Jimin: ¿Qué le sucedió a Hope?
Suga: Recupero sus poderes.
Jimin: ¿Y eso es malo?
Suga: No es nuestro Hope el que los recupero.
Jimin: ¿Qué quieres decir?
Suga: Atenea no solo es la diosa de la inteligencia. Ella también era una guerrera estratega. Por las muertes, sus descendientes obtendrían el mal si no controlaban sus emociones.
Jimin: ¿Qué pasara con nuestro Hope?
Suga: Debemos traerlo a la normalidad antes de que arme una guerra en la Tierra presente.
Minho: Yo los ayudare.- El hijo de Loki se levantó yendo hacia Suga.- Iré a Asgar por esa perra de Wendy. Ustedes cuiden a Taemin.-El chico desapareció.-
Jungkook: ¿Qué pasara con Hope hyung?
-V soltó un poco de su poder en Jungkook haciéndolo dormir.- Primero necesitas descansar. Una vez que te repongas, podre contarte todo, Kookie.
Olimpo
Zeus: ¡Atenea! ¡Atenea! –Los gritos del dios se podían escuchar hasta en lo más recóndito del Olimpo al ver herida la mano de su esposa.- ¡Atenea!
-La joven mujer apareció ante sus padres.- ¿Qué sucede?
-Zeus señalo la herida de Hera.- ¡Bajo a la Tierra presente sin nuestro permiso! ¡Utilizo su sangre oscura para retomar sus poderes de Hera a la fuerza! ¡Tienes que hacer algo con Hope!
-La mujer, veía enormemente preocupada a la diosa que no paraba de mostrar dolor.- Yo... no puedo bajar a la Tierra presente. Mi yo humano está muerto.
-Zeus termino por acercarse a su hija, viéndola con aquellos ojos demandantes.- Búscalo en los sueños, Atenea. Su sangre es igual y por lo mismo saben localizarse.- El gran dios poderoso, se acercó a su esposa, besando su frente mientras la abrazaba.- Si V y él pueden hacerlo, me imagino que ustedes también.
Atenea: Sí, padre.- La mujer no dijo nada más, saliendo del Olimpo hecha un manojo de nervios. ¿Qué tanto sabía ahora Hope? y si sabía poco ¿Podría soportar si le decía toda la verdad?- La diosa llego a su casa, acostándose en su cama en busca de la mente de su hijo.
-Una habitación gris con ventanas decoradas de cortinas blancas recibió a la diosa.- Pensé que nunca aparecerías.- Lágrimas de decepción rodaban por las mejillas de Hope.- ¿Un hermano? ¿Tengo un hermano?
Atenea: Es tu hermano de nombre. Yo no lo tuve.
Hope: ¡Pero es mi hermano! ¡Hijo del que me imagino fue tu última pareja destinada, porque desde que regresaste no has querido volver a saber de tu destino!
Atenea: Las cosas no fueron así.
-El cabello de Hope se encendió intensamente, asustando a la diosa al ver que su hijo poco a poco iba perdiendo la cordura.- Estoy llegando a mi limite, madre. Dime el final de la maldita historia que paso hace años.
-Atenea, limpio sus lágrimas, viendo de una forma fría a Hope.- Esa niña, tomó el alma de tu padre y la dejo ir. Cuando lo vi, no podía dejar que se fuera.
Años atrás...
La diosa había alejado a Joy y a los demás de ahí, haciéndoles jurar jamás hablar de lo que paso. Termino por seguir el alma de su esposo sin que fuera vista, entrando a la misma habitación.
El corazón de la mujer empezó a martillar con añoranza.
Atenea: ¿Q-qué me pasa? - Cada paso que daba en aquella habitación la ponía peor. Sin embargo, una enorme cantidad de amor se desbordo en su cabeza cuando vio aquel doctor que la había ayudado anteriormente.
