Fue cuestión de minutos cuando todos se fueron con empujones de Jin.
Tanto Jimin como Jungkook fueron a su habitación para terminar los pendientes de mañana. Sin embargo, Jin, paso por última vez a la habitación de sus hijos, dándose cuenta de que no le prestaban atención ni a una mosca. Sin más, fue hacia su habitación cerrando la puerta, caminando rumbo a su tocador. Sus manos lo llevaron al primer cajón en donde guardaba un alhajero, viéndolo con cierto miedo. Se quitó la pequeña llave que colgaba de su cuello gracias a una cadena de oro. No dudo en abrir aquel objeto en donde dentro había una tobillera con un dije de pluma de lechuza. Cuando vio que aquella cosa empezó a brillar, cerro de inmediato la caja guardándola con llave.
Jin: Aún no... Atenea.- El hombre, sin más se puso la cadena en su cuello dejando todo como estaba. El día había sido demasiado pesado y necesitaba descansar.-
Olimpo.
La hermosa mujer, tuvo una cierta emoción de haber sentido su tobillera. Eso quería decir que aquel hombre la seguía guardando.
Monster: ¿Qué sucede?
-La mujer volvió en sí, terminando la reunión que tenía con el peli-morado.- Nada importante.
-Monster suspiro, dejando los papeles de lado.- Yo terminare todo. Puedes irte.
-La mujer veía al dios en su escritorio. Desde que tenía memoria, nunca había conocido a un descendiente tan correcto.- Tú... ¿Nunca iras a la Tierra a buscar a tu pareja?
Monter: No es necesario.
Atenea: ¿Estás seguro?
Monster: Me retiro.- El hijo menor de Apolo, termino por desaparecer, dejando a la mujer con la palabra en la boca.-
Atenea: Sería bueno que experimentarás la sensación de tener un hijo, Monster. Es un sentimiento demasiado amargo y dulce al punto de ser preocupante.- La mujer término por suspirar.- Jin, date prisa y termina de sacar la tobillera.
Tierra.
V: ¿Qué es lo que ves? - El hijo de Afrodita empezó a husmear lo que había en la pantalla del celular de Hope, el cual miraba desde hace rato.- ¿De quién es ese número?
Hope: No es asunto tuyo.- El pelirrojo, apago el teléfono, adelantando a los otros dos dioses hasta llegar a la parada de autobús.-
Suga: Déjalo en paz, V.- El azabache, también tenía la vista en Hope. Después de saber lo que pasaba, en cierta forma sentía que algo iba a salir mal de todo esto.- No debemos meternos más de la cuenta.
V: ¿En qué? –La mirada afilada del castaño claro, atravesó cierto muro que había creado el hijo de Ares.- A mí no me engañas, ese número es de alguien que traerá desgracia.
-Suga termino por reír con cinismo, haciendo enojar más al hijo de Afrodita.- Solo tengo que advertirte algo. No dejes que los problemas de Hope intervengan en tu misión. Todos bajamos a la Tierra en busca de nuestra persona destinada, únicamente. Así que, cuando logre hacer a Jimin mío, le pondré la maldita tobillera y me lo llevare quiera o no.
V: No es tan fácil, Suga.
Suga: Lo será...
- Después de que Suga avanzara hasta alcanzar a Hope, V, se quedó solo meditando. Por más que quería regresar al Olimpo y recuperar por completo sus poderes, no quería forzar a Jungkook.- Mi pequeño y puro humano debe tomar su propia decisión.
Hope: Yo... tengo un lugar al que debo ir. Regresen sin mí.- La cabeza de Hope no dio para más, alejándose de los otros dos dioses, empezando a marcar el dichoso número.-
Taemin: ¿Sí?
Hope: Quiero hablar con Joy.
Taemin: Tú eres...
-El pelirrojo suspiro de forma pesada.- Hope, el hijo menor de Atenea. El chico que Joy ayudo hace años atrás.
-Taemin volteo a ver a la castaña que le empezaban a temblar las manos.- No creo que...
Joy: Esta bien. Dale la dirección.
Taemin alejo el teléfono de su oído, viendo con cierto temor a su prima.
Minho:¿Estas segura?- La chica asintió, dejando que el azabache terminara con la llamada.-
Taemin: Te daré la dirección de donde no encontramos.
Joy: Es lo correcto.
Minho: ¿Le dirás la verdad? – La chica asintió.- ¿También lo de su hermano humano?
