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Corazón Viviente por alex solano

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Que no cunda el pánico...

No había hecho esto a la ligera, se aseguro primero que su madre haya viajado en plan de negocios a Francia, así que si el cabeza pelona se enteraba de su osadía de besar a un impuro no la castigaría, además... entre mortifagos era bien entendido que el Lord violaba a impuros de la sangre. No... el castigo no lo recibiría su madre, lo recibiría el directamente, y no sabia porque, pero el haber hecho eso le hizo sentirse poderoso, rebelde a la causa del lord, aunque claro, se gano un castigo de hacer un ensayo de 20 centímetros de la profesora-necesito-una-cogida-McGonagall, hubiera llegado a peores de no ser por el director que se le veía divertido por lo que tenia que hacer para acabar con su proyecto.

Había hecho historia, creía que mas escandalo que Potter cuando su nombre apareció en el cáliz, el grito de asombro tan pronto beso al licántropo juro que le había freído los tímpanos a la gata del conserje. Tan pronto se había separado los ojos ámbar lo miraron tan sorprendidos que no se creía que lo había hecho. Ya se avergonzó públicamente, y una parte de él dormida se prendió, algo tan Gryffindor dentro de su alma se prendió, disfrutando quebrar los ideales inculcados por su padre. Le dijo que no era gay, pero estaba más bueno que la tarta de melaza. Obviamente toda su mesa estallo en carcajadas, algunos seguidores de Voldemort que eran pocos lo miraron con odio, los Hufflepuff amantes de sentimientos tan cursis reacción de la mejor manera, Ravenclaw se estaba revisando la vista si era de verdad el príncipe de las serpientes, ni decir que los leones, unos no sabían que hacer, una parte le silbaba burlón, otra lo odiaba por meterse con su querido profesor favorito.

Antes que dijera algo el licántropo fue reprendido por McGonagall, que lo arrastro por el brazo hacia la oficina de Snape que no había bajado a cenar ese día.

No miro atrás, pero sonrió, y el ataque de risa le hizo pensar a la maestra si debía llevarlo primero a un sanatorio mental.

Se sentía liberador, se sentía tan bien, se sentía tan rebelde y poderoso, ¿así era como se sentía el trio dorado? Siendo una serpiente que siempre vela por su conveniencia, educado como príncipe para cuidar siempre sus acciones, hacer algo fuera de si mismo le hizo darse cuenta estaba vivo.

Antes de dormir, con el castigo casi grabado en sus oídos, desplego su halcón en vuelo hacia sanmungo, con un ramillete de orquídeas en símbolo de perdón a Katie Bell.

 

 

-¡firmas! ¡firmas para derrocar a Dumbledore! -

-¿ahora nos volvimos movimiento de golpe de estado? ¿Cuándo se volvió esto en una anarquía? - pregunto Zabini, mirando de reojo a un prefecto Gryffindor que los observaba fulminante.

-¿debe haber razón? Me gusta- encogió de hombros Pansy, con una tableta con pergamino a la mano. La corbata atada a su frente, con el camisón mal encajado y túnica abierta le daba los aires de rebeldía al reglamento.

Él ni loco se quitaría su camisa manga larga, no sin exponer la marca tenebrosa. Estando en estos tiempos era mejor bajarle su misión con el armario, no quería levantar mas sospechas, especialmente de Potter.

El libro que estaba leyendo las paginas comenzaron a doblarse, desprendiéndose del anillado, formándose en origami, construyendo la conocida paloma de esta mañana, sin dudarlo le lanzo un hechizo, quemándola antes que prendieran vuelo, no debía alarmarse, las paginas volverán a su libro después que acaba el conjuro, como si nunca hubieran sido carbonizadas.

Pansy levanto la ceja ante eso, sabiendo que tenía a alguien que le gustaba, pero no su identidad.

Pensaron que seria buena idea que siendo hoy el partido de Hufflepuff contra Ravenclaw reuniría buen numero de estudiantes al termino, ubicándose en el camino del campo al castillo, en las rocas.

