LuHan se encuentra en la acera frente al edificio donde se encuentra su departamento, se acomoda el enorme abrigo de lana sobre su ya muy abultado vientre , cierra con cuidado los botones del frente, sabe que el bebé es friolento, suele moverse con prontitud ante la frialdad que emite la puerta de la nevera al abrirla o las ráfagas de viento helado cuando sale del preescolar donde trabaja. Así que sonríe y le da golpecitos a su vientre tratando de calmarlo y lo frota para entrar en calor, no sabe si lo logra, pero el bebé suele tranquilizarse con ello. Después de un momento logra la quietud: Se ha dormido.
Se coloca la abultada y la enorme bufanda al cuello que le ha tejido JongIn. No puede evitar sonreír.
—————Flashback—————
—Lu…¿Así?
—Si JongIn, está bonita tu telaraña…—LuHan rompe en risa, el ganchillo de JongIn yace enredado en una larga tira donde practica puntadas de crochet con la intención de hacer un gorro o un zapatito o un abriguito o lo que salga, pues es amorfo el resultado de su esfuerzo.
—Soy muy torpe —Baja la madeja de lo que sea que esté tejiendo. LuHan tiene entre sus manos una botita tejida de estambre color blanco y de tejido esponjoso, el es hábil y se siente orgulloso de ello, las tantas actividades que hace en la escuela y un poco de memoria del pasado se lo facilita.
JongIn sentado junto a el intenta acompañarlo en sus labores de la tarde: Tejer o coser ropa de bebé.
—Solo te falta práctica JongIn, pero no quisiste escucharme y quisiste empezar con algo complejo…ven ahora empezaras con una puntada simple.
Toma las manos del moreno como si fuese un niño –a lo que LuHan ya está acostumbrado- y le muestra una puntada simple que JongIn logra memorizar y de manera mecánica teje…
Y teje…
Y teje…
Y tejió…
—————Fin de flashback—————
Por fin termina de acomodar la extensa bufanda cuando el claxon del auto de JogIn suena y se estaciona frente a el.
—¿Listo para una tarde de comparas Lu?
—SI, pero iremos…
—No, yo decidiré a donde iremos, quiero darle lo mejor a mi sobrino —Se agacha y da un beso al vientre de LuHan y lo arrastra a su automóvil.
Llegan a un enorme y lujoso centro comercial que intimida un poco a LuHan.
—JongIn no es necesario que gastes tanto…
—Ven, observemos ahí…
Entran a una tienda con artículos para bebé, desde carriolas, portabebés, móviles , cuadros y tantos accesorios tan adorables. Pero a l ver los precios LuHan se da cuenta que ni siquiera un mes de sueldo podría comprar algo así, imposible. No hay manera.
—Mira está, tiene ositos, me gustan los ositos.
—Es linda JongIn.
Aunque la etiqueta con el precio no lo es tanto.
—Mira, está tiene una colchoneta en forma de nubes.
JongIn es un niño en una tienda de dulces.
La cuna blanca con tiernos ositos , 2 pequeños cojines con la suavidad probablemente proporcional a su costo mas un móvil con nubes y unicornios son obsequiados verbalmentea un ser humano aún no nacido . A LuHan le duele un poco el corazón al ver como con tanta facilidad suelta JongIn la tarjeta para pagar todo eso.
Al salir ven mas aparadores, con trabajo LuHan puede contenerlo. Un “Ahhh” que suelta JongIn cada vez que encuentra juguetes o algo de bebé. LuHan se ha permitido tomar una sonaja para comprarla, la agita y el cascabel resuena con un tono agudo, le pide a JongIn que deje de comprar, que quiere tener el privilegio de reproducir algunos los artículos de lo que ven con sus propias manos y algo de su corazón , un cuadro con un dibujo de gatitos, un oso afelpado y una colcha llena de volantes, la verdad es que mas bien es pena por hacerlo gastar en un hijo que no es suyo, se siente sobre agradecido, sabe cual es su situación, pero no quiere que JongIn sienta lástima por el. Pero al llegar a el área de ropa no puede dejar de sentirse maravillado. JongIn coloca un enterizo de con orejitas de Koala sobre el vientre de LuHan.
—Adorable, nos lo llevamos.
LuHan niega, pero JongIn ya tiene algo mas en la mano que sabe no podrá soltar. LuHan se acerca a donde hay zapatos de diferentes formas, texturas y colores. Los pone en la palma de su mano, son tan pequeños que alcanzan a sostener los dos.
¿Han observado a alguien experimentar el anhelo de la llegada de un hijo?
¿Han observado su sonrisa cuando sus manos acarician su vientre?
¿Han visto como se iluminan sus ojos cuando le preguntan sobre el bebé?
¿Han escuchado el entusiasmo cuando relatan el comportamiento del bebé dentro de su vientre?
¿Han sido contagiados por la felicidad de la maternidad?
LuHan era eso y mas, el día anterior sus lagrimas resbalaron cuando el sexo del bebé le fue rebelado mientras JongIn oprimía su mano y aunque este también lloró dijo que no eran sollozos , sino que se acordó de que HoSeok se había comido su sándwich en el trabajo y le daba coraje, la verdad es que también estaba tan emocionado que incluso abrazó al médico que hacía el ultrasonido -que por cierto lo soltó cuando el confundido médico bajó las manos hasta su trasero- JongIn le dijo que era un bebé muy hermoso y extraño, pues no entendía muy bien que era un ultrasonido en 3D.
—Lu, yo también quiero uno igual.
LuHan sonrió y le dolió un poquito, pero solo poquito que SeHun no estuviera con el. Pero aun así su rostro irradiaba felicidad, sus tersas mejillas eran testigos de que las lagrimas también son de alegría. Su ilusión, su vida, el producto de su amor perenne, no se arrepentía de nada, la vida tiene reveces y las cosas no siempre encajan perfectamente como los legos, tomas las piezas que el destino te da y construyes lo que puedes y lo que quieres, el era feliz con lo que tenía.
LuHan toma los pequeños zapatos claramente propios del sexo del bebé. La cajera lo ve y le sonríe.
—¡Ahhh que lindos!, se verá adorable cuando se los ponga.
LuHan sonríe, sabe que así será, lo que LuHan no sabe que alguien le mira desde afuera de la tienda, a través del vidrio del aparador, enterándose en ese momento que SeHun será padre nuevamente. Esta persona sabe que debe actuar rápidamente.