Jin, poco a poco fue decayendo, siendo envenenado su oído con puras atrocidades en referente a Monster, en donde le decían que el peli morado era idéntico a su padre, un dios libidinoso y sin escrúpulos. Fue por lo que él quiso conocer a Apolo.
-El joven peli rosa, a pesar de las ojeras y ojos rojos que cargaba, su belleza, convenció a Apolo que era digno de su hijo- Bienvenido a la familia, Jin -El dios se había levantado de aquella cama en donde sus mujeres lo esperaban. Después de saludar a la pareja de su hijo, volvió- Soy el dios encargado de la música y la salud, Apolo.
-No percibía a Monster de esa manera ya que conoció verdaderamente al hijo de ese hombre que estaba rodeado de puro morbo- Sensato quien lo nombro el dios de la salud, de lo contrario el SIDA estaría rondando en el Olimpo.
Apolo: ¿Disculpa?
Jin: Vine aquí innecesariamente. Me basta ver lo que son para saber que todo lo que me dijeron de Monster fue mentira.
-Cuando Jin estaba a punto de salir, Hwasa lo detuvo- ¿Qué te hace pensar que es mentira?
-Jin permaneció serio- 29 días fue lo que viví con él en la Tierra para saber todo de él; que odia los alimentos picosos, pero ama los dulces, a excepción del helado de menta con chispas de chocolate. Le gusta dormir con poca ropa, pero cuando tiene frio abraza lo que está a su alrededor. Le gusta tocar la lira… algo que creo heredo de usted- los ojos de Jin dieron con el instrumento que había aun lado de la cama, ya bastante abandonado desde que la madre de Monster se fue, haciendo poner de mal humor al dios- Y lo principal, me ama, y sé que soy el único para él, porque yo en lo personal…- Las lágrimas de Jin empezaron a salir- no perdonaría a alguien que arruinara mi cabello, cosa que hice con él y me dijo que le encanto.
Apolo: ¿Y te conto sobre la maldición que hay en nuestra familia? -Jin volteo a ver al hombre que parecía divertido por su expresión- Mi padre Zeus, hizo a su propia familia incapaz de engendrar descendientes, sin excepción- Las lágrimas de Jin fluyeron con mayor fuerza. Con tan pocas palabras sus ilusiones fueron rotas- Así que… - El dios se acercó a él, tomándolo con fuerza del cabello, asustándolo al mostrarle su enojo- Que esperas para salir de nuestra familia, inservible humano- Cuando el dios lo soltó, Jin cayó al suelo- Aléjalo de mi vista, Hwasa.
-La pelinegra, ayudo a Jin a levantarse. La mirada de la joven era una de desaprobación hacia su padre- Te llevare de nuevo a tu casa, Jin- El joven ni siquiera contesto, solo se dejó mover por la diosa-
-Jin fue puesto en su recamara, en donde permanecía en silencio y con la vista perdida- Esto es un infierno… pensé que los dioses eran buenos, pero es mentira.
Hwasa: No somos malos, Jin. Los dioses somos estricticos debido a la superioridad que nos inculcan desde que nacemos.
Jin: Monster no era así.
Hwasa: Lo es, pero no contigo.
Jin: A estas alturas no te creo nada.
Hwasa: Puede que te haya mentido en muchas cosas, pero en esto no- La chica, limpio las mejillas del joven- Eres muy débil para estar aquí, es por lo que Monster no te dejó salir de casa, porque haya afuera todo es mucho peor. Los dioses usan sus poderes entre ellos para lastimarse. No tienen piedad- La chica estaba a punto de irse, dándole un último consejo para bien al humano que le hizo mal- Lo mejor para ti es que le pidas a Monster que te libere y te deje volver con los humanos. Si te ama, lo hará- La chica termino por irse, viendo en las escaleras a su hermano- No soy Jin, él está en la habitación- Hwasa fue dejada de lado por Monster- Deberías aprender a cuidar lo que es tuyo, así los demás no querrán tocarlo, y en un descuido romperlo.
-El pelimorado, le dio una mirada penetrante a la morena- ¿Qué fue lo que hicieron?
Hwasa: Hubieras pensado bien las cosas antes de hacer enojar a Apolo- Hwasa termino por desaparecer, dejando a Monster subir a la habitación donde dormía Jin.
-Su mano peino los cabellos de su amante, despertándolo- ¿Qué te sucedió, mi destino?