Si el hechizo no estaba encargando de distraer las malas aguas de afuera, el estaba haciendo el trabajo por completo.

El desayuno no fue más que obvio la exagerada atención en su persona, no sabia si la ausencia del licántropo en la mesa fue a causa de lo de anoche, pero mejor que evitarse miradas incomodas.

-Cho me esta mirando feo- murmuro Blaise.

-déjala, no supera aun no le Diggory, pero acoston si ha buscado, es zorra-

-una zorra hablando de zorras- murmuro el albino.

-no cariño, lo mío es porque me gusta, no busco por consuelo, ella es zorra zorra zorrisima-

-tome un galeón y mueve ese culo cariño- lanzo el moreno a la femenina, que comenzó a mover las caderas en plan de baile ante las risas de sus amigos.

Pansy miro ilusionada su nombre escrito en la palma del rubio, sonriéndole conmovida, enseñando también la delicada suya, con Draco Malfoy en su fina caligrafía en ella.

Draco le devolvió el gesto con su blanca dentadura, ¿para qué ocultar la mano?

El montón de alumnos caminando hacia el castillo aviso que ya había terminado el partido. Blaise se ubico en el otro lado del sendero, el junto con Pansy comenzaron su usual discurso para llamar interesados en firmar.

¿Qué prometiera otro espectáculo para conseguir firmas? No gracias, no era un fácil y vendido.

Aun con los encantos de Pansy solo pudieron recolectar 26 firmas entre los tres hasta ahora, pensaba que con lo hecho ayer podía superar los 40 pero estaba equivocado, y la razón de ello estaba en sus narices...

Hermione Granger ha lanzado su contra campaña, diciendo con voz alta el no contra la eliminación del encantamiento.

No pensó que lo haría, pero no era tampoco inesperado...

No podía echarla, seria algo grave contra su reunión de firmas, así que tendría que idear una forma de conseguir mas personas, la influencia del trio de oro era mucha, pero...

-¡1 Sickle por firma!-

Las personas siempre eran codiciosas, solo por una miserable moneda los tenia comiendo de la palma de la mano, Pansy tuvo que agarrase la falda por lo estudiantes hambrientos

Él tenia el poder del dinero...

-¡eso es jugar sucio Malfoy!-

-lo es cuando lanzaste tu contra campaña cuando no está permitido- recrimino.

Unas chispas rojas en el cielo llamaron la atención de todos, parando toda actividad, pensando que había algún ataque de mortifagos.

Draco entrecerró los ojos retador al reconocer la varita del mago donde provino.

Harry Potter...

El moreno se abrió paso entre la gente, con la mirada verde tras los lentes penetrante en su persona parada en la roca.

-¿acaso necesitas dinero para ganar Malfoy? No creí de verdad que necesitaras una sucia moneda para ganar- el olor a reto en sus palabras la aspiro como droga.

-¿me estas probando san Potter? No necesite siquiera sudar para que la sabelotodo se sintiera amenazada, ¿temen que los baje de su pedestal? ¿Qué acabe con su favoritismo? - se acercó al encuentro con barbilla en alto, sintiendo el corazón latir deprisa.

-¡no es cierto!- grito la leona.

-¿no? Sabiendo que ese tal Creavy quiere ese ridículo club de fotografía desde hace meses y tan solo con un chasquido ustedes tienen lo que quieren... eso me suena a privilegiados de ese vejete- los U en las bocas de los demás no se hicieron esperar, susurrando entre sí.

-no sabes de lo que hablas- gruño el moreno.

-¿no? ¿acaso...hay otra razón por la cual se debe lanzar el hechizo? ¿Qué es tan importante que se cumpla? ¿hay algo de particular interés? - pregunto insinuante, sabía muy bien que esos tres no creían en cursilerías como esa, algo tras fondo debe estar, e intuía lo que era.

Los puños apretados del de lentes le dio un afirmativo, comenzando hablar la muchedumbre.

