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DIOSES SIN DESCENDIENTES -YoonMin & VKook- por RuNoona

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Asgard, años atrás.

Odín: ¡Esposa, donde esta Freyja!

Frigg: Tranquilo, dios cascarrabias, nuestra hermosa Freyja está en la guerra haciendo honrar su título de valkiria, al igual que Joy.

Odín: Al fin decidió sacar a Joy de Asgard.

-La mujer sonríe, sentándose en su trono.- Nuestra bella Joy hoy cumplió sus 180 años. Y Freyja, para celebrarlo la ha llevado con ella a la Tierra de los guerreros.

Odín: Nuestra Joy por fin traerá honor a su familia.- Los rasgos del viejo hombre endurecieron, asustando a la mujer-

Frigg: ¿En qué piensas?

Odín: En que es una desgracia que no podamos decir lo mismo de Taemin.

Frigg: Yo sigo pensando que nos hizo un favor.

Odín: ¡Un favor! ¿Mujer, acaso piensas? El hijo menor de Freyr se ha emparejado con el último descendiente de Loki.

Frigg: No me denigres, dios cascarrabias. Recuerda quien es la encargada de la mitad de las almas de los guerreros. Sabes muy bien que lo digo porque gracias a que son pareja, Minho, ha permanecido calmado. Incluso ha abandonado a su familia.- El gran Odín quedo callado yendo rumbo a su trono, acompañando a su esposa.- Lo mejor será esperar las buenas noticas de nuestra Freyja y Joy.

(...)

La joven cabalgaba junto con las demás valkirias, sintiendo la libertad que siempre soñó.

Freyja: ¡No te separes de nosotras, Joy! –La chica asintió mientras veía como sus mayores obtenían las almas de los mejores guerreros.- ¡Joy, a tu lado!- La chica rubia, observo como un hombre se arrastraba hasta llegar al bosque.-

Joy: ¡Iré por el!

Freyja: ¡Joy, no! ¡Permanece aquí!- Sin embargo, la hermosa mujer pudo ver como el alma de ese hombre brillaba. Esa alma era de un guerrero de primera que sin duda Odín iba a querer como suya.-

-La menor, también había visto lo mismo, desobedeciendo a su sucesora se bajó de su caballo, adentrándose también al bosque.- ¡Si las cosas se complican te llamare, madre!

-Joy, se fue adentrando más en busca de aquel guerrero que parecía seguir huyendo con un propósito.- ¡Aléjate, maldita Valkiria! – la joven rubia se sorprendió al ser descubierta, o mejor dicho. Ser vista.- ¡No dejare que le lleves mi alma a Odín!- ¿Cómo es que un guerrero sabía todo eso?

La chica estaba a punto de capturarlo cuando este fue transportado a otro lugar, y para la desgracia de Joy, ella junto con él.

El hombre, al darse cuenta de la entrada de la Valkiria, siguió su camino hasta llegar a una gran casa donde se encontraba el sello de un dios.

-Joy podía ver desde la entrada una neblina de color azul rodearla. Sin preámbulos, saco su espada tratando de romper el sello.- ¿Qué es lo que haces?

-Aquella voz, hizo latir como loco el corazón de la Valkiria. Trago en seco dándose valor de voltear.- ¡Yo!- y sus palabras quedaron obstruidas al encontrarse con el lindo pelirrojo que estaba enfrente de ella.

Hope: Podrías moverte. Esta es mi casa.

-El calor que yacía en su cuerpo fue horrible. Era como si la obligaran a calmarlo con el acercamiento del pelirrojo.- ¡Yo necesito entrar ahí!

-Hope se cruzó de brazos, viéndola de pies a cabezas, haciendo que se pusiera más nerviosa.- ¿Qué es lo que buscas?

Joy: Un hombre entro ahí. Él, pronto morirá y necesito llevarme su alma.

Hope: No sé si no te has dado cuenta, pero estas en el Olimpo, Valkiria.

Joy: Me llamo Joy.

Hope: Joy... Lo repito. Tus reglas no son bien recibidas aquí. Lo mejor para ti será irte.

Joy: ¡Esa alma nos pertenece!

Hope: No sé de qué me hablas.- El hijo de Atenea término por entrar en su casa sin intenciones e seguir discutiendo. Sin embargo, un camino de sangre lo asusto. Siguiéndolo, encontró en uno de los peldaños a su padre recargado.- ¡Papá! –El hombre apenas podía mantenerse consiente. Ante la situación, Hope se obligó a salir, buscando ayuda. Cuando encontró a la Valkiria, la tomó de los hombros, asustando a la joven.- ¡Ayúdame! ¡Mi padre se encuentra herido, por favor tienes que ayudarme!