-Los ojos del chico se llenaron de lágrimas, levantándose de la cama para abrazarlo- ¡Donde estuviste! ¡Porque me dejaste tanto tiempo solo! ¡Eres un idiota!
-Monster sintió mil agujas atravesar su cuerpo al ver de esa manera al ser que siempre lo recibía con una bella sonrisa y un plato de comida recién hecha- Lo siento, tenía que…
-Jin se separó del dios, viéndolo fijamente- Dime que es mentira lo que dijeron. Que es una completa calumnia lo de que no podemos tener hijos.
-Monster trago en seco, sintiéndose mal - Es verdad- Jin se quedó ido ante la noticia, no sabiendo cómo reaccionar- Pero…- El dios, saco de entre sus bolsillos un pequeño frasco- he viajado para conseguir esto para ti.
-El chico, vio aquel asqueroso frasco con odio, arrebatándoselo al dios- ¡Por esto me dejaste! ¡Fuiste a buscar a alguien por esto! -Jin, bajo de la cama, yendo al baño con aquel frasco, encerrándose-
Monster: ¡Jin, sal de ahí! ¡No me hagas entrar! – El dios escucho como el pelirosa empezaba a llorar- ¡Jin, abre la puerta! -No se atrevía hacer lo que dijo- Te lo suplico por favor, abre la puerta y hablemos. Ese frasco, si te lo tomas nos dará un hijo- El ruido de la taza del baño… el hecho de que Jin abrió la puerta mostrándole a Monster como tiraba el frasco vacío en el bote de basura… pensó lo peor del pelirosa que se acercó a él para besarlo con desesperación. Monster no sabía cómo reacción, así que dejo que el chico hiciera todo.
Dejo que Jin lo desvistiera y lo provocara hasta incitarlo a hacerle el amor, hasta al punto de quedar agotados en la cama y dormirse.
Cuando Monster abrió los ojos, quiso tocarlo, pero Jin se levantó de la cama y se empezó a vestir.
Jin: Déjame ir- Las palabras del chico apenas y pudieron ser pronunciadas.
-Monster en cambio, las escucho fuerte y claro, provocándole una desesperación al punto de correr aun lado de él- N-no puedo.
Jin: ¡No soporto estar aquí! –Monster se había quedado petrificado. Nunca pensó recibir ese tipo de declaración. Jin lo miro con dolor, cubierto de lágrimas, haciendo lo que nunca en su vida pensó hacer. Se había puesto de rodillas frente a su pareja- ¡Déjame ir, moriré si sigo a tu lado!
-Las manos de Monster se habían convertido en puños mientras sus ojos demostraban el dolor que sentía. No quería que se fuera. Odiaba pensar no tenerlo nuevamente; no quería perderlo… y por eso último, con todo su pesar, termino el lazo que lo unía a él, devolviéndolo a la tierra- Adiós, Jin- Esa fue la última vez que lo nombro, viviendo desde entonces en dolor y soledad-
En cambio, Jin, cuando abrió los ojos se encontraba en su viejo departamento donde años atrás había vivido con Monster.
Caminó hacia la única ventana de aquel pequeño cuarto viendo afuera una noche ruidosa. Llovía con furia y maldad.
-Tal vez para los humanos era una simple lluvia, pero para él, era la despedida de Monster- Lo… siento- Jin no pudo más y cayó al piso dejando salir todo su dolor en aquel llanto amargo y sin control que lo hacía golpear y rasguñar el piso- Lo siento.
Después de un mes de haber vuelto, Jin salió de su departamento viendo el frio y limpio cielo azul.
Al segundo mes consiguió trabajo en un restaurante como cocinero principiante.
Su familia ahora era diferente, había envejecido, y por lo mismo no pudo encontrase con ellos. Solo con una persona volvió a tener contacto, Ken. Los dos estaban en sus 35 años, viéndose el nombrado tal cual y él… seguía igual de joven.
Al tercer mes su cuerpo había empezado a cambiar. Dentro de él estaba la vida de un ser que podría llegar a ser un dios, pero del cual, la familia de Apolo nunca conocería, dejando su tobillera en una caja de madera que puso debajo de su cama por muchos años.
30 años habían pasado desde entonces y Monster y Jin solo conocían un parte de la historia, contándosela a quien tenían presente.
Suga: ¿Por eso buscamos el inframundo? Entonces, ¿Jimin fue creado para mí por una equivocación de Hades?
