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One Love; Two Souls por Emmyllie

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Infinitos agradecimientos por sus hermosísimos y muy inspiradores reviews a:

NirahGasai

C Lehnsherr

VegeKaka Fan

Morí de amor con cada una de sus palabras, en verdad muchísimas gracias por darme tanto aguante y sacarme tantas sonrisas. Siempre que estoy triste leos sus reviews y no saben lo mucho que me suben el ánimo ^^ Muchas gracias por ser mis musas <3

 

Sé que no tengo perdón de Dende :c

Pasaron casi siete meses desde el día que les dije que subiría el capítulo cuatro...

Mi única excusa es que mi inspiración se esfumó y por mucho que me esforzaba en sacar un capítulo decente, nada a la altura de ustedes se lograba escribir. Me di unos días y sin quererlo las semanas fueron pasando y entre mis otros fics la musa acabó lléndose definitivamente y la historia quedo en este larguísimo hiatus :c

Fue gracias a una personita que logré salir, por ende el capítulo va para ella ^^

Gine Haise... ¡Gracias por todo tu apoyo! Eres un sol y lo sabes, sin ti no habría encontrado la manera de continuar, en verdad te mereces mil abrazos <3 ¡Te adoro!

La actualización de hoy es la transición al drama, así que disfrútenlo antes de que llegue la tormenta :c

¡A leer!

Chapter 4: Recruitment

Hecho un manojo de nervios y miedo, Goku se abrazó a Bulma como un pequeño niño asustado, buscando en ella esa protección que tanto anhelaba su corazón. La mujer de cabellos azules lo rodeó con sus brazos en un aferre maternal, dejando que el adolescente ocultara el rostro en su hombro. Sus claros ojos yacían fijos en los dos hombres situados a un par de metros de distancia, increpándolos en silencio por aquella decisión tan ruin e inapropiada que les obligaban a tomar.

–Tranquilo, Goku– susurró conciliadora la fémina, acariciando de manera afectuosa sus rebeldes hebras azabaches. –Prometo que sólo serán unos meses, pronto estarás de vuelta con nosotros.

El menor negó con su cabeza, separándose de ella para mirarla a los ojos con mucho desconsuelo.

–No mientas, Bulma– pidió en voz trémula, una cascada de lágrimas resbalando por sus níveas mejillas. –Ambos sabemos que en cuanto me vaya de aquí, nunca más nos volveremos a ver– sollozó. –Estás entregándome como un sentenciado a muerte… ¡Ellos sólo quieren utilizarme!– espetó, dándoles una mirada de aversión pura a Black y Raditz. –Por favor, haz algo… ¡No dejes que me lleven!– suplicó, abrazándose nuevamente a la mujer. –Por favor… por favor… ¡Por favor!

El corazón de Bulma se encogió al verlo tan vulnerable, la frustración y angustia despertándole un sentir horrible en el pecho. Lapis, quien acababa de aparecer en escena, pero que ya estaba al tanto de la situación por una llamada de la científica, se apuró a consolar al joven, abrazándolo.

–Eres fuerte– le dijo al oído, sintiéndolo estremecerse entre sus brazos, debido a los sollozos que lo aquejaban. –Saldrás de esto, como haz sabido salir de todo. Verás que estarás bien, pequeño. Vegeta estará contigo a fin de cuentas– le dio esperanzas, acariciando su espalda de arriba abajo.

–Él es el único culpable– susurró Goku, preso del miedo, su voz ahogada al tener el rostro oculto en el pecho del psicólogo. –Vegeta tiene la culpa de toda la mierda que hay en mi vida– no era consciente de sus palabras, pues lo movían las emociones negativas. –¡¿Por qué no me deja en paz?! Si él no estuviera, mi mundo no sería así de horrible– concluyó, sintiéndose realmente fatal.