Joy: Atenea fue injusta al no decirle nada cuando regreso al Olimpo. No pienso seguir tapando sus verdades.- La chica empezó a palidecer, siendo sujetada por Minho.- Y una vez que termine... podré irme yo también.
-Taemin había acabado la llamada, yendo hacia los otros dos.- ¿Qué pasara con tu destino?
Joy: Quiero recuperarlo, pero primero mi brazalete.
Minho: Pero la condición de tu madre...
Joy: La cumpliré. El alma aún está aquí en la Tierra.
Taemin: Y no sabemos dónde está. Llevamos años buscándola.
Joy: Vendrá sola... más si sabe que su hijo está aquí.
(...)
Solo fueron un par de minutos cuando Hope estaba subiendo a la azotea de aquel lugar.
Era de noche y la luna estaba alumbrando junto con algunas estrellas. Cuando Hope abrió el enrejado de seguridad, la pudo ver. Joy lo observaba con esos ojos oscuros que alguna vez tuvieron vida.
Joy: No vas a rendirte, ¿verdad?
Hope: Me prometiste que lo cuidarías. ¿Dónde está mi padre, Joy? Yo... creí en ti.
Joy: ¡Lo hice! ¡Estuve con él hasta el final! ¡Todo por ti!
Hope: ¡Y en donde esta!-El pelirrojo, trago en seco, acercándose a la joven que había bajado la mirada.- Otra de las razones por las que estoy aquí es por él.
Joy: Si hubieras venido en lugar de tu madre.
-Los pasos de Hope pararon en seco. Un escalofrió recorrió su cuerpo cuando una leve ventisca de aire frio se coló por su cuerpo.- ¿Q-qué hizo mi madre? E-ella dijo que lo salvaría... que lo salvo. Pero que mi padre se negó a ser nuevamente su pareja y renunció a volver al Olimpo.
-Joy empezó a reír con amargura, ¿Cuánto había ocultado Atenea?- Es verdad que no quiso volver al Olimpo, bueno, más bien, no pudo.- La castaña, al final había alzado la cabeza, viendo los ojos desatendidos de Hope.- Tu padre... está perdido en la Tierra, Hope.
Hope: ¿A qué te refieres?
Joy: Su cuerpo murió, pero su alma se encuentra vagando en la Tierra. Cuando tu madre llego y nos encontró, no fue la única, Freyja la siguió junto con las demás.
Años atrás.
Taemin: ¿Él está mejor?
-Suho asintió, mostrándole una sonrisa a los tres jóvenes que estaban enfrente de él.- Jong Hwa está estable.
-Joy al fin sentía que podía respirar. Su cuerpo se sintió más ligero al poder darle buenas noticias a Hope.- ¿Podemos verlo? -Suho se hizo aún lado, dejando que los jóvenes entrarán.- ¿Señor Jong Hwa?
-El hombre observaba la vista por la ventana.- ¿En dónde estamos?
Joy: en la Tierra presente.
Jong Hwa: ¿Cómo es que estamos aquí?
Joy: Zeus y Hera nos ayudaron, y gracias a un joven que nos encontró pudimos llegar aquí.
-Jong Hwa dirigió su atención a los otros dos. - ¿Quiénes son ellos?
Joy: Es mi primo Taemin y su pareja Minho. Ambos me ayudaron a poder registrarte aquí como humano y recibieras la atención que necesitabas.
-Jong Hwa negó.- Nos estas poniendo en peligro, niña. Dejando que más dioses estén con nosotros, darás a conocer nuestra ubicación.
Taemin: Su ubicación fue encontrada desde que bajaron a la Tierra presente. Sin embargo, nosotros dos solo somos asesores de Joy. Odín nos envió con el propósito de convencerla que nos de tu alma... más no puso un tiempo definido.
Jong Hwa: ¿Entonces escogiste ayudarme por el bien de Hope?
Joy: Se lo prometí.
Jong Hwa: ¿Sabes el problema en el que te estas metiendo?
Joy: Lo sé. Pero a estas alturas no puedo retroceder.
Jong Hwa: ¿Qué hay de mi esposa e hijo? ¿Dónde están?
Joy: Atenea se quedó peleando con Freyja y Hope con las demás valkirias.
Jon gHwa: ¿Cuánto tiempo llevamos aquí?
Joy: Aproximadamente una semana. Lo más probable es que en el Olimpo hayan sido horas o días... no lo sé.
-Jong Hwa suspiro de forma profunda, dejando tumbar su cansado cuerpo en la cama.- Nos queda esperar.