Monter: Nunca supe que hizo Jin con lo que había en el frasco, pero ahora que veo a Jimin, él realmente se lo tomó.
-Suga se cruzó de brazos, tratando de asimilar todo- Deberías ir a verlos. Ahora comprendo porque Hope no quería contarnos la historia.
(…)
-Jin miraba con dolor a Jimin- Eras tú.
-Jimin sintió un escalofrió recorrer su espalda ante las palabras de su padre- ¿tú me tuviste?
Jin: A los nueve meses saliste de mi cuerpo y estabas enfrente de mí. Eras lo más hermoso que me había dejado Monster.
-Jimin no podía evitar llorar al ver como su padre también lo hacía- ¿Monster es mi otro padre? -Jin asiente abrazando con delicadeza a Jimin- ¿él no sabía de mí?
-Jin niega limpiándole la cara a su hijo- Yo se lo prohibí. En todos estos años le prohibí que me encontrara, pero hoy, verdaderamente lo necesitaba.
Jimin: ¿cómo?
-Jin le muestra su pie, dejándole ver la tobillera que llevaba con él- Cuando volví a la tierra la tobillera fue liberada de mi pie. Una vez que te la vuelves a poner aceptas el hecho de que eres pareja de un dios y solo ese dios puede quitártela.
Jimin: ¿por eso dijo que eras su pareja? -Jin asintió alejándose de Jimin, yendo aún lado de la ventana, abriéndola, dejando entrar una fuerte brisa con la lluvia-
Jin: Él es tu hijo- En frente de Jin y Jimin apareció Monster, viendo con extrañeza al castaño- Yo no sabía que lo esperaba.
-Monster voltea a ver a Jin con algo de dolor- es un…
Jin: si, es un semi dios. Tiene 30 años humanos, pero hace poco cumplió los 18 siendo un dios, conocí su otro lado sin que él lo supiera, pero fue en un corto momento- Jin se río con algo de miedo- Cuando lo descubrí sentí tanto temor de que por medio de él pudieras encontrarme.
Jimin: ¿Lo que decía Suga era verdad?
Jin: En verdad lo siento, Jimin. Sé que no deberías vivir en la Tierra, pero no puedo dejar que sufras lo mismo que yo sufrí.
-Monster bajo la mirada dejando que Jin pasara frente a él- Jin…
Jin: Los dioses son seres fuertes e indescriptiblemente aterradores. No aceptan a los humanos así por que sí. La familia de tu padre hizo todo lo posible para que me alejara de él.
Monster: No sabía nada de ello. Yo…
-Jin se ríe con ironía levantando el rostro de Monster. Al hacerlo, ambas miradas se conectan haciéndolos sentir extrañamente cercanos nuevamente- Tú lo sabías, solo que no podías hacer nada debido a que no estabas. ¿Pero sabes? -Jin dirige su atención a Jimin, mirándolo con ternura, recordando la primera vez que lo sostuvo- Yo nunca pensé que podía darte otra familia- Jin trago con todas sus fuerzas el nudo que se le había formado al ver las lágrimas y cara de terror de Monster- Los dejare para que hablen- el castaño retrocedió del alto, yendo a las habitaciones de arriba-
Jimin: Hay una frase que dice “Es de humanos equivocarse” ¿Qué hay de los dioses? ¿Es normal para ellos también hacerlo?
Monster: A veces el amor no lo es todo y menos si eres un dios.
Jimin: si eso es cierto, entonces ¿Por qué estás aquí?
-Monster cayo de rodillas. Por primera vez en su vida alguien lo había puesto en el lugar que merecía estar al haber dejado que Jin sufriera- Perdón.
-Jimin negó, caminando hacia su padre, abrazándolo con fuerza, consolando el llanto que quemaba en su interior- Yo te perdono, pero no sé si Jin Apa lo haga. Te ama demasiado como para hacerlo.
-Monster abrazó el pequeño cuerpo de su hijo dejándose consolar por aquel ser que no sabía que existía- lo siento.
Jimin: lo sé- La situación se estaba complicando, Jimin lo sabía- ¿Estarás bien si te dejo solo con Jin apa?
Monster: ¿A dónde iras?
Jimin: Hay un problema mucho más grande que nos rodea -La seriedad de Jimin, era algo que asombro a Monster-
Monster: Te pareces a mí -La sonrisa de Jimin apareció, endulzando el ambiente- Me equivoco, te pareces a Jin.
Jimin: Por supuesto, soy el hijo de ambos.