Jimin se empezó a remover por un dolor en su abdomen, cada vez era más intenso. Y no era solo eso, se sentía ansioso al no haber comido en todo el día. ¿Cuánto tiempo lo iban a mantener encerrado?
La puerta se abrió y el castaño retrocedió cuando vio a la peli menta entrar con los dos hombres que anterior había visto.
Suran: ¿Tú acaso no tienes instinto de miedo? No gritas o haces escándalo.
-Era verdad, en todo el día había dormido de lo más tranquilo, hasta que el dolor empezó. Producto de su hambre- ¿Qué es lo que quieres?
-La chica empezó a reír.- Librarme de ti.
Jimin: ¿Y porque no lo has hecho?
-Los ojos de la chica brillaron, dándole ver a Jimin que con quien hablaba ahora era Suran.- Primero quiero a Suga.
-¿Quería a Suga? Las facciones de Jimin estaban endureciéndose por lo que la chica había dicho- Tú no...- Y antes de que Jimin siguiera hablando, la misma universidad empezó a temblar por el escándalo que estaba haciendo el nombrado-.
Suran: sosténgalo.- Jimin fue retenido por los dos hombres mientras la chica sonreía en forma de victoria.- Despídete de tú destino, Jimin... o mejor dicho... ¿mi destino?
-Jimin se alarmo con lo último, ¿a qué se refería con su destino?- La... tobillera.- El mayor termino por forcejear queriendo alejar a los hombres que lo sostenían.- ¡Suga! ¡Suga!
La joven iba caminando por los pasillos al igual que Suga, cada uno por diferente lado.
Suga: ¡Tú! -El dios, hizo aparecer su neblina. Sin embargo, antes de que dejara emanar más poder, Suran saco de su mano una espada, sorprendiendo al dios.-
Suran: Interesante, ¿verdad? -Los ojos de Suran eran de color gris.-
Suga: Valkiria.
Suran: Hice un trato con ella. Todos los demás a cambio de ti.
Suga: No me equivocaba cuando decía que eras estúpida.
Suran: De hecho, si te equivocas.- La peli menta sonrió, guardando su espada.- Y no creo que quieras hacerme daño, porque con solo una orden mía, mataran a Jimin.
-Suga se quedó quieto y con un semblante neutro. No le iba a dar gusto a Suran de mostrarle lo nervioso que se encontraba. Su poder se estaba yendo a tal punto de hacer más débil su neblina, no por gusto, si no para ahorrarlo al momento en que fuera por el mayor.- ¿Qué quieres?
Suran: A ti.
-Una sonrisa burlona surco por los labios del dios.- Es algo que ni yo mismo decido.
-Suran asintió.- Sí, tu no lo decides... pero tu tobillera sí.-Y la sonrisa de Suga, así tal cual vino, se fue.- Si obtengo eso, tú me amarás.
Suga: No es tan fácil como lo dices, Suran.
Suran: ¿Quieres apostar? Se que un humano normal que no sea tu destino o familiar de tu destino, podría sobrevivir a su poder debido a su tipo de sangre... Pero tengo a una fuerte valkiria dentro de mí.- La chica miro la habitación en donde estaba Jimin.- Tú decides.
-Suga no dejaba de ver a le peli menta con odio, pero lo hizo. Hizo aparecer su tobillera viendo la alegría que eso le causaba a Suran, que aplaudió al instante, haciendo que los dos hombres trajeran a Jimin frente a él.- ¡Jimin!
-La chica, alzo su mano enfrente, deteniendo el andar del dios.- No tan rápido.-Suran, con solo tronar sus dedos, hizo que uno de los hombres le apuntara con un arma en la cabeza a Jimin, asustándolo.- Primero dame la tobillera. Una vez que la tenga puesta, lo dejaré ir.
-Los ojos de Jimin daban con los de Suga, sin importarle el arma que tenía en su oído. Su cuerpo tembló de miedo cuando el dios tenía entre sus manos el precioso objeto que llamo su atención.- Eso... eso es... mío.- Los ojos de Jimin se aguaron, replicándole a Suga que no lo hiciera-.
Pero el dios siguió las instrucciones de la chica, dejándole en sus manos la tobillera.
-Jimin empezó a forcejear cuando Suran tenía entre sus manos la unión de Suga.- ¡No! ¡Suga, no dejes que lo tenga! ¡No!- El mayor, no pudo evitar llorar, dándole mayor placer a Suran, y más aún cuando se dejó de mover indicando que se rendía.
-Suga apretó sus puños tratando de hacer aparecer su poder, pero no obtenía nada.- Más vale que aparezcas ya, Eros.- Y justo cuando lo nombro, el dios estaba detrás de los hombres que sostenían a Jimin, pero algo le prohibió avanzar-.
-En todo el pasillo se escuchaba un lamento proveniente de Jimin. Mientras Suran estaba maravillada con la tobillera del dios puesta.- ¡Lo sabía! ¡Sabía que podía ser tu destino! ¡Con la ayuda de la valkiria puedo tolerar tu poder, mi dios! -La chica miró a Suga que no se movió de su lugar. El dios tenía puesto sus ojos en Jimin.- Ese estúpido humano ya no lo necesitaras más, mi amor.- La chica hizo aparecer su espada, apuntando con ella a Jimin-
- Sin embargo, lo que verdaderamente estaba viendo Suga no era a Jimin, sino a su hermano que se alejaba de él.- Tú...- La voz de Jimin sonaba diferente. En cierta forma, aniñada.- ¡Dejaste que ella se pusiera mi tobillera! -El inocente Jimin; el joven que le pido que no matara humanos, hizo secar los cuerpos de los hombres que lo sostenían con una neblina dorada.- ¡Te di mi amor y así me lo pagas, Suga!
