-Jimin salió a los jardines de la universidad, sentándose en la sombra de un árbol, dejando que Suga se recargara en este y que por inercia cerró sus ojos.- En primera, quiero tu número.- Suga le lanzo su celular, haciendo que el mayor lo tomara y marcara su número para que ambos quedaran registrados, dejándolo que volviera a suspirar con tranquilidad.- En segunda, ¿qué paso con la chica?
-Una sonrisa juguetona escapo por los labios de Suga.- ¿Celoso?
Jimin: No estoy bromeando.- La verdad se sentía irritado, pero no pensaba alimentar el ego del dios.- ¿Qué paso con Suran?
Suga: Cuando llegamos aquí nos hospedamos en su casa gracias a su mamá. Solo que las cosas acabaron mal cuando quisimos salir de ahí.
Jimin: ¿Por qué?
-Suga abrió los ojos, sentándose recto de forma que quedo cerca de Jimin, quien lo miraba con cierto sonrojo.- Los humanos débiles les atrae la esencia de los dioses. Tanto Suran como su mamá fueron atraídas por nuestra esencia. Cuando eso pasa, puede volver al humano obsesivo y sediento de más.
Jimin: ¿cómo una droga?
-Suga se fue acercando más a Jimin.- Si así lo quieres poner.- Los labios del blanquecino estaban a centímetros de los de mayor que se quedó pensativo. Sin embargo, puso su mano en medio, interrumpiendo el acto.-
Jimin: Eso quiere decir que esa chica está enamorada de ti.
-Suga quito la mano de Jimin, jalándola para acercarlo a él.- Para lo que me importa.- Jimin cayó al pasto. Suga aprovecho la sorpresa del mayor, sonriendo victorioso acercándose poco a poco para robarle un beso. Beso que Jimin no se negó a recibir, enredando sus brazos en el cuello del azabache.
-Sin embargo. El lugar que parecía solitario, tenía un espectador que podría vomitar bilis ante la escena.- Yoon... Yoongi, tú...- La chica parecía más enojada que confundida. Salió corriendo de ahí con la necesidad de gritar, golpear o destruir lo que fuera. Es cuando sus pies la llevaron al salón de ensayo aventando los asientos entre patadas toscas.- ¡No! ¡Esto no puede estar pasando! ¡Yoongi no es así! ¡Él no es...- Sus palabras quedaron atoradas cuando la puerta fue abierta de golpe.- Él...
Sehun y Chang min observaban asustados a Suran que parecía rota.
Chang min: ¿Qué sucedió?
Suran: Todo es culpa de ese profesor.
Sehun: ¿Suran?
Suran: Ese profesor, Jimin. Está amenazando a Yoongi.
Sehun: ¿De que estas hablando?
Suran: ¡Yoongi termino conmigo porque el profesor Jimin lo está obligando a estar con él!
Chang min: ¿Es verdad lo que estás diciendo?
-Eran mentiras. Todo lo que les había contado a sus amigos de Yoongi eran mentiras.- Sí, los acabo de ver besándose. El tal Jimin lo estaba obligando.
Chang min: ¿Y a costa de qué?- La chica quedo callada mirando el piso.- Tiene que haber una razón por la cual haya aceptado el chantaje.
Sehun: Y no creo que el profesor Jimin haya hecho eso. ¿Suran, segura de lo que dices?
Suran: ¡Por qué no quieren creerme! ¡Pensé que eran mis amigos!
Ambos chicos se vieron tratando de pasar lo que había dicho la peli menta.
Chang min: Si lo que dices es verdad, tenemos que buscar pruebas para denunciar al profesor Jimin.
-Fue entonces que Suran sintió un ligero bienestar dentro de ella.- Las tendré, y cuando eso pase, hare que ese profesor se vaya muy lejos de aquí... y de Yoongi.- La chica limpio sus lágrimas, saliendo del lugar arrítmicamente.
Sehun: ¿Crees lo que dijo? – Chang min negó.- Yo igual.
Chang min: Por si acaso hay que vigilarla. No podemos dejar que cometa una estupidez.
(...)
Era un sabor a helado de chocolate con cereza, sin olvidar la crema batida... pero en caliente. Ese era el sabor de los besos de Suga, los cuales eran adictivos para Jimin al punto de querer probar más y más.
Suga: Jimin.- Las manos del hijo de Ares empezaron a viajar hacia los pantalones del mayor, alertándolo y poniendo su mano en la cara de Suga para alejarlo.
-Estaba recuperando la respiración cayendo en cuenta donde estaba. La universidad.- Que demonios estoy haciendo.- A punto de levantarse, su acto fue interrumpido por el azabache, derribándolo y volviéndolo acostar, dejando su brazo de lado para que no se moviera.- Déjame ir. Este no es el lugar para hacer esas cosas.
-Una sonrisa ladina se posó en los labios de Suga, haciendo enojar a Jimin.- ¿Crees que me importa?
