Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Down we fall por Angel-Moon17

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

—¿Señor, cree que es una buena idea el ingreso de un nuevo alumno a estas alturas del año? —Faltaba un poco más de un mes para terminar el primer semestre y era raro aceptar a alguien nuevo.

—¡Por supuesto que no! —dijo mirando bastante enojado el director, si fuera por él, no hubiera aceptado a nadie. A él no lo compraban en comparación del superintendente—. ¿Has siquiera leído su xpediente? Ese chico es la definición de problemas.

—Entonces por qué…

—Porque el idiota del superintendente quedó deslumbrado con la generosa “donación” que hizo el señor Stark a nuestro establecimiento, y nos obligó a aceptarlo. Así que espero que seas capaz de controlarlo porque poder deshacernos de él, no va a hacer fácil, si cada vez que él haga algún destrozo, el señor Stark va a donar dinero como en los otros colegios, el superintendente no nos va a dejar expulsarlo.

—Entendido señor, en cuanto pueda le voy a establecer las reglas, para que sepa que en esta escuela no va a hacer lo que quiera, y que, si llega a hacer algo, habrá consecuencias —Coulson salió de la oficina con una nueva misión para mañana ¡Dios! No le pagaban lo suficiente para tener que hacer frente a estas cosas. Perder el tiempo con un mocoso, no era para nada algo que quisiera hacer, ya tenía suficientes dificultades con los alumnos que ya estaban en este colegio, para agregar a alguien más a su ya larga lista de problemas.

Esperaba de todo corazón que Stark se lograra controlar mañana, puesto que era el primer día de clases aquí para él. Mucho problema no podía causar ¿cierto?

Oh… Si tan solo no hubiera pensado en esas últimas palabras.

.

.

En una de esas raras ocasiones Howard Stark, se encontraba en su casa a la hora de comer, así que entró al comedor y se sentó a la mesa a esperar a que su mayordomo, Edwin Jarvis, le sirviera la comida.

Cuando se llevó una de las copas que estaba en la mesa a la boca para tomar un poco de agua, se acordó de que hoy era martes, y había algo que no concordaba del todo, algo estaba fuera de lugar… ¡Ah! Sí, eso era.

—¿Qué haces en casa a esta hora? ¿No deberías estar en clases? —Howard le preguntó a su hijo, mientras que el mayordomo comenzó a servirle un poco de vino en una copa y la merienda.

—Me expulsaron.

Cierto, ya lo había olvidado. Jarvis le había dicho anoche, solo que voló de su mente tan rápido como había llegado. No era una novedad que a Anthony lo expulsaran. Su comportamiento errático y díscolo solía hacer eso.

—Correcto ¡Jarvis! ¿Ya te encargaste de buscarle un nuevo colegio?

—Por supuesto que sí, señor. Lo aceptaron en High School Shield. Comienza mañana.

—¿Eh? Eso fue rápido, por lo general te demoras más —dijo Tony. Y el que tenía ganas de avanzar en su proyecto, bueno él podía hacerlo en las clases, no es como si fuera a poner atención de todos modos. Su nuevo proyecto era lo más importante en este momento.

—¿Y dónde queda este colegio? Su nombre no me es familiar.

—Es el colegio al que va mi sobrina Virginia, señor. Queda en Brooklyn.

—Espera, espera, espera —Tony se levantó de su silla y comenzó a gesticular con sus manos con exageración—. ¿No me digas que es un colegio público? ¿Lo qué está mal contigo Jarvis? No puedo ir a un colegio público, los laboratorios van a ser risibles, y acaso tienen Wi-Fi, por no hablar de los profesores, que estoy seguro…

—Fue el único colegio que estaba dispuesto a aceptarlo joven Anthony —Tony quedó atónito ¿Qué mierda?

—Pero, pero… No puedo ir a un colegio público ¡Howard! ¿No tienes nada que decir a esto?

—Deja de hacer tanto escándalo, Anthony —dijo Howard, mientras comía tranquilamente—. Es tu culpa el no saber controlarte y lograr que te expulsen. Además, cualquier laboratorio de cualquier instituto es risible comparado a los que tienes en casa, y tú siempre tienes conexión a Internet en tu celular, no sé para qué quieres Wi-Fi.