Una aguda punzada de dolor atravesó al mencionado e incorpóreo ser, quien yacía situado a pocos centímetros de su joven portador. Un gruñido retumbó en la cabeza del humano, mientras una oleada de decepción inmensa invadía su pecho. Aun en brazos de Lapis percibió el roce hetéreo de unos fríos dedos presionándose alrededor de sus muñecas, la voz de su ente personal resonando en su cabeza igual a un eco repetitivo y jodidamente amenazante.

«¡A mí tampoco me hace gracia estar atado a ti, maldito insecto debilucho!»

Su piel se marcó con diez líneas rojizas, las cuales ardían como el infierno. La forma que Vegeta tenía para demostrar su disconformidad, era lastimando a Goku físicamente de cualquier manera.

Diecisiete notó el leve quejido que soltó el chico entre sus brazos, tras lo cual pudo observar atónito los hilillos de sangre escurriendo por sus muñecas.  Pero antes de hablar, la voz autoritaria de Black se dejó escuchar, haciendo que la tensión entre ellos aumentara incluso más.

–Ve a empacar tus cosas– le ordenó a Son, dedicándole una mirada severa. –Tienes diez minutos.

A regañadientes Goku acató, no sin antes fulminar con un vistazo homicida al hombre frente a él.

«No es más que un insignificante gusano.»

–Tienes razón– susurró en voz casi inaudible, concordando por completo con la etérea entidad.

~~~

Extrajo de su armario un bolso de viaje tamaño mediano, lanzándolo a la cama sin cuidado y empezando a echar dentro prendas de ropa al azar, útiles de aseo personal y un par de cosas más. Según los ajentes que habían ido por él a reclutarlo, debía empacar sólo lo básico y esencial, por lo que la mayoría de sus pertenencias quedaron acomodadas en sus respectivos lugares. Sólo se llevó consigo un portarretratos pequeño, donde yacía enmarcada una fotografía suya junto a Bulma y Diecisiete, tomada un día que había sido particularmente agradable para él.

Contempló aquella que fue su habitación durante ocho años, sus ojos deteniéndose en un dragón rojo de peluche que solía ser su compañero de sueños en esas noches que Vegeta no le permitía dormir. Por alguna razón aquel objeto inanimado le otorgaba una calma bastante especial, tal vez porque era el único recuerdo que tenía de su fallecida madre. Sintiéndose un completo tonto lo tomó y guardó dentro del bolso, mientras una risa varonil y burlona se dejaba oír en su cabeza.

«No podía esperar más de un insecto debilucho como tú, Kakarotto.»

Un puchero frunció los labios e infló las mejillas de Goku, haciéndolo ver increíblemente tierno.

–Cállate– pidió, dedicándole una mirada homicida a la nada. –¡No necesito de tu sarcasmo ahora!

De golpe la puerta del baño se abrió, provocándole un sobresalto. Sabía que Vegeta quería algo, pues siempre que su relación decaía, la entidad buscaba arreglarlo de los modos más impensados.

Inhalando una bocanada de aire avanzó hasta el pequeño cuarto, encendiendo la luz y topándose con la marca de una mano plasmada sobre el cristal del espejo. Exhaló un suspiro y contempló el reflejo frente a él, reparando por primera vez en la palidez extrema de su piel. El negro intenso de su cabello contrastaba mucho con la blancura de su tez, dándole un semblante un tanto enfermizo. Hizo una mueca y cuando iba a salir de allí, la repentina aparición de alguien justo detrás suyo lo exaltó, robándole una ahogada exclamación. La luz se apagó al tiempo que lo observaba a detalle, aquella silueta esbelta y bien esculpida resultándole en demasía familiar.

–Vegeta…– lo llamó dubitativo, percibiendo un frío soplo erizándole la piel, mientras la figura de aquel joven se definía todavía más, proyectándose a la perfección frente a sus anonadados ojos.

Unos brazos fuertes se enredaron en su cintura, una voz varonil y seductora susurrándole al oído:

«¿De verdad quieres que me vaya?»

Sus labios soltaron un entrecortado jadeo cuando ese aliento frío rozó la parte posterior de su cuello, su cordura pendiendo de un hilo al sentir como suaves dedos se colaban bajo su camisa.

–Y-Yo…– titubeó, cada partícula de su ser estremeciéndose ante la cercanía de la etérea entidad.

Veía la sombra de ese rostro de facciones bellas y afiladas, recordando a la perfección aquel sueño donde todo en él estuvo a completa disposición de Vegeta. Algo en su mente gritaba que aquello no fue en lo absoluto una fantasía de su cansada mente, pues su cuerpo parecía recordar con suma familiaridad cada toque. El aire se atascó en sus pulmones cuando se sintió acoplado a un fuerte pecho, una risa ladina y por demás sugerente colándose a través de sus tímpanos.

«Responde, Kakarotto… ¿De verdad quieres que me vaya?»

Fue entonces que la parálisis apresó su cuerpo, una sensación de abrumadora vulnerabilidad invadiendo cada átomo de su perfecta anatomía. Sus ojos se entrecerraron por inercia, los restos de su razón perdiéndose en lo más recóndito de sus difusos pensamientos.

–No… no quiero…– cedió totalmente omnubilado, sucumbiendo al influjo de su seductora entidad.

De pronto notó como era girado, de modo que quedara frente a frente al hermoso hombre que seducía sus sentidos, todo esfumándose a su alrededor al sus labios ser tomados por unos ajenos, gélidos y expertos, en un beso que cargaba encima desmedida pasión y excesivo erotismo. Como pudo correspondió, sintiéndose atado y tan dominado, que inevitablemente sus hormonas despertaron, robándole suspiros de necesidad con cada roce que esas frías yemas daban a su piel.

«Eres mío.»

 –S-Sí… lo soy…

Sucumbió a las sensaciones, dejándose embeber por la lujuria que Vegeta derramaba en él. Hasta que se supo a completa merced de aquél ente, su interior siendo invadido de una manera tan brutal y a la vez maravillosa, que Goku gritó de éxtasis, su cordura perdiéndose muy lejos de allí.

–¡Veg… geh… tah!

                                                                    «Mío…»

–¡Ah!

«¡Mío!»