Taemin: Lo mejor será dejarlo descansar.
Joy: No podemos dejarlo solo.
Minho: Yo me quedare a cuidarlo. Ustedes dos pregúntenle a ese hombre cuando lo podemos sacar de aquí.
Joy empezó a caminar por los pasillos, buscando al joven doctor que los había ayudado desde un principio.
Taemin: Las enfermeras dicen que está en pediatría.
Los dos jóvenes dieron con el chico, que tenía en brazos a un niño pequeño de cuatro años.
Suho: Eres un fuerte guerrero, mi pequeño Kookie.
Taemin: ¿Doctor?- el hombre volteo a verlos con una leve sonrisa.-
Suho: Disculpen un momento. Solo duermo a mi hijo y los atiendo.- Tanto Joy como Taemin se quedaron viendo al pequeño castaño pálido.-
Joy: No sabía que estaba casado. Se ve muy joven.
Taemin: Joy, no seas grosera con el doctor.
-Suho empezó a reír mientras mecía a su hijo.- Soy viudo. Mi esposa murió cuando dio a luz a Kookie.
- Joy estiro su mano para acariciar aquella pequeña cabecita.- ¿Es grave?- De repente sus ojos dieron con el hombre.-
-Suho asintió con una gran tristeza.- Tiene una enfermedad conocida como leucemia. Su sangre tiene células no muy buenas...- Una gran sonrisa salió de los labios del hombre.- Pero últimamente nuestro Kookie ha estado mejor. Pronto saldrá de aquí y podrá volver a casa. ¿Verdad, cariño?- La respiración del menor empezó hacerse alargada, haciéndoles saber que se había quedado dormido.- Al fin pudo dormir.- Suho puso en la pequeña cama con rejillas a su hijo, acompañando a los dos jóvenes afuera.- ¿Qué desean?
Joy: El señor Jong Hwa, ¿cuándo podrá salir de aquí?
-Suho empezó a rascar su cabeza.- No estoy muy seguro. El médico en sí que lo trato es Lay. Tendrían que preguntarle a él.
Joy: Pero usted sabe de su situación, por favor.
Suho: Lo más probable es que sea en unas semanas.
Taemin: Por todos los dioses, no tenemos tanto tiempo.
Suho: ¿Sucede algo?
-Joy le lanzo una mala mirada a su primo.- No es nada.- La chica, le dio una leve reverencia al hombre, alejándose de él.- No podemos esperar semanas.
Taemin: ¿Cuál es el plan?
Joy: Salir de aquí cuanto antes. A duras penas pudimos pagar el tratamiento vendiendo partes de nuestros accesorios.
Taemin: Le diré a Minho que se prepare. Hoy mismo nos vamos de aquí.
(...)
Era de noche y a Jong Hwa ya le habían informado sobre la situación... ¿Por qué el aire se sentía tan tenso y cortante?
Taemin: ¿Qué pasa, Joy?- La chica voltea a ver a su primo que sostenía al guerrero junto con Minho.- Camina, nos estas atrasando.
Joy: Algo está mal.- La joven volteo al sentir un leve escalofrío por su espalda.- Debemos subir.
Minho: El punto es salir, Joy.
Jong Hwa: Háganle caso.- El hombre, a duras penas apunto hacia la entrada del hospital, en donde empezaba a descender una neblina densa y oscura.
Taemin: Son las Valkirias.
Joy: Rápido.
Minho: Ya se me hacía extraño no ver humanos por aquí.- Efectivamente, los espacios estaban vacíos... o más bien dormidos-
La primera persona en pasar en aquel lugar fue Yeri, acompañada de Seulgi.
Yeri: Nos han descubierto, avísales a Irene y la señora Freyja.
Seulgi: Te llamare si las cosas se complican. No podemos fatigar más a Freyja después de la pelea que tuvo con Atenea.
Yeri: Date prisa.
La joven valkiria se adentró al hospital, siguiendo los pasos de los otros dioses.
Minho: ¿A dónde vamos?
Joy seguía mirando de un lado a otro tratando de buscar una salida.
Minho: ¿No sería mejor pelear con ella?
Taemin: Y que nos descubran. Por algo ellas tampoco han usado sus poderes.
Joy: Debo estar demente... Vamos a la...
Suho: Entren aquí.- El hombre había salido de la habitación de su hijo, observando los alrededores.- Rápido, o ellas los encontraran.
-Joy dejo que Minho y Taemin entraran primero junto con Jong Hwa, dejándose a ella a lo último.- ¿Cómo?
