Esa noche, un día después del cumpleaños de mayoría de edad de Jungkook, una gran verdad se supo. Al igual que la posible muerte del chico, para dejar atrás un doloroso final.
-Jungkook despertó ante su pesadilla.- Tranquilo, fue solo un mal sueño.- Jimin estaba parado frente a él, limpiando su sudor con una tolla húmeda.- Tienes un poco de fiebre.
-El menor suspiro profundo, dejándose llevar, cerrando sus ojos.- No le digas a Jin apa.
Jimin: Hace mucho que no tenías pesadillas. ¿Es por tu cumpleaños? ¿Es él de nuevo?
-El hombre que una vez fue amable y cariñoso con su hijo. No entendía Jungkook como se había convertido en un ser tan vil.- A veces es difícil olvidar a mi padre.
Jimin: Entonces no lo hagas.
Jungkook: Si no lo hago me seguirá atormentado.
Jimin: La mejor forma de hacer que ese mal hombre salga de tu cabeza, es dejar tus recuerdos de él en eso, solo recuerdos.- El castaño, acaricio levemente la mejilla derecha de su hermano, limpiando las ligeras lagrimas que había dejado caer cuando dormía.- Descansa un poco. – Jimin ni siquiera volvió a su cama, dejando a su hermano en la habitación mientras bajaba a la cocina para cambiar el traste que había llenado de agua.- ¿Qué tipo de hombre fue tu padre para que le tengas tanto miedo?
(...)
V no pudo evitar fruncir el señor.
Suga: Te ves estresado.
-El joven, se quitó el mandil con intenciones de irse, si no fuera que Suga tomó su camisa desde atrás.- Hope no vino en toda la noche y tu planeas irte sin decirme que pasa. ¿Acaso ustedes dos quieren ver como media Tierra se hunde en la desesperación?
-V, suspiro, alejando el agarre del azabache.- Jungkook no se encuentra bien.
-Suga miro el mensaje que el menor le había mandado al hijo de Afrodita.- Dice que no te preocupes.
V: ¿Tú no lo harías si fuera Jimin?
-Suga negó.- No me compares contigo.
V: Debo ir a verlo.
Suga: Si te vas, jura por tu vida que trabajaras todo el turno de la tarde.
-La mirada afilada de V no convenció en absoluto a Suga.- ¿Para qué quieres la tarde?
Suga: Hay algo que tengo que hacer con Jimin.
-Una sonrisa burlesca se posó en la boca de V mientras cruzaba sus brazos- Ustedes dos... progresan. Y pensar que hace días él quería tenerte lo más lejos posible.
Suga: Si no te vas ahora cambiare de opinión.- Sin preámbulos, V iba a salir de la cafetería sin quitarse el uniforme.-
¿Y a dónde vas?- Tanto V como Suga se quedaron congelados en su lugar al ver a su jefe llegar. El maduro hombre tomó por los hombro a V.- Hay mucho trabajo por hacer.- La sonrisa aquel señor petrifico más de la cuenta al hijo de Afrodita quien pidió ayuda a Suga.- Hope no está aquí, y el lugar se llenó. Así que hoy no podrás salir... por lo menos hasta que la clientela disminuya, ¿entendido?- A V no le quedó de otra más que asentir y volverse a ponerse el mandil.
Suga: Jungkook dijo que estaba bien. Cuando sea la hora del descanso ve a verlo. Yo me encargo del jefe.
-V suspiro, volviendo atender las mesas.- No lo mates. Necesitaremos el trabajo.
-La expresión de Suga fue una muy mala para espantar al hombre que iba a ordenar.- No me lo recuerdes... y para mi desgracia aún hay cosas que necesito averiguar.
(...)
Jin: Que tengas buen día, cariño.- Jimin antes de salir, dirigió sus ojos a su habitación.- No te preocupes. Me quedare a cuidarlo.
Jimin: ¿La señora no te ocupara ahora?
Jin: Fue a una sesión de modelaje, no volverá hasta mañana.
Jimin: Aun no entiendo cómo es que la salud de Jungkook decae de un día para otro.
Jin: Sera un misterio hasta que los doctores lo sepan.- La sonrisa de Jin hizo calmar las ansias de Jimin.- Pero es bueno que los síntomas sean leves y manejables.
Jimin asintió, saliendo de su casa rumbo a su trabajo. Lo primero que hizo fue buscar a Taemin o Minho en la sala de profesores, pero lo único que encontró fue la noticia de que los dos dioses nórdicos habían pedido el día debido a problemas familiares.
-Sus manos rápidamente fueron a buscar su celular, marcando el número de cierto dios sin pensarlo.- Sé que te dije que no me inmiscuiría, pero no me siento del todo tranquilo sin hacer algo.
Suga: Yo siento lo mismo. De hecho, estaba pensado en buscarte hoy en la tarde después del trabajo.
Jimin: En cuanto salga de la universidad nos reuniremos.
Suga: Esta bien.
V: ¿Era Jimin? –Suga asintió.- ¿Estaban hablando de Jungkook?
Suga: No. Es un tema diferente.
V: ¿Se debe a porque Hope no está aquí y no responde las llamadas?
Suga: A veces me sorprende lo rápido que trabaja tu cerebro.
V: ¿Qué es lo que pasa con Hope?
Suga: Yo lo resolveré, tu solo preocúpate por Jungkook y la forma de llevarlo al Olimpo.
(...)
Eran las tres de la tarde cuando Jin subió a la habitación de sus hijos en busca del menor para que bajara a comer algo. Sin embargo, el chico parecía pasarla mal al removerse en su cama por el mal sueño que estaba teniendo.