-Sus ojos se desviaron por unos segundos, viendo al niño que absorbía el alma de su esposo y abriera los ojos.- ¿Papá?- Suho veía a Atenea con cierto interés, pero su atención termino cuando Jungkook le habló.-
-El menor, extendió sus brazos para ser cargado por su padre. Acto que fue interrumpido cuando Atenea no fue la única que había llegado ahí.- Entonces él tiene el alma.
-Atenea se puso a la defensiva protegiendo al niño... y a lo que sería ahora su nuevo destino.- No permitiré que les hagas daño, Freyja.
-La mujer empezó a reír.- ¡Eres cruel, mujer de poco sentimientos! Solo han sido unos cuantos segundos desde que tu esposo murió, ¿Y ya has conseguido un nuevo amor?
Los ojos de Suho estaban puestos en Atenea, ¿En verdad era el destino de tan hermosa mujer? Sin embargo, Atenea no respondió.
-La sonrisa de Freyja se espumo cuando el niño llamo su atención. El alma dorada ahora se encontraba dormida debido a que el niño había absorbido su energía.- Arruinaste todo, Atenea.
Atenea: El alma no podrá salir en mucho tiempo, Freyja. Ese niño tenía mala salud, y gracias a mi esposo ahora estará mejor.
Freyja: Aun no cantes victoria, diosa de la sabiduría. Siempre hay un límite de tiempo.- La espada de la mujer, señalo al niño que se bajaba de su cama para ser cargado por su padre.- Llegara un día en el que el niño crezca y su alma pida el espacio que por derecho le pertenece, repudiando la de tu esposo.- La mujer, lanzo su espada al pequeño tomando por sorpresa a Atenea. Sin embargo, el ataque fue dirigido a Suho, que cayó al piso, sosteniendo el arma que desaparecía dentro de él.- Hasta entonces, haré lo posible para que ese niño desee su muerte.- Fueron las últimas palabras de la mujer antes de desaparecer con una sonrisa de triunfo-
Jungkook: ¡Papá!- El pequeño castaño, corrió hacia su padre que permanecía hincado e inmóvil.- ¿Papi?- Las manitos de Jungkook estaban jalando la bata blanca de su padre, algo que fue detenido por un manotazo, haciendo llorar a Jungkook.
Los ojos de Suho fueron a dar con la mujer quien lo veía preocupada y con miedo a acercarse a él; con miedo a encariñarse nuevamente.
-Suho les sonrió a ambos por última vez.- Cuídalo. No dejes que lastime lo más importante para mí.- Atenea asintió, tomando entre sus brazos a Jungkook mientras Suho era devorado por la maldad de la espada de Freyja.-
Jungkook: ¿Papá?- El menor, volvió a estirar sus brazos al hombre que se levantaba del suelo, pero esta vez, por instinto, Jungkook los bajo al ver los ojos fríos de su padre.-
Suho: Deberías aprender a ser independiente, Jungkook. Odio cuando eres tan empalagoso.- La burbuja había desaparecido y la gente empezaba a caminar por los pasillos del hospital, al igual que Suho, que había salido de la habitación-
-Jungkook empezó a llorar, siendo consolado por Atenea quien lo abrazaba con cariño.- No llores más, mi pequeño.
Jungkook: ¡Papá! ¡Papá no me quiere!
Atenea: Pero... aquí tienes a tu madre, mi niño.- Atenea limpio los ojitos de Jungkook que la miraban con cierto encanto.-
Jungkook: ¿Eres mi mamá?
Atenea: Soy tú mamá.
La mujer esta vez no podía volver al olimpo, porque, a pesar de que Suho fue devorado por la maldad de la espada de la valkiria, seguía siendo su destino.
Al hacer aparecer su tobillera, se la pone el niño que había acostado en su camilla, haciéndolo dormir.
La tobillera tomó el tamaño del tobillo del menor.
Atenea: Esto es tuyo, Yong Hwa. Siempre será tuyo. Me quedaré contigo y tomaré a este niño como hijo para protegerlo hasta el final.- La gran presencia de Atenea se fue apagando, tomando su forma humana-
Enfermera: Disculpe.
-Atenea le sonrió a la joven mujer.- ¿Sí?
