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DIOSES SIN DESCENDIENTES -YoonMin & VKook- por RuNoona

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-Jungkook seguía viendo su celular, esperando respuesta del mensaje que le había mandado en la mañana a V.- ¿Estará ocupado? – Una sensación extraña empezó a recorrerle el cuerpo, ¿Y si su hermano tenía razón? ¿Y sí V únicamente estaba jugando con él? Después de todo él era un mujeriego.

V: ¿Qué es esa oscuridad que te rodea, mi pequeño Kookie? –Jungkook abrió los ojos de golpe. Y no solo eso, su piel se erizo cuando los labios de V dejaron un pequeño beso en su oído.- Buen día, mi puro destino.

-Jungkook no se había dado cuenta cuando el mayor había subido al mismo autobús que él y se sentó a su lado, teniendo esa singular sonrisa que hacía acelerar su corazón, haciéndolo sentir débil.- ¿cómo es que?

V: Tengo buena memoria. Sé cuál es tu autobús y por donde pasa.- Y aunque así fuera, el hijo de Afrodita sabía muy bien donde estaba el menor debido a que un leve lazo ya los unía.

Jungkook: ¿Leíste mi mensaje? –V asiente.- ¿Vendrás?

V: Por supuesto que estaré ahí. Siempre estaré ahí para ti, Jungkook.- Y a pesar de lo que había dicho, Jungkook sintió que las palabras de V se escuchaban vacías.- ¿Sucede algo?

Jungkook: No tienes que hacerlo si no quieres.- El joven, indico la parada bajándose junto con V.- ¿Por qué pensé que lo que me habías dicho de ser el único era verdad?

-Jungkook siguió caminando, dejando confundido a V.- ¡Espera un momento, Jungkook! –El castaño claro, tomo la mano del chico, parándolo.- Yo no mentía cuando te dije que desde ahora serías el único para mi si en cambio yo era el único para ti.

-Jungkook se soltó, encarando el enojo del dios.- Siempre hay un pero, V. ¿Cuál es el tuyo?

V: Yo… nunca he estado interesado en conocer a la familia de los que han sido mis parejas.

-Jungkook quedo pensativo. En vez de enojarse como pensaba V, se quedó y tomó nuevamente su mano, manteniendo una expresión firme a lo que iba a decir.- V, ¿quieres a tú familia? -El dios, quedo pensativo por un momento pero asintió.- ¿Y te gustaría que me conocieran?

V: ¡Por supuesto! ¡Estoy seguro que a mi madre le gustaras! Dotado de bellísimos dones.

Jungkook: Eso es lo que yo también quiero, V. Quiero que mi familia te conozca y vea la grandiosa persona que eres; que puedan confiar en ti y en mí. En nuestra relación, ¿Entiendes?

V: Lo siento, Jungkook.

Jungkook: ¿Por qué lo sientes?

V: Por no pensar en lo que tu querías de mí.

-Jungkook le sonríe con cariño después de dejarle un beso casto en los labios.- Puede que hayas salido con muchas personas, mi lindo novio, pero en el amor, eres igual de inexperto que yo.

-Los ojos de V brillaban al ver al chico que estaba en freten de él.- ¿Cómo pude vivir sin ti todo este tiempo?- Así era como se sentía el dios cuando tenía a Jungkook justo a su lado.

(…)

-Hope entro a la cafetería con varias bolsas en manos mientras Suga intentaba ayudarlo.- ¿Dónde está V?

Hope: Cuando estábamos en la parada se escabullo. Tuve que comprar todo yo solo.

Suga: ¿A dónde fuiste? – La cafetería se encontraba vacía por lo que los chicos se sentaron en una de las mesas.-

Hope: Al centro comercial. Por cierto, toma tu celular. No ha dejado de sonar en todo el día.

-Suga ve de mala gana las llamadas perdidas.- Son de Suran.

Hope: También recibiste varios mensajes.

-El hijo de Ares, le lanza una mirada refunfúñate al pelirrojo.- ¿No le contéstate, verdad?

Hope: ¿Querías que lo hiciera?- Dijo mientras se cruzaba de brazos, recargándose por completo en la silla.

Suga: Es lo que menos quiero. –Suga ve el número, pensado en si bloquearlo o no.- Su actitud me está enfadando.

Hope: Es porque tu oscuridad le atrae. Pude verlo. La necesidad de no ver nada más que negro. A diferencia de su madre que lo único que desea es amor.

Suga: Y fue por eso que le atrajo V desde un principio.

Hope: Espero que esa mujer no sea como su hija.

Suga: O peor que su hija.

Olimpo

Monster: Ya arregle todo lo que me pidieron.

-Atenea, le sonrió al joven dios que permaneció serio.- Muchas gracias, Monster. También debemos agradecerle a tu contacto de la tierra por darles trabajo y hospedaje a los niños.

Monster: No será necesario, con que me des la información que quiero es más que suficiente.

