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Soul Sphere por AustralianRick

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Existía, estaba vivo. Podía hablar y podía moverse ¿Pero con qué fin? Eso era todo lo que había sido su vida, un par de palabras y unas cuantas acciones.

Un hoyo negro apareció en el suelo del calabozo y de él emergieron dos pelinegros. El más tranquilo miro a los alrededores un poco decepcionado y empezó la caminata haciéndole una señal al otro para que lo siga. El joven un poco confundido miraba a sus alrededores ligeramente alterado y pronto pareció tranquilizarse, pero antes de seguir al otro volteo una vez más un poco preocupado.

Los pelinegros caminaban a través de los pasadizos del calabozo. Caminaban girando cada cierto tiempo. Demian dejaba marcas rojo brillante en las esquinas, mientras Antony se veía tenso.

- Oye... ¿A dónde vamos? – Miro a Demian el cual se veía aburrido y caminaba desganado. No había mucha luz más que las antorchas con las que se cruzaban ocasionalmente, pero podía ver que Demian era realmente pálido, pero bastante normal, excepto por los cuernos.

- bostezo – Sería bueno saberlo – Gira a mirarlo por un instante - Pensé que trayéndote conmigo y usando tus recuerdos llegaríamos directo a nuestro objetivo. Supongo que era esperar demasiado– La gran aventura que le esperaba, caminar en un callejón oscuro con un pelinegro sin mucha gracia. Otra cosa que podía hacer a unas casas de la suya y con más interés.

- Eso quería saber ¿Qué hacemos exactamente acá? Dijiste algo de buscar a alguien ¿A quién y porque en el calabozo? – Había regresado otra vez al calabozo, se podría decir que por voluntad propia. Andaba con un demonio y no tenía idea de dónde podía estar Kris, lo único seguro es que había acabado metido en el hueco negro. Debía aprovechar la tranquilidad momentánea que parecía tener y tal vez preguntarle a Demian, sin tocar el tema que alteraba al caballero.

- Sé que todo esto es nuevo y todo eso. Pero por el momento estarás bien con saber que es un nuevo compañero, relativamente importante se podría decir.

- ¿Uno nuevo, algo así como el caballero? – No tenía nada serio contra Kris, pero en verdad dos del mismo sería demasiado. Aunque técnicamente Demian también sería su "compañero" a su manera. Si iba ser así, no estaba tan mal.

- No lo sabré, no hasta llegar. Tengo algunas respuestas, pero no todas. Aunque no creo que sea como el caballero... Con suerte – La balanza no requería otro como el caballero ¿O sí? Aún tenía tiempo para regresar a su casa si eso era lo que le esperaba. Si bien el caballero era más interesante que la propia perturbación, no valía tanto como para aguantarlo doblemente – Tú no tienes ninguna habilidad ¿No es así? – si bien creía conocer la respuesta, aun no perdía la expectativa de ser sorprendido.

Antony miro a Demian, al parecer este tampoco parecía tener intenciones de soportar a dos Kris. En su voz lograba sentir cierta expectativa. Técnicamente se trataba de la famosa perturbación, no lo podía culpar. Aunque fuera algo ajeno para él hasta hace unos momentos.

- Pues no entiendo mucho de las habilidades o talentos como les llama Kris. Pero no, no tengo ninguno que yo conozca...

- suspiro – Tranquilo, es una cosa menos de la que preocuparte créeme – Miro un rato al chico, se le veía un poco tenso ¿Preocupado de haberlo decepcionado? Claro que lo estaba, pero desde hace rato. Pero aún confiaba en algo que estaba más allá de las capacidades del chico sin gracia, la leyenda de que la perturbación tenía el poder de cambiar el universo. Si a esto le agregaba la "ira" algo interesante podía pasar. Pronto se encontró con el chico que lo miraba curioso, claro no había terminado de justificar la inutilidad de este – Como tú lo vez, es algo asombroso, controlar los elementos, poderes, energías y etc. Pero con el tiempo deja de serlo y es parte de tu día a día y te carga con responsabilidades... Si quieres saber más, yo te puedo ayudar. No es que tengamos algo que hacer aparte de caminar sin rumbo fijo.

- No, así está bien. Esperare que llegue el momento para eso – Sabía que Kris no estaba, pero aun quería arreglar eso con el mismo Kris. Era algo importante para Kris – Más bien, eso de caminar sin rumbo... Solo conozco a una persona que podría estar en una celda de por acá.

- ¿Todo este tiempo has sabido donde es? – Miro de reojo a Antony con cierto enojo y frustración. Mejor se hubiera quedado en la tierra. Esperaba que el caballero lo abandonara. Porque si tenía que aguantar a otro parecido al caballero o al pelinegro, aunque sea por ratos...

- No, espera, no te enojes. No sé dónde es exactamente, no estaba prestando mucha atención cuando la vi, pero si se cual es – No sabía que pasaría si lograba enojar a Demian. A diferencia del otro ser, Demian podría tratar de deshacerse el sin necesariamente estar enojado - Es una celda con muchos pergaminos y Lorlelaine dijo que era un criminal que siempre había estado preso – Este demonio planeaba soltar a un criminal, pero de alguna manera tenía más sentido que si lo hubiera propuesto el caballero - ¿El caballero también está en este lugar?

