II
Sin decir nada se encaminó a paso lento hacia el estudio, aun comiendo esas deliciosas galletas saladas que había descubierto por casualidad en la tienda de conveniencia que estaba cerca de su residencia. Pero también con una idea específica comenzado a rondarle la cabeza... quizás esa sería la oportunidad perfecta para ejecutar el plan que llevaba meses pensando en poner en práctica y, para eso, necesitaba que NamJoon y Suga estuviera de su lado.
—¿Estás ocupado? —preguntó el mayor de todos luego de golpear la puerta de vidrio y escuchar que su líder le permitía el paso.
—No, ya estaba terminando... ¿qué pasa? Estás serio hyung.
—Los niños quieren hablar con nosotros. Algo serio que creo le ha pasado a nuestro pequeño Kookie, por lo que necesito también a YoonGi ¿Dónde está?
—Ya viene a casa, era el último en terminar con la sesión de fotos, pero ¿qué le pasa a JungKook?
—No sé muy bien, creo que tiene problemas con su novia y le fue a pedir consejos a los únicos dos a los cuales nunca debió acercarse para hablar de estos temas.
NamJoon no pudo contener una risa y luego un suspiro se le escapó sin querer. Sabía perfectamente quienes eran esos dos y lo probablemente estúpido que JiMin o TaeHyung dijeron a un joven JungKook que estaba cada día más sensible e inmaduro, aunque intentaba aparentar todo lo contrario frente a ellos.
—Llama a Suga y pídele que compre cervezas y soju, creo que vamos a tener una conversación entre hombres esta noche.
—¿Hombres dices? —NamJoon levantó una ceja expectante. SeokJin dejaba de hacer cualquier cosa si algo les pasaba a los más jóvenes de BangTan, haciendo lo que estuviera su alcance para ayudarles y aliviar, aunque solo fuera un poco, sus pesares e inseguridades, sobre todo si se trabaja de Jeon JungKook quien era como su hijo al llevar seis años criándolo. Solo de esa forma pensaba que podía mantener la paz en ese departamento lleno de hombres jóvenes, hormonas y gritos.
—Tú eres el líder, yo soy el mayor, JHope también tiene novia y Suga va a poner la nota sensata y juiciosa como siempre. Necesitamos educar a esos tres rápidamente, antes que comentan alguna estupidez que se tarde nueve meses en salir.
Jin no tenía idea de que eso era lo mismo que había pensado JHope minutos atrás. Y NamJoon suspiró pesado nuevamente al entender esas palabras.
Habían educado entre todos a esos niños que habían llegado a la agrupación con 14 y 16 años respectivamente, pero era poco lo que habían hablado sobre cosas de hombres y JungKook ahora era un adulto con un cuerpo completamente desarrollado y listo para 'cualquier' tipo de acción. Ellos, como los mayores, tendrían que evitar que sus dongsaeng arruinaran su vida de forma irremediable a los 20 años.
—Muy bien, hablaré con YoonGi hyung para que compre algunas cosas y le diré que haremos.
—Perfecto, pediré unas pizzas y pollo frito, creo que estaremos en esto toda la noche y no tengo ganas de cocinar para este batallón. —Jin, sonriendo complacido, levantó el brazo para despeinar el cabello de NamJoon y agregó antes de salir del estudio— tengo una idea y puede que te resulte extraña... pero necesito tu apoyo incondicional en esto ¿cuento contigo Nam?
RM lo miró un poco confundido en los primeros segundos, pero luego le sonrió tomándole la mano.
—Siempre tienes mi apoyo, mi atención y preocupación... lo que quieras hacer, hyung, me tienes de tu lado. —Jin le apretó la mano en agradecimiento y acarició con cariño la mejilla de NamJoon antes de salir satisfecho del mini estudio.
Y el líder, como siempre, cumplió su palabra y llamó al único integrante que estaba fuera de casa. YoonGi primero se negó rotundamente a participar de esa supuesta charla de hombres para los menores, pero RM usó el mismo argumento que había pensado Hope y había verbalizado Jin minutos atrás: "son jóvenes, llenos de hormonas y mujeres que mueren por ellos. Ya JungKook tiene novia y pronto podría pasarle también a V y JiMin. No quiero que arruinen sus carreras por no hablar de estas cosas. No tienen a sus padres cerca ni a muchos amigos... es parte de nuestra responsabilidad también cuidarlos en este aspecto YoonGi hyung".
Mierda. Suga odiaba cuando los argumentos de RM eran tan buenos que no podía discutirle ni reclamarle. Respiró hondo antes de aceptar definitivamente. Le informó que compraría mucho alcohol porque a pesar de su personalidad, estaba seguro que no iba a poder hablar de sexo y esas cosas con sus dongsaeng sin haberse bebido, por lo menos, tres botellas de soju antes.
Luego de colgar la comunicación con Suga, NamJoon llamó al manager de BangTan y le indicó que como al día siguiente era festivo, ninguno saldría de la casa ya que iban a beber un poco durante esa noche. A su manager no le gustó mucho la idea, pero sabía qué clase de líder era NamJoon, además de confiar cien por ciento en Jin y Suga, quienes tampoco iban a permitir que alguno bebiera de más. Le respondió que se cuidaran y que no salieran al otro día para que estuvieran descansados para las actividades del lunes. RM prometió que todo sería tranquilo y cortó la comunicación.
Se reclinó completamente en su silla de trabajo y cruzando las manos sobre el pecho cerró los ojos por un par de segundos. Ahora debía dejar un poco de lado su rol de líder y convertirse solo en hyung para hablar de cosas sexuales y amorosas con sus pequeños e inocentes hermanos, además de intentar adivinar qué era lo que su lindo y preocupado Jin quería hacer durante la noche.