-como decía, no necesito sobornos para ganar, esa maldita cursilería de Muggles se acabará-

-¿y no quieres probarlo?- el brillo del reto en los ojos verdes le hizo saber que le quería tocar las pelotas, probándolo si era tan cobarde para no arriesgarse a perder. El corazón palpitaba a mil, recorriendo con sus ojos grises el rostro del moreno, con sus ojos verdes de encanto, los labios rosados, el cabello tan indomable como su alma de león. Una cosa que aun ama de ese colegio son los retos difíciles, y ese león siempre se le ha enfrentado.

-Harry no...-

Draco entrecerró los ojos, la mirada verde con la tormenta les comunico todo lo que querían saber...

-el partido de Gryffindor contra Slytherin, si yo gano... harás que toda tu manada de gatos con completo suicida firme, desde primero hasta último año, además claro que te arrodillaras ante mi después de terminar el partido, por supuesto ustedes utilizaran la bufanda verde en todos nuestros partidos. Si tú ganas... dejare todo esto, les compraremos una docena de cajas de Whysky de fuego más... tarea de pociones por dos semanas y... mi emblema familiar- señalo el collar del escudo de su familia en su cuello.

Sus compañeros sangre pura y el pelirrojo ahogaron un jadeo, sabiendo lo que simboliza ese escudo para una familia tan antigua como lo era del rubio.

Las miradas de sus escuderos le decían que no aceptara, pero Harry no dejo de mirar los ojos grises del Malfoy, que le mantenía con esa misma chispa de rivalidad después de tantos años.

-Trato Malfoy- escupió en su palma, tendiéndola.

Miro con asco tal acción, pero sabia que el moreno evaluaba que tan lejos podía llegar.

Llegará mas lejos que la misma maldita estrella del norte...

-Hecho- no almendró, escupiéndola igual, estrechándola, aguantando el asco por dentro.

-púdrete-

-muérete-

-Huron rabioso-

-cara cortada-

- serpiente rastrera-

-cabeza de palma-

Se miraron una vez mas a los ojos antes de dar media vuelta, caminando en direcciones opuestas, seguido de sus compañeros serpientes confundidos y ansiosos.

-Draco, el colegio esta para otro lado-

-lo sé, solo quería verme bien en mi salida- reconoció, dándole un temblor de desagrado ante la sensación viscosa de la saliva en su mano.

-que asco, aun no me creo que hayas hecho eso- arrugo la nariz Blaise, apuntando un Aguamenti en la mano del Slytherin.

-ni yo-

-¿arrojaras 157 firmas por un partido? No me lo tomes a mal, pero es Potter a quien desafiaste, en clases no te superaría ni en mil años y algunas cosas mas fuera de ellas, pero en quidditch... ¿te has vuelto loco? - le reprendió el italiano.

-pero si no me apresuro nunca tendré las suficientes antes del 13, toda su maldita casa equivale a las que necesitamos y sobran- se seco la mano con su pañuelo grabado con sus iniciales.

-desde que ese cuatro ojos monto una escoba solo Slytherin ha ganados 7 partidos en casi 6 años, ¿ganarle a una racha como esa? ¡eres un puto Slytherin Draco! ¡debiste escoger otro reto que puedas ganar asegurado!-

-no lo entenderías...- dijo el rubio guardando los pergaminos en su bolso, con dirección al castillo.

-no, la verdad es que no, explícame-

-es difícil de explicar, solo...¿confía en mi si?-

-¿así como tu confías en mí?- recrimino.

Golpe bajo...

Sabia a lo que se refería, y no hablaría.

-si ya dejaron de compararse penes, ¿Cómo demonios estas seguro de tener oportunidad? Ni siquiera estas en el equipo luego que te retiraste y mandaste al diablo a Harper- espeto Pansy.

-si hay algo en ese equipo es la maldita desesperación por ganar y competir contra los gatos mal cogidos, y yo querida, en mi mandato pude ganar 7 partidos contra ellos, me aceptaran a primeras, si no...- a la amenaza en el aire les quedo en claro.

 


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