Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Primer Beso por Na Na

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Otro OnHyun! Es de mis parejas favoritas, y necesitaba con urgencia escribir algo, y qué mejor que de ellos :D

Espero lo disfruten :3

Notas del capitulo:

JongHyun tiene el cabello rubio

 

A JongHyun le gustaba leer. Su madre le había inculcado la lectura desde pequeño, haciendo que leyera una hoja diaria de los cuentos que ella compraba. Claro que él se quejaba en aquel entonces, pero en la actualidad no podía dejar de leer. Era muy necesario para él. Y sabía que no estaba loco porque conocía a alguien más que sentía lo mismo. 




Y ese alguien más estaba por arrancarse los cabellos. 




JongHyun dejó el libro en la mesita de café, recordando la página en la que se había quedado. No tenía un separador a la mano y no buscaría uno en ese momento. 




— ¿Qué sucede? —preguntó cuándo estuvo al lado de JinKi. 




El mayor tenía la cabeza sobre la mesa del comedor y la laptop a un lado. 




—No puedo con esta escena —respondió, incorporándose en la silla. 




El rubio pudo ver la frustración en el rostro de su pareja y supo que era momento de intervenir. 




—Déjame ver. 




Sin previo aviso, quiso sentarse en las piernas de JinKi, pero la silla estaba muy cerca de la mesa, por lo que el mayor se movió hacia atrás. El bajo se sentó de lado y atrajo el computador hacia él. JinKi le rodeó la cintura con sus brazos y apoyó su barbilla en el hombro del menor. El rubio subió un poco en la página que estaba y leyó en voz alta lo último que había escrito. 




—«SoHee caminó al lado de YunPyo pensando en lo que pasaría. Estaban cada vez más cerca de la puerta, y ella estaba imaginando lo que podría suceder. Un beso era lo que deseaba». Esto es muy cliché —comentó en medio de la lectura. El alto rio entre dientes y lo instó a seguir leyendo—. «Si el beso pasaba, ellos serían pareja». ¿Eso es todo? —preguntó mirándolo con una ceja levantada. 




JinKi asintió. 




—No estoy seguro de cómo continuar —expresó, dejando un beso en el hombro del menor—. Y tampoco sé si reescribir toda la escena anterior para poder acoplar mejor esta. 




El bajo sonrió. Enredó sus brazos en el cuello del castaño y le besó la punta de la nariz. 




— ¿Cuándo debes presentar este capítulo? 




—El lunes. 




JongHyun asintió. Era sábado, casi las diez de la noche. Le sugirió al mayor que tomara un descanso, que si seguía ahí se frustraría más y no avanzaría con nada. Y debía hacerlo, sobre todo cuando la fecha de entrega estaba cerca.  




—Comamos algo —propuso, bloqueando el computador y poniéndose de pie. 




Pudo escuchar al mayor suspirar, pero lo ignoró. Lo tomó de la mano, lo obligó a ponerse de pie y lo llevó hacia la cocina. Podía sentir como el mayor caminaba pesado, y estaba seguro de que empezaría a quejarse. 




—Debería escribir —empezó. 




JongHyun sonrió divertido, pero continuó caminando. 




—Siéntate en la mesada —le indicó a JinKi. 




—Jong… 




—Hazme caso —canturreó con un puchero. 




El mayor no pudo resistirse a tal acción, sonrió y obedeció. Se sentó al lado de la estufa viendo al menor moverse a su lado. 




—Tu escena es cliché, pero esa escena nunca puede faltar  —empezó el bajo sacando pan de la alacena. El mayor asintió, y Jong tomó la funda de pan—. El problema es que no la estás narrando bien. 




El castaño levantó una ceja. 




— ¿Qué? 




—Es muy fría —respondió, tomando mermelada y queso crema del refrigerador—. Solo narras lo de afuera, lo que se ve, no lo que sienten. 




JinKi se quedó pensativo un momento. En ese tiempo, JongHyun aprovechó para hacer emparedados de mermelada y queso crema. Hizo tres, partiendo el tercero a la mitad y colocándolo en un plato junto con uno entero. 




—No entiendo. 




JongHyun empezó a reír entre dientes causando que el escritor frunciera el ceño. 




—¿Qué no entiendes? 




Dejó los utensilios que había usado en el lavadero y se acercó al mayor. Colocó sus manos en los muslos de JinKi y lo miró con una sonrisa suave. 




—Lo que dices, de no narrar lo que sienten. 




JongHyun lo meditó un momento. 




—¿Recuerdas nuestro primer beso? —preguntó levantando la mano hacia el cabello de JinKi y colocando un mechón pequeño tras su oreja. El mayor sonrió, tanto por la acción como por la pregunta, y asintió varias veces—. ¿Recuerdas lo que sentiste? —Esta vez negó. El menor sonrió suavemente—. Entonces hay que recrear la escena —sugirió con entusiasmo. 