Enfermera: Los papeles para la alta de Jungkook necesitan su firma o la del doctor Suho, su esposo.- Atenea asintió, tomando los documentos poniendo una firma falsa.- Gracias.
Y ante su lado humano, también creo una identidad falsa. En donde era conocida como la madre de Jungkook y la esposa de Suho.
Pasó el tiempo y Jungkook ahora tenía siete años.
Jungkook: Buen día, mamá.- El niño se apegó, abrazando las piernas de su madre que hacía el desayuno.
Atenea: Buen día, Jungkook.- La sonrisa de Atenea siempre le daba fortaleza a Jungkook que desde que salió del hospital aquellos años, no había vuelto a ver a su padre.- Lava tus manos para comer.
Jungkook: ¿Qué hay de papá?- La hermosa mujer negó con algo de dolor. Desde aquel día que Suho salió por la puerta del hospital, desapareció, haciéndose ella responsable de Jungkook.-
Atenea: Pero algún día vendrá hacia nosotros, Kookie.- El pequeño asintió empezando a comer.- Cuando salgas de la escuela ven al restaurante para almorzar.- Gracias a Zeus y Hera, Atenea no tuvo problemas en seguir su vida como humana. Pudo conseguir un buen trabajo.
Jungkook: De acuerdo.- La bella mujer acarició con cariño el cabello de Jungkook, pensando un poco en su pequeño Hope. Él debía estar bien. El tiempo de la Tierra presente corría más rápida que en la del Olimpo.-
Cuando termino de llevar a Jungkook a sus clases, fue de inmediato al restaurante en donde trabajaba con un hombre que la hacía sentir intimidada en lo que respecta a belleza y amabilidad.
Atenea: Buen día, Seok Jin
-El hombre le sonrió, dándole una reverencia junto con una taza de café.- Te he dicho que puedes decirme Jin.
Atenea: ¿Cómo esta Jimin?
Jin: Acaba de entrar en la Universidad.
Atenea: No puedo creer que tenga 19 años. Cuando lo conocí pensé que aún estaba en el colegio.
-Jin asintió.- Mi Jimin se desarrolla lento. ¿Y cómo esta Jungkook?
-La salud del niño a veces decaía, pero una vez que absorbía parte de la fortaleza de Yong Hwa, volvía a la normalidad. Atenea no sabía hasta cuando iba a durar, pero no iba a dejar a su suerte a ese niño.- Esta mejor.
Jin: Ate.- Ese era el nombre que había adquirido la mujer en su forma humana.- Ayer, después de que te fueras, un hombre extraño estaba buscándote... bueno, más bien buscaba a Jungkook.
-La mujer soltó la sartén en donde estaba preparando panqueques.- ¿Cómo era?
Jin: alto, apuesto... pero se veía sombrío... me dio escalofríos cuando hicimos contacto visual. Era como ver a un muerto viviente.
-Suho, estaba segura de que era él. Y si lo que decía Jin era verdad, eso quería decir que el hombre había perdido contra la oscuridad en la que fue metido.- Si hoy vuelve no dejes que se acerque a Kookie. Te lo suplico, Jin.- La mujer lo miro con desesperación, haciendo que asintiera.-
-Pero cuando Jungkook llegó, el niño prácticamente sostenía feliz la mano de su padre.- ¡Mamá! ¡Papá volvió!- Gritaba con alegría desde la puerta de la cocina mientras Atenea seguía aterrorizada ante la situación-
Atenea: Kookie, ven aquí.- El niño, no comprendía porque su madre parecía muy asustada-
Jungkook: Pero...
Atenea: Por favor, Kookie. Has caso a mamá.
-Jungkook miró a su padre, intentado soltar su mano. El hombre había apretado su agarre, lastimando sus dedos- ¡Me duele!
-Atenea fue hacia él, forcejeando el agarre- ¡Déjalo ir!
Suho: Él, debería estar muerto.
Atenea: ¡Es Jungkook, te prometí que lo cuidaría!- Las personas dentro de la cocina empezaron a asustarse, llamando a la policía mientras otros llamaban a Jin que estaba a cargo del lugar.