~~~

Recobró la consciencia instantes después, sintiéndose terriblemente cansado y sin fuerzas. No estaba muy al tanto de lo que había pasado, pues una vez más su mente asociaba cada suceso con Vegeta a no más que un sueño demasiado vívido y realista. Como pudo se incorporó, extrañándose al encontrarse tirado boca arriba sobre el pulcro y blancuzco suelo del baño.

Por algún motivo notaba sus extremidades algo agarrotadas, sin mencionar que sus labios cosquilleaban de un modo bastante extraño y una oleada de satisfacción muy evidente lo invadía por dentro. No obstante se obligó a ignorar toda sensación, encaminándose de regreso al cuarto.

Cerró el zipper del bolso y se lo colgó al hombro, saliendo tras apagar todas las luces detrás de sí. Por alguna razón su ente personal se encontraba particularmente distante, lo cual le pareció sumamente inusual. Aun así le restó importancia y caminó por el largo pasillo que dirigía al hall del centro, el miedo antes experimentado siendo reemplazado por puro desinterés e indiferencia.

Se encontró a los dos ajentes de la CIA esperándolo con expresiones agrias en el rostro, mientras Bulma se esforzaba por reprimir las lágrimas y Diecisiete iba hasta él para abrazarlo una vez más.

–Cuídate mucho, Goku– le pidió su psicólogo, dejando que la científica se uniera a la despedida.

–Nosotros estaremos siempre para ti– acotó la mujer, besándolo en la frente en gesto maternal.

–Lo sé– habló él, incomodándose ante el llanto que ésta a duras penas lograba contener. –Gracias.

