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Cuentos y Especiales de Fairy tail por Luz neko fullbuster

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En el desierto que era iluminado por la blanca luna se encontraba un hombre siniestro cabalgando hasta estar al frente de otro hombre.

-Tienes lo que te pedí – pregunto el hombre sobre el caballo bajando su capucha mostrando su rostro, con la luz de la luna se podía distinguir apenas su pelo púrpura y sus ojos azules, su rostro joven que no le daría mas de 19 años. Mientras en su hombro se encontraba un loro de peculiar plumaje arcoíris.

-¡Claro que lo traje señor! Tuve que cortar un par de cabezas pero…- El ladrón gordo y bajito mostro un pedazo de oro con forma de la mitad derecha de un escarabajo, el de pelo púrpura le arranco la mitad de escarabajo de la mano el bajito para unirla con la parte derecha del escarabajo que guardaba en su túnica. Al unirlas el escarabajo brillo con una luz dorada hasta que se escapo de las manos del joven y salir disparado al cielo.

-¡¡¡Sigámoslo!!!- Grito cabalgando a todo lo que daba el animal detrás del escarabajo dorado. La carrera siguió hasta un par de dunas a mitad del desierto, donde el escarabajo se volvió a separar y se enterraron en la arena, los dos a caballo pararon esperando lo que iba a pasar a continuación. Las dunas se empezaron a mover provocando un mini terremoto, cambiando de forma frente a los hombres hasta convertirse en la cabeza de un tigre hecha de pura arena.

-¡¡Al Fin!! Tantos años han dado frutos, ¡Al fin! ¡¡La cueva de las Maravillas!!- Dijo el peli-Púrpura alegre de ver lo que siempre había esperado la Gran y Fantástica Cueva de las Maravillas. A su lado el ladrón suspiraba asombrado por la cueva.

-¡¡¡Que haces ahí parado entra!!! – Dijo empujando al ladrón para que entrara a la cueva. El gordo camino con miedo hacia la cueva hasta estar cerca de los “colmillos” de la cueva hasta que el gruñido de la cueva lo tiro para atrás haciéndolo caer contra la arena.

-¡¡¡Quien interrumpe mi sueño!!!- Gruño la cueva en forma de tigre.

-Solo un humilde ladrón- dijo con miedo el gordo bajito.

-¡¡¡Saber que por aquí solo puede pasar uno, el que tiene valor por dentro!!! ¡¡¡ El diamante en bruto!!!- Hablo el tigre de arena haciendo que el ladrón mirara al joven, él solo le hizo señas de que continuara. Al pasar por los colmillos miro que donde debía estar la lengua se encontraban unas escaleras hechas de arena, con miedo apoyo el pie en el primer escalón y cerro los ojos esperando que pasara algo. Al notar que no pasaba nada apoyo el otro y confiado quiso seguir pero la cueva se desmorono con él adentro.

-¡¡¡No puede ser!!! – Grito el loro con plumaje arcoíris irritado por lo que acababa de pasar.

-Tranquilo Pancho, ese ladrón no valía nada… ¡Solo tenemos que encontrar a ese “Diamante en bruto”!- dijo con una sonrisa macabra en sus labios.

* * *

Por un edificio se podía ver a un chico de unos 17 años saltando entre los edificios que estaban muy pegados, mientras corriendo por las calles los guardias reales lo perseguía gritando y agitando sus espadas. El chico era de pelo azabache con un mechón blanco, ojos bicolor (el derecho azul y el izquierdo negro) y una tez anterior mente blanca ahora quemada por el sol del desierto, todo en el era una apariencia exótica y mas su fama de ladrón era la presa favorita de los guardias por eso siempre era perseguidos por ellos aunque el solo robaba para comer.

-¡¡¡Quédate quieto MALDITA RATA!!! – grito uno de los guardias.

-¡Me van a perseguir todo el día, Solo fue un pan!- dijo el azabache que traía un pequeño y lindo mono en su espalda. Su nombre era Ren un chico huérfano que había crecido en las calles del reino Fairy un reino a la orilla de un oasis, su mono mascota/mejor amigo era Yoshi lo tenia desde que lo había visto en una jaula que traía un comerciante del vasar y lo había “robado” ya que el animal se veía muy triste en esa jaula con ese hombre.

