La alarma no ha sonado, piensa LuHun, por ello se desespereza un poco y con calma pensando que aun es temprano, tal vez demasiado, toma su celular ve un mensaje de SeHun deseándole le vaya bien en el trabajo, no puede evitar la sonrisa, pero al contestar el mensaje ve la hora en que se envía, es demasiado tarde, apenas media hora para llegar a su trabajo, se altera, corre por la habitación, no tiene tiempo de levantar la colchoneta en la que duerme, pues ya no comparte mas el lecho con YiFan, solo alcanza a vestir un pantalón deportivo y una sudadera algo vieja y deslavada. Lava su cara y dientes con premura, ve su reflejo y se da cuenta que su rostro refleja el cansancio, demasiado evidente.
Sale y se encuentra con su esposo.
-¿Te dormiste Lu?
-No YiFan , tenia ganas de llegar tarde al trabajo -Contesta de mal modo, el no es así, pero hoy no puede evitarlo. Se acomoda los zapatos deportivos que se encuentran en la entrada.
-Lo siento amor, toma hice café. -Le ofrece una gran taza
A LuHan le sorprende la amabilidad que hace unas semanas empezó a tener para con el.
-Es raro tu cambio de actitud de un tiempo a la fecha. -Le comenta visiblemente extrañado.
-Uno que intenta ser buen esposo y tú que me tratas mal como siempre- Encoje el brazo retirando la taza. Se ve compungido ante el rechazo.
-Está bien, la tomaré - LuHan se siente culpable y la toma de prisa, después de todo, la necesitara para rendir en el día. Sale corriendo, literalmente.
Maneja con prisa rebasando autos, piensa un poco en la actitud de YiFan, es demasiado servicial, tanto como nunca, ni recién estaban casados actuó servil, últimamente ha llegado y lo ha encontrado con la cena lista, algunas veces antes de irse el desayuno esta puesto o un emparedado le es entregado para que lo lleve al trabajo. Ante la demasiada, no puede evitar sentir sospechas.
Sin embargo, pese a ello, su vida no está mas relajada, las ultimas semanas han sido muy difíciles. Se reúne cuando puede con SeHun, pero este está agotado por las largas discusiones con BaekHyun , su negativa a la separación, los reproches, la amenaza de quitarle a sus hijos y tantas y tantas mas, que es inevitable que no se desahogue con LuHan, este empieza a cargar una loza pesada de culpa pero sobre todo de inutilidad al no poderle ayudar.
Llega al trabajo con cinco minutos de demora, se disculpa con la directora que le ha reñido.
-Lo siento, no volverá a pasar.
-Señor Wu es usted un maestro ejemplar, pero sabe que no toleramos los retardo, por esta vez lo pasaré por alto por su actitud intachable en el trabajo y sobre todo porque se lo mucho que lo aman los niños, sabe que con ellos se necesitan demasiadas precauciones, usted bien sabe que no los podemos dejar solos en ningún momento, hoy lo cubrí, pero no se repetirá.
LuHan asiente, pero se siente avergonzado porque es la primera vez que le riñen en el trabajo. Entra de prisa, los niños lo esperan, el canto de la mañana, el dibujo que le sigue, no puede esperar. Se regocija y se pierda en el momento, olvida las preocupaciones...al menos por un rato.
Llega el mejor momento del día-Es hora de la siesta niños.
Todos corren y se acomodan, el no puede evitar verlos dormir con tanta tranquilidad, sin nada que los perturbe, los envidia un poco. Se tumba en una parte donde esta un pequeño tapete, no puede evitar ser contagiado por la somnolencia, cierra los ojos solo un momento, solo unos cuantos minutos se promete, para renovar energías.
Es un suspiro su sueño, uno demasiado luminoso, se siente en calma, la luz blanquecina lo rodea, si bien le ciega, no lo lastima, es tan nítida , que no da cabida a algún recoveco oscuro o desconfianza, todo se siente tan puro, inmaculado. Se ve a si mismo vestido de blanco, su cuerpo irradia luz.
En algún momento de lucidez piensa si tal vez se ha vuelto etéreo y ha abandonado este mundo, la luz empieza a alejarse y se siente intranquilo, todo se vuelve oscuro y las percusiones generándose alrededor de el le hacen despertar, pero al recobrar total conciencia, se percata que son los niños brincando en una mesa mientras otros aporrean el bote de los colores en el piso, el pulpo que decora el recipiente ha perdido ya algunos tentáculos. Se apresura a separar a dos niños que pelean por un juguete de Bob Esponja, mientras Lim trata de quitar una paleta pegada en la trenza de una compañera.