El mayor rio divertido y estuvo encantado con la idea. El bajo se alejó de él y tomó los platos. 




—El nuestro no fue en una puerta —comentó el rubio—, creo que estábamos caminando. 




—Camino a tu casa. 




—Camino a mi casa —concordó el menor. 




El rubio dejó los platos en la mesa del comedor y avanzó hacia la puerta de entrada. JinKi lo siguió y se paró a su lado derecho no pudiendo contener sus ganas de sonreír. 




—Veníamos de comer —afirmó el rubio—. Recuerdo que hablábamos de… ¿tu tesis? 




JinKi negó con la cabeza y una suave sonrisa. 




—De la tesis de KyuHyun —replicó—, que la sustentaría al día siguiente. 




—Es verdad. 




Entonces JongHyun empezó a caminar, con las manos en los bolsillos delanteros de los pantalones rasgados que llevaba. JinKi sonrió divertido y lo siguió, emocionado. 




—Caminamos un rato y creo que fue bajo una farola, ¿verdad? —JinKi asintió—. Entonces damos dos vueltas a la sala y nos quedamos bajo la luz del foco del pasillo. 




— ¿Es en serio? —La diversión era palpable en su voz. 




— ¡Oye! —Lo golpeó en el brazo, una sonrisa divertida en sus labios—. Estoy siendo todo lo serio que se puede con respecto a esto. Es para tu libro. 




JinKi intentó no reír, y asintió con una sonrisa chueca. JongHyun rodó los ojos, pero lo ignoró. 




—Y… ¿cómo va la tesis de KyuHyun? 




Pasaron hablando de la tesis de KyuHyun durante el tiempo en que caminaron hacia el foco del pasillo. Aunque se estaban inventando la conversación, fue suficiente para que pudieran entrar en la escena. 




—Espera. 




JinKi tomó a JongHyun del brazo deteniendo su marcha y el menor lo miró curioso. 




—¿Qué sucede? 




—Nada, no sucede nada. —Sonrió. Estaba recordando ese día y, por cómo JongHyun actuaba, también lo hacía—. Es solo que aún no quiero llegar a tu casa —dijo con la voz baja. 




El menor arrugó un poco el ceño. 




—¿Por qué? 




—Por tu mamá. 




El ceño del menor se arrugó aún más, casi logrando juntar sus cejas. 




—¿Qué pasa con ella? —preguntó el rubio a la defensiva. 




—Nada. —El alto hizo ademanes—. Ella me cae muy bien —aclaró nervioso pero sonriendo. 




— ¿Entonces? 




JinKi respiró profundo. Soltó el brazo del menor y se acercó un paso a él. 




—Ella siempre sale a recibirte y para lo que tengo en mente no quiero interrupciones —confesó en un susurro. 




El entrecejo de JongHyun fue alisándose de a poco, dando lugar a una ligera expresión seria en su rostro. El mayor se acercó un poco más, invadiendo su espacio personal. Aunque lo sentía raro, podía imaginarse en la calle, con la noche sobre ellos, resguardados de la oscuridad por la luz de la farola. 




— ¿Interrupciones? —balbuceó el menor. 




JinKi pudo ver como la respiración le cambiaba. Entonces reparó en la suya, notando que estaba ligeramente acelerada; aunque lo que estaba acelerado era su corazón.  




Asintió ante la pregunta del menor y con temor elevó la mano hacia la mejilla ajena, acunándola suavemente. Sintió la tibia piel de JongHyun en su palma, calmando el ligero temblor que lo atormentaba. El bajo respiró profundo y luego dejó salir el aire por entre los labios. JinKi se fijó en ellos: se veían rosas, carnosos y deseables, y por un momento pensó en cómo se sentiría probarlos. Tragó en grueso notando una ligera sed, una creciente ansiedad. 




El mayor dio un corto paso, el espacio personal siendo un concepto desconocido en ese momento. Debido a la diferencia de alturas, el rubio elevó un poco su cabeza mientras que JinKi bajó un poco la suya, tan solo para no perder el contacto visual. Los ojos de JongHyun tenían un brillo que no estaba seguro de haber visto antes, pero le gustaba. 




Movió su pulgar con lentitud, acariciando con suavidad la mejilla del chico. El menor cerró los ojos ante el toque, abandonándose a la sensación de calidez que la acción le provocaba. El alto deslizó su dedo hacia la comisura de su labio. JongHyun los entreabrió un poco más, y JinKi pudo vislumbrar un poco de la perfecta dentadura del rubio. 




No detuvo el impulso y el deseo de acariciar el labio inferior del menor con su dedo. Lo movió despacio, estirándolo un poco. Nunca antes había sentido tal impulso, pero tener a JongHyun casi a su merced lo estaba haciendo perder la cordura. 




—Eso no pasó ese día —masculló el menor. 