Mientras el escapaba de los guardias como todas las mañanas, en el castillo estaba pasando algo muy interesante.

-¡¡Compadezco al idiota que se case con ese demonio!!- dijo un príncipe que salía enojado y con la ropa rasguñada del cuarto del joven hijo del sultán.

-Pero que pasa, este es el decimo príncipe que espanta- decía el Sultán de Fairy Macao un hombre de unos 40 años. Entro enojado al cuarto de su hijo, el cual estaba sentado en el piso con su tigre mascota. -¡¡Romeo este es el decimo príncipe que sale enojado por esta puerta!!, ¡¡¡Que mierda haces para espantarlos a todos!!!- el chico de 15 años miraba con seriedad a su padre que desde que cumplió los 15 le hizo saber que debía elegir a su pareja para casarse y así heredar el reino, desde ese día habían venido príncipes y princesas para pedir su mano, pero todos habían sido espantados de distintas formas para que nunca mas volvieran a intentar pedir su mano.

-¡¡Entiende de una vez que no quiero casarme!!- Casi grito el príncipe de pelo azabache casi azulado, ojos negros y piel blanca vestido con ropa elegante digna de su estatus social.

-¡¡Tu entiende que es la tradición, en tu cumpleaños 16 tener pareja casarte y heredar el trono!!- su padre empezaba a ponerse rojo por la furia que estaba conteniendo, el príncipe trataba de calmarse rascando la oreja de Natsu su mascota.

-¡¡¡Odio esa tradición!!!-

-¡¡¡Pues me importa una mierda eres el príncipe ese es tu deber!!!-

-¡¡¡Entonces no quiero ser el príncipe!!!-

-¡¡¡Niño malcriado no me importa lo que quieras, Madura ya y acepta tu deber!!!- el sultán se estaba quedando sin voz al estar gritando, sus nervios estaba de punta, ese niño le terminaría sacando canas verdes, no aguanto estar mas ahí y se marcho dando un portazo al salir. Dejando al chico furioso y lagrimeando.

-¡¡Ah!!- estaba arto no quería esto, no quería vivir atrapado por siempre entre las paredes del palacio casándose con alguien que solo lo buscaba por su padre y por su futuro. Romeo sintió como un suave pelaje acariciaba su pecho, miro abajo donde estaba Natsu mirándolo tratándolo de consolar, seco sus lagrimas y acaricio al gran animal.

-Tranquilo estoy bien… pero creo que debo ir me- Mientras el sultán salía del cuarto de su hijo echando humo por las orejas, caminando por el pasillo del palacio se encontró con el joven peli-púrpura del principio.

-¡¡Ah!! Nanatsu al fin te encuentro, ¡¡Ayúdame Romeo sigue con eso de no querer casarse y ya a espantado a todos los príncipes aliados que tenemos cerca!!- dijo algo alterado mirando a su visir, su consejero de mas confianza.

-Tranquilo mi señor, el príncipe es joven no entiende que todo lo que usted hace es por su propio bien.. Yo me encargare de encontrar una solución para su problema, iré ahora a revisar los pergaminos antiguos para ver si hay algo que lo pueda ayudar.

 

Ren caminaba tranquilo por las calles del basar, ya había perdido a los guardias hace rato por el momento se había perdido de los problemas. Pero ellos siempre lo vuelven a encontrar, gritos en el basar terminaron con la tranquilidad del ladrón.

-¡¡Págame eso!!- el heterocromatico miro atrás en uno de los negocios de frutas y verduras al dueño forcejeando con un chico.

-No tengo Dinero, ¡¡Suélteme!!- el menor de pelo azabache que resaltaba entre la luz naranja y rosa del atardecer, sus ojos negros mostraban una llama de valentía y rebeldía que hacia que algo dentro de él latiera como loco. No supo cuando sus pies lo llevaron hasta estar al lado de ellos dos.

