Gohan concentró toda su energía para poder transformarse, no alcanzó el nivel de súper saiyajin pero un aura blanca platinada rodeó todo su cuerpo cuando se transformó para enseñarle a Mirai Trunks todo su poder, por otro lado, el hombre de cabellos lilas estaba sorprendido por la repentina transformación de su amigo, no había dudas de que probablemente ahora era un poco más fuerte luego de volver a entrenar con Piccolo para restaurar su ki, la última vez que lo vio transformado fue en súper saiyajin nivel dos en su batalla final contra Cell. Enseguida salió de su trance sacudiendo la cabeza de un lado a otro, no había venido a la habitación del tiempo para distraerse, había venido para entrenar y poder derrotar a Black Gokū.
-Impresionante. Debo admitir que me has sorprendido, Gohan-comentó Mirai Trunks al ver la transformación de su amigo-sin embargo, yo también he aumentado mi poder-el semi-saiyajin concentró toda su energía y de un momento a otro, su cabello cambio de lila a dorado, unas ráfagas doradas y celestes surgieron alrededor de él-este es mi máximo poder-
-¡Genial! Parece que estamos igualados-comentó Gohan con determinación, sonriéndole al viajero del tiempo-que tal si ponemos a prueba nuestros niveles de poder ¿eh?-
-Uh…-Mirai Trunks se sonrojó, ver a Gohan sonriéndole de esa manera le recordaba a su sensei, Mirai Gohan, incluso podía jurar que lo había visto sonreír y saludarlo junto al Gohan del presente, eso solo hizo que su corazón latiera con más fuerza dentro de su pecho, dioses ¡dioses! Si no se calmaba pronto todo se saldría de control.
-Y ¿qué dices, Trunks? ¿hacemos un intento o no?-preguntó Gohan sacando al viajero del tiempo de sus pensamientos.
-¿Q-Qué? ¡S-Sí, Gohan! ¡adelante! hay que hacerlo.
Gohan vagaba solo en medio del desierto, el clima era muy caluroso, el sol era fuerte y la brisa que soplaba allí no proporcionaba suficiente frescura. Las huellas de sus botas se marcaban en la arena dejando un camino que luego la brisa se ocupaba de cubrir con más arena, había unas pocas palmeras ubicadas en unas dunas, las hojas se mecían levemente, el rostro del niño estaba ligeramente rojo por el calor y los fuertes rayos del sol, respiraba entrecortadamente y no dejaba de sudar.
-Estoy tan solo…-pensó Gohan en voz alta sin dejar de caminar, la garganta le quemaba, tenía mucha sed y en lo único que pensaba era en hallar un lugar donde tomar agua-¡hace tanto calor…!-
Camino un poco más y de repente se detuvo al ver un hermoso oasis tan solo a unos pocos metros de distancia. Gohan se acercó un poco más y pudo ver a un chico de cabellos lilas refrescándose en el agua del oasis, el pequeño semi-saiyajin se quedó sorprendido al reconocer a esa persona ¡era Mirai Trunks! ¿Qué hacía él allí? Reaccionó al escuchar que lo llamaba, al parecer quería que se refrescara con él en aquel oasis, se armo de valor, reunió energias y comenzó a correr hacia el oasis pero apenas llegó, chocó con un domo de cristal que los separaba.
-¿Qué? No, no ¿por qué? ¡¿por qué?! Esto no debería estar pasando-pensó Gohan golpeando levemente el domo de cristal, bajo la cabeza, estaba a punto de llorar pero escuchó la voz de su mejor amigo del futuro llamándolo.
-No te preocupes, no tienes porque llorar-dijo Mirai Trunks del otro lado del domo apoyando su mano con la de Gohan-puedes unirte a mi si quieres… solo tienes que decir una palabra-
¿Una palabra? Pero ¿qué palabra debía decir para poder estar con Trunks en aquel oasis? Gohan se puso a pensar buscando la palabra que debía decir pero no podía encontrarla, de pronto pudo ver como Mirai Trunks alejaba su mano del cristal del domo y comenzaba a caminar en el agua lejos de él, desesperado, Gohan comenzó a golpear el domo para llamar su atención pero no estaba funcionando.
-Por favor ¡no te vayas!-dijo Gohan sin dejar de golpear el cristal del domo pero Mirai Trunks no lo escuchaba, solo se alejaba cada vez más-¡por favor quédate! ¡por favor…!-golpeó el domo con más fuerza y sintió como el cristal se quebraba-vuelve, te necesito, no me dejes… yo… yo ¡TE AMO!-
Con un último golpe logró romper el domo que los separaba, algunos fragmentos de cristal comenzaron a caer alrededor del oasis.
Gohan despertó súbitamente, un nuevo día acaba de comenzar en la habitación del tiempo, el segundo día que llevaba allí, no podía cometer el lujo de relajarse como quisiera, tenía que aprovechar el tiempo que tenía para entrenar con Mirai Trunks antes de que fuera demasiado tarde. Se incorporó quedando sentado en la cama, se llevó una mano a la cara refregándose los ojos, últimamente no tenía ni la menor idea de que le estaba pasando ni porque tenía esos sueños tan extraños y recurrentes pero el semi-saiyajin de cabellos oscuros tenía el presentimiento de que esos sueños le estaban intentando decir algo, algo que aún no había podido averiguar. Pero ¡en fin! suficiente de andar pensando en sueños con mensajes ocultos, hoy sería el día en que intentaría romper el hielo y finalmente hablaría con Mirai Trunks, no solo se dedicaría a entrenar con él para derrotar a Black Gokū el tiempo que estarían en aquella habitación. Se levantó de la cama, tomó su viejo gi morado al que nunca más le había vuelto a dar un uso luego de la batalla contra Majiin Buu y con solo eso en mano, se dirigió al baño que tenía en la habitación que compartía con Mirai Trunks para ir a ducharse antes de desayunar.