Jin: ¡Que está pasando aquí!
-Atenea logró que Suho soltara a Jungkook, pero este término por agarrarla del cabello- ¡Jin, toma a Jungkook! ¡No dejes que se le acerque!- El hombre hizo lo que le pidió Atenea, dejándolo en su oficina junto con otro de los cocineros.-
-Jungkook estaba llorando.- ¡Quiero a mamá!
-Jin salió de la oficina sin darse cuenta de que Jungkook lo iba siguiendo, pero para su mala suerte, era demasiado tarde. El hombre había herido a Atenea, dejándola en el piso, sangrando.- Ate...- Suho empezó a reaccionar cuando vio la sangre y la cara de miedo de Jungkook.
Suho: Yo...- Sin embargo, un dolor de cabeza seguía consumiendo sus recuerdos. Fue por eso, que antes de hacerle daño a su hijo. Prefirió suicidarse-
Jungkook había visto todo, incluso aquella espada negra que salió en pequeños fragmentos del cuerpo de su padre.
Atenea: Jung...Kook- El niño se acercó a su madre quien buscaba su tobillo, quitándole aquella tobillera que lo protegía- Jin, por favor cuida esto- Una pequeña caja de madera envolvió el artilugio- Cuídalo, porque llegara un momento en el que...- Los ojos de la mujer demostraban la verdad- Él... lo va a necesitar... me va a necesitar.
Jin no pregunto nada de lo que había visto... mucho menos pregunto por qué las personas no sabían de Ate cuando ella murió enfrente de ellos.
Renuncio a aquel restaurante y trajo a vivir con él a Jungkook.
Jimin: Desde hoy seremos hermanos, Kookie.- El pequeño parecía perdido; deprimido y cansado. Sin embargo, con el tiempo, por fin encontró el hogar que tanto había deseado.
Presente...
Hope: Tu lado humano fue el que murió debido a que lo mató la espada de la valkiria.
Atenea: Si hubiera tenido la tobillera conmigo, habría muerto de ambas formas. Jungkook me salvo.
Hope: ¿Por lo menos lo quisiste? ¿O es que acaso lo cuidaste por el hecho de que tenía el alma de mi padre?
Atenea: ¿Tenía?
V: Liberamos el alma del guerrero Yoonghwa, tía Atenea.- Una parte de la esencia de V se materializo en aquella habitación.
Hope: Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.
V: No si se trata de mi pareja. Así que... ¿utilizaste a Jungkook?
Atenea: ¡No lo utilice! ¡Lo cuide y crie como si fuera mi hijo!
Hope: ¡No es lo mismo, madre! ¡No es lo mismo un amor que cuidado!
Atenea: ¡En verdad lo amo! ¡Los amo a los dos, Hope!
-Una sonrisa sarnosa se formó en V mientras Hope parecía decepcionado.- Porque siento que estas mintiendo.- Hope movió su mano, haciendo que Atenea desapareciera.- ¿Cómo esta él?
V: Dormido, pero me pregunto por ti.
-Hope negó, sintiendo que su dolor aumentaba.- No me busquen. Necesito estar solo y calmarme.
V: Si esa es tu decisión.- Antes de que V desapareciera. Hope tomó su mano con fuerza.-
Hope: Si pregunta por mí. Dile que estoy bien.- V asintió, acercando al dios a él, dándole un beso en la frente, lo cual le proporciono algo de calma a Hope-.
V: No te preocupes, mi lindo Hope. Nosotros nos haremos cargo de todo.- El bello hombre le regalo un guiño al pelirrojo, haciéndolo sonreír levemente.-
-Hope abrió sus ojos, despertando en una habitación- Te quedaste dormido, lindo.- La chica que lo había invitado a su departamento, estaba acostada a un lado de él, esperando su recompensa por la invitación. Eso nunca paso al ser devorada por la neblina azul del hijo de Atenea, quien seguía acostado en aquella cama, tapando con su antebrazo sus lágrimas.
Hope: Esto es horrible.
(...)