Joy: Pero...- Los ojos suplicantes de Hope, hicieron que un dolor enorme creciera en el corazón de la Valkiria.- Yo...

Hope: Por favor.

-Y esa había sido la gota que había derramado el vaso de Joy. No sabía porque, pero las lágrimas del pelirrojo la hicieron ceder, entrando con ayuda de él a la casa.- Primero tenemos que moverlo a un lugar mejor para checar sus heridas.- Tanto ella como Hope, tomaron al hombre para llevarlo a lo que era la habitación grande.

-Joy, descubrió al hombre, observando la herida que tenía aún lado de su cintura.- ¿Dijiste que era tu padre?- Hope asintió preocupado.- ¿Entonces porque no es inmortal? ¿No hizo el trato con tu madre?- La chica descubrió ambos tobillos sin encontrar nada.- Él sigue siendo humano.

Hope: Y un guerrero.- Los ojos del pelirrojo dieron con el rostro demacrado de su padre.- Su decisión fue amar como humano hasta el final.

Joy: ¿Y por qué esta aquí? Un humano no puede entrar al Olimpo al menos que se haya unido con el dios.

Hope: Si hubo una unión, por algo nací, pero la historia es demasiado complicada y acabo en esto. Zeus termino dándole la oportunidad de quedarse por mi nacimiento, pero el deseo de mi padre es más que nada de seguir en batalla.

Joy: Está rompiendo las reglas.

Jong Hwa: Las mismas que tu rompiste al entrar al Olimpo, Valkiria.

Hope: ¡Papá! –Hope, se acercó al hombre ayudándolo a reincorporarse.- No te muevas, tu herida es profunda.

Jong Hwa: Hope, necesito que llames a tu madre.

Hope: Esta en la reunión de los 12 dioses.- El hombre pelirrojo, se removió de dolor al tentar un poco su herida.-

Joy: Lo ideal ahora es tratarlo.- La joven muy a su pesar, abre el morral de piel que cargaba. No tarda en sacar un ungüento que duda en usar. Sin embargo, sus ojos dan con el chico pelirrojo que no dejaba de ver con preocupación a su padre, terminando por abrir el frasco y poner una generosa cantidad en la herida del hombre.- Esto ayudara a desinfectar y sanar la herida.

-Jong Hwa pudo observar algo más en la chica rubia. Una Valkiria nunca ayudaba a un humano, mucho menos si quería su alma. Pero esta lo hizo, y era por un simple hecho...- ¿Cuál es tu nombre, jovencita?

-La joven rubia, volteo a ver al hombre con un semblante serio y calculador.- Soy Joy.

Jong Hwa: ¿Cuántos años tienes?

Joy: Hoy he cumplido mis 180 años.

-Una leve sonrisa apareció en el hombre de incierta edad.- Mi Hope aun no cumple la mayoría de edad, por lo que no se dará cuenta hasta que lo haga. -Un sonrojo era evidente en las mejillas de la chica, haciendo que bajara la cabeza.- Pero espero que ese día llegue.

Hope: ¿De qué hablan?

Jong Hwa: Hijo, necesito que vayas por tu madre.

Hope: No sé si Monster me deje entrar.

Jong Hwa: Te dejara si le informas que es una emergencia.

Joy: Yo...

Jong Hwa: Tú debes irte. No puedes estar aquí cuando mi esposa llegue.

-Joy negó.- Se me encomendó el trabajo de llevar tu alma.

-Hope se acercó a la chica, quedando a centímetros frente a ella con un rostro de odio, haciendo que la joven le doliera el corazón.- No dejare que te lleves a mi padre.

Joy: No entiendes. Si no lo hago yo, alguien más lo hará.

Jong Hwa: ¿Qué quieres decir?

Joy: usted... tiene un alma de gran valor. Nuestro dios Odín siempre está en la búsqueda de las mejores almas, y no importa a que costo, siempre las obtiene.- Los ojos almendrados de la chica, cambiaron a grises.- Es por eso que tiene que venir conmigo.

Hope: No tiene que ir contigo si mueres primero- Una neblina de color azul empezó a emanarse por el cuerpo del pelirrojo hasta llegar a su mano.-

-La Valkiria se fue alejando, intentado esquivar la energía del hijo de Atenea, y justo cuando iba a golpearla con ella, la mano de su padre lo detuvo.- Sal antes de que mi hijo cometa una estupidez.

Hope: ¡Porque me detienes!

