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Sucedió en el pueblo de Telluride por Narukito y MR_IYU

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Notas del fanfic:

Inspirado en Motel Bates

El pueblo de Telluride es el típico lugar rodeado de montañas que vemos en las películas o en algún libro. Un lugar lo suficientemente pequeño como para que todos supieran todo de todos, de ahí que es mejor que mantengas tus actividades en secreto o te conviertes en el chisme local y si es algo grande al menos duraría semanas, si es que tienes suerte.

 

Como en todo lugar “pequeño y tranquilo” es normal que ocurran cosas que no llegan a oídos de las personas de las grandes ciudades ni a los oídos de quienes son más influyentes dentro de lo que cabe. Este relato involucra a dos personajes no tan conocidos de nombres no tan sonados entre los habitantes, e inicia cuando uno de ellos va a la tienda de herramientas de la localidad.

 

-Buenas tardes ¿Como puedo ayudarte? -Un amable chico tras el mostrador, saludo a aquel joven que por lo menos llevaba ya 10 años viviendo en aquel pueblo quien por curiosidad entro a aquella recién remodelada tienda de herramientas.

 

-Estoy buscando redecorar. Pensaba que quizás podría renovar mi caja de herramientas y quizás empeñar algunas cosas que encontré en mi sótano.

 

-Asombroso, siéntete libre de explorar la tienda y por ser el primer cliente en esta inauguración te regalaré el 10% de descuento sobre tu compra total. Quedo a tu disposición si requieres alguna ayuda.

 

Tal amabilidad había sorprendido completamente al habitante “viejo”, era raro ver ese comportamiento en esos días, sobretodo por lo ajetreado que podría ser una vida pueblerina. No podía negar que le gustaba y le hacía sentir bien, solo esperaba que pasado el tiempo aquel chico, con sonrisa radiante, no perdiera esa amabilidad por lo molestos que pueden llegar a ser los demás habitantes del pueblo.  

 

-Tu...eres nuevo aquí, ¿Verdad? -No pudo evitar seguir de alguna forma la conversación mientras miraba un juego de destornilladores- Es decir, no es como si llevara viviendo mucho pero no te había visto antes y creo que no nos hemos presentado, ya sabes aquí se conocen casi todos.

 

-Eso es porque tienes razón, soy nuevo y mi nombre es Naruto Uzumaki, es un placer… -Naruto le dio el paso a escuchar el nombre de su primer cliente.

 

-Mucho gusto. Soy Sasuke Uchiha quizás ni nos habíamos cruzado antes, administró el hotel a la salida del pueblo, no me muevo mucho a menos de que sea necesario.

 

-Bueno Sasuke, oficialmente nos hemos presentado. -Naruto hizo una pausa y tenía miedo de hacerle una pregunta. -¿Sabes? Por lo de la mudanza y todo eso, es claro que no tengo amigos y me preguntaba si tu… ¿Quisieras ser mi primer amigo y mostrarme este encantador pueblo?

 

-Yo no lo definiría como “encantador” sino más bien algo aburrido. Tampoco tengo muchos amigos así que creo que me vendría bien tener al menos uno -le sonrió apenas- creo que me llevo los juegos completos y tengo algo para intercambiar.

 

-Sasuke eres muy raro y se que no se le debe decir a un nuevo amigo, pero eres raro en un sentido bueno ya que no eres una persona convencional y es fácil hablar contigo. A veces para mi es difícil congeniar con la gente pero, contigo a sido facil. Con respecto a los juegos, de acuerdo pero a ¿qué te refieres con intercambiar? Si es dinero, por supuesto que lo debes intercambiar por un bien o servicio jajaja.

 

-No parece que te cuesta trabajo relacionarse yo diría que lo haces muy bien -buscaba algo entre sus bolsillos- Antes aquí había una tienda de empeño, pensaba pasar por ahí para tener algo de dinero por lo que encontré en mi sótano pero cambié de idea -le enseño por fin el objeto que buscaba- es un anillo de cuarzo, tómalo como un regalo de amigos y si no es tu tipo puedes dárselo a tu madre, o a tu novia o a alguien que te guste.