-Deténgase señor, que pasa- Ren agarra las manos del hombre evitando que pegara al joven.

-¡¡¡Este mocoso roba mi mercancía!!!- decía el hombre mirando con desprecio al menor.

-Tranquilo señor… Mi hermanito no sale de casa tiene varios problemas- Ren hizo gestos de locura con los dedos -Lamento lo que haya hecho- Romeo miro con enojo al heterocromatico quien solo le guiño el ojo para que le siguiera el juego.

-…Hermano yo tenia hambre no sabia que era pagar – decía fingiendo el menor.

-Lo siento señor no sabe lo que hace- en heterocromatico agarro la manzana de las manos del menor para devolvérsela al comerciante -Siento lo que le causo- el hombre miro con enojo a los “Hermanos” mientras atrás sin que él se diera cuenta Yoshi el mono robaba un par de manzanas para su amo, al darse vuelta miro al mono infraganti.

-¡¡¡LADRON!!!- Grito haciendo que Ren corriera llevándose consigo a Romeo esperando que los gritos no llamaran la atención de los guardias otra vez.

* * *

En otro lado de este magnifico lugar se encontraba el cruel hechicero que revisaba en su bola mágica su forma de hacer maldades.

- Si Si, muéstrame al diamante en bruto- decía el peli-purpura mientras pasaba la mano por la bola (mágica mal pensados 7u7) tratando de encontrar al diamante en bruto, mientras su loro miraba atento junto a él lo que aparecía en la bola. En ella aparecía borrosamente la imagen de Ren que era muy fácil de reconocer por la apariencia única que tenia el menor.

-Este es quien me dará el absceso a lo que mas deseo – Lo dijo tanto para si como para Pancho el loro -¡Que tal si hacemos que los guardias le den una cordial invitación al palacio!- dijo para luego reír macabramente.

 

Con Romeo y Ren, los dos se encontraban escalando entre las casas, Ren guiaba a Romeo hasta un lugar que seguro le gustaría.

-Con cuidado- dijo el heterocromatico ayudando a subir a Romeo.

-No soy débil sabes- dijo algo molesto el menor de la forma que lo trataba Ren.

-Lo siento, pero no quiero que te pase algo antes de llegar – hablo Ren guiando a Romeo hasta las ruinas de una casa en la parte de arriba de un edificio. -¡Bienvenido a mi humilde morada! ¡Bueno la de Yoshi y Mia!– Hablo Ren levantando los brazos para mostrar su hogar.

-¡Es hermosa!- dijo Romeo mirando maravillado el lugar.

-No es tan sorprendente… ¡Pero tiene buena vista!- Ren corrió un pedazo de tela que hacia el papel de cortina, mostrando una vista hermosa de la ciudad y del palacio.

-¡Hermoso!-

-¡Debe ser hermoso vivir ahí! ¿No lo crees?- dijo Ren apoyando los brazos en el muro de piedra caído.

-Con todos diciéndote que hacer, que vestir, como vivir- se notaba la ira en la forma de hablar de Romeo pero intentaba ocultarlo.

-¡Millones de sirvientes!- dijo maravillado Ren -…Oye ¿Dónde eres?- pregunto cambiando de tema rápido.

-…Que importa, me escape de ahí y no planeo volver- dijo Romeo recordando con enojo su hogar.

-¿Por qué?- Hablo Ren mientras partía una manzana de las que Yoshi robo para darle la mitad a su mono.

-*suspiro* Mi padre me obliga a Casarme- dijo con enojo.

-…Eso debe ser ¿Horrible?- dijo con algo de duda -¡Eso no esta bien!... Quieres que haga algo para ayudarte- Hablo Ren mientras quedaba hipnotizado por los hermosos ojos de Romeo, El menor estaba igual, los dos acercándose casi al punto de besarse, mientras Yoshi se tapaba los ojos dejando caer su pedazo de manzana. Ruidos se hicieron presente antes de que los chicos pudieran besarse.

-¿¡Que es eso!?- Grito Ren enojado por la interrupción.

-¡¡¡Ahí estas!!!- Grito un guardia que venia subiendo acompañado de otros tres.