Las palabras del rubio chocaron contra sus labios aumentando sus ganas de besarlo, haciéndolas casi insoportables. 




—No me importa —musitó, cerró los ojos y eliminó la distancia que los separaba. 




JongHyun inhaló fuerte cuando los labios de JinKi se encontraron con los suyos. Había deseado besarlos desde que lo tuvo cerca, y al sentirlos pudo corroborar lo esponjosos y suaves que se veían. 




JinKi se acercó y pasó su mano libre por la cintura del menor para atraerlo más a él, la calidez de su cuerpo contagiando al suyo. Deslizó su mano hacia el cuello, incluso llevándola hacia la nuca. Eso hizo que Jong elevara más la cabeza, provocando que sus bocas se acomodaran de mejor manera. El alto aprovechó para profundizar el beso, moviendo sus labios. Sintió la mano del menor apoyarse en su antebrazo, cómo se aferraba a él y cómo su piel quemaba. 




Los labios de Jong se movían sobre los suyos, pero era un movimiento lento, sensual, casi decadente. 




JinKi quería más. 




Atrajo aún más a JongHyun, siendo capaz de sentir la firmeza de su abdomen contra el suyo, la tensión en los músculos de su espalda, el roce del cabello en sus dedos. Estaba dejándose envolver por la sensación de la cercanía del rubio, y no pretendía detenerse. En medio del mar de sensaciones pudo sentir la mano del menor subir por su pecho hasta su hombro, despacio, erizando su piel, cambiando más su respiración, para finalizar aferrándose a su camisa. El mayor subió su mano al cabello de su novio, hundiendo sus dedos en la suavidad de las rubias hebras.  




JinKi deseaba saborear toda su boca que introdujo su lengua, acariciando a la de su pareja. JongHyun emitió un sonido gutural, y el escritor lo sintió aferrarse a su cabello e iniciar una batalla con su lengua, y no sabía si perder o ganar; disfrutaba con ambas opciones. 




No pudo evitarlo, pero JongHyun se separó de él tan solo unos milímetros, de manera lenta. JinKi, aún sin abrir los ojos, sentía el aliento del menor contra sus labios y ansiaba la calidez y humedad de la cual había sido separado. 




—Por esto no querías interrupciones —murmuró el rubio. El mayor susurró muy bajo una afirmación. No quería hablar, quería más de JongHyun. 




Estuvo por juntar sus labios de nuevo, pero el sonido del teléfono móvil del menor los detuvo. Jong rio entre dientes y se separó del alto. JinKi, no queriendo romper el momento, lo atrajo de nuevo de la cintura. 




—Debo contestar —replicó el rubio—. Puede ser importante. 




El mayor suspiró rendido y lo soltó de a poco. JongHyun sonrió divertido y fue hacia la sala, tomando su teléfono móvil. Miró la pantalla y su sonrisa divertida se acentuó al ver quién era. 




—Es mi mamá —dijo mirando a su pareja, quien continuaba en el pasillo. 




El escritor pudo ver a su novio caminando hacia el comedor, sentarse y comer lo que había preparado. JinKi sabía que Jong no regresaría al pasillo, pero él se quedó ahí, con la esperanza de que lo viera y fuera hacia él. Se apoyó en la pared y se cruzó de brazos. Cuando lo vio terminar la llamada y quedarse en el comedor, levantó una ceja. 




— ¿No vendrás? —quiso saber. 




JongHyun lo miró, sus mejillas llenas por la comida. Lo miró curioso y JinKi sonrió enternecido ante la escena. 




—Dejamos un beso a medias —comentó el escritor. 




—Y tú una escena —replicó el menor señalando la computadora con la cabeza, terminando su emparedado. 




JinKi rodó los ojos y fue hacia el comedor con pocas ganas. Apoyó con ímpetu una de sus manos en la mesa, con la palma completamente abierta y bajo la mirada de JongHyun cerró su computador con fuerza, provocando un respingo en el menor. 




— ¿Qué haces? —El rubio tenía el ceño fruncido. 




El mayor se acercó a él, lo tomó de la barbilla con dos dedos y lo besó con un suave roce. JongHyun dejó su comida en el plato y quiso tomar el rostro de JinKi para profundizar el beso, pero el alto se alejó de él tan pronto hizo el intento. El rubio lo miró confundido. 




—Termino lo que empezamos —murmuró el alto, mirando sus ojos oscuros. Le sonrió coqueto y estuvo por alejarse y quitar sus dedos cuando sintió las manos contrarias subir hacia su cuello y rodearlo. 




JongHyun se puso de pie y se pegó a su novio. 




—No creo que haya terminado —contestó para luego besarlo. 




JinKi sonrió en medio del beso, triunfante, mientras se dirigían hacia la habitación.  

Notas finales:

Muchas gracias por leer! :D

Espero les haya gustado y les haya desestrezado un poco :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).