 

-Oh vaya… -El “regalo” verdaderamente le sorprendió, era imposible que un nuevo amigo le diera un detalle como ese. Era excesivo. -Sasuke por favor, no. Es demasiado, me alegra nuestra nueva amistad pero no puedo aceptarlo, además de que… a mi esposo no le gustaría que yo recibiera ese tipo de regalos.

 

-A mi no me sirve de mucho, si a tu esposo le molesta puedes hacer lo que yo planeaba originalmente y empeñarlo, lo digo en serio y no se te ocurra devolvermelo -le dejó dinero suficiente por lo que había comprado- cuando quieras salir solo llama, soy yo el que contesta el teléfono del hotel después de todo. Quizás después y si no le importa a tu esposo me des tu celular -No pudo evitar molestarlo un poco por el asunto.

 

-Somos amigos… no tiene por qué molestarle. -Tomó el dinero y antes de que Sasuke se marchara, tomo su mano y escribió en ella su número celular. -¿Te parece si esta noche nos vemos en aquel café…? -Señaló un café que justo quedaba cruzando la calle. -Creo que es el único así que… te espero y quiero que me cuentes todo del pueblo.

 

-Eso está mucho mejor -le volvió a sonreír- no pareces el tipo de personas que tiene que pedir permiso para hacer algo así que si, te veo en la noche.

 

En cuanto Sasuke salió de la tienda, un hombre de pelo banco entró a la tienda y se acercó al mostrador, Sasuke giró para ver de nuevo a su amigo pero para su desfortuna quien había entrado a la tienda al parecer era el esposo de Naruto, quien le estaba dando un beso muy largo. Sasuke entendía perfectamente ese sentimiento de molestia dentro de su interior, puesto que Naruto era una de esas personas que había captado su atención y para él, una persona en extremo asexual, era un sentimiento de satisfacción aunque en ese momento no del todo puesto que un anillo de matrimonio le impedía llegar más allá con aquel nuevo habitante.

 

Lo bueno de aquello es que al menos pudieron tener su conversación en el café, como esa hubieron muchas otras las cuales iban haciendo su amistad más fuerte, después de todo era cierto se les hacía muy fácil hablar y llevarse bien. Todo hubiera sido mucho más fácil y habrían continuado así de no ser por un evento que nadie se esperaba.

 

Era cierto que Sasuke administraba el hotel a la salida, no tenía huéspedes todo el tiempo por lo que su trabajo era muy aburrido la mayoría del tiempo, pero ese día no esperaba que el huésped que se apareció en su oficina era alguien a quien ya había visto.

 

-Solo quiero una habitación por unas horas.

 

-No es ese tipo de servicios.

 

-No me importa que no lo sea, es lo que yo requiero -El hombre se inclinó un poco sobre el mostrador- Y por tu bien espero que no digas una palabra de esto a nadie, en especial a mi esposo.

 

Ese hombre no era otro que Kakashi Hatake, esposo de su mejor amigo y la persona que le interesaba, ahora entrando a una habitación del hotel con una mujer bastante atractiva. Esa era una encrucijada muy grande. Era obvio que estaba muy interesado en Naruto pero tampoco era como si quisiera aprovecharse de la situación para llegar a algo más, si en algún momento podría tener una oportunidad sería por méritos propios pero cada día se le hacía más difícil, más cuando tenían conversaciones relacionadas.

 

Se habían reunido nuevamente para caminar y despejarse un rato. Ya casi se les estaba haciendo costumbre.

 

-¿Como te esta yendo con tu esposo?

 

-No del todo bien. ¿Sbes? Últimamente está muy distante, poco salimos a compartir juntos y ha llegado de madrugada. Creo que ha estado trabajando muy duro en el banco, lo tienen muy presionado pero todo lo hace por nuestro bienestar y que no acumulemos deudas. Es un buen hombre, sé que después de esta mala racha podremos seguir como siempre.

 

Por supuesto que Naruto era un hombre muy noble y ¿como no serlo con su marido? Le tenía una confianza ciega, que cualquiera al haberlo escuchado habría deducido que Kakashi le era infiel. Sasuke podría destrozar en cualquier momento esa imagen que tenía Naruto de su marido, pero ante todo estaba su amistad ya que podrían pasar dos cosas en un porcentaje igual. Creerle y averiguar o Negarse y no volver a verlo por creer más en su esposo.