- Si encierras a alguien "toda su vida" nunca cometió ningún crimen – suspiro. Cuando escucho que todo el calabozo era para un único criminal, sus expectativas subieron tan rápidamente como bajaron. Al menos, aún en el calabozo podía disfrutar un poco de tranquilidad y el chico no lo interrumpió más de lo necesario – Si, supongo. Su extraña obsesión y aquella marca brillante le permitió meterse en el charco negro – Conocía pocas marcas que permitiesen alterar el poder de otras criaturas de manera natural. Sin duda el caballero era más intrigante que la "perturbación" - Debe estar vagando en este calabozo, fácil buscándonos.

- Espera, creo que se cómo llegar ¿Puedes usar ese truco otra vez? Hay un lugar desde donde si me puedo ubicar – Debía aprovechar su tiempo sin el caballero, ya luego podía arreglárselas para encontrarlo.

Una puerta de luz se abrió al lado de ellos, soltando un sonido de brillos. Demian miraba la situación con cansancio, la tranquilidad no duraba mucho en estos lugares. Antony estaba mirando con asombro y estupefacción la figura que aparecía cerca de ellos, pronto los dedos de Demian su apoyaron en su frente.

- Esta bien, parece que no me queda más que creerte. "Tentaciones de la noche" sub orden 3, articulo 2 "Viaje de sueño nocturno " – Pronto se empezaron a hundir en un agujero negro en el suelo, mientras dejaba una marca roja un poco más grande en el suelo antes de desaparecer completamente.

Del portal de Luz salió un joven de pantalones blancos y camisa azul, que miraba el alrededor antes de salir.

- ¿Acá? ¿Enserio, de vuelta acá? – Con un tronar de sus dedos creo una luz flotante en su mano – SI iba acabar acá, me pude haber ahorrado la humillación de seguir al demonio. Pero hay alguien que tengo que encontrar antes que el demonio y sé que esta acá – Tenía planeado tratar de convivir con la perturbación, era mejor tenerlo cerca. Pero antes tenía que ajustar unas cuentas – "El camino que guía a los portadores de luz" Te arrepentirás de haber absorbido la luz que cree – una línea recta apareció frente a Charlie y empezó a crecer y girar por los pasillos. Charlie desplego sus alas – Caballero.

Charlie desplego huelo rápidamente siguiendo la línea, en su recorrido sentía cierta esencia oscura. Los dos pelinegros aparecieron frente a una celda abierta la cual Antony parecía reconocer, pero dentro de la celda había una silueta sentada.

- Esto se va a poner bastante problemático, esperare... Por ahí – Su cuerpo empezó a mezclarse con las sombras originadas por los muros.

- Espera –Trato de llamar su atención, pero silencio cuando se dio cuenta que podía alertar al extraño sujeto. Si es que ya no lo había hecho – No puedes dejarme con un extraño – murmuraba tratando de no ser escuchado

Demian solo pensaba en lo bueno que sería si fuera un desconocido, sería más interesante y menos cansado. La silueta se puso de pie para susto de Antony que trataba de retroceder lentamente, pero ya era tarde. Cuando dio vuelta para tratar de correr, pensando en porque estas cosas le pasaban a él, fue sujetado por su brazo sin mucha fuerza.

- ¿Extraño? ¿Cómo puedes desconocer a tu amo y referiste a el de tal manera? Digo lo de "Kris mi guardián" o "el brillante caballero" era pasable.

Las ganas de correr de Antony desaparecieron por un instante al reconocer la voz, pero pronto decidió que tal vez podía escapar y descansar un rato más.

- ¿Como, como es que estabas acá y porque estabas sentado tranquilamente? – Por lo que conocía al caballero, pensaba que estaría recorriendo todo el calabozo causando destrozos. No esperaba que estuviera centrado tranquilamente como si nada importara.

- Te esperaba – dijo con obviedad, mientras aun sostenía al chico.

- ¿Como que me esperabas, como sabias que vendría a esta celda? – Dejo de hacer fuerza, si bien sabía desde el comienzo que era inútil aun así debía intentar. Pero ¿Qué hacía Kris hay?

- No precisamente a esta celda, sabía que vendrías hacia mí. Aunque te tardaste lo tuyo eh sirviente, al menos para algo sirvió el compañerito. Por cierto ¿Dónde está? – miraba a los alrededores con curiosidad, no veía a nadie más que a su sirviente –

- ¿Como que vendría hacia ti? Me pude haber saltado todo esto y dejarte esperando para siempre sabes. Por curiosidad ¿Cuándo apareciste en el calabozo dónde fue?

- Fue acá, claramente una señal de que tu vendidas hacia mí. Porque mi sirviente, esta es nuestra celda – mostraba la celda de donde había salido con aires de victoria - Cosas del destino ¿no crees? – Miraba con tranquilidad a su sirviente, el vínculo se lo había traído de vuelta. No puede negar que por una milésima de segundo pensó que tal vez no regresaría hacia él, pero no podía subestimar el poder del lazo amo sirviente.