Suga: ...no eres Jimin.
Jimin: ¡Soy tu destino! ¡Yo soy tuyo y tú eres mío!
-Wonho sentía su respiración irregular.- No se acerquen más.
Tal vez Wonho se sentía así porque era más parecido su poder al de Afrodita que al de su padre, pero Suga, el hijo menor de Ares, estaba absorbiendo el poder que desbordaba Jimin, un delicioso aroma a naranja lo inundo sintiendo deseos de probar más de aquel ser, haciéndolo sonreír como él sabía. Solo que sus tentativas fueron paradas cuando Suran ataco a Jimin con su espada. Había olvidado a la chica que tenía puesta su tobillera-
-Jimin no dejaba de mirar con odio a Suran, tomando la espada entre sus manos, empezándola a quebrar.- Estúpida humana inservible. ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! -El poder del chico estaba en descontrol. Tanto los ojos como el cabello de Jimin cambiaron a uno dorado-
Wendy sentía que se estaba asfixiando dentro de Suran. En esos momentos era peligroso estar ahí, fue por lo que opto por salir del cuerpo de la joven y desaparecer.
Suran cayó al piso sintiendo la falta de oxígeno. Suga estaba viendo la situación sin intenciones de parar a Jimin, "no quiero que mates humanos" El dios miraba como Suran se arrastraba hasta él pidiéndole ayuda.
-Chasqueo su lengua con coraje, yendo hacia Jimin.- Es suficiente, si sigues así vas a matarla.- Los ojos de Jimin lo miraban diciéndole que no le importaba.- Tu mismo me hiciste prometerte que no mataría humanos, si dejo que lo hagas sería fallarte.
Jimin: bien, retiro lo dicho. Mata a todos los humanos que quieras. ¡Podemos empezar con ella!-Suga negó, absorbiendo el poder de Jimin, haciéndolo sentir débil.- ¡Ella tomó mi tobillera! ¡Debe morir por eso! ¡Cómo hoza ponerse lo que por derecho me pertenece... al hijo de... -La cabeza de Jimin empezó a doler-
Suga: ¿De quién eres hijo, Jimin?
Jimin: ¡Ese no es mi nombre!- El rubio se soltó de Suga, alejándose de él, tratando de disminuir su dolor.- ¡La quiero muerta! ¡Mátala!-Suran empezó a llenar sus pulmones de aire nuevamente.- ¿Cómo puedes hacerme esto? Pensé que me amabas.
-Suran, se levantó con la intención de escapar de los tres seres que se encontraban ahí.- Por todos los cielos, es tan fácil eliminar a un humano.- Y la chica, justo cuando dio la vuelta, una daga atravesó su abdomen, siendo enterrada profundamente.- ¿Lo ves?-En realidad, no eran los únicos que estaban dentro de la universidad. Alguien más también fue a la búsqueda de Jimin. Quien lo miraba con una sonrisa de emoción.- Tiempo sin vernos.
-Pero la cara de Jimin era larga y en cierta forma irritada de ver a tal dios.- Pensé que habías vuelto al Olimpo, Sung Woon.
Suga: El hijo menor de Hades.
-Y ahí estaba su peor enemigo. Su repudio.- como iba a irme sin ti, mi lindo Jimin.- Sung Woon absorbió lo poco que quedaba del aroma de Jimin en el aire.- Y veo que despertaste por completo.- El hijo de Hades, extendió su mano hacia Jimin, quien lo veía en cierta forma irritado.-
-Suga estaba a punto de alejar la mano, cuando Jimin lo lanzo por los cielos con su neblina, terminando de tomar la mano.- No te perdonaré lo que hiciste.- Y sin más, tanto el dios como Jimin desaparecieron. No como aves, sino como una neblina densa.
Wonho: ¡Suga! -El joven a duras penas se acercó a su hermano que había quedado inconsciente.-
Suran: A-a...ayúdenme -La joven estaba apretando su herida mientras lloraba.-
-Wonho, se alejó de Suga yendo hacia la chica. Lo primero que hizo fue quitarle aquella tobillera que prácticamente estaba vacía, y que por tal razón no hizo ninguna unión con su hermano.- Eres tan ingenua, humana. Te obligaste a un amor que desde un principio no era para ti.
-Suran negó entre lágrimas.- Era para mí.- Los ojos de la chica se dirigieron a Suga.- Desde la primera vez que lo vi, mi pecho latió por él; mi música fue para él... lo amo.
Wonho: Y ahora vas a morir por su culpa.
Suran: Yo... q-quiero ver a mi madre. Por favor llévame con ella.
Wonho: Con esa herida probablemente mueras enfrente de ella, y al ser asesinada por un dios tu existencia desaparecerá. Ella te olvidara.
Suran: Esta bien. Si no me recuerda... está bien. - Wonho suspiro molesto, pero hizo aparecer su neblina rosa, dejando a la chica donde estaba su madre.- No puedo creer que me equivoque.- En todo el rostro del dios se reflejaba la confusión mientras iba con su hermano.- Era ella quien moría, no Jimin...