NamJoon siempre confiaba en el juicio de Jin, porque sabía que era el más desinteresado de todos y cualquier cosa que estuviera planeando iba a ser buena. SeokJin era el único por el cual era capaz de poner las manos al fuego, aunque tuviera que quemarse por completo.
Al salir del estudio y llegar al salón encontró un silencio extraño para esa hora, en aquella casa. JiMin, TaeHyung y JHope estaban esperándolo en el sillón, todos apretados y casi uno encima del otro, mientras Jin estaba cómodamente sentado en uno de los sillones individuales.
—YoonGi hyung dice que llega en quince minutos. Hobi hyung, ¿puedes ir a recibirlo? Me ha dicho que te mandara un texto para que le ayudes con las bolsas.
HoSeok hizo un gesto de "ok" con sus dedos y sacó su móvil esperando el aviso de Suga. Fue en ese momento donde JiMin se levantó —con trabajo— de entre V y JHope y se acercó a su líder con cara de circunstancias.
—NamJoon hyung, tenemos un problema con JungKookie. —su tono solemne hizo que el líder le prestara toda la atención de la que disponía en ese momento. Ambos se miraron por un momento mientras JiMin, que generalmente era muy bueno con las palabras, intentaba encontrar aquellas exactas para expresarse de la mejor forma y no provocar un mal entendido, esta vez, con sus hyung.
—¿Cuál es el problema que tenemos con Kookie?
—Él se siente patético y cree que su novia va a terminar con él por no saber besar. Hice un comentario de eso, sin mala intención, pero ha tenido el efecto contrario en JungKook y ahora está encerrado en su habitación pensando en quizás qué tragedias.
—Ya veo... —V y Jin estaban atentos a la conversación, incluso TaeHyung se había acomodado de mejor forma para observar las expresiones del líder de BangTan. —Ahora entiendo un poco más lo que ha pasado. —Miró a Jin que con un pequeño gesto en la mano le animó a continuar, así que con el permiso del mayor, NamJoon dio a conocer el plan que conocía para las siguientes horas. —con Jin hyung hemos llegado a la conclusión de que hoy es un buen momento para tener una charla de hombres con Kookie, TaeHyung y contigo, JiMinie. Vamos a esperar a que YoonGi hyung llegue y tener todas las cosas listas para hacer salir de la habitación a JungKook y, primero vamos a hablar todos y luego veremos qué podemos hacer para ayudarle y que así deje de pensar que su novia va a terminar con él.
Para ese momento, HoSeok se le quedó mirando con cara de horror porque entendió, al segundo siguiente de escuchar "charla de hombres", a lo que se refería el líder.
—Pero... —quiso decir algo pero la voz tranquila y serena que no permitía discusión de Jin se escuchó en el departamento como una especie de sentencia inapelable.
—Somos los hermanos mayores de estos maknaes. Vamos a educarlos como se debe, Hobi.
Jung HoSeok nunca había desobedecido a Jin, así que esa tampoco sería su primera vez. Giró su cabeza intentando controlar los colores que estaba seguro se le habían subido al rostro, y gracias a los dioses del universo la pantalla de su móvil se encendió indicando que YoonGi le había escrito pidiéndole que bajara al estacionamiento para ayudarle a subir las cosas que había comprado.
—Suga hyung me ha avisado, voy a buscarlo. —se levantó con rapidez y de la misma forma se calzó descuidadamente de sus zapatillas, saliendo con más prisa de la que quiso del departamento.
—Tae, ayúdame a acomodar la sala para poner la mesa y que nos quedemos aquí a beber. Enciende el ventilador también por favor. RM, con cuidado, corre esos muebles para que todos estemos cómodos y JiMin —esté se giró con rapidez ante la voz de su hyung— ve a mi habitación y trae mi billetera, la comida debe estar por llegar y tú la vas a recibir.
Todos se movieron enseguida ante las órdenes dadas por el hyung mayor, sin ningún cuestionamiento. Por su parte, JHope ya había llegado al subterráneo y se dirigía con paso rápido hacia donde Suga lo esperaba, en su propio automóvil, con el maletero abierto a la espera de que el otro llegará a buscarlo.
—Oye hyung, creo que allá arriba se han vuelto locos —dijo Jung mientras comenzaba a sacar las bolsas del auto.
—No me digas nada, que ya siento la jaqueca aquí —respondió apuntando a su frente— No sé si reír o llorar.
JHope río ante el comentario y pensó que, posiblemente, toda esa historia de la conversación entre "hombres" no sería tan aburrida. Estaba seguro que iba ser épico ver a Suga avergonzado, borracho y furioso en partes iguales. Ahh... no se le había ocurrido que podría reír mucho esa noche gracias a sus hermanos.
Entre ambos subieron seis bolsas muy pesadas de licor y de algunas chucherías que les gustaba comer a Suga y RM cuando bebían. En el ascensor Hope miraba cómo Suga intentaba aparentar frialdad pero la punta de sus orejas ya estaba sonrosada. Esbozó una sonrisa otra vez. Eso solo le daba ánimos para ser muy explícito al responder si le hacían alguna pregunta comprometedora. Y estaba seguro de que esa pregunta se iba a dar en algún momento.
Miró nuevamente las bolsas en las manos de ambos y creía,definitivamente, que todos iban a terminar terriblemente borrachos esa noche.
Bueno, todos eran adultos y era el momento de una juerga de antología, comonunca se había dado en BangTan. Otra sonrisa divertida. Ahora sí que tenía ganas de beber todo lo que pudieraesa noche.