- Cual destino, este era el único lugar desde el cual me podía ubicar para ir a donde Demian quiera que lo lleve. Por eso le dije que sería buena idea que vengamos hasta acá – Si a esto se refería Demian con problemático, en parte era cierto pero un poco exagerado.

- Es nuestro vinculo, que me llevo directamente al lugar donde tu irías...

Kris trataba de ufanarse de su vínculo con su sirviente, pero pronto se dio cuenta que este se marchaba mirando hacia los lados mientras llamaba por el demonio ¿Qué clase de falta de respeto era esa? Antes de poder recriminarle sintió una fuerza acercarse rápidamente y con agresividad. Una fuerza conocida, pronto se apresuró para llegar donde Antony y colocarse frente a él.

- Detente un rato sirviente... Se acerca.

Antony sin darse cuenta tenia a Kris delante en guardia y con el escudo que había visto tiempo atrás en su brazo derecho. No entendía que pasaba, pero en momentos así sentía poder confiar en el juicio de Kris. Cuando se comportaba de manera seria parecía otra persona.

- Quien...

- Problemas, eso es lo único que se puede acercar – Una voz sonó en los muros cerca de ellos, pero se escuchaba distante a su vez.

- ¿Demian? ¿Estás aquí? ¿Con problemático te referías a peligroso... - pronto vio como una flecha en el piso se acercaba hacia ellos a gran velocidad y siguiéndola estaba un ser con alas blanca que emanaba Luz volando a velocidad – ¿Ese es el Ángel? – No entendía muy bien que hacía en el calabozo, pero suponía que lo mismo que Demian, pero más importante era por qué se veía tan acelerado.

Charlie logro visualizar al final de la flecha al caballero cargando un escudo grande, largo y brillante. Si pensaba que eso lo iba a proteger de su redención, disfrutaría mostrándole lo equivocado que estaba – CABALLERO – Gritó, al fin lo había encontrado luego de unos minutos de su valioso tiempo perdido. Ya había logrado entender un poco la situación, pero él tenía un sinfín de cartas para usar contra seres sin gracia divina – "Revolución lumi... - Con gran emoción su palma empezaba a brillar mientras los pasadizos emanaban vientos por la velocidad de su vuelo. Pero a unos metros del caballero logró avistar a la perturbación. Si bien aún podía deshacerse del caballero y tomar a la perturbación, de mala gana. Sabía que así no funcionarían las cosas. Tenía que intentar convivir con este aun si eso significaba posponer por el momento deshacerse del caballero que había mancillado se divina imagen. Antes de llegar donde ellos frenó de golpe soltando fuertes ráfagas de viento por la fuerza, para acercarse altiva y calmadamente donde ellos – Perturbación... ¿Antony cierto? Mira que encontrarnos, debe ser más que una casualidad y... ¿Dónde está el demonio? – Miro los alrededores unos instantes antes de colocarse sus lentes de sol de vuelta.

- Aléjate ángel. La única casualidad es la que tendrán los encargados de este lugar cuando limpien, tus rastros – Se mostraba una sonrisa algo inquietante en su rostro, mientras el escudo desaparecía.

- Wey, tranquilo. No te ilusiones, no tengo asuntos contigo, eres una mera casualidad en el camino. Oye ¿El demonio está por acá no? ¿Que vinieron a hacer? Porque él te trajo y todo – Trato de acercarse caminando hacia Antony, pero un brazo apareció frente a él.

- A quién crees que te refieres como casualidad – Su tono era seco y firme, esa criatura no era quién para dudar del encuentro con su sirviente – Y a dónde piensas que vas, te aviso que eres una presencia no grata para a mis alrededores y eso, lo incluye a él.

Ignorando totalmente al caballero que resultaba una molestia cada vez mayor, se dirigió a su objetivo - Amiguito, que tal si vienes conmigo ¿Porque estar acompañado de seres indeseables cuando puedes estar conmigo? El demonio también nos puede acompañar, sería casi como trabajo en equipo ¿Qué te parece? – Bajo ligeramente sus lentes para hacer contacto visual y lograr apresurar una respuesta.

- ¿Que? – el pelinegro miraba con inquietud al rubio – Pero porque, digo nos puedes seguir como hasta ahora.

- ¿Yo, siguiendolos por más rato? No me malinterpretes, pero eso de seguir no es algo... Como para mi... -

- ¿Enserio? Pensar que sería tan fácil librarse de ti... - Por encima de los presentes flotaba un chico pelinegro boca arriba y parecía echado en el aire con unas alas negras de piel extendidas – Bueno ¿Antony, vamos yendo? No es muy interesante quedarse acá y no creo que planees hacerlo. Caballero ¿Vienes o esperaras que el regrese hacia ti otra vez? –Lo miro con cierta gracia mientras descendía para pararse frente a ellos y sus alas se desvanecían.

- No pienses que dejare solo a mi sirviente y menos con él, por los alrededores – suspiro, señalando cansado al Ángel.