—Lo que pasa es que…

—Es que nada. Si estás yendo a un instituto a esta edad, en vez de estar en la universidad, con tu intelecto, es solo porque era un capricho de tu madre que acepté cumplir para que tuvieras una “adolescencia normal”, según sus palabras. Si vas a una buena escuela o no, me da exactamente igual.

—Es uno de los mejores colegios públicos que existen, señor.

—Como dije, no me interesa, puesto que pase lo que pase, ya estás aceptado en el MIT. Terminar la preparatoria, no es más que un mero trámite.

Tony estaba indignado ¡Esto era un complot! No podía ser nada más. Era un castigo cruel del universo, que quería hacerlo sufrir. Howard terminó de comer y se levantó de la mesa.

—Me voy a Industrias Stark. No me esperes a cenar, Jarvis. Lo más probable es que coma fuera —Howard se fue. Como siempre, cada vez que Tony estaba en casa, su padre mágicamente tenía asuntos urgentes que resolver en la empresa.

Tony se sentó pesadamente en su silla.

—Hubiera preferido que me inscribieras en un internado lo más alejado de casa posible, Jarvis —El mayordomo se sentó a la mesa, frente a Tony.

—Tony, tú sabes que hace tiempo los internados dejaron de aceptarte. Nadie quiere lidiar con tus “experimentos” —Sin poder evitarlo, Tony sonrió.

— Lo sé, pero, aun así.

—Te conozco. Por qué mejor no me dices, ¿cuál es el verdadero problema? —Tony suspiró.

—¿En realidad? Nada. Ya lo escuchaste ¿no? Ni siquiera le importa.

—Tony…

—Sí, sí, en realidad sí le interesa, solo es que no lo sabe demostrar. Blah, blah, blah. Como sea. Por que mejor no me dices la verdadera razón de por qué me inscribiste en ese instituto.

—Porque conoces a Pepper, y ella te cae bien, y pensé que quizás te gustaría estar en un colegio donde ya conocieras a alguien.

—Gracias, Jarvis ¿Te he dicho que eres el mejor?

—No lo suficientemente seguido, señor. Ahora, termina de comer Tony. Casi no has tocado tu plato.

Sintiéndose mucho mejor a comparación de cuando Howard entró al comedor, comenzó a comer. Su padre siempre ha tenido un don para quitarle el apetito.

.

.

—Tony, es tarde. Deberías estar durmiendo, mañana tienes clases —dijo Jarvis, mientras entraba al laboratorio de Tony.

—¿Eh? ¿Qué hora es?

—Las 1:30 am.

—Vaya… —Tony siguió trabajando en su programa como si nada hubiera pasado. Tenía la idea general de lo que quería hacer, pero aún había algo que le faltaba, y eso le molestaba muchísimo. Quizás si él…

—¡Tony!

—¿Qué?

—¿Escuchaste lo que te dije?

—… ¿Si? —respondió un poco dubitativo.

Jarvis suspiró.

A veces, él deseaba que Tony no se obsesionara tanto con las cosas que haces, pero “De tal palo tal astilla”.  Así que tuvo que ponerse firme, casi obligar a Tony a apagar su computadora y mandarlo a acostar.

—¡Bien, Jarvis! Tú ganas. Pero te aviso que va a quedar escrito para la posteridad, que, si tú me evitaste hacer uno de los descubrimientos más asombrosos de la historia de la humanidad, porque quieres que vaya a “dormir” -lo que está sumamente sobrevalorado, déjame decirte- quedas advertido en que todo el mundo en el futuro te va odiar —Jarvis lo dejo despotricar mientras lo seguía hasta su habitación para asegurar de que en verdad se iba a dormir. Cuando ya estaba seguro que Tony estaba en el reino de los sueños se fue a su cuarto.

Si Tony no fuera tan entrañable, sería muy irritante, y este empleo no valdría la pena.

Era una suerte que Tony sí lo valía.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).