Minutos más tarde, Gohan caminaba por el pasillo de la habitación del tiempo ya vestido con su gi morado, bostezando por el cansancio hasta que llegó a la cocina donde se encontró con Mirai Trunks preparando el desayuno, no podía verlo bien porque estaba de espaldas pero algo que llamó la atención del semi-saiyajin de cabellos oscuros fue que la espalda del joven de cabellos lilas estaba descubierta, para cuando quiso preguntarle por ello, Mirai Trunks ya se había dado vuelta y lo que Gohan vio le pareció lo más provocativo que haya visto en su vida: Mirai Trunks se acercó a la mesa donde estaba sirviendo el desayuno, vistiendo nada más que un par de bóxers negros y un delantal de cuadros. Gohan no pudo evitar sonrojarse ante semejante vista, nisiquiera Videl se había atrevido a vestirse frente a él de esa manera cuando preparaba el desayuno y mucho menos ahora que tenían la responsabilidad de criar a Pan.
-Hey ¡hola, Gohan! ¿cómo estás? preparé el desayuno-dijo Mirai Trunks sacando a su mejor amigo de sus pensamientos, Gohan reaccionó, se acercó a la mesa, tomó una silla y se sentó frente al joven de cabellos lilas quien colocó unos platos con hotcakes en la mesa junto con unas tazas de café, leche y azúcar para endulzar la amarga bebida.
-No tenías que hacer esto ¿sabes? no debiste tomarte la molestia de hacer el desayuno para los dos-dijo Gohan una vez que se acomodó en su asiento.
-No me importa, aunque no lo creas, esto me hace feliz-respondió el joven de cabellos lilas sonriendo-me hace feliz poder hacer algo para ti aunque sea por esta vez-
-Hm, supongo que está bien, muchas gracias-le agradeció el semi-saiyajin de cabellos oscuros sonriéndole a su mejor amigo, Mirai Trunks se sonrió y volvió a darle la espalda-muy bien, Gohan. ya rompiste el hielo con él, ahora podrán seguir hablando-Gohan salió de su breve trance al recordar lo que quería decirle al joven de cabellos lilas-oye, Trunks, yo…-
No pudo seguir hablando, ya que al desviar la mirada, notó que Mirai Trunks se había quitado el delantal que llevaba puesto y ahora estaba quitándose los bóxers, ya que al parecer, esos eran para dormir, el sonrojo en el rostro de Gohan se incrementó más e involuntariamente una hemorragia brotó de su nariz haciendo que quedara inconsciente sobre un charco de su propia sangre. Por otro lado, Mirai Trunks comenzó a vestirse, se colocó el mismo conjunto de ropa con el que había llegado a esa línea de tiempo, terminó de colocarse la chaqueta de jean azul claro con el logo de la Corporación Capsula en la manga derecha y abrochó los botones en la parte del torso.
-Muy bien, aquí vamos-dijo el joven de cabellos lilas acomodando los pliegues de la chaqueta, se acercó al lugar donde se encontraba Gohan-¡de acuerdo, Gohan! ya estoy listo para…-interrumpió su frase al ver a su mejor amigo tendido en el suelo sobre lo que parecía ser un charco de su propia sangre-¡GOHAN!-el joven de cabellos lilas rápidamente corrió a asistir a su mejor amigo, lo levantó de aquel charco de sangre y lo cargó sobre su regazo con una expresión de completa preocupación en el rostro-¡Gohan! Gohan ¿estás bien? ¿qué rayos sucede contigo? ¡h-hay mucha sangre aquí!-
-Y-Yo… lo vi todo…-murmuró Gohan pero por suerte Mirai Trunks creería que estaba delirando por la falta de sangre. Mirai Trunks tomó una decisión rápida y se ocupó de atender a su mejor amigo, quien aún sangraba por la nariz, fue a buscar unos pañuelos al baño y con ellos comenzó a limpiar la nariz del semi-saiyajin de cabellos oscuros con ellos hasta que quedó completamente limpía, pasados unos segundos de aquel susto, Gohan despertó, Mirai Trunks suspiro aliviado y se apartó de él para que pudiera incorporarse con más comodidad.
-Uhm, wow… supongo que te hice pasar un mal momento ¿no?-preguntó Gohan quedando arrodillado frente a Mirai Trunks, llevándose una mano detrás de la nuca avergonzado, el joven de cabellos lilas solo se limitó a asentir dándole a entender a su mejor amigo que tenía razón-gracias otra vez, Trunks. De verdad me salvaste la vida-
-¡Gracias a los dioses! Me alegro de que estes bien, Gohan-respondió Mirai Trunks totalmente aliviado.
-Muy bien ¡no perdamos más tiempo!-exclamó el semi-saiyajin de cabellos oscuros incorporándose del suelo, Mirai Trunks imitó su acción-¡será mejor que comencemos a entrenar!-
Sin perder más tiempo y sin más distracciones, Gohan y Mirai Trunks salieron de la habitación del tiempo para poder comenzar a entrenar cuanto antes, si querían derrotar a Black Gokū, debían comenzar a entrenar cuanto antes, ya tendrían otro momento para poder hablar con más seguridad y confianza, ahora lo importante ahí era entrenar hasta el límite de sus fuerzas y su nivel de poder.