-¡¡¡Vienen por Mi!!!- dijeron al mismo tiempo Ren y Romeo, del miedo que le causaban los guardias Yoshi se subió al hombro de Ren.

-¡¡¡Vienen por Ti!!!- volvieron a decir al mismo tiempo los chicos.

-¡¡Mi padre debió enviarlos!!- Dijo Romeo, Ren se subió al muro con una idea en la cabeza.

-¡¡Confías en Mi!!- dijo Ren mostrándole la mano a Romeo para que la tome.

-¿¡Que!?- pregunto el menor sin entender lo que decía el heterocromatico.

-¡¡Confías en Mi!!- repitió.

-… ¿Si?- dijo agarrando la mano del mayor, ya con los guardias atrás.

-¡¡¡Entonces Salta!!!- dijo mientras saltaba abrazando a Romeo, los tres cayeron hasta una duna de arena, quedando totalmente adoloridos.

-¡¡Corre!!- grito Ren tirando de la mano del menor para que lo siguiera, pero los dos se estamparon contra el pecho de un guardia.

-¡¡Aquí estas Rata Callejera!!- Dijo el guardia agarrando a Ren del cuello, haciendo que el menor se retorciera por la falta de aire.

-¡¡¡Suéltenlo!!!- Grito Romeo asustado de lo que le pasaba a Ren, Yoshi salto en los ojos del guardia pero no pudo hacer nada solo lo empujaron contra un muro. -¡¡¡Suéltenlo!!!- volvió a gritar mientras se acercaba a los guardias.

-¡¡Que tenemos aquí!! ¡¡Otra Rata Callejera!!- Se reía el guardia, mientras Ren se quedaba sin aire.

-¡¡¡Suéltenlo!!! ¡¡¡Es una orden del príncipe!!!- Grito haciendo que los guardias lo miraran y soltaran a Ren del cuello.

-Príncipe Romeo ¿Que hace Aquí?- dijo asustado el guardia, Ren de lo sorprendido que estaba no escapo. -¿Qué hace con este?-

-Eso no te incumbe, Y ahora suéltenlo, déjenlo libre- Romeo usaba un tono autoritario, uno de los guardias volvió a agarrar a Ren pero esta vez de los brazos.

-Lo siento Príncipe pero no podemos, es una orden de Nanatsu- dijo apenado el guardia -Nosotros solo seguimos ordenes, con él es con quien tiene que hablar- Hablo mientras se retiraban llevándose a Ren con ellos.

-¡¡¡Claro que hablare con él!!!-

* * *

Nanatsu salía a escondidas de su guarida secreta escondida en los muros del palacio, iba tranquilo nadie lo vería pero lo que no anticipo era que Romeo se encontraría frente suyo.

-¡Prí-Príncipe a que debo su agradable presencia!- hablo sorprendido de tener al menor ahí.

-Vine a hablar contigo, ¡Los guardias apresaron a un chico en el vasar siguiendo tus ordenes! ¡Me puedes explicar eso!- Hablo molesto Romeo.

-¡Su padre me dio la tarea de mantener la seguridad en Fairy!, ¡Solo cumplía mi deber ese chico era un criminal- dijo manteniendo la calma de no alejar al menor de su persona, odiaba que estuvieran pegado a él.

-¡¡Que hizo para ser un criminal!!- casi grito Romeo.

-…¡Pues secuestrar al príncipe!-

-¡¡¡Él no me secuestro Yo escape!!!-

-Que terrible confusión- dijo haciendo una actuación de dolor y arrepentimiento -¡¡Si solo lo hubiera sabido antes!!-

-¡¡Que pasa!!-

-Lo siento su majestad pero la condena ya fue cumplida, ¡¡Fue decapitado!!- dijo con “Dolor”, mientras los ojos de Romeo se humedecían.

-¡¡No!! ¡¡No puede ser!!- dijo Romeo alterado.

-¡Lo siento!- Romeo apunto de llorar salió corriendo del lugar gritando “Maldito” refiriéndose al Visir, dejando a Nanatsu feliz por lo ocurrido.

