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Kalmia Latifolia por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Advertencias: Posible Ooc. Puede contener spoilers.


Web cómic: Nano List


Pareja: Maddie x Chacha


Palabras: 738 –viñeta-

Notas del capitulo:

Notas: Este fanfic está hecho en base a una tabla (que veggy realizó) por su cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños Veggy! Me alegra que pudiera hacer algo de esta temática después de tremenda barbarie de temas que me diste J -inserte cara asesina- espero cumpla tus expectativas we, te amo. El fanfic está basado en la temática de basarse en una imagen, como se muestra en la tabla. La Kalmia Latifolia es una flor que se conoce popularmente como lirio de montaña, produce flores blancas y rosas, pero es altamente toxica.

KALMIA LATIFOLIA

[Maddie… la única humana que tiene la pócima para envenenar a un androide como yo… de esa temible enfermedad llamada amor.]

La Dra. Maddie Ahn.

Maddie Ahn.

Maddie.

El único ser humano que hizo que un androide como yo, tuviera pensamientos extraños, algo parecido a sentimientos… eso, que solo deben poseer los seres humanos, esa maldita especie inferior.

Escuchó como tocan la puerta y ni me preocupo en darme la vuelta cuando esta se abre.

—Chacha… hemos traído una nueva—menciona una de los androides militares que están bajo mi mando y de la compañía, hago un gesto con la mano para que se retire y ni me digno a despedirla con la mirada.

Hoy es el aniversario de la muerte de Maddie.

Después de observar por largos minutos el cielo tan azul y resplandeciente decido girarme para ver la maceta que siempre adorna mi oficina, sus hermosas flores blancas y rosadas brillan tanto que no puedo evitar sonreír.

—Maddie—pronunció su nombre, siendo este el maleficio que me fue lanzado desde que la conocí.

Extiendo mis dedos sobre la delicada planta y acarició sus pétalos con sumo cuidado, mirando fijamente como se balancea en mi mano, arrancó la pequeña flor y la consumo sin piedad, solo para darme cuenta que de nuevo no siento ninguno de los efectos que esta peligrosa flor contiene.

Es porque no soy una humana.

Esto no tiene nada de poder en mí… pero entonces ¿por qué cuando estaba con ella reaccionaba de forma tan mortífera?

Todo comenzó cuando esa sonrisa arrogante se formó en el bello rostro de aquella mujer que nació con una inteligencia más allá de lo normal. Yo solo la observé apacible pensando que era otro ser humano mediocre al cual quería pisotear con la punta de mis tacones.

—Tú debes ser Chacha… yo soy la Dra. Ahn. Pero dime Maddie—se presentó y me extendió la mano, pero me limité a solo asentir, no quería tocar a un ser ínfimo.

—¿Acaso mi mano tiene algo de malo, perra? —y al escuchar ese insulto por primera vez además de sorprenderme… no pude evitar reír.

Esa humana sí que tenía agallas… llamando a un androide mucho más fuerte que ella de forma tan vulgar solo por una nimiedad…

¡Ah, que interesante!

Y allí fue donde la toxina de aquel laurel de montaña comenzó a envenenarme.

Al principio fue una dosis pequeña donde sufrí de respiración irregular, además no podía controlar mis miembros a como lo deseaba… mientras más quería alejarme de ti… daba pasos hacia adelante.

El veneno comenzaba a apoderarse de mis circuitos.

Los días comenzaron a pasar, y aquellos momentos aburridos donde mi repugnancia por los humanos crecía, mi admiración por ti iba en aumento.

Tu carta triunfante fue cuando presa del desgraciado licor llegaste ebria a mi departamento y me besaste de la nada. Un acto que siempre considere asqueroso y aborrecible… cuando provino de ti mi toxica flor… me supo a miel.

Me inyectaste de aquello que tú raza llama comúnmente amor.

Una enfermedad que tiene muchos síntomas, pero es difícil de curar ya que no existe medicina física.

Y entonces esos días soporíferos se convirtieron en enérgicos, esperaba pacientemente a que el sol saliera para escuchar tus insultos, soportar tu personalidad fuera de lo común y gozar ese intelecto que alimentaba mi curiosidad.

Quería gobernar a todos los humanos contigo como mi acompañante, ser las dueñas de este mundo inepto mientras seguías llenándome de tu pócima.

“Ver a un robot de lata como tú, gobernar sobre mí… ¡me disgusta mucho más!”

Ah… esas crueles palabras.

Me estremezco de solo recordarlas.

Yo solo quería que fueras mía.

Por C-O-M-P-L-E-T-O.

Lo desee desde el instante donde mi válvula que funge como un corazón comenzó a trabajar cada vez más rápido cuando te observaba… desde ese momento donde me extendiste tu mano… en ese preciso tiempo donde me sonreíste por primera vez… donde tus labios rozaron los míos y me sentí viva y no como una herramienta más de aquellos humanos repugnantes.

—Quiero volver a sentir tu maldición—murmuro consumiendo la kalmia latifolia esperando que milagrosamente me pulverice y pueda verte, escucharte y tocarte… de nuevo.

—Te amo Maddie

Pronunció sintiendo como un líquido baja por mis mejillas ¿esto es llanto? Ah… pequeña bastarda astuta, esta enfermedad que me contagiaste logra que me convierta en aquello que siempre repudie ¿no es así?

Cada día que pasa…

Cada minuto…

Cada segundo…

Me vuelvo una humana lamentable que extraña a su amor no correspondido.

A su pequeña y hermosa flor toxica.

Fin.

Notas finales:

Tengo la manía de escribir cosas cortas, pero sustanciales desde mi punto de vista. Espero sus comentarios.


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