-Suho señalo la pequeña ventana de la habitación.- Las vi por ahí. ¿Qué son? ¿Por qué los siguen?
Jong Hwa: No lo involucren.
Suho: Ya estoy bastante involucrado desde que lo salve, Señor Jong Hwa.
Jong Hwa: Y como muestra de mi agradecimiento es que te estoy sacando de esto.- El hombre pelirrojo, a penas se alejó de Minho y Taemin, sentándose en una de las sillas de la habitación, viendo al pequeño niño que yacía dormido en ella.- ¿Es tu hijo? –Suho asintió.- Entonces lo mejor para ti será dejarnos ir y hacer que nunca nos conociste. Por el bien de él.
-Suho suspiro, cruzándose se brazos.- Esta bien.- Sin embargo, el hombre se asomó por la puerta, dándose cuenta que la chica que los seguía había subido al tercer piso.- Lo haré cuando los haya sacado del hospital. Síganme.
El hombre prácticamente los llevo por la salida de emergencias, de forma que nadie pudiera verlos. Sin embargo, una vez que estuvieron fuera, el cielo fue cubierto por nubes negras, dando marcha a una pesada lluvia.
-Joy no dejaba de ver hacia arriba como los demás.- Es demasiado tarde.- Y lo era, de aquellas pesadas nubes se podía ver el descender de una hermosa mujer con un aspecto que daba terror.
Suho fue retrocediendo. El miedo empezó a correr por su cuerpo, al igual que la intranquilidad.
Suho: Debo estar soñando.
-Joy, de entre sus manos hizo aparecer una espada, cuando vio a Irene caer cerca de ella.- Si, lo estas. Y es momento de que despiertes de este horrible sueño y te resguardes en la seguridad.
-Taemin y Minho dejaron recargado en la pared a Jong Hwa cuando Yeri y Seulgi estaban enfrente de ellos.
Yeri: Tiempo sin vernos, cariño.
-De las manos de Minho, salió un látigo, el cual su golpe hizo retroceder a la chica con mala gana.- No soy un hombre celoso, Yeri. Pero quédate con tus apodos hacia mi pareja.
Yeri: Él era mi pareja, maldito perro.- La espada de la chica choco con el látigo del alto, haciendo que empezara la pelea.-
Minho: Es una lástima que el destino lo haya nombrado la mía.
Seulgi: Como siempre, provocando lo peor de mi hermana
-Dos pares de dagas pararon el golpe de espada de la joven.- Desde un principio le dije que me dejara en paz.
Seulgi: ¿Entonces porque te acostaste con ella?
-El látigo de Minho dio con el brazo de la nombrada cuando se descuidó por aquellas palabras.- ¿Qué sucede? ¿Te da vergüenza que ventilen tus deslices?- La sonrisa de Minho era una de sarna e ira.- Si supieras lo mucho que le gusta estar entre mis brazos... y abrir sus piernas.- Una daga abrió la mejilla de Minho, haciendo que volteara a ver al causante.-
Taemin: Limítate a pelear.- El alto castaño se volvió a defender cuando la Valkiria volvió atacar, al igual que su hermana-
-En cambio Joy, seguía peleando con Irene mientras su madre los veía, ¿Por qué no se acercaba al hombre que no dejaba de verla? ¿Qué sucedía? De una patada, logro sacarse de encina a Irene, viendo con frialdad a su madre.- Nada bueno sucede cuando estas calmada, madre.
-Y la sonrisa de aquella diosa guerrera se ensancho cuando una hermosa lechuza blanca bajo de los mismos cielos oscuros.- La estaba esperando.
Joy: Atenea.- La mujer se puso enfrente de la rubia, golpeando con su neblina a Irene, que se había levantado para atacarla de nuevo.-
Atenea: Pensé haberte dejado claro en el Olimpo que mi esposo no lo vas a tocar con tus sucias manos.
-El pelirrojo, alzo su mano cuando vio la presencia de su esposa. Sin embargo, un gran dolor empezó a extenderse en su abdomen, dándose cuenta que su herida se había vuelto abrir.- Atenea... no... tengo mucho tiempo. V-ven aquí.
-La joven mujer se fue acercado a su esposo, pero para su desgracia también lo había hecho Freyja. Ambas mujeres volvieron a iniciar la pelea que hace algunas horas habían terminado.- No te lo dejare fácil... Atenea. Esta vez no. Estaba esperando tu llegada para que pudieras ver con tus propios ojos como me llevo el alma de tu esposo.