- Esperen, no me pueden simplemente ignorar ¿Y cómo él tiene más beneficios que yo? – Que clase de criaturas eran estas que preferían a un demonio por sobre él, el gran Charlie, el benevolente Charlie que aún no los había eliminado como era debido.

- Pues, eso me preguntaba yo también. Supongo que él se ve más agradable y amigable – decía el pelinegro un poco confundido.

- ¿Amigable? – Señalaba al demonio con indignación, tratando de recalcar su cara inexpresiva – Mírame y míralo a él, ni si quiera deberías mirarlo para saber cuál es más "amigable" – Extiende sus alas - Estas nenas de acá no son cualquier cosa, déjame decirte.

Demian miraba con cansancio la escena, podía simplemente "volverse loco" y empezar a atacarlos de manera salvaje para hacer todo más interesante. Pero la misión era más importante, tendría que repetírselo de vez en cuando desde ahora al parecer.

- Sirviente, vamos yendo me está dando hambre – Dio una palmada en la espalda a Antony, el cual parecía un poco alterado por el Ángel, el cual parecía intentar ganar la confianza de su sirviente. Si tan solo supiera lo mucho que él mismo había tardado para tener el fuerte vínculo que los unía – Y no creo que a Allen y Xin vayan a estar tranquilos si no estamos. Hasta pronto, Charlie.

Antony empezó a caminar con Kris, hasta alcanzar a Demian que estaba recostado en un muro y parecía algo adormilado. Detrás de ellos caminaba Charlie con cierto ritmo como si escuchara algo. Demian espero a que pasaran los tres para estirarse antes de empezar a seguirlos.

- Kris...

- Que pasa?

- Esto ¿Por dónde se iba a la celda de la prisionera, encarcelada por siempre y extremadamente peligrosa?

Los ojos de Kris resplandecieron inmediatamente, su sirviente estaba listo para nuevos retos. Un poco arriesgado tal vez, pero él lo ayudaría si era necesario

- ¿Quieres liberar a la criminal para tener un combate contra ella? No te preocupes yo te llevo hasta allá – rodeando con su brazo su tórax, empezó a jalarlo a velocidad – Está a unos pasos

- Espera, espera – no podía hacer nada contra ser arrastrado inevitablemente, pero al parecer el caballero perdía la cordura con demasiada facilidad – Yo no voy a hacer nada de eso.

-Como si pudiera... - Demian y Charlie se miraban con preocupación al darse cuenta de que habían dicho lo mismo. Pero era cierto, el chico no tenía posibilidades a menos que se tratara de un moribundo ¿No era obvio también para el caballero?

- Ustedes dos no se metan, esto es parte de su entrenamiento. Más bien hagan algo útil y abran la celda – A unos pasos de ellos se encontraba una celda con varios pergaminos, pero sin señales de tener a alguien dentro – Luego de eso ya te puedes ir, Charlie.

Antony miraba la celda con sorpresa, en verdad estaba más acerca de lo que él recordaba. Demian lo miraba con una mezcla de preocupación y enojo, como había acabado siguiendo a alguien tan "brillante". Sin embargo no esperaba la facilidad con la que el caballero llegó hasta esta.

- ¿No que no ibas a seguirlo, señor ser superior? – Demian miraba con burla al ángel, sabía que este no era capaz de crear más opciones. Pero era gracioso ver las situaciones en las que este se metía por cuenta propia - ¿O es que ahora si es algo "más como para ti"?

- Tu... – señalaba con rigidez al Demonio que se acercaba lentamente a la celda – Yo no sigo a nadie, simplemente esto me queda de camino a MI camino. Y tu quien te crees para darme ordenes ¿necesitas que recalque tu lugar otra vez, caballerito? – Estos seres lo ponían de mal humor. No sabía cuál de los dos en especial, pero eran despreciables.

- Tu lugar será el piso otra vez si intentas algo que no me agrade...

- Oye, Kris deja de hacer revuelo – Si estos iban a ser los días que le esperaban, debía tratar de hacerlos más tranquilos. Al menos hasta que se levante de este sueño que no parecía tan bueno ahora. Al fin y al cabo, los dos sobrenaturales tenían razón, él no tenía más poder que el que ellos mismos lo daban. Si no fuera por Kris esto sería mucho más complicado – ¿Qué tal si nos acompaña Charlie? Así acabamos todo eso antes y podemos estar tranquilos

- Un momento sirviente, cómo puedes darle permiso de seguirnos a todos lados. Ya te dije que los permisos están a mi cargo. Además, si quieres seres sobrenaturales él de ahí basta y sobra – señalaba a Demian el cual los miraba esperando que se apuraran sin más – Si quieres poder, conmigo basta y sobra no tienes, ni debes, recurrir a ninguno de estos dos – Se le veía ligeramente alterado, hasta que vio a Charlie y su mirada lo enojó más.

Charlie miraba con superioridad a Kris, se le veía victorioso - Mmm no lo sé, sé que me necesitan a su lado con apuro, tú sabes algo de poder de verdad... - El pelinegro lo miraba con cansancio – Pero está bien, está bien. Rayos, cálmate amigo.