En las mazmorras del palacio se encontraba nuestro protagonista esposado al muro esperando que Yoshi terminara de abrir los grilletes que lo unían al muro.

-¡Era el príncipe! ¡Actué como un tonto! ¡Y creo!... que me enamore- dijo lo ultimo en un susurro, el mono lo miro triste terminando de abrir los grilletes -¡Si, se lo que piensas! Pero no lo veré mas, hay una ley que lo dice, Solo puede casarse con un príncipe y… yo solo soy un tonto ladrón- dijo apoyando la cabeza en el muro ya liberado de sus ataduras, Yoshi se le subió al hombro tratando de consolarlo.

-¡Yo podría ayudarte!- dijo una voz salida desde las sombras.

-¡¡Quien anda ahí!!- Grito Ren.

-¡Tranquilo muchacho, soy solo tu compañero de celda!- un hombre anciano Salió desde las sombras.

-…¿Qué dijiste de ayudarme?- pregunto interesado el menor.

-¡¡Mi muchacho!! ¡¡Fuera de aquí hay una Cueva!! ¡¡¡La cueva de las maravillas!!! ¡¡En ella hay tantos tesoros, tantas riquezas!!- hablo el anciano mostrando un diamante al heterocromatico.

-¡¡Y eso en que me ayudara a mi!!- -¡Con todo ese oro y joyas que hay ahí podrás conseguir a tu príncipe!- hablo en anciano.

-¡Pero solo los de la realeza se pueden casar entre si!, esa es la ley-

-¡¡Muchacho!! No sabes la regla de oro ¡Quien tiene el dinero hace las leyes! – Ren lo pensó hasta aceptar.

-…Pero como le haremos para llegar hasta ahí- pregunto el menor.

-Presta mucha atención Muchacho, la solución siempre esta cerca- dijo el viejo corriendo una piedra del muro mostrando una salida de esa cárcel.

 

En el palacio el príncipe lloraba sin consuelo porque ese pobre chico que ni siquiera pudo saber el nombre murió por culpa suya, pero en el desierto por quien lloraba el príncipe Romeo se encontraba ayudando al anciano que lo libero de la cárcel a buscar la supuesta Cueva de las maravillas.

-¡¡¡Aquí es muchacho!!!- grito el anciano agachándose y tirando dos cosas que parecían un escarabajo, a la mitad, en la arena. Provocando un mini terremoto asustando a Ren y Yoshi, una cabeza de tigre se fue formando de arena sorprendiendo al menor y a su mono.

-¡¡¡Quien perturba mi sueño!!!- rugió la cabeza de tigre.

-…¡¡Yo Ren!!- dijo sorprendido el menor.

-¡¡¡Pasa!!! ¡¡¡No toques Nada mas que la Lámpara!!!- rugió la cueva, Ren avanzo con miedo solo paro para ver al anciano antes de entrar a la cueva.

-¡¡Entra!! ¡Tráeme la lámpara y te daré tu recompensa!- le dijo el viejo haciendo una sonrisa que a Ren le causo escalofríos, suspiro y entro a la cueva con Yoshi en su hombro. La cueva se expandía mas mientras Ren bajaba las escaleras hasta llegar a una sala que hizo que le brillaran los ojos, hasta el techo llegaban las montañas de monedas de oro y eran varias montañas, joyas rubís, zafiros, esmeraldas, diamantes, etc también estatuas echas de oro puro.

-¡¡Con un puñado de esto seria mas rico que el sultán!!...- se dio una cachetada tratando de evitar que su codicia lo atrapara -¡¡Hay que encontrar esa Lámpara!!- se dijo así mismo para luego buscar la lámpara que tanto quería el viejo. Mientras Yoshi bajo de su hombro mirando una alfombra rara que empezó a moverse asustando al animal que corrió hasta su amigo. Que al notar al mono tan exaltado miro para atrás viendo a la alfombra voladora. -¡¡Y esto!! -dijo sorprendido de la alfombra. -…¡Seguramente tu puedes ayudarnos!- la alfombra se mostro alegre de la reacción de Ren -¡Estamos buscando una lámpara!- la alfombra pareció pensativa pero luego los guio hasta el lugar. Arriba de una gran escalinata hecha de tierra y piedras se encontraba la lámpara, Ren subió despacio mientras Yoshi se quedo con la alfombra abajo esperando que su amo regresara con lo que les pidió el anciano.

