Titus-kun sale de casa un poco raro, quizá preocupado o deprimido pero lo esconde tras una sonrisa. Llega al colegio donde se encuentra a Sphintus-kun.
- Hola estúpido Sphintus.
- Muy gracioso. ¿Se lo has dicho?
Titus aprieta las manos, baja la mirada y se muerde los labios.
- Si.
- ¿Y?
- Es justo como lo imaginé. Ve a Sheherezade-sama en mi. Era obvio, Muu jamás correspondería mis sentimientos. Ambos somos chicos, ¿por qué lo haría?
- L-lo siento.
- Más yo pero... al menos tuve el valor de confesarme. Me dolerá siempre y es muy probable que nuestra relación no sea la misma pero... lo sabe. Ya no tengo que esconderme o buscar pretextos cuando me sonrojo, estaba tan cansado de eso. ¿Sabes? Me rechazó pero también me siento libre, hace años que mi alma no estaba tan ligera.
Sphintus-kun se removió indeciso, luego carraspeó llamando la atención.
- Te invito a comer en casa - dijo serio.
- ¿Eh? - confundido.
- Ni creas que espero algo a cambio pero quizá te distraiga, no quiero verte llorar.
- ¿L-llorar?
Titus-kun tiene las mejillas y nariz rojas, las lágrimas salen por montones. Se lanza a los brazos de Sphintus quien caricia suavemente su espalda.
- ¿Por qué tiene que doler tanto? ¡Amo a Muu pero jamás sentirá lo mismo! ¡Sphintus no lo soporto!
- Tranquilo, el tiempo lo cura todo. Debe hacerlo...
Pero Titus sabe que su caso es distinto porque luego de cinco años enamorado sus sentimientos son tan intensos como el primer día.
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...
Muu-onisan aprieta las manos apoyadas en las rodillas. Tiembla y se encaja las uñas.
- ¿Por qué soy tan cobarde?
Se recrimina. Cuando joven Myron-onesan le llevó con una adivina, eran adolescentes, un simple juego, pero esta le dijo que toda persona que mantuviera una relación amorosa con él, moriría. Como es de esperar lo tomó a broma y prácticamente olvidó. Pasó el tiempo y conoció a Sheherezade-san, se enamoró y casó con ella. Formaron una familia con Titus-kun, hijo de otro matrimonio pero lo sintió como suyo. Todo era felicidad hasta que hace tres años Sheherezade-san fué víctima de una extraña enfermedad, no encontraron la cura y murió. Se dedicó por completo al hijo de ambos, no debía perder la inocente sonrisa que tanto le gusta, la que se hizo natural y sin proponérselo le enamoró. El corazón de Muu-onisan y Titus-kun late como uno sólo pero no puede admitirlo porque sabe que el día que lo haga, lo perderá para siempre y está convencido de que no lo soportará.
- Soy tuyo pero por nuestro bien jamás serás mío.
Susurró para enterrar el rostro entre sus manos y ponerse a llorar.
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Nunca me ha gustado rellenar pero la historia no alcanzó el límite mínimo de palabras y me gusta tal y como esta jajajaaja. Ah que Muu, haciéndole tanto caso a una predicción, que ande con Titus y ya el resto lo deje a la suerte, o mejor aún, que se ponga a protegerlo como que se debe!