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Público
Capítulo 10. Una rueda de prensa y una experiencia memorable
Estaban por cumplirse tres semanas desde que Clark Kent abandonase la Mansión Wayne luego de tener varios días peleado con su actual pareja, Bruce Wayne. Por una parte, ciertos compromisos requerían su presencia en Metrópolis, y, por otro lado, se obligó a sí mismo a darse espacio para poder enfriar su cabeza con respecto al tema que los tenía distanciados.
Una noche de agosto, mientras que se encontraba enfundado en su traje de héroe, y respondía lo mejor que podía las distintas preguntas que le lanzaban el grupo de periodistas que estaban reunidos alrededor suyo, es que finalmente supo que aquella pelea había durado demasiado.
—Superman... —el llamado de una voz familiar le obligó a regresar a la conversación, y pronto dio voz a la mujer delante suyo— Lois Lane, del Daily Planet...
Él sonrió ligeramente, por supuesto que todos sabían quién era ella. El resto continuó tomando fotos.
—No puedo evitar notar que recientemente la actividad de la Liga de la Justicia se nota disminuida... —dijo, pronto explicó— Reporteros del mundo tienen la misma cantidad de noticias al respecto de sus misiones usuales pero, han pasado algunas semanas desde que se le ha visto a usted y a Batman en un mismo sitio...
Su rostro pareció evidenciar ligeramente su nerviosismo, pues la mirada astuta de la mujer reconoció la falla en su armadura de inmediato.
—¿Se encuentran peleados, usted y el héroe de Gotham?
Clark dudó por lo que pareció un largo silencio antes de responder.
—Tenemos nuestras diferencias, como cualquier pareja... Batman y yo trabajamos tanto como cualquiera para resolverlas... Es cierto, hemos estado evitando trabajar juntos desde hace unos días...
—Han pasado tres semanas, Superman —le interrumpió la mujer, con perspicacia, podía saborear la noticia desde ese momento
No sería una exclusiva, pero ella sacó el tema.
—Batman y yo estamos comprometidos ahora—informó, y hubo un silencio general antes de que le asaltaran con más preguntas que antes, les pidió silencio con un gesto— Recientemente, hemos tenido dificultades escogiendo algunas cosas para la ceremonia... Y eso originó la pelea que nos tiene así.
No tenía caso mentir. Pero tampoco podía decir qué era exactamente el problema. Como héroes, habían decidido hacer su relación de conocimiento público, por tanto, una ceremonia sería transmitida desde la Sala de la Liga de la Justicia. Esa era la parte sencilla...
Pero como hombres...
Observó la expresión de su mejor amiga, incapaz de descifrar la mirada que le dedicaba en ese momento. No habían hablado sobre ello antes, por eso parecía especialmente mordaz en ese instante, dispuesta a sacarle la información fuera como fuera.
—¿No lograban escoger los colores de los manteles?—cuestionó con lo que sonaba a burla, pero Clark reconoció un tono de confusión
No necesitaba ponerlo en palabras, era claro lo que estaba pensando.
"Esto es estúpido, Smallville. Esperaba una noticia más jugosa"
Superman sonrió nerviosamente.
—Como dije, discutimos por cosas banales, como cualquier pareja...
Las preguntas continuaron lanzándose, y Clark respondía las que podía mientras las cámaras continuaban sobre él.
—Nos casaremos a finales de Octubre... El motivo es secreto, lo siento...
—Por supuesto, se hará una pequeña gala en las afueras del Salón de la Liga... En realidad, esperábamos invitar algunos amigos nuestros...
—Oh, no podría decir nada sobre eso... No somos los primeros, claro... Pero no tengo mucha información con respecto a otras parejas en el equipo...
—¿Aquaman? Creo recordar que está felizmente casado, si mi memoria es correcta...
Luego una pregunta se elevó por sobre las demás, al mismo tiempo en que a su oído llegaba sonido especialmente llamativo.
Clark no prestó demasiada atención, pues revisó seguidamente el reloj en su muñeca, oculto bajo el traje. Un mensaje estaba brillando en este:
"Ven aquí ahora. Estás en cadena nacional"
Los reporteros le miraban curiosos, mientras que Lois soltó lo que solo unos pocos pensaron.