 

-Yo solo pienso que...deberías hablar con él, les haría bien una buena conversación.

 

-No quisiera molestarlo, además de que suelo abrumarlo con mis pláticas referentes a lo nuevo que encontré en él pueblo o simplemente de las personas que conocí… ¿Sabes? Siento que lo estoy perdiendo y realmente no se que hice o hago mal, después de todo él mudarnos fue una de las razones para iniciar de nuevo y, aquí entre nos, van meses que no nos tocamos  Luzco patético ¿no crees? A pesar de que soy un hombre también, me trata como si fuera una mujer de la cual puede hacer y deshacer. Lo amo mucho y daría cualquier cosa por el, pero tambien tengo orgullo y no puedo permitir que un similar a mi, me trate como un objeto. ¿Crees que más allá de hablar, deba de enfrentar lo que sucede?

 

-Yo... -Por un momento pensó en hablar pero las palabras no le salían, simplemente no era correcto- No soy el mejor para darte esos consejos es decir, no tengo una relación ni mucho menos estoy casado entonces mi opinión no cuenta del todo, no debería contar. Disculpa por tocar un tema que no me incumbe.

 

-No, está bien… debía sacarlo de alguna manera. -Siguieron caminando por un momento en un incómodo silencio. -¿Podemos cenar hoy en tu casa? Ya sabes, es ese día de la semana en la que conozco un nuevo restaurante en el pueblo, pero hay uno que me intriga más y ese es el de tu cocina. -Con una sonrisa picarona disipó cualquier silencio incómodo y en automatico hizo sonreír a Sasuke, asintiendo a la propuesta de Naruto.

 

¿Qué puedes hacer cuando la persona que te gusta te sonríe de esa manera? Es como si quedaras totalmente desarmado. Claro en el fondo siempre se sentiría mal de mentirle pero a veces una mentira blanca era mejor que la horrible verdad por lo que no le quedó más que aceptar y esperar a que todo cayera por su propio peso.

 

Esa misma noche Naruto llego con un guisado que logró hacer en casa, hizo un verdadero esfuerzo porque lo suyo no era la cocina, de vista se veía bien no podía asegurar nada con respecto al sabor.

 

Era la primera vez que Naruto pisaba la casa de Sasuke, la cual era muy acogedora pero a la vez muy grande para solo una persona. Se sentía un poco mal por Sasuke, tanto vacío en un lugar tan grande no ha de ser muy bueno, pero al mismo tiempo daba la pint qu a Sasuke no le molestaba ni un poco estar solo.

 

-Muy grande… -Dijo para sí mismo él rubio. -¿Has vivido tu solo desde que llegaste a este pueblo?

 

-Digamos que quería escapar de ciertas cosas así que tome la primera oportunidad que tuve. Adelante entra y siéntete como en casa, aunque vivo solo mantengo todo tan ordenado como puedo lo juro.

 

-Se nota…

 

La cena fue muy amena como suele ser siempre que se ven, entre ambos existía una química que proporcionaba un poco de paz a ambos y se tornó aún mejor cuando Sasuke tomo de su cava un vino, que él consideraba fino y la situación lo ameritaba. Como era de esperarse cuando bebes con un buen amigo, el alcohol ya lo traían en las venas y es cuando las risas, confesiones y sentimientos comienzan a salir.

 

-¡Sasuke! -Naruto subía el volumen de su voz debido al alcohol. -De verdad ¿Nunca, nunca haz tenido pareja? ¿Estas bien con eso?

-Solo no me gusta nadie o mas bien no he encontrado a nadie que me guste soy una persona complicada por eso vivo solo en esta enoooorme casa -Le decía levantando los brazos para expresar el tamaño de su hogar- ¿Tan difícil es de creer?

 

-Mucho puesto que eres verdaderamente atractivo y guapo. -Naruto dio un trago largo a su copa hasta terminar con él vino que contenía. -Si no estuviera casado, definitivamente saldría contigo… -En ese instante se cubrió la boca con ambas manos, su rostro fue de espanto pero en un instante cambió a un semblante mucho más relajado y suspiro. -Qué más da, te acabo de decir un enorme secreto, me gustas y todo eso, pero nuestro amor es más que prohibido por lo tanto, olvidalo.

