Draco lloró un rato largo en el piso frío, cuando se sintió cansado se levantó con las lágrimas ya secas y el trasero adolorido de haber estado tanto tiempo acuclillado en el suelo. Aún así con el sueño que tenía durmió tan mal que no se hubiese levantado de la cama sino fuese porque estaban golpeando la puerta de su cuarto. Abrió los ojos con dificultad, y mal humor, se quedó unos segundos mirando a la nada debatiendo si volver a dormir o abrirle a Pansy, que ya estaba gritando.
-Si no bajas le diré a Potter que se vaya de nuevo a su casa.
Miró el despertador asustado, y eran ya las cinco de la tarde. Como todavía tenía puesta la ropa con la que había ido a la fiesta se paró por inercia y corrió escaleras abajo. Harry parecía tenso sosteniendo un vaso de agua vacio, pero tenía una gran y sincera sonrisa adornándole el rostro, se le ensanchó y pudo verla cuando Harry notó que estaba en las escaleras, entonces bajó el vaso y lo apoyó en la mesa, con una mano lo saludó y con la otra se rascó la nuca pareciendo nervioso. Él no sabía qué hacía el auror ahí, un domingo a la tarde, con un vaso de agua y con una sonrisa que buscaba volver a enamorarlo como si tuviese quince años. Pero fue extraño porque para nada quería ir y verlo, o enamorarse. El pecho se le infló de culpa y le dolió tanto que quiso echar a Harry de su casa y llorar. Recordó el beso de Theo y la imagen lo atravezó como una flecha de sentimientos abrumadores. Intentó sonreír y antes de irse a sentar con Harry Pansy bajó las escaleras y como si hubiese tardado apropósito se sorprendió de haber visto a Draco tan tieso aún en las escaleras.
-¿No vas a sentarte? –preguntó Pansy entre risas-. Yo venía a ver si estabas bien, aunque no sabía que habías hecho planes con Potter…
-¡Oh, no! –Cortó Harry, estaba rojo y tenía una expresión de susto en la cara, como si Pansy lo hubiese delatado de una forma horrible-. No, yo… pasaba solo. Creí que estarías solo –dijo mirando a Draco.
Pansy empujó por la espalda a Draco, este tropezó en la alfombra y se sentó en el sofá frente a la mesa, en una punta, intentando no mirar a Potter por la culpa que le proporcionaba eso. Fue aún peor cuando Pansy los dejó solos y se fue a la cocina. Harry lo miraba rojo y con sonrisa discreta, aunque Draco no podía responder de la misma forma. Era una tontería pero Potter hacía que el beso del día anterior le doliese mucho, que lo atravezara como carga… Draco estaba enamorado aún del Héroe del mundo mágico, y sentía que el beso que le dio Nott era una traición a sus sentimientos, o una traición a Harry, y eso era una tontería gigante porque ellos no saldrían nunca, ni habían salido nunca. Una vez la psicóloga a la que tuvo que ir Draco le había dicho que sería bueno que intentara salir con otras personas, para que con el tiempo se sintiera más libre y pudiese enamorarse sin atamientos o culpas, y ser feliz. Aunque también había dicho que en realidad Drao tenía miedo de enamorarse, porque eso significaría que perdería otra oportunidad con Potter para siempre, y aún así nunca había soltado la esperanza tonta, por más que le doliera.
El auror seguía haciendo los gestos que tenía cuando estaba nervioso, como jugar con las patas de los lentes y eso a Draco le dio mucha ternura. Harry había cambiado un poco, pero sus gestos eran los mismos, incluso la forma de hablar, o la manera en caminar… Eran esos gestos que hacían que Draco se sintiese igual que en Hogwarts, igual de bien que antes de que todo cambiara.
-¿Fue divertida? –A Draco se le cortó la respiración ahí mismo.- La fiesta de Theo.
En verdad le temía a esa respuesta, se sintió realmente mal.
-Sí… Bueno…
-Traje café –Pansy cruzó el umbral de la cocina y tenía un semblante preocupado, que le hizo preguntarse a Draco si estaba escuchando-. Tener una niña en casa hace que no duerma bien, Potter debe conocer el sentimiento.
-Bueno, sí…
El ambiente era tenso, como si los recuerdos y pensamientos de Malfoy hubieran inundado la sala entera. Cuando Pansy acercó la taza de café a Harry éste negó con un movimiento de cabeza y miró a Draco a los ojos con un nerviosismo extraño.
-Yo ya tengo que irme, sólo pasaba a saludar –Harry se paró y Draco por inercia lo imitó.
-Te acompaño.