- Pero si van a estar peleando váyanse por ahí, él solito se "basta y sobra" – Señalaba a Kris el cual se terminaba de dar por ofendido. Sabía que tenía las de perder, el Ángel los podía acompañar de igual manera y él no podía hacer nada al respecto. Rodeado de esos tres, se sentía tan corriente e inútil, era peor que antes que solo era inútil.

- Creo que no sabes... - Sabía que tenía que convivir con la perturbación, pero aceptar condiciones de seres inferiores lo molestaba y ensuciaba. Pero había grandes sacrificios que se tenía que hacer para eliminar a los demonios – Exhalación - - Sabes que, está bien, tampoco tengo razón para gastar energía en alguien como él. Al fin y al cabo, debo estar más ocupado en otras cosas, ahora que seré tu guardián y guía en la vida.

- ¿Qué has dicho? – Enojado y sorprendiendo a los presentes, el ceño de Kris se fruncía de manera brusca.

- suspiro – ¿Angelito, caballerito se apuran? Quiero abrir la celda, sacar al recluso, aumentar mis molestias y descansar, de ustedes.

- Ja, como si necesitara ayuda de ustedes para abrir una simple celda – con sus alas extendidas se acercó a la celda caminando hasta llegar al lado de donde se hallaba el demonio recostado – Sé que esto tal vez es demasiado para ti, pero para mí es... Un simple juego – con sus manos parecía seguir un ritmo que marcaba con sus pasos - "Sinfonía de melodía" – giraba sus manos mientras pequeñas brisas botaban los pergaminos como si fueran hojas – Y es así como trabajo un profesional – con sus manos parecía marcar el final del compás.

- suspiro – La celda sigue cerrada... ¿No habrás creído que la cerraron con magia no? Sino no habrían puesto los talismanes... - veía al ángel acomodándose los lentes indiferentes al asunto – Igualmente no tenemos la llave.

- Tranquilos, si no pueden tumbar una simple reja me encargo yo. Al fin y al cabo, el importante recluso parece indiferente, no le importara un poco de... - Era su momento para demostrarle al sirviente quien era el poderoso y a quien debía seguir. Después arreglaría lo del ángel.

- "El portavoz del espíritu de la flama" suborden 4, articulo 2 "La señal al más allá"

Un círculo rojo ardiente abarcando gran área de la celda apareció inmediatamente y se escuchaban lamentos provenir del grosor del círculo. Kris miraba con enojo y confusión a Demian, el circulo estaba a unos centímetros de él. Esté totalmente ajeno al asunto y con su cabeza y su mirada parecía indicarle algo.

- Tu... ¿Que intentaste hacer? Acaso fallaste por unos centímetros para la izquierda o para la derecha, me gustaría saber.

- Demonio, demonio, pequeño ser inferior. Si querías deshacerte de él como yo, me hubieras dicho. Tu inutilidad y mi poder lo pondrían fuera de juego rápidamente y así me ayudabas en mi misión con el chico... – Luego de apoyarse en el hombro del demonio el cual lo miraba con desagrado giro a buscar a la perturbación, el cual miraba maravillado el círculo rojo del cual emanaba lamentos mientras parecía apagarse.

- Esto, esto si es verdaderamente genial, Demian qué es esto. Mira Kris... - Pronto recapacito y miró a Kris que lo veía con enojo y sorpresa – ...

Los ojos de Kris, le recordaba la tétrica forma en la que se conocieron y recordaba el ligero estremecimiento y miedo que sintió al conocerlo. Pero era una de esas cosas que no planeaba decirle. Sin embargo, miedo no era lo que sentía ahora, sentía culpa de ser descubierto de no estar tranquilo con la respuesta que él le había dado.

- Para poder abrir la celda sin hacer ruido, debe haber algún guardia en todo este lugar... No puede ser tan, fácil – suspiro – simplemente estabas justo al lado del objetivo, que está justo frente a mí. No me iba a mover solo para no incomodarte.

- Ustedes don tendrán que aprender a quien deben respetar, si es que tienen intenciones de seguir al lado de mi sirviente – Con sus manos agarró los barrotes dentro de la circunferencia donde había estado el aro y se percató que estaba suelto, como si no formara parte de la estructura. El área era grande, suficiente como para que el ingrese con un poco de dificultad – ¿Ahora, acompañantes? – Coloca una de sus manos dentro de la celda, invitándolos a entrar.

- Kris, yo no haría eso si fuera tu... hay alguien adentro sabes... - Los ojos de Antony se abrieron completamente cuando vio que una mano sujeta la de Kris – El, el, ¡el criminal! ¡Esta hay!

- Soy un ella... – Del agujero de la celda se asomaba una silueta del tamaño de Antony un poco más pequeña, con voz femenina y cubierta por unas telas grises amarradas a su cintura. Apoyándose con delicadeza en la mano del caballero el cual parecía ligeramente petrificado, colocó un pie fuera de la celda – Ah, esto... muchas gracias, se...señor caballero. Gracias por liberarme – La chica miraba de reojo al caballero a través de sus largos mechones. Cuando finalmente logró poner un pie fuera de su celda sintió una brisa de frescura dentro de ella – Así es como se siente... la libertad...