 

-Creo que...deberíamos comer algo más es demasiado alcohol -No estaba lo suficientemente ebrio como para decirle que también le gustaba y no planeaba estarlo, lo mejor era detener eso en ese momento. Se puso de pie y fue tambaleándose un poco a la cocina- pero tendremos que cocinar...ya nos acabamos todo.

 

-¿Me vas a poner a cocinar después del fracaso de mi guisado? -Rezongo -¿Qué demonios quieres hacer?

 

-Cualquier cosa -Tomó huevos, harina y cualquier cosa para comenzar a hacer una mezcla, lo que sea era una buena excusa para dejar de lado el tema anterior.

 

Con lo que había sacado Sasuke de su alacena estaba más claro lo que prepararon y para cooperar con la preparación Naruto corto un par de fresas para el relleno y la cobertura. Nuevamente se hacía presente él incomodo silencio hasta que pudieron sacar su pastel . Tomando un tenedor comenzaron a comerlo sin necesidad de partirlo.

 

-Lamento lo que dije hace rato… por favor no le comentes a Kakashi. -Quiso romper con él silencio, no le gustaba estar con Sasuke en momentos incómodos, prefería cuando charlaban y reían de cualquier tontería. -No quiero que afecte nuestra amistad, solo fue algo tonto que salió de mi boca por beber.

 

-No conozco a tu esposo de todas maneras -Seguía comiendo pero no podía dirigirle la mirada, ese asunto de la mentira se le podía salir de las manos en cualquier momento y estaba tratando de evitar que eso pasara de todas las formas posibles.- Aquí no ha pasado nada y...bueno eso, no pasa nada.

 

-Ciertamente, no es la respuesta que yo esperaba. -Tomando el mentón de Sasuke, metió un pedazo de pastel en su boca y en ese instante lo beso. Un beso dulce, un beso lujurioso, un beso sensual y un beso culposo.

 

Naruto rompió el beso para poder acercarse a Sasuke y sentarse en sus piernas. Se abrazó a su cuello y continuó con su seducción mientras Sasuke por inercia colocaba sus manos en la cintura de Naruto para atraerlo aún más y sentir mejor su cuerpo. Naruto comenzó a repartir besos por todo el cuello de Sasuke, quien únicamente emitía pequeños gemidos por los roses de los labios de su “amigo”. Al paso que repartía besos, Sasuke bajaba sus manos hasta el trasero de Naruto, quien respingó tan solo un momento, no le molesto y siguió con su trabajo.

 

¡Mierda! ¿Cómo es que podía sentirse tan bien? ¿Cómo pudo resistirse tanto tiempo a algo que ciertamente deseaba? Su cuerpo, sus manos, sus labios, incluso su trasero todo era demasiado bueno. Podría fácilmente culpar al alcohol de que pusiera sus manos inquietas porque ya estaba jugando con el cinturón de su pantalón y levantándole la camisa para tocar su espalda. Todo habría sido maravilloso de no ser por el pequeño golpe de realidad, la amenaza de su esposo en este caso, justo en ese momento tuvo que recordar que lo mataría si le decía algo...bueno ahora lo mataría el doble porque está besando y tocando a su esposo. Solo por eso empujo despacio a Naruto para que dejara de besarlo y se levantara de sus piernas.

 

-Esto no estuvo bien no -Trataba de hablar mientras se limpiaba los labios y acomodaba su propia ropa y su cabello.

 

-¿Qué? pero… -Naruto al ver como Sasuke se alejaba y recobraba la postura no le quedó más que tomar sus cosas para marcharse. -Tienes razón, no estuvo bien y lo siento.

 

Corrió lo más rápido que pudo hacia la entrada de la casa, se ponía de nuevo su camisa y se acomodaba para aparentar. Antes de que pudiera salir ya era retenido por un brazo.

 

-No te vayas Naruto tengo que decirte la verdad -Recuperaba un poco el aliento porque ya iba corriendo también para alcanzarlo- Ya no puedo mas con esto...tu esposo te está engañando.

 

-Soy yo quien lo acaba de engañar. Suéltame, necesito llegar a casa seguramente está preocupado. -Naruto no podía mirarlo a los ojos o podría romper en llanto. Había sido un movimiento muy estupido. ¿Cómo podía engañar a Kakashi?

