Recoge su maltrecho cuerpo, junto con los pedazos de dignidad que le quedan, es demasiado tarde para ir al trabajo, pero en verdad no quiere perderlo, no todos nacen en la opulencia, LuHan es un claro ejemplo.
-LuHan, lo siento tanto, en verdad no se que me paso...me dejé llevar...fui un irracional, una animal...un estúpido -Se acerca a tocarlo.
La locura no dejo espacio a la razón, ha cegado a tal grado que no permite discernir entre el sacrilegio y las obligaciones de lo votos matrimoniales.
-No me toques, solo no... -LuHan pone una mano como una barrera, pero sabe que es totalmente fútil si realmente quisiese que funcionara como tal.
-LuHan...por favor no me dejes -YiFan se arrodilla toma los pies de LuHan en un arrebato de consternación.
¿Que humano no se ha humillado en el temor, en el dolor, en la desesperación? Llorar, rogar, invocar por un pasado, por no perder...¿Quién no lo ha hecho? ¿Quién no lo hará?
Con dificultad y con la poca fuerza que tiene, se zafa y se dirige a la habitación, se cambia de ropa con lentitud para dar tiempo al discernimiento y toma una decisión.
Sale lo mejor compuesto que puede.
-No vayas a trabajar, es mejor que no -YiFan lo toma del brazo, para retenerlo, sabe que tiene el poder y la fuerza para hacerlo. Su actuar es instintivo, casi animal marcando su posesión, su territorio.
-Solo iré a avisar que estoy enfermo, que no podré trabajar.
-Solo habla por teléfono -La mirada de YiFan raya entre la tristeza y la locura, a punto de desbordarse.
-Ya me advirtieron que no tolerarían, que llegara tarde nuevamente ¿Recuerdas que ayer me retrase?...bueno, debo ir.
-Yo te llevo, dame tu teléfono. -Es un zorro astuto.
LuHan sabe que su única arma en este momento es la racionalidad, no tiene otro medio de defenderse. Debe salir de ahí, tiene que, no hay opción.
-Está bien -Le entrega el teléfono.
-Bien, bien...luego regresaremos y hablaremos Lu...¿Si? Hablaremos y aclararemos todo ¿Si? -Lo mira esperanzado e ilusamente inconsciente de una respuesta afirmativa que en otro momento sabría que no llegaría.
-Si YiFan , hablaremos.
Se enfunda en un abrigo para tapar las marcas.
El viaje es lento y tortuoso, no hay de que hablar, solo siente repugnancia de quien esta a lado suyo, pero el otro solo siente un amor perturbado y desesperado.
-Entro contigo -Se han estacionado enfrente y YiFan sabe que no puede arriesgarse a dejarlo solo.
-No puedes entrar, la seguridad en los niños es muy estricta y no dejan entrar a extraños -LuHan sabe que es su esposo y podría entrar si quisiera, sobre todo si dice que esta enfermo, pero no quiere, no cerca de el, no mas.
-Bueno, solo di que soy tu esposo...no se.
-No importa quien eres, a menos que seas un padre de familia, incluso, si los padres están divorciados, solo puede entrar si legalmente están autorizados por el juez. Todo está muy controlado en la escuela.
Estas últimas palabras convencen a Yifan, pues es la primera vez que va a su trabajo.
Entra directo buscando a la directora. Está cubriendo a su grupo.
-Señor Wu, es usted... -Lo mira tras el cristal de la puerta, pero al abrir y verlo, es evidente que no está bien. -¿Qué le ha pasado?
Trae los ojos hinchados, el rostro maltrecho, pero su expresión dolida lo es aun mas.
-Me he enfermado, no es tan grave, pero realmente me siento mal y... -No sabe si le creerá su historia, pero ¿quien aceparía frente a otro la humillación por la que ha pasado?, por quien se supone debería amarlo y respetarlo, aun cuando ambos se han faltado al respeto después de todo.
Piensa que es una necedad rogar por su trabajo, pero realmente lo ama, además es su sustento, no puede confiar en SeHun, mucho menos en YiFan.