Pansy asintió con un gesto y los dejó irse, esperando en el sofá. Cuando llegaron a la chimenea Harry tomó a Draco del brazo, y la fuerza debió de haber sido un poco excesiva, porque el rubio tuvo que apoyarse en la pared para no perder equilibrio. Se sorprendió mucho, tenía los ojos muy abiertos, tanto que cuando relajó la expresión la frente le dolió un poco, pero eso no detuvo a Harry, ninguno de los dos dijo nada, y Potter siguió avanzando hasta quedar a centímetros de los labios de Draco. El ambiente cambió, se miraron a los ojos, y estaban tan perdidos en descifrar la mirada del otro que siquiera escucharon lo agitada que se encontraban sus espiraciones. El pecho del rubio latía con mucha fuerza, y tenía a Harry tan cerca que sentía que el cuello se le caía, y lo hubiera hecho de no tener la pared atrás. En un momento a Draco le temblaron las piernas, y para que no caíga el auror lo tomó de la cintura, y sin necesidad alguna calló el silencio en los labios de Draco… y lo besó.
Era tan esperado el beso por ambos que apenas cerraron sus labios en los labios del otro ambos soltaron un sonido de alivio, era una tranquilidad tortuosa y desenfrenada. Draco subió las manos y abrazó a Harry del cuello, y entonces recordó el beso de Nott, y se sintió tan mal que separó a Harry con muy poca fuerza.
-Perdón –dijo Potter. Tomó un puñado de polvos flú y se fue.
A penas Harry se fue Draco corrió a la sala y abrazó fuerte a Pansy.
-Besé a Potter –dijo.
-¿No lo besaste antes? Me sorprende lo lentos que son.
-Besé a Nott –dijo.
-Eso sí no lo esperaba –contestó.
Pansy estaba sentada en la misma posición que había adoptado cuando Draco acompañó a Harry a irse, y este estaba acostado sobre sus muslos.
-Cuando subí estaba llorando por Flora, y quise hablar con él para que se sintiera mejor… y me besó.
-Draco –Pansy para hablar había adoptado un tono de voz melodioso.- Nott está pasando por un momento difícil, y él no es alguien que quiera aceptar lo que siente, o que siente algo… Se sentía cómodo contigo e hizo lo que hizo intentando olvidar lo que sentía, buscando otra solución.
-¿Creés que le guste?
-Claro que no, acordarme cómo miraba a Flora cuando fuimos a Albania o acordarme cómo mira cuando habla de ella, cuando hablaba de ella. Él la ama de verdad, y la perdió. Está sufriendo como no podemos imaginarle, y conociéndolo va a querer escapar de todo el dolor, haciendo lo que sea… No te sientas mal.
Draco suspiró y se acomodó en el sofá, Pansy calentó el café con magia y tomó con expresión relajada.
-Ahora, volviendo a lo importante –dijo-, ¿cómo besa Potter?
-No creo que quiera hablar de eso. Me sentí bien besándolo pero…
-Te sientes culpable por lo que pasó con Nott.
-Sí. Me siento muy mal.
-No es tu culpa, tú no besaste a Nott, él te besó a ti. –Cuando terminó de hablar jaló un mechón de pelo del rubio, que gimió como muestra de dolor.- No tienes que sentir esa culpa porque es tonto, no puedes sentirte mal por eso, ¿o vas a dejar pasar la oportunidad que tienes con Potter sólo porque Nott está mal y piensa que se va a sentir mejor contigo? Después de todos estos años sufriendo por Potter si no olvidas lo que pasó y vas a una cita con el Héroe del mundo mágico te voy a maldecir sin pensarlo.
-Está bien, voy a olvidar eso –dijo.
Y el oxígeno volvió a sus pulmones, podía respirar como una persona normal. El nudo de su pecho se fue y el estómago volvió a abrirse con hambre. Pansy era buena escuchando, y era por ella que ya no necesitaba una psicóloga en su vida, contaba sus problemas a su amiga y todo estaba bien. No había problema en qué pensar, nada sin solución, y lo único que quedaba era saber cómo le diría a Harry Potter que él sí había disfrutado del beso, y que no le faltaban ganas para seguir intentándolo.
Draco Malfoy había perdido mucha de su seguridad de Slytherin tras el fin de la guerra, pero si algo conservaba era el que siempre iba a buscar cualquier medio para lograr su fin. Harry volvió y tenía otra oportunidad para intentarlo, no importaba el medio, sólo el fin… Y Harry Potter iba a ser suyo.
-Tú sabes como ayudarme, fui un idiota que alejó a Potter cuando me besó –sentenció-. ¿Cómo lo arreglo?
Pansy rió.
-¿En serio necesitas ayuda? Potter está loco por ti, conque vayas a buscarlo a la salida del trabajo servirá. La ropa es opcional.