Todos es caos y destrucción... a pequeña escala. Al menos no lo ha pillado la directora.
El día termina y no puede evitar estar mas que agotado. Necesita elaborar materiales del día siguiente pues hablaran de las estaciones pero SeHun le ha llamado, insta verlo. Se da prisa, casi arrastra los pies. Llega al departamento y lo encuentra ahí.
-¡Lulu! Por Dios... ¿Qué te ha pasado? Te ves...
-Gracias SeHun ...yo también te amo.
-No amor, es solo que...
-Si, lo se, me veo desastroso, no tienes que reprochármelo, no me ha dado tiempo de arreglarme un poco por la mañana...no soy tan sofisticado como tu esposo de alta sociedad...
-No Lulu, no me refería a eso ...-Trata de alcanzar una mano que LuHan levanta con rapidez para que no la toque, está molesto, no, está furioso, SeHun no entiende que el también ha tenido un día terrible y tiene ganas de abofetearlo.
-¡No me toques! -Lo rechaza cuando trata de tomarlo entre sus brazos.
-LuHan , ¿Qué te pasa? Tu no eres así.
LuHan se derrumba, está un poco harto. Le cuenta lo que le ha pasado ese día.SeHun tiene esa cara fría que lo caracteriza durante el tiempo que LuHan habla.
LuHan ahora se siente un poco mas tranquilo, ha explotado en palabras lo que le oprimía el pecho y se siente menos tenso. Se acurruca con SeHun en la cama.
-Lulu...no te parece extraño el comportamiento de "el" -Llama "el" al esposo de LuHan, el cual la palabra no alcanza a llenar su boca sin sentir rabia y celos.
-Si, supongo...un poco -Un poco que es un demasiado, pero no quiere cargar con más pesares a SeHun.
-¿Qué harás al respecto?
-No tengo mucho que hacer...-Realmente no entiende que debería hacer.
-Debes evitarlo...no aceptes nada de el...
-No quiero ser malo con el...
-¡Vaya te preocupa!
-¡SeHun! Tengo una relación contigo y sigo casado con el, no creo que el me preocupe mucho.
-Una vez te dijo que si le llegaba al precio...tal vez podría hablar con el para...
-No, SeHun , esperemos un poco, es demasiado agotador tu situación como para empezar una nueva pelea.
-¿No quieres dejarlo?
-Lo haré... a su debido tiempo...por favor estoy agotado, hoy no...solo hoy no...
SeHun se da cuenta del agotamiento físico de LuHan y por ello acepta, pero la desconfianza hacia ese hombre lo corroe.
-Esta bien, pero mañana iremos al medico, tengo miedo de que te esté dando algo...
-¿Algo?
-Algo que esté dañando tu organismo. -SeHun teme algo mas severo, pero no se atreve a decirlo con todas las letras que indicarían el peligro.
-No creerías que el me esta enve...
-Solo acepta que te lleve al medico, deja de aceptar lo que prepara de comer y olvidaré hablar con el ...por el momento...
LuHan acepta, el solo quiere tranquilidad, al menos hoy lo logra o al menos eso cree.
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SeHun se ha ido a su casa, LuHan no tiene muchos ánimos de irse a la suya , prefiere quedarse en el departamento, para estar un rato solo y en calma, probablemente si no llega a casa , Yifan vaya a ver a su "hermana", espera y llegue tarde o que no llegue. Acomoda sus materiales en el comedor, debe preparar su clase. Afortunadamente por comodidad, ha estado equipando el departamento que comparte a medias con SeHun. Cuando empieza a trazar las primeras figuras llaman a la puerta.
Se acerca temeroso, la forma en que golpean no era nada amable, sabia quien podía ser, se armó de valor.
Al abrir, un fuerte tirón lo hizo a un lado.
BaekHyun dio unos pasos.
Un BaekHyun lejano al de siempre, no es el tipo con altivez y aires de grandeza. Viste ropa deportiva y el cabello revuelto, lleno de furia. Fue inevitable para LuHan observarlo, sin atisbo de abdomen abultado. BaekHyun sabia lo que LuHan buscaba en el. Siente la mirada en su vientre.
-¡Aun así no te daré a mi marido! -Vociferó, sin importar que su mentira creada hacia unas semanas fuera evidente.
-No te lo estoy pidiendo...es mío.