Jong Hwa: Lo entenderás cuando cumplas los 180, Hope.- El agarre del hombre, fue haciéndose débil, hasta que termino por caer al piso.- ¡Rápido, ve por tu madre!

Hope: No te dejare solo, y menos con ella.

Jong Hwa: Has que te acompañe.- La mirada penetrante de Jong Hwa hizo estremecer a Joy.- Esta será tu oportunidad también, Valkiria.

Hope: ¿Me acompañaras?

¿Y cómo le iba decir que no a su destino? Lo supo, su corazón no paraba de latir de forma acelerada cuando se encontraron por primera vez, pero su desilusión fue grande, Hope no podía sentirlo hasta que llegara a la mayoría de edad.

Un gran suspiro salió como resultado de lo que podría pasar. El hombre se encontraba entre la vida y la muerte; fue seguido por una valkiria que daba como resultado el llamado de sus demás hermanas.

Hope: ¿Lo harás?

-Su madre se encontraba cerca y era cuestión de tiempo que viniera con las demás, y aun así, ella, iba hacer algo totalmente estúpido por alguien que acababa de conocer y sabría qué amaría hasta el final.- No soy la única que estaba cerca, mi madre también vio a tu padre. Yo lo protegeré hasta que tú regreses con ayuda.

-Jong Hwa empezó a respirar de forma acelerada. Sus ropas se mancharon más de sangre por la abertura de la herida- Te estas arriesgando demasiado.

Joy: Lo sé... pero no tengo opción- Jong Hwa asintió cuando la chica desvió su mirada a Hope.- Rápido, hazlo que te digo.

Hope: ¿Cómo sabré que no me estas mintiendo?

Joy: Por el simple hecho de que cure a tu padre para que siguiera con vida.

-Hope.- Confiare en ti.- La mirada del pelirrojo se volvió cálida, haciendo sonrojar a la joven.- No tardare.

-Hope se había adelantado, dejando a Joy con el hombre- Estaré afuera haciendo guardia.

Jung Hwa: Tendrán muchos problemas... ustedes dos.

-Joy paro en seco, agachando la cabeza.- Lo sé. Es la primera vez que sucede. Una diosa nórdica, y un dios griego.

Jung Hwo: No sé lo que pase desde ahora, pero necesito pedirte un favor. Cuida a Hope por mí. -La chica asintió antes de salir.-

Las cosas no parecían iguales. Los árboles por donde habían entrado ambos, estaban removiéndose con el aire, del cual, era inexistente en ese lugar.

Joy: Llegaron más rápido de lo que pensé.

Desde los frondosos árboles se podían ver la figura de tres hermosas mujeres que eran muy reconocidas por Joy al ser sus maestras: Irene, Seulgi y Yeri.

Irene: Tu madre nos ha enviado. Dijo que estas tardando demasiado.

-Los ojos de Joy cambiaron a uno grisáceo, al igual que de sus manos salió una espada ligera y afilada.- Créanme, esto tardara más de lo que creen.

-Irene, la mayor de ellas fue la primera en avanzar hacia Joy, sacando de igual forma su espada.- No seas osada, Joy. ¿Cómo te atreves a atacar a tus maestras?

-Joy choco la espada con Irene, haciendo que Seulgi y Yeri aparecieran sus espadas, poniéndose en guardia.- Lo encontré... a mi destino.

-Yeri bajo su arma, quedando sorprendida, aunque las otras dos se alejaron siguiendo en guardia- ¿Ese hombre es tu destino?

Joy: Su hijo lo es. Y él me ha pedido que cuide a su padre.

Seulgi: Freyja vio el brillo de esa alma. No dudes que Odín y Frigg también la vieron. Lo lamento por ti, Joy, pero necesitamos llevarnos el alma del hombre.

-La joven Valkiria volvió atacarlas, haciendo que Yeri callera- Ya se los dije. No dejare que se lo lleven.

Esta vez Joy tenía que utilizar todo su poder para poder ayudar al amor de su vida. Su lado mujer había despertado y aunque muriera ahí, iba a ser lo posible por ayudar a su hombre.

Sin embargo, los brazos de la Valkiria rubia empezaron a temblar al igual que sus piernas. Su aliento se estaba volviendo constante al punto de hacerle saber que su cuerpo se estaba agotando.

Cuando una de sus piernas doblego, Irene aprovecho para atacarla, solo que su acto fue interpuesto por una neblina azulada que rodeo su espada.

Notas finales:

Autora: RuNoona


Mi imaginación volo cuando escribí esto jajaja XD no cabe duda.


Nos vemos. Añioo ;*


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