-Atenea negó.- Ya te lo dije, prometí que no diría nada.

Monster: No debiste hacer una promesa con un humano. Pero, al menos sé que obtuviste el castigo que merecías, perdiendo a tu hijo humano y pareja destinada.

-La sonrisa de la bella mujer tembló ante la frialdad en la que seguía mirándola Monster.- No vuelvas hablar de esto, niño insensato.

Monster: No te preocupes, no soy el tipo de dios que ventila los pesares de los demás. Pero al menos deberías de decirle a Hope que su padre murió, y que encontraste una nueva pareja y tuviste un hijo con él… y por si fuera poco, los abandonaste en la Tierra.- Monster desapareció antes de que la mujer terminara de deshacerse.

Atenea: Hope no tiene que saber esto… No puede saberlo.

Ares: ¿Saber qué?

-Atenea cambia su rostro dibujando en sus labios una elegante sonrisa falsa.- Nada importante.

Ares: Tendrás la sabiduría, pero incluso el más sabio puede ser malo mintiendo.- Dijo el hombre mientras se cruzaba de brazos.- Tú y mi esposa se pusieron de acuerdo para ayudar a esos mocosos, ¿no es así?

Afrodita: Tú también lo ibas hacer. Como si no te conociera. Sintiéndote culpable por ser tan lejano en relación a tu hijo más pequeño.- Dijo la bella mujer que se paró a su lado.-

Ares: Esa no es la razón por lo que quería ayudarlo.

Afrodita: Lo sé, tanto tu hijo como el mío son una hoja en blanco sobre el tema del amor.

Atenea: Y tú estúpido hijo se llevó consigo a mi Hope.

Afrodita: No te confundas, hermana. Tú hijo se fue solo a la Tierra en busca de V… a pesar de que es inteligente, que no te quepa la menor duda que incluso él puede dejar de pensar y solo dejarse llevar por sus sentimientos.

-La mujer, mira fríamente a los dos dioses de mundana vida.- Ahora entiendo por qué tienen un hijo en común.- Atenea desaparece, dejando a los dos dioses a solas.

-Ares suspiro con pesadez, alejándose.- Me voy.

Afrodita: Has cambiado, Ares.- La mujer se acerca, moviendo sus caderas ante el apuesto hombre.- Ya no eres el mismo de antes.

-A pesar de las maniobras de seducción de la mujer, él dios no se quebró ante el deseo.- No nos metamos en problemas, Afrodita. Nuestros hijos se han vuelto buenos amigos. Por el bien de esa amistad, dejemos el pasado en eso.- El hombre desapareció, dejando un queja en la diosa del amor.

Tierra

Jimin estaba en el comedor de la universidad. A pesar de haber llenado su bandeja de comida, su cabeza se encontraba lejos de pasar un bocado.

Taemin: Te cambio mi postre por tus pensamientos.- Dijo el azabache, haciendo que Jimin volviera a la realidad.

-Jimin pone en medio de la mesa su postre, negándose al intercambio de Taemin.- No es nada importante.

-Una sonrisa pícara se forma en los labios del hombre, que se acerca a Jimin, susurrándole lo que estaba a punto de decir.- Yo creo que si lo es, de lo contrario tu cuello no se encontraría en ese estado.

-El castaño, a pesar de haber cubierto bien su cuerpo, una ligera parte aún se notaba.- No es lo que piensas. Un mosquito me pico anoche.

-Taemin saca un poco de maquillaje, cubriendo aquel hematoma.- Pues espero que el mosquito tenga la decencia de hacerte las marcas en lugares menos visibles la próxima ves.

-Jimin empezó a cambiar de color a uno carmín, cubriendo su rostro con ambas manos.- Fue solo un sueño.

Taemin: Si así lo quieres llamar, está bien.

Y si fue un sueño, ¿Por qué se sintió tan real? peor aún, ¿Por qué quería ser tomado por aquel chico que apenas conoció? La cabeza de Jimin era una maraña de preguntas sin respuestas, y su corazón, una locomotora que necesitaba calmarse.

Jimin: ¡Todo es culpa de él! –Gritó antes de levantarse de la mesa e irse enojado.

Minho: ¿Qué le pasa?

-Taemin no paraba de reír, comiéndose el pudin que Jimin había dejado.- Está teniendo una lucha interna entre la cordura y el amor.

Minho: ¿Y qué hay de ti?

-Taemin deja de sonreír, viendo los ojos profundos del hombre que tenía enfrente de él.- Yo… se lo que quiero, pero siento que debo castigarte un poco más.

-Minho se ríe de las palabras de su joven amante mientras le lanza una mirada coqueta.- Tus castigos son lo más dulce que he probado, pequeño demonio.

-Taemin lame sus labios atrevidamente, guiñándole el ojo al alto que trago con impaciencia.- Buen chico.

(…)

Notas finales:

Autora: RuNoona

Ahora diganme que les sorprendío de este capitulo... porque esto es el comienzo. ^^


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