Minutos después acompañó a Black y Raditz fuera de las instalaciones del Centro de Investigación Paranormal, notando de camino como la presencia de Vegeta reaparecía y se acentuaba a su lado. Subieron al costoso coche de cristales blindados que yacía aparcado frente al edificio, Goku echando un último vistazo al lugar que fue su único hogar durante ocho largos e intensos años.

~~~

Poco distinguía de su alrededor, siéndole algo difícil apreciar a cabalidad la zona donde estaban. Sólo sabía que el camino había durado varias horas, lo cual significaba que estaban a muchos kilómetros lejos de la ciudad. Atravesaron un alto enrejado eléctrico en cuanto llegaron a destino, una voz por demás seria y neutra pidiéndoles desde una cabina un código para ingresar. Ya dentro de las inmediaciones del cuartel, aparcaron en un sitio al azar, Black siendo el primero en bajar del auto, seguido de su joven y expectante recluta de azabaches cabellos alborotados.

Kakarotto fue guiado por largos pasillos idénticos, repletos de altas puertas blancas, el silencio impenetrable del lugar antojándosele sumamente perturbador. Ni un alma parecía estar allí, dándole un ermetismo tal que por un segundo Son tuvo la imperiosa necesidad de salir corriendo.

Al doblar en una esquina el mayor se detuvo, Goku leyendo en la placa de madera el número 303.

–Tu habitación– señaló Black, prendiendo la luz tras abrir la puerta. –Acomoda tus cosas y ve al comedor por tu cena, allí conocerás a tus compañeros y con suerte te mostrarán algo del cuartel.

–¿Y cómo se supone que llegaré hasta allí?– inquirió el menor, enarcando una ceja en confusión.

El hombre frente a él chistó la lengua, sacudiendo su cabeza, mientras fruncía el ceño fastidiado.

–Enviaré a alguien a buscarte– espetó en voz desinteresada, observándolo con marcado desdén.

Goku asintió, dejando caer su equipaje al rústico suelo, mientras la puerta se cerraba bruscamente tras irse el serio ajente que lo condujo hasta allí. Suspiró y observó a su alrededor, topándose con un cuarto bastante simple, provisto de una cama individual, un armario pequeño y poco más. Se sentó en el lecho y suspiró, en su mente resonando un bufido en demasía hastiado.

–Lo sé– murmuró, dejándose caer hacia atrás sobre el duro e incómodo colchón. –Es un asco aquí.

La presencia de Vegeta se situó a su lado, su incorpóreo ser flotando por encima de su portador.

El joven de cabellos alborotados se desperezó, estirándose en su posición para empezar a ordenar sus pertenencias. No era mucho lo que había traído, por lo que no le llevaría demasiado tiempo.

Aquel día daba inicio la etapa más compleja de toda su corta vida, Son ni siquiera dimensionando los horrores y dificultades que el desconsiderado destino había planeado para él.

Notas finales:

Goku bebé fue reclutado en las filas de la CIA, es decir que se viene un arduo entrenamiento para él :c

¿Será que Vegeta realmente le será de ayuda para enfrentar esta situación?

Black y Raditz quieren explotar su "don"... ¿Podrán lograrlo? ¿O todo saldrá terriblemente mal?

Y Vegeta otra vez atacó a Goku de modo sexual 7u7... ¿Qué les pareció la escena?

Para variar yo no quedé conforme, pero si a ustedes les gusta soy feliz ^^

Poco a poco la relación del VegeKaka va cambiando...

 

Sin más que decir me voy, esperando de todo corazón que valiera la pena la espera ^^

Muchas gracias de verdad por las 547 lecturas, me hizo muy feliz ver el contador de visitas <3

¡Son lo más mis amores! En serio todo su apoyo me hace inmensamente feliz :D

 

Próxima actualización: viernes 17 de mayo :)

Prometo que sí o sí llegaré a tiempo esta vez ^^

¡Nos leemos pronto!


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