Jimin: A mí sí. Es el lugar en donde trabajo. Si alguien nos ve podrían empezar hablar y correrme.
-El azabache volteo por ambos lados. Nadie estaba cerca como para presenciar el espectáculo.- No hay nadie que pueda vernos aquí.
-Aun así Jimin seguía luchando por levantarse.- El beso fue suficiente, Suga.
-El chico quito su brazo dejando por lo menos que Jimin se sentara.- Contigo nunca es suficiente.
-Jimin suspiro, arreglando su ropa y cabello. Sus labios de todas formas ya no tenían remedio.- ¿A qué viniste?
Suga: Es mi día libre y quería jugar un poco con mi amante.- Jimin arrugo su entrecejo.- ¿No te agrada la forma en que me refiero a ti?
Jimin: No... n-no es eso.- Jimin bajo su mirada a sus manos, empezando a jugar con ellas.- Es extraño.- Alejo el pensamiento moviendo su cabeza hiperactivamente.- ¡Aun así! hay algo que quiero saber.
-Suga pasó su mano por el cabello del castaño, quitándole el pasto que se había enredado.- Creo haber hablado más que suficiente hace un momento.
-Jimin toma la mano, haciendo que Suga lo viera a los ojos.- No me has contando todo, y lo sabes.
-El hijo de Ares quito su mano, levantándose listo para irse.- Aun no puedo hablar.
-Jimin también se levantó, arrugando su frente ante la confusión y ansiedad.- ¿Por qué?
Suga: Lo sabrás pronto. No te preocupes.
Jimin: ¿Por qué no puedo saberlo ahora?
-Esa sonrisa sarnosa de Suga hizo retroceder a Jimin con miedo.- Para mi desgracia, tendrás que esperar un poco más, Jimin. Ahora, me voy.- El azabache se empezó alejar, despidiéndose de Jimin al alzar su mano derecha.- ¡Llámame cuando quieras!
-Jimin dejo que se fuera, observando el número del chico en su celular.- Al menos conseguí algo.
(...)
-Cuando Jungkook salió del instituto, varios de sus compañeros empezaron a susurrar un sin fin de cosas que hicieron llamar su atención.- Parece un modelo.
Uno demasiado guapo.- Dijo la chica que acompañaba a su amiga.-
Fue entonces que Jungkook volteo a la dirección donde todos estaban mirando, encontrándose a un joven apuesto. Cabello castaño, perfil griego y cejas afiladas. Era perfecto incluso con ropas sencillas.
Las mejillas del menor se sonrojaron cuando el chico camino hacia él con una media sonrisa. Esa sonrisa sensual y madura que decía la experiencia que tenía en la seducción.
V: Tu cara esta roja.- La mano de V paso por las mejillas del menor, haciéndolo sentir más nervioso y acalorado.- Te hace ver lindo.
-Jungkook rompió su burbuja de ensueño cuando las habladurías se hicieron más negativas hacia su persona.- ¡Hay que irnos!- Por inercia tomo la mano de V, alejándolo del lugar.
Cuando logro alejarse, se dio cuenta que habían llegado a la parte central del lugar.
V: ¿Sucede algo, Jungkook?
-Sucedían muchas cosas por su cabeza y una de ellas era el atractivo de su novio que lo hacía ver más provocativo.- No es nada.- Y entonces llegaron a su pensamientos su persona, un niño de 17 años que solo le estaba enseñado a amar.- De hecho si hay algo.
-V podía sentirlo. Había un aura grisácea rodeando a Jungkook que insinuaba cierta tristeza en él.- ¿Qué es lo que te pasa?
Jungkook: ¿Tuviste algo que ver con Hope?
-El balde de agua helada había caído en V.- Yo... lo tuve. Pero solo fue atracción.
-Jungkook suspiro intranquilo, cerrando sus ojos. Se estaba sintiendo mal.- T-te... ¿te acostaste con él?
-V quiso tomar nuevamente la mano de Jungkook, pero este no quiso.- Jungkook ahora soy tuyo. ¿Por qué sacas el pasado?
-Jungkook mordió su labio, viendo desorbitado a V. Lo que decía era verdad... pero en cierta forma se sentía mal. Su corazón se sentía mal.- Lo siento, creo que la cita de ahora no podrá ser.- El menor empezó a caminar a la parada de autobús, dejando confundido y triste a V.-
V: ¡Te amo, Jungkook! ¡Siempre serás al único que podre amar! ¡Entendiste!
-El joven paro por un momento sintiendo un fuerte apretón en su pecho.- Yo también, sé que eres el único al que podre amar, V hyung.- Sin embargo sus palabras solo fueron dichas en su cabeza, siguiendo su camino.
-V dejo que el menor se fuera. Aquella aura gris se estaba volviendo negra. Si seguía así, el menor iba a explotar en sentimientos negativos.- Mañana es tu cumpleaños, Jungkook.- El celular del chico empezó a sonar, llegándole un mensaje de Hope que tenía que volver a la cafetería.