-Vaya se ve muy mal...ande, vaya al hospital y traiga su justificante médico, no pasa nada, llamaré mas tarde a la agencia para que mande un suplente para esta semana-Siempre existían los riesgos de ausencia imprevista por un maestro,el protocolo a seguir es una llamada a la agencia, siendo que era sumamente seguro, así que LuHan se sintió confiado.
-Podría prestarme una computadora, voy a reservar mi cita en la clínica, pero no recuerdo el numero.
-Si bien, anda entre a la dirección -Le entrega las llaves confiando en el.
Busca con desesperación en la computadora, tarda, pero lo halla, sus manos tiemblan por temor a que YiFan entre, está vulnerable y asustado y se siente solo, después de todo es un simple humano sensible y bordeado de emociones.
Marca un número telefónico. Al tercer toque responde.
-Si, hola , disculpa que te llame, pero necesito de tu ayuda, ¿puedes venir por mi?
Minutos mas tarde, muchos más, después de estar escondido en una bodega llena de trebejos, sale por la puerta alterna de la escuela, una más hecha para evacuar en situaciones de emergencia. Tiembla, hace frio, pero tal vez es por el miedo. Ve el auto y corre a su salvación.
-Disculpa que te moleste...
-Rayos ¿que te pasó?
-Te lo contaré pero prométeme no decirle a SeHun.
-No puedo, si se lo oculto me matara.
-Solo por ahora, sino todo empeorara...por favor.
-Si...bueno, si por el momento...-Arranca una promesa que duele cumplir, pues la lealtad en algunos hombres es demasiado fuerte.
-Bien, me basta, ahora llévame al hospital.
A podido huir de Yifan, al menos por el momento.
Se encuentra en una habitación blanca, con las luces que lastiman un poco sus ojos, todo es tan pulcro que da tristeza sin saber porque. El olor le trae recuerdos, no muy agradables. Un llanto que nunca escuchó, unos labios que nunca lo besaron. Hoy no es mucha la diferencia, el dolor y la vergüenza cubren su cuerpo.
Toman muestras de sangre y hacen el reporte médico, vuelve a mentir cuando llegan a verlo. Trabajo social ha reportado su caso a las autoridades. La mentira ha cambiado, lo han asaltado en el trayecto a su trabajo, uno sujeto con pasamontañas, lo abordó despojándolo de su poco dinero, no puede decir mas porque no los reconoce, solo lo han golpeado un poco, es evidente que hay algo mas, pero no pueden obligarlo a hablar o mostrar su cuerpo para recabar evidencia, solo lo que el permite.
Se recuesta, cansado de todo. Ya no siente miedo, al menos no quiere sentirlo, quiere ver las cosas con lucidez, las cosas suceden por alguna indolente razón.
-¿Puedo pasar?
Dice JongIn a los pies de la cama.
-Estas adentro por lo que veo. -Una sonrisa forzada, mas por agradecimiento que por sinceridad. Quiere bromear para aligerar la situación, aunque es prácticamente imposible. Pero si se observa con cuidado, el aparador de una sonrisa no siempre es capaz de ocultar la sombría tristeza en los ojos y la mirada de LuHan grita el verdadero sentir.
-Bueno, solo soy amable.
-Gracias por ayudarme.
-¿Vas a contarme todo lo que pasó...o sea todo de todo, realmente?
-No, porque se lo dirás a SeHun, es mejor que no sepas.
-Debe saberlo, el tiene derecho.
-Para que vaya a golpear a YiFan , llegue la policía, los arresten y sea el pretexto para que Baek pueda quitarle a sus hijos ...no JongIn, esto debo arreglarlo yo, puedo ser fuerte.
JongIn sospecha pero no puede hacer mucho sino se lo permiten. Quiere dar palabras de aliento pero ni siquiera sabe sobre que, solo puede obsequiarle su compañía y un poquito de atención, pero para LuHan es mas de lo que podría esperar de un casi desconocido, acompañándolo toda la mañana.
-Préstame tu teléfono por favor.
-Toma.
-Déjame solo por favor.
-Bien, ire a tomar un café y regreso a verte.
Cuando JongIn sale, marca un número que conoce de memoria.
-YiFan, soy LuHan.
