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DIOSES SIN DESCENDIENTES -YoonMin & VKook- por RuNoona

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Lo primero que hizo Jimin al salir de su casa es observar los alrededores. No quería encontrarse con aquel chico de sonrisa maquiavélica por ningún motivo.


Suspiro tranquilo cuando las calles parecían particularmente iguales a los demás días, haciendo su recorrido como siempre.


Tomo el autobús de todos los días y siguió su camino hasta la universidad en donde se encontró con su mejor amigo teniendo una conversación bastante interesante con el entrenador.


Minho logro ver la figura de Jimin, despidiéndose de Taemin. El alto ni siquiera lo saludo, simplemente se fue a quien sabe dónde.


Taemin: Buen día, mi lindo Jimin.


-Jimin empezó a seguir a Taemin rumbo a la sala de profesores.- Él me odia.


Taemin: ¿Quién te odia?


-Los ojos de Jimin se volvieron filosos.- ¿Acaso no te diste cuenta como Minho me evade?


Taemin: Minho evade a todo ser que se me acerque.


Jimin: ¿Y qué hay de Joy? Ella parecía llevarse muy bien contigo también.


Taemin: ¿Es una persona selectiva? No le tomes importancia a los berrinches de ese hombre. Aun los estoy corrigiendo, y pronto, será un lindo cachorrito domado por papi.- Taemin le guiño un ojo a su amigo antes de irse.-


Jimin: un lindo cachorrito domado...- La mente de Jimin vago un poco en cierto pelinegro que parecía malhumorado. Un sonrojo se posó en sus mejillas, ahuyentado tal fantasía.- ¡Estás loco, Park Jimin! –Por último, tomó sus cosas yendo hacia su aula empezando la clase.- ¡Buen día, Jóvenes! –Aquella sonrisa que le había regalado a sus alumnos fue desapareciendo poco a poco.-


-Ahí estaba, sentado en medio de todos con esa sonrisa tétrica que hizo acalambrar la espalda del mayor.- ¡Buen día, Profesor Park! –Contestaron al unísono, incluido Suga.-


-El cuerpo de Jimin temblaba. Podía jurar que estaba sudando frío, pero aun así se atrevió a llamarlo.- ¡El c-chico de atrás! ¿Eres nuevo?


-Todos dirigieron su atención a Suga, quien no dejaba de observar a su bella presa.- Así es, profesor Park. Mi nombre en Min Yoongi.


-Jimin mordió su labio para que este dejara de temblar. Solo que eso provoco más el aura maligna de Suga, haciendo que algo de su neblina se escapara de su cuerpo.- ¿Profesor, no dará comienzo a la clase?


Es verdad, estamos perdiendo tiempo.- Decían los alumnos que estaban cerca de Suga.


-Uno de ellos chasqueo su lengua.- ¡No estoy de humor para sus berrinches, idiotas!-


Jimin: A-alumnos, cálmense por favor. -Los tres jóvenes se levantaron de sus asientos empezando a discutir y empujarse. Jimin, algo asustado fue hacia ellos tratando de separarlos.- ¡Jóvenes! –Al tratar de intervenir, uno de ellos golpeo por accidente a Jimin, dejándole una marca rojiza en la mejilla. Sin embargo, los jóvenes dejaron de pelear, y no solo eso. Los tres empezaron a temblar cambiando su color a uno casi igual de pálido que el azabache que estaba detrás de ellos con una cara de pocos amigos.- ¿Jóvenes?


-Los tres volvieron a sus asientos, posando la mirada hacia enfrente.- ¡Lo S-sentimos p-profesor Park!-


Jimin, se dio cuenta como el ambiente se había hecho tenso y sus demás alumnos parecían nerviosos. Sus ojos se dirigieron a Suga que parecía seguir implantado terror en el lugar ante el aura que emanaba su cuerpo.


Jimin: ¡Escuchen! ¡Tendremos un poco de lectura en los jardines! ¡Vayan saliendo en lo que guardo mis cosas y los alcanzo!


Las dos personas que no se movían de sus lugares, solo observaban como todos parecían correr por sus propias vidas, dejando el aula vacía.


Jimin camino con cierta agonía hacia Suga que no dejaba de verlo.


Jimin: ¿Por qué hiciste eso? –La respiración de Suga era profunda y horriblemente fuerte. Estaba alterado.- ¡Suga!