Jin: Jungkook cariño, despierta.
-El joven abrió los ojos de golpe, inhalando gran cantidad de aire. Su vista parecía nublada dirigiéndola a Jin.- Mis pesadillas... están volviendo. Pensé que esto ya no pasaría, pero han vuelto.- Los ojos de Jungkook se volvieron llorosos, abrazando a Jin.- No puedo evitar recordar como mi padre mato a mi madre. No entiendo que paso con él.
Jin: A veces no es fácil saber porque suceden las cosas Kookie. Pasan cuando tienen que pasar, pero también se olvidan cuando se tienen que olvidar.
Jungkook: Jin apa, ¿tú conociste a mis padres? –Jin medio asintió.- ¿Padre siempre fue así de malo?
Jin: No conocí del todo a tu padre, pero tu madre siempre me dijo que fue una buena persona, Kookie. Que te amo más que a su vida.
Jungkook: ¿Entonces porque cambio? ¡Porque se volvió tan!... monstruo.
Jin: No lo sé. Pero lo que si se, es que hasta el final trato de protegerte.- Y aunque le había dicho eso, Jungkook no parecía muy convencido.- El almuerzo está listo, ¿no te gustaría acompañarme?- El chico asintió, bajándose de la cama.
Cuando los dos llegaron a la mesa, la puerta empezó a sonar, haciendo que Jin fuera abrir, encontrándose enfrente de él una cabellera pelirroja. Su sonrisa apareció haciendo pasar a Hope.
Jin: Justo íbamos almorzar, ¿quieres acompañarnos?
-Una linda sonrisa apareció en la cara pálida de Jungkook, indicándole a su mayor que se sentara aún lado.- Me da gusto verte, Hope hyung.
-Los ojos del pelirrojo parecían algo desorbitados ante la pelea interna de tratar a Jungkook como su amigo... pero teniendo la necesidad de buscar el alma de su padre en ese pequeño cuerpo.- ¿Estas bien?
Jungkook: Mi salud... no te preocupes, no es la gran cosa- La mano del pelirrojo paso por el cabello del castaño, acariciándolo.-
Hope: Yo...- El celular de Jin empezó a sonar, levantándose de la mesa para contestar.-
Jin: No sé si pueda ir. Mi hijo está un poco indispuesto y no puedo dejarlo solo.
-Los ojos de Hope viajaron de Jin a Jungkook, sintiéndose ansioso.- Yo puedo quedarme con él.
-Jin alejo por un momento el celular.- ¿Estás seguro? ¿Crees que puedas manejarlo? Es una ligera fiebre.
Hope: Me quedare para hacerle compañía. Si Jungkook necesita algo, él puede decírmelo mientras descansa.
-El chico asintió con una sonrisa, indicándole a su padre que podía ir al trabajo.- Iré para haya, pero necesito desocuparme temprano, si pudiera comprender ese pedido... está bien.
Jungkook: Estaré bien. Además, dentro de unas horas Jimin hyung estará aquí.
Jin: Confiare en ustedes chicos.
El hombre subió las escaleras para cambiarse e irse mientras los jóvenes terminaban de comer.
Una vez que Jin se fue, Hope y Jungkook subieron a la habitación del menor, dejando que este volviera a su cama a descansar.
Hope: debiste sufrir mucho por tu salud.
Jungkook: ¿Perdón?
-Hope permanecía sentando en la silla cercana al escritorio, con la vista en el piso mientras Jungkook no dejaba de observarlo en cierta forma cansado.- Aun no sé el motivo por el cual olvidaste todo lo que paso en el hospital.
Jungkook: No comprendo lo que dices, Hope.- Los ojos del menor, se fueron cerrando poco a poco, dejándolo absolutamente inconsciente tras aspirar la neblina de color azul que rodeaba la habitación, proveniente del hijo de Atenea.-
Hope: Y mucho menos sé el motivo por el cual mi padre se encuentra dentro de ti, obligando a vivir a un niño que hace mucho debió haber muerto.- Hope se paró, saliendo de la habitación rumbo hacia la puerta donde se encontraba Joy y los otros dos dioses.
-El joven de cabello azabache corrió escaleras arriba, interponiéndose a que se llevaran a Jungkook.- ¡Debe de haber otra forma!
Minho: Aléjate, Taemin. No hagas esto más difícil.
-Taemin resoplo con enojo, sacando sus dagas.- ¡Kookie es un buen niño, no puedo dejar que le hagan daño!
Hope: ¡Crees que quiero hacerlo!
Taemin: ¡Entonces busca otra solución! ¡Tu madre debe de saberla!
Hope: ¡Toda la noche intente contactarme con ella y se niega a darme la cara ahora que se la verdad!
Joy: No tiene caso seguir postergando nuestra estadía, Taemin. Estoy... en mi limite, y sé que ustedes también.
-Minho, con su látigo quito las dagas de Taemin, enredándolo con él para evitar que siguiera interviniendo.- Es por eso que te dije que no te encariñaras con estos humanos.
Taemin: ¡No lo lastimen! ¡Se los suplico! –Antes de que el hijo de Freyr siguiera gritando, Minho lo noqueo dejándolo inconsciente.-
Minho: Ustedes llévense a Jungkook. Yo me haré cargo de Taemin.
-Joy tomó por un extremo al menor mientras Hope lo hacía del otro lado con una expresión de dolor.- Hay ciertos sentimientos innecesarios, Hope. En especial los que sientes por los humanos.
(...)