 

-Te menti cuando dije que no conocía a tu esposo, si lo conozco viene de vez en cuando al hotel con una mujer y solo se quedan unas horas y me pidió que no te dijera porque sabía que nos frecuentamos pero...ya no puedo seguir mintiéndote menos después de lo que paso, tienes que saber la verdad y que tú también me gustas. No lo estoy inventando es en serio que te engaña y quién sabe desde hace cuanto tiempo.

 

-¿Por qué he de creerte? Tal vez me lo digas para que volvamos a hacer esto… Sasuke estoy casado y creo que por el momento no es correcto seguir viéndonos. Te agradezco la cena.

 

Naruto salió de la casa, dejando a Sasuke sin poder decir más y a este se le había cumplido lo que más temía. Perder las oportunidades, casi nulas, con Naruto y su amistad.  

 

Los días siguientes a ese habían sido especialmente terribles para Sasuke. Por suerte o desgracia, como quisiera verlo, no había tenido la necesidad de ir al pueblo por lo que tampoco se habían encontrado luego de esa horrible cena. Quizás lo único y predecible de la vida es que es totalmente impredecible, porque finalmente las cosas se acomodan y todo cae por su propio peso, o simplemente la vida te brinda oportunidades que tu debes saber si aprovechar o no, era el caso de Sasuke justo en esa noche cuando un auto se estaciono fuera de su hotel.

 

La mujer que bajaba del auto no era otra que la acompañante ocasional de Kakashi. Se había quedado afuera un buen rato mientras trataba de localizar a alguien de manera urgente o al menos eso parecía mientras manipulaba su celular. Finalmente se decidió a entrar.

 

-Buenas noches. ¿Habitación para una persona? -Sasuke no dejaba de analizar las expresiones y acciones de la mujer.

 

-Buenas noches, si solo para una. -Aquella mujer parecía con prisa y angustia por lo que Sasuke no dijo más y otorgó las llaves de la habitación 1. -Muchas gracias, con permiso. -Salió de la oficina y entró a la habitación, la cual estaba justo a lado de la oficina de Sasuke.

 

Era verdad esa noche habían quedado de verse nuevamente, he ahí la razón de su insistencia pero por más que marcaba a su celular no contestaba. La realidad es que Kakashi tenía problemas ligeramente más serios en su casa.

 

-Ya te he dicho que la única razón por la que salgo es por trabajo, es todo.

 

-Si… no me digas. ¿Hasta las dos de la mañana? Dime Kakashi ¿qué tanto haces en el banco? Te recuerdo que yo también estuve en uno y justo ahí te conocí. Si lo deje fue por la idea de generar un negocio propio, pero nada en cualquier institución justifica una estancia de más de 10 horas. Cada vez se vuelven más frecuentes tus estadías fuera de casa y sumándole al hecho de que no hemos hecho el amor desde que llegamos aquí. Mis sospechas no son para más, debí darme cuenta antes pero quise confiar ciegamente en ti.

 

-Quiero que me respondas una cosa. ¿Quien te está metiendo ideas en la cabeza? Yo jamás podría hacerte algo como eso, solo estoy trabajando para que el negocio se estabilice pero seguramente alguien te está haciendo pensar lo contrario y quiero saber ya mismo de quien se trata -Mientras discutían el celular de Kakashi sonaba constantemente y este solo rechazaba la llamada.

 

-Adelante, responde.- Sonreía irónicamente Naruto -Hazlo frente a mi, seguramente es un compañero del trabajo ¿no?

 

-Es trabajo como siempre y no quiero que evadas mi pregunta solo por mi celular -Trataba de acercarse- No me gusta pelear contigo, yo te amo y siempre te extraño cuando salgo de viaje por trabajo.

 

-No me meten ideas Kakashi y quiero que contestes. -Nuevamente sonaba su celular. -Si tanto me amas muéstrame el nombre de quien te llama. Conozco a todos tus compañeros y si resulta ser uno de ellos, me arrodillo y pediré perdón. -De manos cruzadas espero la respuesta de su marido.

 

Paralelamente en el hotel, la única huésped que tenía estaba nuevamente en la oficina y se le veía totalmente desesperada mientras marcaba su celular una y otra vez.