Cuando Ren estuvo al lado de la lámpara pareció dudoso de agarrarla pero abajo Yoshi quedo hipnotizado con la belleza de un rubí olvidando la advertencia de la cueva de no agarrar nada mas que la lámpara, al mismo tiempo sin saberlo Ren agarro la lámpara y Yoshi el rubí que provoco que la cueva temblara y rugiera.

-¡¡¡Han tocado el tesoro prohibido!!! ¡¡¡Ahora morirán!!!- se escucho rugir a la cueva mientras todo dentro se empezó a desmoronar, la alfombra salvo a Ren de que un pedazo del techo le cayera en la cabeza y a Yoshi de el piso que se desmoronaba llevándolos hasta la boca de la cueva la cual se empezaba a cerrar. La alfombra fue aplastada por un pedazo de techo tirando a Yoshi y Ren que se agarraron del ultimo escalón de la curva.

-¡¡¡Ayuda!!!- le grito Ren al anciano que seguía afuera.

-¡¡¡Primero la lámpara!!! – Grito el viejo, Ren se la lanzo esperando el viejo lo ayudara, pero solo cuando la agarro empezó a reírse de forma maniática. -¡¡¡Al fin es Mia!!!-

-¡¡¡Ayúdeme, no aguanto mas!!!- Grito Ren ya no aguantando estar agarrado de la piedra.

-¡¡¡Claro!!!- el viejo piso los las manos del menor haciendo que Ren soltara la piedra por el dolor, el heterocromatico cayo haciendo reír al anciano, pero Yoshi se agarro a su túnica tironeando al viejo -¡¡¡Suéltame!!!- grito empuzando al mono que cayo sin antes agarrar la lámpara que cayo con él sin que el viejo se diera cuenta. La cueva volvió a enterrarse en la arena mientras el viejo se reía retirando la barba y la peluca de colores blancos sucios, mostrándose al fin como era el visir y hechicero del sultán Nanatsu.

-¡¡Por fin es mía!!- dijo sacando al acalorado Loro que se había escondido entre su ropa desde el comienzo, pero cuando busco la lámpara en su túnica no sintió nada -¡¡¡NO!!!- Grito a la oscura noche en el desierto.

 

En el palacio el sultán consolaba a su hijo por lo que había pasado. Pero lo mas importante estaba con Aladi… digo Ren dentro de la cueva la cual ahora estaba enterrada en las arenas del desierto, la alfombra lo había salvado de una caída que lo hubiera matado ahora se encontraba en el piso de la cueva junto a Yoshi enojado por la que le había hecho el “viejo”.

-Sea quien sea tiene la lámpara y nosotros estamos atrapados- dijo triste, hasta que su amigo le mostro que tenia la lámpara -¡Eres un buen mono!- hablo acariciando con cariño al animal -Esta un poco sucia pero seguro la podremos vender… si salimos- dijo mientras empezó a frotar la lámpara, haciendo que un extraño humo verde saliera de ella, La soltó por miedo cuando esta se empezó a mover como loca y algo comenzó a emerger de ella.

-¡¡¡Ahh!!!- el humo verde se hizo mas grueso tapando la vista de el chico y su mono -¡¡¡Diez mil años dormido!!!- Grito una voz que cuando el humo verde desapareció mostro a un joven que parecía de 16 años, pelo rubio largo y ojos verdes esmeraldas, eso era normal lo único que no lo era es que donde deberían estar las piernas había una cola de humo verde además había salido de la lámpara.

-¡¡¡Quien eres!!!- Grito Ren siendo valiente.

-…Tu debes ser mi nuevo amo… ¡¡Soy El Genio de la Lámpara!!- Dijo feliz ese Genio Rubio. -¡Puedes llamarme Emrrys!- dijo el rubio de ojos esmeralda.

Continuara...


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