—¿Es su prometido?
Quizá fuese su sonrisa estúpida lo que lo delataba.
—Lo siento, aparentemente estuve hablando demás... Debo irme ahora. Estaremos gustos de darles más información luego.
Y tras despedirse, se alzó en vuelo inmediatamente, provocando una ráfaga que sacudió los cabellos de todos allí, incluida la larga cabellera de la pelirroja, que le miró irse con una expresión divertida en el rostro.
"Así que ese es el nivel de control que tiene en él..." pensó, y sintió un poco de envidia.
Era similar a la cantidad de poder que ella tuvo sobre él, muchos años atrás.
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Tan pronto como puso un pie en la Baticueva, Clark reconoció que su pareja no estaba allí, por lo que se encaminó inmediatamente al piso superior, escaneando el lugar hasta reconocerlo dentro de su habitación, hablando por teléfono.
Salió volando en esa dirección, literalmente.
No necesitaba acercarse demasiado para escucharlo, pero la conversación capturó su atención solo hasta que estaba a unos pocos metros del cuarto.
"Debiste advertirle que decir ese tipo de cosas lo pondrían en los noticieros rápidamente. Maldita sea, inclusive interrumpieron las notas de hoy, ¡y los partidos!"
La voz molesta de Hall Jordan alcanzó los oídos del héroe de la ciudad más brillante, y la pronta respuesta de Wayne se sintió como un golpe bajo para su prometido.
—Es un reportero... Pensé que era capaz de reconocer qué tipo de información guardarse temporalmente...
Clark se sonrojó ligeramente, ¡él sabía que estaba allí, y de todos modos decía eso tan fácilmente!
"En cualquier caso, por favor, asegúrate de que mantenga la boca cerrada. Bastante problemático ha sido organizar el evento como para que vaya por allí filtrando más información"
Clark entró a la habitación en ese momento, mientras Bruce giraba hasta mirarlo.
—Creo que te escuchó perfectamente...
"¡ERES UN GRAN...!"
Cortó la llamada antes de que pudiese terminar, con una sonrisa divertida en los labios. De acuerdo, hacer rabiar a Jordan era uno de sus pequeños placeres.
Para Clark no pasó desapercibido que el gesto se congeló en su rostro una fracción de segundo al verlo a los ojos.
Perfectamente arreglado en aquel traje hecho a medida, la vista delante suyo no hacía más que recordarle cuán estúpido había sido aquellos días.
—Bruce... —dijo, su nombre salió como disculpa
—Lo sé... —respondió igualmente el otro, sus ojos no mostraron más que sinceridad líquida cuando dijo— Lo lamento... Debí consultarlo contigo desde el comienzo.
Clark ni siquiera es consciente de cuándo se han acercado, lo único que siente es su mano encontrando la otra, sus dedos entrelazándose.
"Estúpidos enamorados" es lo que diría Bruce, como verdad absoluta
Su única verdad.
—Lo siento...
No necesita poner más palabras para explicar el por qué. La manera necesitada en que sus manos buscan su cuerpo, lo desesperado del beso que ataca sus labios.
Lo necesitaba para vivir, tanto como necesitaba el sol.
Se aprovecha de su velocidad para alcanzar la cama, las manos del otro van deshaciéndose de su traje. Empieza por la capa...
Kal-El no cree poder aguantar tanto tiempo.
—¡Clark!—le riñe cuando escucha el sonido de la ropa desgarrándose.
—Lo siento—repite, y Bruce no puede pelear contra el océano de sus ojos
La tormenta llena de deseo.
Él mismo ha estado ansiando ese reencuentro.
Lo toma del cuello, luego lo obliga a acercarse. Lo besa con furia, en parte por todo el tiempo que le ha abandonado, en parte por haber hecho trizas uno de sus trajes favoritos.
Pierde todas las delicadezas, sus manos se vuelven más ansiosas que antes.
—B... —advierte su prometido, a sabiendas de lo que busca
Rudo. Rápido. Justo en ese instante.
—Solo hazlo—ordena, tan pronto como sale del traje, y Kal-El no hace más que besarlo
Esas son las únicas consideraciones que Bruce va a perdonarle.
La única distracción que le permite.