 

-Disculpa...se que será una pregunta un poco tonta pero, ¿Podrias mostrarme los registros del hotel? Quiero localizar a alguien pero no se donde queda su casa.

 

-Está buscando a Kakashi Hatake, lo sé -Respondió simplemente Sasuke mientras buscaba los registros de entradas- Jamás olvido a los que vienen aquí, mas cuando tengo tan pocos clientes. Tu nombre es Kurenai, ¿No es así?

 

-Así es. -En cuanto Sasuke le entregó el registro, ella detectó el nombre de Kakashi y salió corriendo.

 

Las cosas en casa de Naruto, se habían vuelto completamente desastrosas.

 

-ERES -Golpeaba el auto -Un -Golpeaba el auto -Maldito Mentiroso. -Naruto estaba destrozando el auto de Kakashi con una “manivela” que había sacado de su tienda. Este le había mostrado la llamada entrante y la foto que aparecía era de él besando a una mujer que, a juzgar por el registro, se llamaba Kurenai. -¡Maldito idiota! -Rompió el vidrio. -Todo fue una mierda, “vamos a mudarnos para iniciar de nuevo Naruto”, pura mentira. Nuestro matrimonio estaba cayendo y fue por eso que lo hicimos pero lo único que lograste fue hundirlo y hasta el fondo. -Con todas sus fuerzas lanzó aquel artefacto de metal contra Kakashi, pero este pudo esquivarla y terminó rompiendo los vidrios de la casa en la que vivían.

 

-Es en serio que puedo explicarlo, ella no es nada para mi solo fue una equivocación en serio...todo esto tiene una grandiosa explicación.

 

-Si claro. -Exhausto se limpió el sudor de la frente. -¿Entonces como me lo explicas? -Señalaba a una mujer que veía toda la escena. Kurenai ya había llegado desde hace varios minutos y logró ver el destrozo del auto de Kakashi. -¿Y bien? ¿Qué tienes que decir? Es más, no digas ni una sola palabra. -Se acercó hasta Kurenai y esta por temor retrocedió. Naruto tomó su mano y le entregó la llave de su casa. -Este hombre es todo tuyo, pero no dudes que lo que me hizo a mi, te lo hará a ti. Con permiso.

 

-Entonces era verdad -Ahora Kurenai también estaba más que ofendida y destrozada. A ella le bastó solo con una fuerte bofetada- Tenias esposo y yo como idiota creyendo en todo lo que me decias y esperándote en el hotel. -Le dio la espalda con toda la disposición de irse y no volverlo a ver.

 

Decidido, Naruto fue hasta el bar más cercano del pueblo, estaba dispuesto a ponerse borracho hasta poder olvidar todo ese amargo suceso. Lamentaba no haberle creído a Sasuke.

En cuanto a Kakashi, se había quedado sin él pan y sin él queso. Era evidente que tenía que salir de ahí y para su fortuna aún contaba con un segundo auto con él cual, fue hasta el hotel de Sasuke para pasar su última noche en ese pueblo pero no sin antes cumplir la amenaza que le dio a Sasuke. Entró a la oficina hecho una furia y tomando a Sasuke por el cuello de su camisa comenzó a reclamar.

 

-¡Tu le dijiste a Naruto sobre mi amante! ¡Te lo advertí te mataré!

 

-Al final la verdad siempre se sabe, yo no tuve nada que ver con esto -Sasuke se encontraba tranquilo- Y si no viene a quedarse, señor, le sugiero que se vaya, estaba a punto de cerrar.

 

-Dame una puta habitación. -Kakashi lo soltó, notaba en las palabras de Sasuke la verdad con la que le hablaba. No podía matar a nadie ese día por más que lo deseara.

 

-Lo que el cliente ordene -Le respondió Sasuke con una sonrisa que supo disimular mientras se adentraba en su oficina por un momento.

 

Unas cuantas horas después el dueño del hotel también fue al bar, se le notaba exhausto por el día que había tenido y lo mejor que se le ocurrió para ese momento fue mojarse los labios con un poco de alcohol. Habría sido el final perfecto de su noche el no tener más sobresaltos pero al parecer no era su noche, justo el lugar que siempre frecuentaba sentarse estaba ocupado y por nada más y nada menos que…

 

-¿Que haces aqui? Y más importante, ¿Cuanto llevas bebiendo?

