DRABLE 1: parodia del reencuentro
El sonido de una fuerte explosión se oyó retumbar en la cueva de Orochimaru, poniendo en alerta a los ninjas de Konoha que habían ido allí para recuperar a Sasuke. Sai, su nuevo compañero, resultó ser un espía de Danzou con la misión de asesinar a Uchiha, por lo cual debían darse prisa y detenerlo. Sakura fue quien había llegado a donde se encontraba Sai, al haberse adelantado al capitán Yamato y a Naruto, fue la primera en verlo en medio del desastre. Corrió hacia el pintor y lo golpeó, al saber las verdaderas intenciones de sus intenciones ocultas para estar ahí.
A pesar de la distancia que los separaba, Uzumaki oyó claramente el nombre de su mejor amigo cuando Sakura lo llamó, así que corrió hacia donde finalizaba el pasillo para reunirse con ellos. Cuando salió y llegó hasta donde estaba el cráter ―el cual se había formado por el ataque del Uchiha―, allí logró ver en lo alto a Sasuke. Vestía un haori blanco, el pantalón y un lazo morado alrededor de su cintura, tenía una de sus manos en la cadera y la otra extendida en una de sus típicas poses de altanería.
—Sasuke —dijo Naruto con anhelo, después de tanto tiempo de buscarlo incansablemente. Esta vez definitivamente lo llevaría de regreso, era una meta personal.
—¿Naruto? Así que tú también has venido —dijo el moreno enfocando su mirada en el rubio—. Supongo que Kakashi también está por ahí —dijo sin mayor interés, al menos, en lo que demostraba facialmente.
—Lo siento, pero no soy Kakashi-san, estoy en su lugar —intervino el capitán Yamato―. Soy su sustituto en el equipo.
―¿Sustituto? Qué alivio ―comentó Sasuke señalándolo con fastidio―. Me habría llevado una enorme decepción si el rostro de Kakashi-sensei fuera así de feo. Tanto tiempo de intentarle ver la cara, ¿para ver sólo eso?
―¡Oye! No deberías decirle feo al capitán Yamato ―regañó Naruto con el puño en alto mirando a su amigo―. Todavía no lo ves poniendo caras aterradoras, ahí sí que es realmente feo ttebayo.
Los comentarios de ambos lograron molestar a Yamato. ¡Niños! Para eso se habría quedado en anbu, allí gracias a las máscaras no tendría a un par de mocosos diciéndole feo.
—¿Y él es mi reemplazo? —dijo Sasuke fríamente señalando con la cabeza a Sai— Otro perdedor se une al grupo. Él me dijo algo sobre querer proteger mi "lazo" con Naruto.
―Ahora te haces el difícil, ¿cuándo nada más mencionar a Naruto te pusiste celoso? ―preguntó con ironía el anbu poniendo su falsa sonrisa―. Sí que te molestó que le viera el pene a Naruto-kun en las aguas termales.
—Nosotros nos bañábamos juntos desde antes ―destacó Uchiha frunciendo el ceño.
―Uy, nos pusimos posesivos ―se burló el pintor―. Mira, tú tienes que volver de inmediato a Konoha.
―¿Por qué? ―cuestionó prepotente Sasuke mirando a los ojos azules de su mejor amigo.
―¡Porque somos amigos ttebayo! ―gritó Uzumaki mirándolo decidido.
―Jódete, Usuratonkachi ―respondió el moreno ladeando la cabeza mientras chasqueaba la lengua.
―Naruto-kun hasta un anbu con problemas de adaptación y pésima sociabilización como yo entiende que en momentos así se debe decir “te amo” ―explicó Sai apoyando una mano en el hombro del rubio.
En ese momento Sasuke dio un salto y velozmente se posicionó frente al rubio apoyando su mano en su hombro apartando las “garras” de Sai. Con un gesto de molestia se acercó a susurrarle al oído a su mejor amigo.
―Tu vida me pertenece y te dejé vivir en el Valle del Fin por capricho y por capricho mío morirás aquí y ahora.
―¿No sería más sencilla su vida y menos dramática si le dices que quieres meterle un chidori de celos? ―cuestionó Sai mirándolos inocentemente.
―Tú cierra la boca que eres el siguiente ―advirtió Sasuke mirándolo de reojo.
―Si me matas, Teme te sentirás muy solo ―alegó Naruto mientras se quedaba quieto esperando calmar a su amigo―. En especial en las noches o cuando necesites masturbarte, no tendrás a quién imaginar. Y déjame avisarte que sería muy perturbador que te masturbes con mi imagen si me conviertes en cadáver.
―No pensaba hacer nada de eso, Dobe ―replicó con fastidio el dueño del sharingan―. Mejor me largo ―dijo ofendido mientras saltaba de regreso a lo alto del cráter.
―Qué desconsiderado eres, Naruto-kun ―comentó Orochimaru apareciendo junto a Sasuke―. Te pareces tanto a Jiraiya. Tan tonto, ingenuo y ciego.
―¿Ciego? ―preguntó Sakura mirándolo sin entender.
―¿Se creen que es fácil lograr verse como nosotros? ―interrogó enojado el sannin―. Tanto tiempo de arreglarnos y vestirnos para vernos sexys y ustedes no se fijan. Yo hasta cambié varias veces de cuerpo y el estúpido de Jiraiya seguía sin notarlo.
―¿Esas ropas de exhibicionista son por sus novios? ―preguntó Sai mirándolos con atención―. ¡Qué alivio! Por un momento creí que nos enfrentábamos a ninjas metrosexuales. Ahora sé que sólo son ninjas gays.
―¡Sasuke vuelve a casa! ―gritó demandante Naruto.
―Cuando seas lo suficientemente hombre para admitir que te gusta por detrás ―respondió Uchiha mientras desaparecía de la vista de todos.
―Naruto-kun yo… ―quiso decir Sai para ofrecer consuelo ante la nueva perdida de Sasuke.
―Qué quede claro que NO soy gay, sólo me interesa Sasuke y que NO me gusta por detrás ttebayo ―aclaró entre gritos histéricos.
―Ay, ¿en qué clase de telenovela ninja homo me vine a meter? ―se preguntó Yamato a sí mismo mientras se tapaba la cara con una mano―. Kakashi-senpai te maldigo por dejarme con adolescentes hormonados e indefinidos.