-¡DONDE DIABLOS ESTAS, COMO PUDISTRE LARGARTE, SEGURO ESTAS CON TU AMANTE Y...! -Lo han timado, está fúrico, es un torbellino de emociones que podría arrasar con todo si lo tuviera enfrente. Los celos y la irracionalidad le han secuestrado el buen juicio, es el retorno al hombre instintivo.
-YiFan, estoy en el hospital, han venido a tomar mi declaración... por el tiempo que estuvimos juntos, por amabilidad o estupidez o tal ves por algo de culpa, no dije que fuiste tu..
-Lu, tu sabes que no quería lastimarte... -Ha cambiado aun tono lastimero e indefenso, las facetas de Yin y el yang, como todos, como humano, como el.
-Voy a iniciar los trámites del divorcio...
-¡NO! ¡NO FIRMARE NADA!
-Mas te vale hacerlo, sino recobraré la memoria y te denunciaré formalmente, terminaras en la cárcel, es momento de que empieces a pensar en ti.
LuHan colgó. Sabia que el amor obsesivo no era suficiente como para perder la cordura ý arriesgarse a perder su libertad. En ese momento se sintió, fuerte y poderoso y capaz de seguir adelante. Nada podría volver a dañarlo, no lo permitiría, la razón estaba de su lado.
El sueño se apoderó nuevamente de el, supuso era el fin de lo que Yifan le estuviera dando, no volvería a casa, no correría mas riesgos, ya no mas.
Durmió confiado, durmió seguro.
JongIn fue a verlo, pero al darse cuenta que dormía, decidió regresar a la oficina, SeHun exigió su presencia para asuntos relevantes en la mañana cuando llevó al LuHan al hospital, el mintió diciendo hacer tramites por un asunto familiar. SeHun no tenía cabeza para pensar así que le creyó, pero ya era momento de regresar. Dejó una nota con la promesa de volver mas tarde a lado de la cama.
LuHan fue despertado por la visita del doctor.
-Señor ...
-Xiao, soy Xiao LuHan- Un hombre libre, un hombre nuevo, un hombre fuerte.
-Le daremos de alta, debe regresar en una semana, por petición de usted, se mandaron a hacer diversos análisis, verificaremos si hay algún tipo de toxico en se sangre según comenta siente que está intoxicado...
-Si es así, ¿debería hacer algo?
-Un paso a la vez señor Xia, un paso a la vez.
LuHan asintió, era verdad, no se puede tomar el mundo con los dos brazos, debía ser paciente, seria lo que debiera ser.
Había sido dado de alta, con recomendaciones de cuidado. Fue al departamento que le habían regalado, a SeHun solo le dijo que se había decidido por dejar a su esposo, este no pudo ponerse menos que feliz. No lo había visto en dos días, no tenia idea de lo ocurrido, estaba tan estresado que ignoraba lo que acontecía en la vida de LuHan.
Las cosas en casa de SeHun iban cada vez peor, Baek se había puesto mas exigente, le visitaba en la oficina, llevaba a sus hijos, lo esperaba hasta la salida, el llanto y tedio de los niños por esperar lo hacían terminar la jornada antes de tiempo. La lucha con sus padres por escandalizarse ante la posibilidad del divorcio, amenazando con quitarle el poder de las empresas si se separaba.
Las palabras de Dae diciendole " papá malo" ante la sonrisa altanera de BaekHyun amenazando con mas, mucho mas.
SeHun estaba en el precipicio. La lucha interna del querer en pugna contra el deber.
Luchas por el amor de hombre o luchar por el amor de padre.
Renunciar a sus hijos o renunciar al amor.
Seguir en la quietud y el tedio de una relación sin pasión , pero segura o luchar con inquebrantable tesón por un futuro esperanzador como hombre enamorado.
El corazón y la mente de seHun era vorágine y desazón .
Era miedo y pasión.
Era ternura y temor.
Porque era un humano, un padre con un dilema entre quebrantar el canon moral sacrificando a sus hijos o sacrificar su amor por la felicidad de ellos.
La pregunta en espiral, volvía una y otra vez ¿Qué debía hacer?