 

-¡Oh pero si eres tu! Justo en quien pensaba jajaja -Naruto no era un ebrio común, él en vez de soltarse a llorar o pensar negativo. Lo único que hacía era reír y hablar demasiado. -Tenías toda la jodida razón, Kakashi era un jodido cabrón y lamento no haberte creído. -Bebió sin respirar un vaso con whisky entero. -Este es mi quinto vaso. ¿Quieres acompañarme? Te ves completamente exhausto.

 

-Estuve haciendo trabajo extra. Ya no deberías beber mas, deberias irte a casa y descansar.

 

-¿Y quien eres tu como para ordenarme? ¡Mesero uno más! -El bartender accedió y no paso ni un minuto cuando Naruto ya tenía un vaso más. -Además, no nos vemos en semanas y vienes a mandarme. Resulta que la última vez que le hice caso a un hombre, termine varado en un pueblo y engañado.

 

-No has conocido a ningún hombre como yo eso está claro -Dejo lo suficiente para pagar lo que pudo haber bebido- La culpa fue tuya por no creerme así que puedes venir por las buenas o lo haré por las malas y estas demasiado ebrio para defenderte.

 

-Agh… -Se levantó como pudo y al intentar caminar resbalo. -Jajajaja no había estado tan ebrio en mucho tiempo. -Salió del bar y Sasuke ya le estaba abriendo la puerta. -Vaya, si eres diferente… eres un… caballero jajaja. -Naruto se adentro en auto y como por arte de magia quedó dormido.

 

-Lo que digas lo que digas -Lo acomodó lo mejor que pudo mientras empezaba a conducir.

 

Cuando Naruto despertara seguro se llevaría con una gran sorpresa, había decidido salir del pueblo por un tiempo y justamente iba a invitarlo antes de que se durmiera por culpa de tanto whisky que tomó.

 

-¿Que mierda? -Naruto despertó con un gran dolor de cabeza, vio un par de medicinas y suero en el costado del asiento y no dudo en tomar. Para cuando enfoco mejor la vista, el  auto estaba rodando en la carretera, no entendía del todo y por un momento pensó que lo estaban secuestrando hasta que vio a Sasuke, aunque técnicamente era lo mismo, puesto que no había accedido a un viaje. -¿Quieres explicarme qué mierda pasa y por qué estamos a mitad de la nada?

 

-De no haberte quedado dormido lo sabrías. Pensaba que me haría bien salir y conocer otros lugares y pensaba invitarte pero como te dormiste lo tomé como una afirmativa. Aunque si no quieres dimelo y te dejo salir del auto, no te voy a secuestrar ni mucho menos.

 

-Aghhhhh todo es muy confuso, aunque no me haría mal. -Se recargo en la puerta y bajó un poco el vidrio. -Ayer me entere sobre lo del amorío de Kakashi y solo fui a perderme un poco. No soy una persona de llorar, como he dicho, no soy una mujer sensible para hacerlo y no es que este mal llorar solo es patético hacerlo por alguien que no me valoro. A pesar de que haya tomado decisiones como una mujer que solo espera en casa a su marido. -Suspiro. -Igual, gracias por invitarme a esta… tu aventura como quieras llamarle.

 

-No mentí cuando dije que me gustabas, no podía pensar en un mejor compañero de viaje. Ya verás que en cuanto lleguemos a la siguiente ciudad te habrás olvidado de tu marido.

 

Naruto no era una persona ingenua, simplemente le gustaba creer en la bondad de la gente aunque esta no existiera, es por eso que muchas veces era víctima de las mentiras de las personas. Lo que dijo Sasuke tenía parte de verdad pero la otra parte bueno, era algo que no podía decirle a Naruto, no era una buena idea mantenerse en el pueblo si la gente empezaba a investigar y si por casualidad daban con ese pozo que estaba más o menos cerca de su hotel donde decidió poner el cadáver de Kakashi luego de encargarse de él, quizas penso que no podía matar a alguien solo porque sí pero Sasuke ciertamente no compartió ese pensamiento y no le tembló la mano al momento de hacerlo. Ese sencillo pensamiento hizo que Sasuke sonriera apenas, una vez más antes de seguir con su camino, otra pequeña mentira piadosa quizás no estaba de más para este caso.

 


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