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Dick deja caer el vaso de sus manos en el segundo que escucha el inconfundible sonido de algo quebrándose.
Se queda helado en su sitio, palidece de manera súbita, y lo próximo que sabe es que está apresurando el paso para dejar la Mansión inmediatamente.
Se suponía que debía ir allí para encontrarse con Damián, pero el mocoso se había atrasado en la escuela por haberse peleado con alguien, de nuevo.
En ese instante, Dick ni siquiera estaba interesado en el motivo que fuese el culpable de aquello. Su única preocupación era salir, y dejar de oír eso.
Creció escuchando ese tipo de cosas. Ese maldito par no era precisamente discreto.
El mismo temor de su tierna infancia le preocupó.
"A este paso, ¿qué se rompe primero? ¿La cama, o Bruce?"
¡NO QUERÍA SABERLO!
Marcó el número del menor de sus hermanos mientras subía a su moto. Damián respondió hasta el tercer toque.
—No se te ocurra venir a la mansión. Y dile a Alfred que puede tardarse más con las compras... —ordenó tan pronto como supo que le había contestado
—¿Pasó algo? —cuestionó curioso el menor,
—Clark regresó —explicó, secamente.
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Bruce Wayne tenía diversos pasatiempos. Cada uno de ellos era más peligroso que el anterior. El solo hecho de ser un justiciero era prueba suficiente.
Pero quizá el juego que más disfrutaba era aquel.
Amaba a Clark con locura, por supuesto, de otro modo jamás habría aceptado casarse con él... Sin embargo, algo por lo cual era especialmente susceptible, era, por supuesto, el cómo era capaz de llevarlo al límite.
Tentar a su lado más salvaje.
Su nombre escapando a modo de jadeos mientras su cuerpo era empujado al límite una y otra vez era, probablemente, su momento favorito.
De vez en cuando disfrutaba el dolor.
Y era aun mejor cuando Clark lo provocaba.
Gritó su nombre, arañó su espalda, recibió mordidas, dio su propia cuota de heridas.
Ese era su tipo de reconciliación.
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Despertó cuando la noche comenzaba a caer en la ciudad. Parpadeó algunas veces antes de acostumbrarse a la poca luz de la habitación.
Cada fibra de su cuerpo dolía de una manera placentera, aquello le provocó un esbozo de sonrisa.
Observó la tela sobre su cuerpo, reconociendo el rojo más brillante que había observado nunca. Una prenda característica que no es precisamente suya...
—Luego de haber hecho lo que hiciste... ¿Sigues avergonzándote de verme desnudo?
Reconoció la luz del baño encendida, solo una persona se atrevería a estar allí mientras dormía, después de todo.
Escuchó un gruñido ahogado.
—¡No digas ese tipo de cosas! —pidió Clark de inmediato, al reponerse, mientras salía del baño
Bruce le observó desde la cama, la capa del otro apenas cubría una porción de su desnudez.
Disfrutó verlo sonrojarse de manera inmediata.
"¿Cuántos años tienes? ¿15?" pensó, divertido
—Es tarde... —observó, mientras miraba los ventanales.
La noche cubría Gotham. Casi suspiró. Se suponía que debía estar allá afuera... Cuidando su ciudad. Aunque, si continuaba allí...
—Dick se ofreció a patrullar... Salió hace un rato. Damián también salió... Aunque intentó ser sigiloso al respecto.
Bruce torció ligeramente los labios.
—No por ti, imagino —respondió, regresando a su posición anterior, colocando el rostro contra la cama
Si no era necesario, realmente no quería pararse.
Su pareja observó su intención.
—Lo lamento... ¿Duele mucho?
Cuando Clark se acercó, Bruce solo giró el rostro para observarlo. Había un gesto satisfecho bailando en sus labios.
—Acuéstate conmigo—pidió, el otro obedeció inmediatamente, sin reconocer la doble intención de sus palabras.
Sus manos fueron directo a la cadera del otro por inercia en el segundo en que se colocó sobre él. La sorpresa adornó su rostro.
—¿Bruce?
—Necesitarás más que una buena cogida para matarme, Kal-El...
Y eso fue todo lo que el kriptoniano necesitó para volver a lo que estaban haciendo horas antes...
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