiere, que solo están tratando de entenderlo pero al parecer Dean se encierra cada vez más en su coraza, excluyéndolos, él todavía no entiende porque escondió por tantos años su condición de omega pero deja sus dudas al ver a los tres familiares de su pequeña como extraña familia, y siente que el vació que sintió cuando Castiel, Claire y Jack se ha ido para estar completo.
— Siento lo de Dean —dice un apenado Sam, pero al ver como los otros niegan para que los cuatro tomen asiento, de verdad Samuel espera que su hermano no se meta en problemas mientras esta con esos tres pero conociendo espera que el caso no se complique.
— Aunque no lo creas, lo entendemos Sam. Castiel nos contó porque oculto su condición…solo queremos saber si se ¿encuentra bien? — habla Claire, Jack asiente y Castiel solo observa un punto inexistencia en el techo del restaurante. Sam espera ansioso que le cuenten porque tanto misterio esconde su hermano, pero algo le dice que su padre tiene mucho que ver con ese estado.
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Cuando nuevamente abre los ojos Dean, no está en la habitación matrimonial, ahora está parado enfrente de una estufa, al parecer está haciendo unos panqueques, por un momento no sabe que está pasando, que debería estar haciendo otra cosa; pero al girar su cuerpo observa una mesa bien puesta, donde se encuentra su familia. Castiel leyendo el periódico, Claire hablando de su día y su pequeño Jack comiendo su porción de panqueques con una enorme sonrisa. Y Dean siente que está en el lugar correcto, olvida por un segundo esa vocecita que le dice que ese no es lo correcto, que este no es su hogar. Puede sentir como su omega se remueve feliz, algo que nunca sintió cuando cumplió los 15 años.
— ¿Algún problema, cariño? —cuestiona Castiel, viendo la negativa de Dean, el desayuno pasa sin mayores problemas, el omega observa cómo, su familia se retira y es en ese momento de lucidez en que el cazador se toma el tiempo de averiguar dónde está porque sabe que sigue siendo un cazador, porque Castiel sigue siendo un ángel, porque no, sabe que puto milagro paso para que aun cazando tuviera tiempo de tener una familia con movimientos mecánicos empieza a investigar pero algo le dice que no lo haga, que tiene lo que más a anhelando entonces porque no dejarlo así.
La casa es todo lo que una familia soñaría tener, un buen vecindario, su hermano casado con Gabriel, y el cazador sabe que su vida es perfecta, ya que tiene como esposo a Castiel, a su Ángel a sus, hijos, Claire y Jack, poco a poco se deja seducir por esa realidad, es tan fácil tan perfecta ¿Acaso, no, es mejor dormir ahí…?
Pero Dean es Dean y sabe que está mal, esa no es su vida, como, puede borrar la realidad de que en la vida real es un omega defectuoso, está ilusión le muestra que es un omega, con feromonas, con una bonita marca de posesión. Solo es…
Pero no, quita de ver las fotos familiares, de su boda. Se muerde los labios al sentir a su alfa abrazarlo por la espalda, siente un calor abrasador en sus entrañas, su cuerpo más ligero, tembloroso, su boca reseca y en su entrada húmeda como, músculos por un momento entra en pánico porque recuerda lo que paso en su primera experiencia en su celo. Puede sentir como, Castiel lo, acaricia sobre la ropa, lo besa acaloradamente y por primera vez Dean se deja llevar por su celo, el sentir como es ser tratado con cuidado su celo, el cuerpo de Castiel se amolda a su cuerpo, lo besa en los lugares que fueron torturados por el calor, por la fiebre de no brindar ayuda a un omega en ese estado. Cuando siente su lubricación al tope, su cuerpo hirviendo por el deseo es penetrado por su ángel y no es bañado con agua fría, no hay cubos de hielos bajando de golpe su calentura, no está atado a una cama sollozando por ser atendido, no, si no tiene al único hombre que ha amado tomándolo con toda la paciencia, como debió ser su primer celo. No por la penetración si no por la forma suave que acaricia su piel sensible, la, libertad de él mismo satisfacerse de autoexplorarse.
Este celo no hay culpa de ser omega, en este celo no está su padre reprochando que es un omega, un inútil, está vez no hay llanto de dolor al estar atado hirviendo en fiebre. No. Esta vez sólo existe Castiel y, él entregándose por completo a su parte omega.
Sale de la habitación observando a su pareja durmiendo, su cuerpo está adolorido pero es perfecto para él, recorre las habitaciones viendo a sus hijos durmiendo. Todo es perfecto entonces ¿porque sigue luchando por despertar?
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— Vamos cazador, esta vida es perfecta — habla Morfeo, viendo al cazador luchar por despertarse. Nunca nadie se había resistido tanto a sus habilidades, Dean tenía su vida perfecta, pero su mente le recordaba que llevaba más de una década que no sentía que era ser Omega, que es extraño soñar con algo que no ha vivido y, la diosa sabe que debe hacer porque de una forma indirecta está ayudando a la parte Omega de Dean despertarse y solo puede medio sonreír por lo que está haciendo.
No es extraño de ver entrar con un arma al hermano de este, junto a tres desconocidos pero están en su territorio y tiene en su regazo la cabeza de Dean. Su vista queda fija en Castiel que sólo la observa.
— ¡Libera a mi hermano! — Exige molesto Samuel viendo a esa criatura absorber la fuerza vital de Dean. Luego de hablar con Castiel, y aborrecer a su padre por lo que le hizo, a Dean no pude creer que su hermano ha sobrevivido a no tener su parte omega y porque Castiel no pudo sanarlo, es la mente de su hermano que bloquea a su omega y esta parte a quedado dormida en un rincón de su mente. Al llegar a la habitación y leer una nota supo dónde estaba el cazador mayor, y ahora estaban con esa mujer.
— Castiel, que alegría verte —
— Lo mismo digo Morfeo, pero sabía que no atacas a las personas, sólo te alimentas de los sueños alegres sin lastimar a nadie, que solo té basta que duerman los niños y tú te alimentarias — Cuestiona Castiel, viendo a esa diosa. La, conocía en una de sus misiones en la tierra hace muchos siglos atrás, Morfeo cambio cuando se enamoró de un mortal pero este murió en la guerra y la diosa no puedo evitarlo, en ese mismo momento lo hizo soñar con su sueño eterno que esta ella esperándolo en casa para casarse desde ese día, ella juro alimentarse de esos sueños de las almas en desgracias dándoles su sueño anhelando. Los otros tres solo observar la charla de esos dos.
— Digamos que estoy experimentando cosas como pagando un favor. Pero lo sabes verdad Castiel. Si me matas a Dean, porque nunca despertaría —Aclaro la diosa volviendo su atención en el cazador que estaba al fin cediendo a su sueño anhelando cosa que no espero fue que Castiel entrará en el sueño del Cazador al parecer el plan de su viejo amigo se estaba realizando ahora solo quedaban la decisión final del Cazador mayor.
— Dean, que elegirás dormir eternamente o, al fin aceptarte — Fue el pensamiento de Morfeo.
Continuara…