-La neblina densa de Suga empezó aumentar, haciendo sentir un poco ahogado a Jimin.- ¡Como unos simples humanos se atrevieron a golpearte! ¡Juro que iba a matarlos!- Jimin camino más hacia él con dificultad, tomando su mano.


Jimin: C-cal... mate no... no puedo res...pirar...- Las suaves manos de Jimin acariciaron las del pelinegro que solo se centró en ese gesto cariñoso, apaciguando sus emociones y con ello, la neblina.


Suga: ¿Estas bien? –Jimin sintió que volvió a respirar, pero su corazón estaba hecho un lio cuando Suga reforzó el agarre que él había hecho. Además de que había posado su otra mano en la herida de su mejilla.- ¿Te duele?


-Los ojos del pelinegro eran como un hechizo para él. Era como caer a un pozo de agua caliente en días de invierno. Placentero y a la vez masoquista. Un sentimiento que no le desagradaba.- Estoy... bien


-Suga, se acercó a él, depositando un beso en la herida, haciéndole cortar la respiración a Jimin al sentir su aliento en su rostro.- Tu bello rostro... Mi precioso Jimin.


-Los ojos de Jimin se abrieron de golpe, alejando rápidamente al hijo de Ares.- ¡Esto no está bien!- Jimin siguió alejándose hasta ir a su escritorio. Tomo sus cosas y fue rumbo a la salida.


Suga: ¡Jimin!


Jimin: ¡No me sigas!


Suga: ¡Déjame advertirte algo, Jimin! -El chico se quedó con la perilla de la puerta en la mano cuando detuvo su andar.- No soy un buen dios, cariño. Así que más vale no sacarme de mis casillas, porque no me tentare en destruirte.-


El cuerpo de Jimin se había tensado cuando sintió el del pelinegro abrazarlo por la espalda. El hijo de Ares tomo también la perilla y termino por abrir la puerta, empujando al mayor para que saliera.


Jimin: N-no me amenaces.


Suga: No es una amenaza... es una advertencia... mi lindo y destinado amor.- Suga, salió también del aula, rumbo a la salida en vez de los jardines como había pedido Jimin.- ¡Nos vemos después!


Y a lo que Jimin podía jurar que había empezado bien el día... se había equivocado.


(...)


Hope seguía recibiendo los pedidos mientras V atendía las mesas. ¿Cómo un pequeña cafetería se había llenado de esa manera de un día para otro?


¡Ustedes sí que son un regalo del cielo! –Grito el dueño del local desde la cocina, apretando el timbre para que V se llevara los nuevos pedidos.


V: Lo de regalo no lo creo.


Hope: No des información innecesaria.- Una sonrisa falsa se posó en la boca de Hope mientras le daba su cambio a una de las clientas que enrojeció ante lindo acto. Acto que hizo reír a V empezando a colmar la paciencia de su ex desliz.- ¿Me puedes decir que es lo gracioso de mis gestos?- El lado lindo de Hope se esfumaba cuando se trataba del hijo de Afrodita.-


-V termino de servir el pedazo de pastel yendo hacia el mostrador con su singular coquetería que inquieto al pelirrojo.- Es extraño verte sonreírle a las mujeres. Pensé que las detestabas.


Hope: Las detesto.


-La barbilla de Hope fue alzada por el dedo índice de V, haciéndolo sentir hipnotizado.- ¿Qué te hizo ser así, cariño?


-Las mejillas rojas de Hope hicieron ver a todas las jóvenes que observan con atención aquella escena, que estaba babeando por el castaño claro.- N-no tienes por qué saberlo.- El pelirrojo quito la mano de V, volviendo a la caja registradora.


V: ¿Un mal amor? Aunque, hasta donde yo recuerdo, nadie se ha acercado a ti.


-Una mirada afilada fue lanzada a V.- Alguien llamo mi atención antes que tú.


-La sonrisa pícara de V apareció. Escuchar de amor era su postre favorito.- ¿Alguien antes que yo?


-Hope suspiro de forma alargada. Sabía que el hijo de Afrodita no se iba a detener.- Una... valkiria.


-V se quedó con la boca abierta a lo que había escuchado.- Hope... tú.


Hope: No te preocupes. Eso ya está en el pasado.- El pelirrojo camino hacia el cuarto de los trabajadores.- ¡Es mi hora de descanso! ¡Estás a cargo!


-La seriedad volvió a V mientras se cruzaba de brazos.- Niño idiota.


(...)


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