-No me rebajare contigo a pelear como una cualquiera.
El rubio, se paso la mano por la boca, dio unas vueltas buscando las palabras adecuadas.
-No eres nadie, eres y serás siempre menos, casi nada...mírame, soy hermoso -Realmente lo era- soy culto, soy de una buena familia, soy inteligente, su familia me ama, lo conozco de toda la vida...tu...tu eres nada.
Y en esa parte no puede refutar, no puede hacerlo, BaekHyun ha ido solo a colegios particulares, de excelencia académica, con las mejores notas, ha estudiado la universidad en el extranjero no solo por su posición económica, sino por su basto conocimiento. Domina varios idiomas, ha viajado. Es hermoso y elegante, de esa elegancia que no se adquiere, viene de la cuna, del estatus económico que le fue conferido.
-Hay cosas en la vida que son inevitables, las clases no se revuelven, prevalecen, deben hacerlo por el bien de si mismos, sino terminan en el fango, con gente como tu...el me ama...yo lo amo. -Las palabras salen de su boca, llenas de rabia y dolor.
LuHan lo sabe, sabe tanto por desgracia. BaekHyun fue compañero de escuela de SeHun durante muchos años, después tuvieron un pequeño amorío adolescente, un verano, no duró mucho, casi fue un suspiro, por los caprichos de BaekHyun, por la indiferencia de SeHun, por tantas cosas que no le importa saber, los años pasaron, SeHun se enamoró de LuHan, con amor maduro, de hombre, el pequeño rubio solo era un muy lejano recuerdo...hasta que logró separarlos.
No significó nada, no significará nada. Solo tienen dos hijos.
-¡TE EXIJO QUE LO DEJES!...se que este estúpido departamento es el lugar que te revuelcas con el, como la vulgar zorra que eres- La voz se le quiebra -No te voy a permitir que me lo quites...es mío... ¡MIO! -Grita con un arranque de furia, quiere destruir, quiere golpear, quiere dañar como se siente el.
Los ojos de BaekHyun están arrasados de lágrimas que por orgullo no quiero soltar.
LuHan toma su celular de la mesilla de la entrada. Manda un mensaje.
-¡Claro, llámale!...para que sepa que su pequeña zorra esa en apuros...está con sus hijos no vendrá, ellos siempre serán su prioridad.
Eso LuHan ya lo sabe.
-¡Ten algo de vergüenza ! ¿Piensa lo que dirían tus padres? -Se acerca señalándolo con el dedo.
Alguien entra abruptamente al departamento. El rubio se asombra.
-¿Pasa algo señor?
-Si, el señor ya se va y quiero que lo acompañe a la salida. -Un personal de seguridad del edificio ha llegado por petición de LuHan.
BaekHyun no deja de mirarlo mal, abre la boca sin atreverse a decir algo.
-¿Por favor podría acompañarme señor?
No espera a que lo toque, se sabe demasiado decente para permitir lo traten como vagabundo echado y sale dando pisadas fuertes. LuHan le agradece al sujeto, lo acompaña a la puerta, la cierra tras de si, se recarga murmura a lo bajo.
-¿Estoy seguro de que quiero esto? -Es inevitable no cuestionarse. Tiembla un poco y solloza. Es una batalla constante que no está seguro si podrá ganar, no quiere dudar, pero lo hace.
Porque es una realidad que BakHyun ama a SeHun, porque el amor no solo es piadoso, virginal o desinteresado, el amor también es lujuria, es pasión, es posesión y egoísmo, porque el amor es humano y el humano no es perfecto.
Nos han enseñado en los cuentos que los príncipes y las princesas tienen amor verdadero, pero lo villanos... ¿Acaso no tienen sentimientos? ¡Claro que los tienen! son víctimas y responsables de sus circunstancias, pero eso no les impide enamorarse.
Porque BaekHun amaba, amaba con un amor obsesivo, pero a final de todo era como el había aprendido amar... ¿Quién en su sano juicio deja ir al amor de su vida? Porque eso era SeHun para el, era inevitable que el no tuviera pretendientes, los tuvo y muchos, a todos los rechazó, porque el solo amaba a uno.
¿BaekHyun era un villano? Tal vez, pero uno locamente, obsesivamente enamorado, tanto que sufría y mucho.
LuHan se recostó en la cama, estaba agotado de todo.
De soportar,
De esperar,
De llorar,
De sufrir.
Tan cansado, que prefería no pensar, afortunadamente, se quedó dormido.

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