- Tus ojos... son hermosos – Antony no entendía porque había dicho lo que pensaba, pero la mirada de los ojos violetas de aquella chica que acaba de conocer le parecía cautivadora - ¿Cuál es tu nombre? – el pelinegro se acercaba a la chica de piel vivaz, cabello rubio castaño y unos invitadores ojos violeta, ojos que nunca había logrado ver antes.

- "Criminal" ¿No es así? – le decía con una sonrisa cálida a lo que el pelinegro parecía rendirse con facilidad. Pronto regreso su mirada al caballero de brillante armadura, en el cual se apoyaba desde el momento en que salió de la celda – Señor caballero, mi nombre es Victoria, Victoria Fallen – parecía triste al mencionar su apellido – ¿Podría yo saber el suyo?

Antony miraba la escena con pena. Siempre había escuchado sobre no juzgar a las personas de antemano, pero no podía evitarlo si se trataba de una criminal. Era obvio que había creado una mala primera impresión con aquella chica que parecía inocente y algo confundida. También podía entender que veía al caballero como su salvador, a pesar de que parecía petrificado desde el momento en que ella tocó su mano ¿También se habrá enamorado a primera vista? Porque eso era lo que él sentía respecto a Victoria, algo que le decía que debían conocerse.

- Tranquila Victoria, yo te ayudare a superar tus obstáculos. Solo apurate y ven conmigo – Decía seguro y emocionado.

– Solo necesito apoyarme un rato más... creo que mis piernas están dormidas – Era mentira, pero oportunidades mágicas como esta no se presentaban de manera usual.

Demian miraba la escena con aburrimiento y desagrado, esperaba algo más de "el poder", de el "recluso más peligroso de la luna". Una adolescente común y silvestre, tal vez más común que la propia perturbación, lo único rescatable de ella parecía ser su buen juicio.

Charlie miraba con gracia a la rubia castaña, ya era hora que apareciera una chica en escena. Andar con puros hombres iba a ser malo para su imagen en el paraíso. Más aún, si era cierto lo que había logrado escuchar del demonio, sería una crédula.

- Es cierto, es cierto. Ellos te liberaron... Pero, ellos vinieron gracias a mí, así que técnicamente yo te libere – En los ojos violetas veía incredulidad y más doloroso aún, parecía esperar que se callara – Es casi como si hubiera sido nuestro destino conocernos...

En reacción a estas palabras, el caballero sujeto delicadamente a Victoria por los hombros para apartarla. Y miró con indignación a su sirviente ¿Es que acaso les creía a todos menos a él, a su amo y señor? ¿Seguro si alguien más le decía algo o algo de algún destino él les creería? Era claro que hasta que su entrenamiento concluyese tendría que enseñarle que no podía confiar en completos desconocidos.

- ¿Caballero? – Victoria lo miraba confundido por la reacción que acaba de tener ¿Es que acaso había hecho algo mal sin darse cuenta? Qué desgracia haber estado encerrada todo es tiempo. No tenía idea de cómo interactuar con gente que no sean los guardias.

- Joven Victoria, estoy seguro de que luego de todo este tiempo encerrada debería aprovechar en aclimatarse a su entorno. Yo le aconsejaría que le preguntará cualquiera duda que tenga a los dos tipos que holgazanean en el muro – No podía tratarla mal, era una dama. Y no era su culpa el denigrante comportamiento de su sirviente. Él era quien tenía que corregirlo – Deja de decir cosas sin sentido y levántate del piso. Ya concluimos nuestros deberes en este lugar.

- Supongo que deberíamos irnos... Espera, Kris deja de darme órdenes, van a pensar mal – No quería quedar mal con Victoria, menos quería que pensara que era un sirviente o una cosa así.

Victoria se alejaba escuchando la firme voz del caballero, era juvenil pero segura. Lo único que le extrañaba era por qué le daba órdenes al chico ¿Sería su jefe o una cosa así? ¿Habría sido plan del caballero liberarla? Pronto llegó donde un pelinegro con cuernos, echado en el muro y un tipo que la miraba extraño parado a su lado.

- ¿Ustedes son?

- Amiga, no necesitas el nombre de este de acá, tal vez creas que él te libero, pero fui yo quien liberó los sellos que te retenían.

Demian rodaba los ojos mientras el Ángel se ufanaba de su "gran labor". Lo único que agradecia era que todo lo poco importante transcurría sin problemas, ya no podía esperar nada interesante por el momento.

- Te refieres a los papeles que estaban pegados, porque déjame decirte que...

- Espera amiguita, también debes saber que si bien lo que dice el pelinegro es cierto...

- Espera, como que cierto. ¡No me pueden decir que ustedes tres están bajo el mando de ese tipo! ¡¿Qué le pasó al mundo mientras no veía?!

- Wow, cálmate. Soy demasiado guapo para estar bajo el mando de alguien, simplemente lo dejo acompañarme mientras hago una importante labor. Se podría decir que soy el líder acá.

