Jimin llego a su casa agotado y desilusionado. Con solo acostarse en el sofá en donde se encontraba su padre y su hermano viendo una película, hizo que dejaran su interés en ella para ponerlo en él.
Jin: ¿Qué sucedió?
-Jungkook camina hasta él.- Tu también tuviste una mal día.
Jimin: No diría que fue un mal día.
Jin: Pero…
Jimin: Ella no era lo que pensaba, o más bien yo era lo que ella pensaba.
Jungkook: No entiendo.
-Jimin dejo salir un suspiro largo, dejándose abrazar por Jin que después comenzó acariciar su cabello.- Ella quería salir conmigo porque le parecí lindo en la foto que Minho le enseño. Como resultado, me trato como si fuera un niño pequeño. Un hermanito con el cual pudiera jugar a las muñecas. -Jungkook enarco las cejas.- Y yo era la muñeca.
-Jin paso sus ganas de reír cuando Jungkook voltio a verlo.- No era la indicada, cariño.
Jimin: De eso estoy seguro.- Jimin se removió de sus brazos encarándolo.- Pero hablando seriamente, me gustaría conocer a una mujer que me trate como si fuera una persona sería, y no un muñeco de porcelana.
Jungkook: Es que pareces un muñeco de porcelana.- Los ojos filosos de Jimin hicieron retroceder a Jungkook.- O simplemente te estas equivocando en gustos, hermano.
Jimin: ¿A qué te refieres?
Jungkook: A que no es una mujer lo que necesitas.
Jimin: ¡Jungkook!
Jungkook: ¿Sabes que incluso piensan que tenemos la misma edad?
-Jin observa con cariño a Jimin, dándole una de sus mejores sonrisas.- Nuestro Jimin es una persona maravillosa. Así que ten por seguro que encontraras a alguien que te amé tal y como eres.
-Jimin da un gran suspiro, rindiéndose a lo que se refiere al tema de sus gustos.- Iré a la cama. Este día ha sido agotador.
Jin: ¡Descansa, hijo! –Dijo el hombre mientras Jimin subía las escaleras.
Jungkook: Tal vez Hope hyung pueda ayudarlo.- Ahora, el más pequeño de la familia se estaba debatiendo internamente en buscar a Hope. Pero su pelea seso al recordar al chico apuesto que no dejaba de hacerlo sentir incomodo por las fuertes miradas que le daba.- Yo también me iré a dormir.
Jin: Descansa, mi pequeño.
(…)
La casa de Ji Young cada vez iba hospedando más extraños, pero a la mujer no parecía importarle en lo absoluto. Sí V estaba con ella, no le importaría hospedar en aquel lugar tan grande a toda la familia del joven.
Ji Young: Estas en tu casa, Hoseok.- En el camino, la mujer estuvo interrogando al joven que la miraba inquisitivamente, y más cuando se acercaba y besaba a Taehyung.- Te espero en la habitación, Tae.
El dios, le dio una sonrisa a la mujer junto con un guiño, dejándola más que satisfecha.
Cuando la mujer subió las escaleras, el semblante de V cambio a uno serio y de enfado hacia la mujer.
Hope: Se lo que estás pensando: ¿Por qué demonios tuviste que aparecer cuando Jungkook por fin se había acercado a mí? –El mismo rostro de enfado fue dirigido al hijo de Atenea.- ¿O me equivoco?
Taehyung: Dame el teléfono de Jungkook. Sé que lo tienes.
Hope: Puede que lo tenga, o puede que no. Todo depende de cómo te portes conmigo.- Le pelirrojo, se acercó a V, posando sus brazos en el cuello del dios, acercándose para besarlo. Pero para la desgracia de este, V volteo su cabeza haciendo que sus intentos terminaran en su mejilla.
V: Si quieres algo de afecto, primero dame el número de Jungkook.- El joven castaño claro, puso en las manos de Hope su celular, haciendo que este registrara el número del menor.- Sabía que te lo habías aprendido.
Hope: Ahora dame lo que quiero.
-V le sonríe ladinamente al Hope, poniéndolo nervioso cuando con su mano derecha lo acerco de golpe a sus labios, besándolo con fuerza y desenfreno, haciéndolo gemir.
(…)
La mañana del domingo había llegado y Hoseok fue el primero en levantarse. La noche anterior solo había conseguido un beso de V debido a que el chico se había ido a la habitación de Ji Young. Odiaba tener que compartirlo. Pero si con eso podía tener un mínimo afecto de él, no dudaría en hacerlo.
Suga: Tu cara lo dice todo.- Dijo el azabache desde la puerta de la habitación del hijo de Atenea.- Al menos, una parte de él le importo. Puedo sentir tu dolor que crece cada día.- La risa de Suga hace enojar al joven.- Creo que esa es la única razón por la que me agradas. Todo lo que hay dentro de ti es caos, dolor, amargura… desesperación.- Los ojos de Suga iban oscureciendo conforme se acercaba a Hope y acariciaba su mejilla, mientras el chico le daba una mirada filosa llena de odio. Solo fueron un par de segundos cuando el azabache le dio un beso al Hope, absorbiendo todos esos malos deseos del joven.
-Cuando Hope lo separo de un empujón, Suga respiro profundo.- ¿Te alimentaste lo suficiente?
Suga: La comida humana nunca llenara el cuerpo de un dios del caos.- Suga limpio sus labios, cambiando su semblante a uno serio.- Ahora, ¿Por qué demonios estas aquí?
Hope: Vine por V. Estoy dispuesto hacerle ver a los dioses del olimpo y a él, que soy su persona destinada. –Suga lanza una risa de burla al joven.-
Suga: ¿Y qué hay del mocoso de ayer? Por lo que vi, el hijo de afrodita ya encontró su destino en él.
Hope: ¡No puede ser él! ¡Es solo un niño de 17 años! –La irritación de Hope hacía sentir más avivado a Suga.-
Suga: Si que eres idiota. Si es un niño o no, siendo humano crecerá, y llegara un día que estará a la par de V. Y sabes lo que pasara cuando ese día llegue.
Hope: ¡No lo permitiré!
Suga: Entonces ve morir a V. Por qué la única manera de separarlo de él es que uno de los dos muera… Pero que puede ser de un dios sin su pareja, quedando tan ausente de la realidad. Vació y sin ganas de vivir. Tú mismo lo viste con tu madre cuando dejo ir a tu padre. Atenea aún sigue sufriendo por su ausencia. ¿Acaso quieres eso para V? –Suga le dio un golpe en la frente a Hope, sacándolo de sus pensamientos negativos que había sentido nuevamente.- Baja, él nos está esperando para desayunar.
Cuando Suga cerró la puerta, los ojos de Hope picaban ante el deseo de llorar. El hijo menor de Ares había dado en uno de los puntos que más le dolía. Su familia.
Hope: No dejare que V caiga en el vació. Es por eso que cuando Jungkook desaparezca, estaré ahí para consolarlo y volverlo a la vida.