- Ja... Esa ni tú te la crees – Se levantaba, cansado de la situación. Era mejor proseguir que quedarse atorados en un lugar así.

- Entonces dime demonio, sino soy yo el líder de esta misión y claramente no puede ser un ser como tú. Dime ¿Quién es?

- Solo hay un líder en equipos y no recuerdo haber aceptado jugar contigo, almenas no a tanta escala – Se marchaba cansado hacia la perturbación, regresaría con él y luego regresaría por la chica. Llevarse a más de uno era un esfuerzo inútil – Antony ¿Nos vamos ya?

- Si Demian, claro. Solo vinimos por mi querida Victoria después de todo.

- Disculpa, pero a quien te refieres con "mi". No salí de una celda para acabar en algo peor.

- Tranquila, no te preocupes por eso. Yo seré tu Antony y tú serás mi Victoria ¿Qué tal así?

- Y qué tal, si hacemos como si nunca nos hubiéramos visto. Yo empiezo.

- Wow, directo al corazón y giró por un par de costillas – no podía evitar reír ligeramente al escuchar la escena frente a él -.

Demian trataba de guardar su risa, esto casi valía el trabajo de regresar al calabozo.

- Sirviente, no puedes andarte ofreciendo a otras personas ¿Qué te sucede? – Qué es lo que le pasaba a su sirviente, diciendo cosas de tuyo o mío. Él era su sirviente, por ende, le partencia a él. Si alguien se lo quería llevar tendría que vencerlo en combate primero.

Los presentes miraban al dúo de diferentes maneras. Demian, si bien sabía ya de este "asunto" del caballero, prefería hacerse el sorprendido al ver la cara de terror que tenía "el poder". Charlie miraba con gracia a los dos y no ocultaba sus ganas de reírse de la perturbación. Victoria pasó pronto a estar confundida, si bien su caballero de cuento de hadas era quien estaba a cargo, había algo más.

- Maldición Kris ¿Por qué lo haces sonar así? Simplemente le digo a Victoria que quiero que nos conozcamos mejor... Mucho mejor – Pensaba en ignorar al caballero, pero su situación con Victoria solo empeoraba cada segundo que pasara. Y por quien más que el caballero, todo por su extraña obsesión con el tema del "sirviente" – Tienes que detener "esto" en algún momento Kris.

Kris lo miraba enojado ¿Detener esto? Porque su sirviente era así, y más en público ¿Porque siempre lo decía como si fuera su culpa? El solo exigía el comportamiento más adecuado de su parte. Sea cual sea... en verdad él no sabía cuál era por completo, solo por partes. Mas bien ¿Porque se reía el maldito Ángel? ¿Acaso se reía de él, por tener a un sirviente como Antony? Era consciente que no era el mejor, ni el más respetuoso, tenía tantas cosas poco positivas que no perdería el tiempo en eso. Pero los momentos donde su sirviente se portaba correctamente, de alguna manera cubrían todos sus destrozos en el camino. Era algo que en lo lograba entender bien, quizás se empezaba a acostumbrar a su maltrato...

- Basta – Con un tono firme y seco alertó a los demás, Victoria se veía asombrada y Charlie al ver la reacción de Victoria silencio. Demian veía la situación con intriga, todo parecía estar colocado para poder desmoronarse mejor, vería como proseguía – Antony, basta. Y ustedes también – Se dirigió hacia los presentes, pero en especial a Victoria con una mirada seca, aunque sabía que ella no tenía nada de culpa...

- Kris, relájate la asustas – con rapidez se paró, olvidando lo que acaba de suceder, para ir al lado de Victoria que parecía perpleja y no reaccionar – Victoria...

Antes de que Antony pudiera siquiera intentar consolarla, su mano fue alejada de un manotazo – Estoy segura, que esto es tu culpa, no hay más explicaciones – El caballero de sus sueños la había reprendido a unos minutos de conocerla. Sabía que su fría y encantadora mirada era dirigida hacia ella ¿Pero por qué? ¿Tan mala impresión había dejado? ¿Porque parecía que le prestaba más importancia a ese chico, que al parecer era un sirviente que a ella a quien había ido a rescatar?

- Como puede ser mi culpa, literalmente no he hecho nada más que tratar de hablar contigo – Su voz expresaba lamento, no entendía cómo cada movimiento que hacía lo alejaba más aquella joven de ojos vivaces como flores en el mejor día de primavera – Fue Kris quien...

- Pues seguro eh hiciste algo para enojarlo – Sentía un ardor dentro de su pecho, pero debía mantenerse firme frente al caballero, no podía quedar peor. En vez de llanto parecía hablar con reproche - Deberías simplemente hacer lo que él te dice sin opinar ¿No eres "el" sirviente acaso? Deberías...

Antony se sentía otra vez denigrado, esa palabra normalmente le sonaba mal en general. Pero cuando viene de alguien que no es Kris era peor, por el significado que tenía para los demás. Era eso el que lo que no le gustaba de ser llamado así.

Kris se acercó rápidamente donde Antony y con un brazo lo oculto tras él, su mirada era firme – No es "el sirviente" joven Victoria, es MI SIRVIENTE. Lo diré una vez más, para ti también Charlie. Nadie más que yo le va a dar órdenes a MI sirviente. Es mi derecho y mi deber entrenarlo, no se inmiscuyan donde no son requeridos – Con un solo paso volteo donde Demian – Demonio, ¿creo que ya era momento de irnos?

Demian lo miraba con sorpresa, era lo más extraño que había pasado desde que había conocido a estos seres. Parece que no se desmoronaba tan fácilmente, eso alivia un poco su trabajo a futuro. No lograba más bien entender que acaba de suceder, pero parecía ser de algún tipo de importancia, tal vez – Si... porque no – restándole importancia con los hombros.

Kris empezó a arrastrar a Antony donde Demian, pues seguía impactado por lo sucedido ¿Por qué todo salía tan mal? El solo quería llegar a conocer a la chica, y esta ahora no parece tener la mejor imagen de él.

Demian, sin prestarle importancia a lo sucedido simplemente le puso una mano en la cabeza

– Kris no tienes porque hablarle así, ella... Y no creo q nadie en verdad, entienda a qué te refieres cuando dices "sirviente" ...

- Sirviente, no entiendo a qué te refieres, ni porque le prestarías importancia – Su voz firme y seca, parecía una mezcla peculiar entre amargura y pesadez – Pero no puedo permitir que te hablen así, menos aún si no lo mereces. Es algo básico ¿No lo crees?

Demian miró a Charlie con cansancio y con los ojos parecía decirle que se fuera, mientras él invocaba el agujero negro debajo de él y la perturbación y como temía, el caballero, eran incluidos en este.

Charlie los veía desaparecer, pero sobre todo veía como se quedaba solas con la prisionera recién liberada ¿Acaso podría aprovechar esta situación para ponerla de su lado y así lograr tomar el control de las situaciones futuras, con o sin balanza?

Vitoria seguía pasmada, quizás se había excedido con el orejón. Pero cuando el caballero la confronto con su voz monótona, firme, como si no le prestara importancia, algo dentro de ella sentía que se empezará a quebrar. Le dolía el pecho.

- Bueno ¿Vamos a un lugar mejor? – Podía ver en la mirada de la chica que estaba pasmada y destruida, la presa más fácil de todas las posibles. Si era cierto que ella era importante para la perturbación y la misión. Estar en buenos términos con ella y aprovechar esta situación para ponerla a su lado sería perfecto para lograr eliminar al demonio cuando ya no le sea útil – Estoy seguro, que conozco un lugar cerca bastante más apropiado que un calabozo, Victoria.

Victoria se vio dejada de lado, el caballero se había ido sin más. Solo quedaba el tipo de traje blanco y azul, en su mirada se veía una piedad inmensa y comprensión, no entendía por qué. Antes de responderle al sujeto, se dio cuenta que, si se rendía ahora, ser libre no le serviría de nada sino daba pelea hasta el final. Averiguar qué sucedía con el caballero y el chico. De alguna manera lograría acercarse a Kris, era genial el ahora saber su nombre. Un nombre que hacía juego con su cabellera roja y su personalidad firme. Debía de persistir.

- Vamos donde fueron ellos ¿Sabes cómo llegar? Porque el tipo extraño hizo un agujero en el suelo y se los llevó a algún lugar...

- Tranquila, yo te llevaré. Al fin y al cabo, ese es nuestro, destino – con una sonrisa galante y brillante, un chasqueo de dedos y un guiño. Una agujero amarillo, brillante y resplandeciente apareció frente a ellos e iluminaba el calabozo, en un lugar tan cerrado como ese tenía un efecto aún mayor. Esto definitivamente mejoraría su imagen con la chica, era casi como un pequeño trozo de paraíso lo que le estaba mostrando. Hasta podría darse el lujo de decir lo que quisiera, todo sonaría mágico – Vamos, esta puerta te llevará a donde más deseas.

Victoria veía resplandeciente todo el calabozo, pequeñas partículas de luz caían lentamente en la atmósfera, y escuchaba como pisadas metálicas corrían hacia donde estaban. De seguro esto había alertado a los guardias y venían por ella, pero ya no debía temer, no debía hacerlo más. El brillo majestuoso frente a ella, la alejaría de todo lo que alguna vez conoció y temió nunca dejar atrás. Frente a ella estaba la puerta a una nueva vida, la respuesta resplandecía frente a ella, como la alegría que sentía en lo más profundo de su ser. Esa sensación que aliviaba su existencia, la libertad.

- Si, vamos... - Veía cómo el sujeto de pelo rubio oscuro entraba tranquilamente por la puerta, sin importarle que los guardias estaban cada vez más cerca y desde el otro lado le extendió la mano para que la tome. Ella la tomo, con un poco de miedo ingreso por el agujero de luz mientras daba un último vistazo a la celda. Pronto escucho las voces de los guardias,gritaban que se había escapado la prisionera y corrían hacia ellos. Pero ya no importaba, esa de la que hablaban ya no era ella. Nunca más, eso era seguro.     

 


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